ARTÍCULOS DE OCTUBRE DE 2025
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Ecuador: Tristeza y dolor… por el
asesinato de Efraín Fuérez
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Comunicado de las CEBs en solidaridad
con las CONAIE… apoyando su levantamiento.
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‘Te he amado’: Carta papal sobre los
pobres… Extractos.
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‘Somos tierra, fuego y libertad’…
según las palabras de una dirigenta indígena.
1. ECUADOR: TRISTEZA Y DOLOR, Pedro Pierre
Ya se
acumulan los muertos entre los indígenas -dicen hasta 3-, los desaparecidos:
varias decenas -es costumbre del actual gobierno-, los detenidos más de 100,
los heridos ¿se sabrá cuántos? Todo esto por reclamar por sus derechos, por la
defensa del medio ambiente, por los derechos civiles de las nacionalidades
indígenas reconocidos en la Constitución, por leyes que fortalecen el
neoliberalismo, la represión, el despojo de los ciudadanos, las
privatizaciones, por -nuevamente- una consulta mañosa que aboga por bases
militares extranjeras en Ecuador, la supresión de la ayuda gubernamental a los
partidos políticos, la eliminación del Consejo de Participación y Control
social quitando así poder a los ecuatorianos y cuántos beneficios más para los
grandes ricos.
¿Han
visto eso los que se fueron en dicho ‘convoy humanitario’? principalmente de
militares, de noche, sin avisar, al lugar donde los militares acababan de
asesinar a Efraín Fuerez, dirigente comunitario y padre de familia, en una zona
con toque de queda, donde se cortó el internet y hasta la luz… y se congeló las
cuentas bancarias de sus autoridades locales. Convoy acompañado -dicen- por el
mismo presidente y 3 embajadores, entre ellos el nuncio del Vaticano, ¡los
cuales se quejaron que les lanzaron piedras! ¿Y qué repartieron a la
medianoche? ¿Bonos y cheques sin fondos, velas, agua bendita?
¿Conocían la
realidad estos 3 embajadores o no la quisieron conocer o la quisieron
distorsionar asumiendo el discurso gobiernista y la violencia militar?
Protestaron por los militares retenidos: ¿17? y heridos ¿12? pero no por los
indígenas… pero se olