miércoles, 10 de diciembre de 2025

Artículos semanales de octubre de 2025

 

ARTÍCULOS DE OCTUBRE DE 2025

-        Ecuador:  Tristeza y dolor… por el asesinato de Efraín Fuérez

-        Comunicado de las CEBs en solidaridad con las CONAIE… apoyando su levantamiento.

-        ‘Te he amado’: Carta papal sobre los pobres… Extractos.

-        ‘Somos tierra, fuego y libertad’… según las palabras de una dirigenta indígena.

 

1.       ECUADOR: TRISTEZA Y DOLOR, Pedro Pierre

Muchos no quieren ver lo que está pasando en Ecuador: un país que se está hundiendo en la pobreza, la violencia, el racismo, la maldad contra los pobres y los más pobres que son los indígenas. Ya tenemos más de una semana de manifestaciones contra las medidas económicas y políticas del gobierno contrarias al bienestar y el progreso de gran mayoría de los ecuatorianos gracias a un presidente dictador.

Ya se acumulan los muertos entre los indígenas -dicen hasta 3-, los desaparecidos: varias decenas -es costumbre del actual gobierno-, los detenidos más de 100, los heridos ¿se sabrá cuántos? Todo esto por reclamar por sus derechos, por la defensa del medio ambiente, por los derechos civiles de las nacionalidades indígenas reconocidos en la Constitución, por leyes que fortalecen el neoliberalismo, la represión, el despojo de los ciudadanos, las privatizaciones, por -nuevamente- una consulta mañosa que aboga por bases militares extranjeras en Ecuador, la supresión de la ayuda gubernamental a los partidos políticos, la eliminación del Consejo de Participación y Control social quitando así poder a los ecuatorianos y cuántos beneficios más para los grandes ricos.

               ¿Han visto eso los que se fueron en dicho ‘convoy humanitario’? principalmente de militares, de noche, sin avisar, al lugar donde los militares acababan de asesinar a Efraín Fuerez, dirigente comunitario y padre de familia, en una zona con toque de queda, donde se cortó el internet y hasta la luz… y se congeló las cuentas bancarias de sus autoridades locales. Convoy acompañado -dicen- por el mismo presidente y 3 embajadores, entre ellos el nuncio del Vaticano, ¡los cuales se quejaron que les lanzaron piedras! ¿Y qué repartieron a la medianoche? ¿Bonos y cheques sin fondos, velas, agua bendita?

¿Conocían la realidad estos 3 embajadores o no la quisieron conocer o la quisieron distorsionar asumiendo el discurso gobiernista y la violencia militar? Protestaron por los militares retenidos: ¿17? y heridos ¿12? pero no por los indígenas… pero se olvidaron de nombrar a Efraín Fuerez y a los indígenas afectados. Escoltados por militares armados y un presidente indolente y mentiroso llamaron a la paz…  sin denunciar la violencia de “un sistema que mata” como denunciaba el papa Francisco. Llamaron al diálogo como en 2019 y en 2022, sabiendo como terminan estos diálogos aun con la presencia de obispo y religiosa.

               ¿En qué país estamos? ¿Dónde está la opción por los pobres de la Iglesia católica? ¿Dónde está la voz profética de los pastores y la presencia solidaria del clero? Un país se desangra, pasa hambre, no tiene atención médica, se ausenta de las aulas escolares, no puede estudiar en centros superiores, no encuentra empleo al nivel de 3 sobre 4, se muere por centenar en las calles, es extorsionado por miles y secuestrado por decenas… Los grandes medios de comunicación esconden estas realidades, proclamando el brillante ‘nuevo Ecuador’ que afirma el gobierno y su corte comprada.

               Todos somos cómplices y responsables de lo que está pasando en nuestro país, por eso todos tenemos algo que hacer. Al no hacer lo poco que nos corresponde aumentamos el desastre nacional actual. “Si eres neutro, ya has elegido el campo de los opresores”, decía el obispo sudafricano Desmond Tutu. ¡Cuán lejos está la voz de monseñor Leonidas Proaño o el testimonio de monseñor Oscar Romero, que el mismo papa Francisco calificó en Panamá de “modelo de obispo”!

               Terminemos con la oración de Mariola López, de España:

“Que la paz de Jesús esté contigo,

que puedas reconciliarte con lo que nunca estará logrado en tu corazón,

que tu presencia sea ´bendiciente’ para todos aquellos que encuentres;

que camines sin lastimar, que el cuidado de otras vidas te guíe.”

“Ojalá cada uno de nosotros lleguemos a ser hombres y mujeres bendecidos

con las ganas de vivir, como lo fue intensamente Jesús.

Que nuestras vidas se vuelvan, con él y en él,

cada vez más accesibles y sanadoras para otros.”

               Así sea.

 

2.      COMUNICADO EN SOLIDARIDAD CON LOS INDÍGENAS ECUATORIANOS, Pedro Pierre

Después de una reunión virtual del Equipo nacional de Coordinación de las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) y de delegados de los Equipos de 12 provincias de las mismas, hemos decidido publicar el siguiente comunicado en solidaridad con el paro nacional iniciado por la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador.

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C O M U N I C A D O   N A C I O N A L

 

“¡Pobres de aquellos que dictan leyes injustas

y ponen por escrito los decretos de la maldad!

Dejan sin protección a los pobres de mi país,

roban a los pequeños de sus derechos” (Isaías 10,1-2).

 

Las Comunidades Eclesiales de Base del Ecuador elevamos nuestra voz porque “clama la sangre de Abel y su grito llega hasta Dios desde la tierra que se ha abierto para acoger su sangre.”

Los indígenas son pacíficos porque viven el Bien Vivir y Convivir. Los indígenas son laboriosos porque proveen el Ecuador de alimentos. Los indígenas son dignos porque no saben odiar. Los indígenas son valientes porque resisten el colonialismo y el racismo. Los indígenas construyen el nuevo Ecuador porque dan la vida por un país plurinacional y pluricultural.

Dios nos dice: “Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y, por la otra, el mal y la muerte. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses, yo declaro que perecerás sin remedio.”

Lastimosamente los indígenas son los más empobrecidos por 5 siglos de despojo en la tierra que Dios les dio. Son golpeados y asesinados por reclamar pacíficamente sus derechos. Son humillados por los poderes civiles, militares y religiosos sin que encuentren solidaridad eficaz de los demás ecuatorianos. No logran vivir en paz por la codicia de los invasores que somos nosotros, consciente o inconscientemente.

Dios nos dice como a Caín: “¿Dónde está tu hermano?” Y nosotros como Caín contestamos: “¿Soy acaso el guardián de mi hermano?” Por eso andamos errantes y matándonos los unos a los otros sin que Dios pueda construir con nosotros su sueño de fraternidad y justicia.

En este paro nacional iniciado por los indígenas, con nuestra indiferencia, nuestro egoísmo y nuestra pasividad nos hacemos responsables de sus heridos, sus presos, sus desaparecidos y sus muertos. Dios nos pide y nos pedirá cuentas. Somos cómplices por haber elegido al actual presidente que ejecuta el sistema neoliberal el cual, como lo decía el papa Juan Pablo 2°, “hace a los ricos más ricos a costa de los pobres más pobres”, porque con nuestros impuestos pagamos las armas de los policías y de los militares que golpean y asesinan.

Estamos en una situación de sobrevivencia y de resistencia. No podemos aceptar las leyes que se están aprobando en la Asamblea Nacional porque atentan contra la vida y la soberanía nacional. No podemos aprobar consulta ni referendo que buscan cambiar la constitución para aumentar los privilegios y beneficios de los ricos. Tenemos que reconocer que hemos elegido a un mal presidente y por lo mismo actuar para corregir esta situación. “¡Lo peor está por venir!” si no ponemos remedios a nuestra vida cómoda e indolente.

Como cristianos en Comunidades nos hemos sentido llamados a asumir desde hace años lo que dijeron los obispos ecuatorianos en “Opciones Pastorales” (1980): Que las Comunidades Eclesiales de Base “(214). Asuman la misión profética de anunciar la Palabra y de denunciar lo que se opone al plan salvífico de Dios, participen en las luchas por los derechos de los pueblos, formando parte de las organizaciones populares con su responsabilidad personal propia, participen activa y críticamente de los procesos revolucionarios de América Latina.”

Nos confirmamos en la opción por los pobres que consiste en, según los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla, México: “aceptar y asumir la causa de los pobres como si estuviéramos asumiendo nuestra propia causa, la causa misma de Cristo”.

Por todo eso nos adherimos a trabajar juntos por las propuestas de nuestros hermanos de la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador).

Denunciamos los grandes Medios de Comunicación social por mentirosos, manipuladores, enemigos que ocultan la verdad y propagan del odio entre ecuatorianos.

Reconocemos orgullosamente la sangre indígena que recorre nuestras venas y queremos fortalecer nuestra herencia ancestral de gentes pacíficas, laboriosas, dignas, solidarias y valientes.

Enraizados en los valores del Reino, nos comprometemos con todos los hombres y mujeres de buena voluntad a construir el Ecuador que nos merecemos: libre de dictadura, fraterno entre todos, solidario de los más pobres, equitativo en su economía y abierto a la trascendencia.

Nos despedimos como hermanas y hermanos junto a Jesús de Nazaret y a Nuestra Señora de Guadalupe que acompañan nuestra historia de fe y liberación integral.

Firmamos el Equipo de Coordinación nacional y los Equipos de Animación

de las Comunidades Eclesiales de Base de 12 provincias ecuatorianas.

 

3.      “YO TE HE AMADO”: Carta pastoral del papa León 14 sobre ‘el amor hacia los pobres’, Pedro Pierre

               El papa León 14 acaba de publicar una Carta apostólica sobre los pobres y la opción por los pobres. Retoma un borrador dejado el papa Francisco. Esta carta ha de representar la ‘hoja de ruta’ del papa León 14: Se trata de una continuidad con los caminos abiertos por el papa Francisco y su aporte personal relacionado con la Doctrina Social de la Iglesia iniciada por su predecesor el papa León 13; éste a finales del siglo 19 escribió su Carta “Nuevas situaciones” (Rerum novarum, 1891) sobre las inhumanas relaciones laborales de los obreros de aquella época.

               La Carta del papa León 14 llama la atención por su sencillez, su claridad y su contundencia. En una Iglesia mayoritariamente conservadora, es una verdadera hazana haberse atrevido a poner a los pobres y la opción por los pobres en el centro de la Iglesia. José Manuel Vidal de ‘Religión Digital’ de Madrid, España, calificó tal Carta de “revolución dulce del Papa sereno: ‘Dilexi te’ recoge en palabras de fuego una tradición de misericordia y denuncia, que hunde sus raíces en el Evangelio, en el magisterio latinoamericano y en la revolución de Francisco".

               He aquí unas cuantas frases claves de la Carta papal.

Ver la realidad escandalosa de la pobreza creciente

1. “El cambio de época que estamos afrontando hace más necesario reconocer que la realidad se ve mejor desde los márgenes y que los pobres son sujetos de una inteligencia específica, indispensable para la Iglesia y la humanidad. Sólo desde esta cercanía real y cordial podemos acompañarlos adecuadamente en su camino de liberación.

2. Las mujeres son doblemente pobres. Entre ellas encontramos constantemente los más admirables gestos de heroísmo cotidiano. La falta de equidad es la raíz de los males sociales.

3. A veces se percibe en algunos movimientos o grupos cristianos la carencia o incluso la ausencia del compromiso por el bien común de la sociedad y, en particular, por la defensa y la promoción de los más débiles y desfavorecidos.

Iluminarnos con la palabra de Dios y los documentos eclesiales

4. El cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social; éstos son una ‘cuestión familiar’, son ‘de los nuestros’.

5. La condición de los pobres representa un grito que, en la historia de la humanidad, interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los sistemas políticos y económicos, y especialmente a la Iglesia.

6. No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación; el contacto con quien no tiene poder ni grandeza es un modo fundamental de encuentro con el Señor de la historia.

7. No se puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres. El amor al prójimo representa la prueba tangible de la autenticidad del amor a Dios. Son dos amores distintos, pero inseparables.

8. Cuando la Iglesia se arrodilla para romper las nuevas cadenas que aprisionan a los pobres, realiza su vocación más profunda. Amar al Señor allí donde Él está más desfigurado, se convierte en signo de la Pascua.

9. La Iglesia, si quiere ser de Cristo, debe ser la Iglesia de las Bienaventuranzas, una Iglesia que hace espacio a los pequeños y camina pobre con los pobres, un lugar en el que los pobres tienen un sitio privilegiado.

10. Los pobres son quienes nos evangelizan para que todos reconozcamos la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.

Actuar individual y colectivamente

11. Es preciso seguir denunciando la dictadura de una economía que mata y reconocer que mientras las ganancias de unos pocos crecen, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar.

12. Las estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las ciencias y la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la transformación de la sociedad.

13. Siempre debe recordarse que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación individual e íntima con el Señor. La propuesta es más amplia: es el Reino de Dios.

14. La solidaridad es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores efectos del Imperio del dinero. Es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares.

Conclusión

15. Ya sea a través del trabajo que ustedes realizan, o de su compromiso por cambiar las estructuras sociales injustas, o por medio de esos gestos sencillos de ayuda, muy cercanos y personales, será posible para aquel pobre sentir que las palabras de Jesús son para él: «Yo te he amado».”

               Ahora los cristianos no podemos decir: “No he sabido”. La fe va con el compromiso por una liberación integral. Eso fue el compromiso de Jesús, el mensaje de los primeros cristianos, el ejemplo de los innumerables mártires latinoamericanos, el testimonio de las Comunidades Eclesiales de Base y es el actual grito de los empobrecidos que son mayoría en nuestro país y nuestro continente. Hagamos realidad la esperanza de Dios, de los pobres y la nuestra también.

               Actualmente la solidaridad de los cristianos ecuatorianos con nuestros hermanos indígenas demuestra la solidez de su fe y la calidad de su seguimiento de Jesús de Nazaret. “El amor al prójimo representa la prueba tangible de la autenticidad del amor a Dios”, escribe el papa León 14.

 

“SOMOS TIERRA FUEGO Y LIBERTAD”, Pedro Pierre

 

Esa es la proclama de una mujer cañari en las protestas de la provincia de Azogues por el paro iniciado por la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades del Ecuador): “Somos tierra, fuego y libertad”. Llama la atención que, en este paro, las mujeres indígenas son numerosas, valientes y protagonistas por su presencia activa y sus intervenciones claras y valientes. Es un nuevo discurso que se integra a las narrativas sobre todo de las redes sociales y medios virtuales de información alternativas. Este discurso vuele a las raíces ancestrales del pueblo ecuatoriano. ¿Cómo resuena en nosotros estas proclamas?

“Somos tierra”. Todos venimos de misma fuente: la tierra, la naturaleza, el cosmos. Ya lo decía el primer capítulo de la Biblia, el Génesis: “Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida.” El ser humano somos tierra portadora del soplo de Dios, o de la Energía del universo, o del Misterio de la vida que todo lo sostiene. Ser tierra es ser vida, “tierra fértil” … significado del nombre indígena de nuestro continente: “Abya yala”. ¿Cómo nos identificamos los seres humanos? ¿Más como tierra o más como espíritu? De hecho, somos las 2 realidades: ‘tierra fértil’, tierra madura, tierra habitada por el Espíritu del universo… llamados a desarrollar armoniosamente estas 2 dimensiones, la una material y la otra espiritual. Tenemos que discernir nuestras debilidades: a veces somos demasiados materialistas y otras veces demasiados espiritualistas. Juntos en comunidades, tenemos que encontrar gracias al apoyo mutuo el equilibrio en estos 2 polos para ser felices individual y colectivamente y en comunión con la trascendencia del universo. Tenemos que, juntos en comunidades, descubrir también cuales son los impedimentos personales, colectivos, económicos, estructurales que nos detienen en nuestro crecimiento, nuestro convivir y nuestra felicidad… para ser verdaderamente ‘tierra madura y fértil”, es decir tierra viva y útil para los demás y para la misma naturaleza.

“Somos fuego”. Todos estamos habitados por una energía que nos ha sido regalada por la naturaleza y el cosmos. Este fuego es el espíritu que nos mueve, es la espiritualidad que es una dimensión indispensable en desarrollo de toda vida. Es la conciencia de nuestra dignidad, es decir del valor que representamos: somos dignos cuando crecemos corporal, mental, colectiva y espiritualmente. Somos un dinamismo en desarrollo permanente: desarrollo personal en salud -cuerpo sano en mente recta-, desarrollo social mediante la convivencia armoniosa -equidad, colaboración, creatividad-, desarrollo espiritual mediante la comunión con el Misterio de la vida y del amor que anida en cada uno de nosotros. Todo eso es fuego, espíritu, energía, dinamismo, espiritualidad que nos habitan y que nos pueden quedar apagados, dormidos, marginados.

“Somos libertad”. Todos llevamos en nosotros un horizonte que nos llama a alcanzar más libertad. La libertad es el resultado de muchas liberaciones. La libertad nos llama a liberarnos de todo lo que nos ata, limita, domina, detiene y mata. Nuestra vida en definitiva es una lucha permanente para más libertad, más crecimiento. El egoísmo nos limita a pensar sólo en nosotros de manera individual; el egoísmo nos lleva al individualismo y a la pasividad: nos detiene corporal, mental y espiritualmente. El afán de acaparar nos llena de cosas materiales y de poderes personales; limita nuestra necesaria dimensión comunitaria porque nos construimos juntos los unos con los otros. Nos cerramos a la equidad, es decir quitamos a los demás el derecho a tener lo necesario para vivir dignamente. Nos encerramos el poder dominador poniendo a los demás al servicio nuestro. Creemos que la fama es lo máximo creando cánones de belleza vacíos, desconociendo que todos somos ‘un milagro de la naturaleza’. Nuestro valor depende del valor de nuestra libertad y de las permanentes liberaciones de lo que destruye nuestra dignidad personal, nuestra convivencia armoniosa, nuestra comunión con el misterio que nos habita y con   el espíritu que mueve el universo. Somos una creación permanente y una construcción constante a la que se nos invita a participar consciente y activamente. Este es el horizonte de nuestra libertad: la capacidad de ser yo siendo nosotros en comunión con la naturaleza y el universo.

Así entendí personalmente el grito de este indígena cañari: “Somos tierra, somos fuego, somos libertad”, el grito de su identidad pisoteada, el grito de su pueblo perseguido, apaleado, baleado. Quien desarrolla esta espiritualidad difícilmente puede resignarse y ser vencido. Despertemos este espíritu que anida en nuestra sangre común, en nuestras voces fraternas, en nuestras luchas mancomunadas…. Y seremos invencibles para construir el país que nos merecemos, un país “de tierra madura, de fuego inextinguible y de libertad” que se construye paso a paso y siempre juntos los unos con los otros.

 

Nota. Respuesta de Lourdes de México: “Somos eso y más: Somos el sueño de Dios.”

 

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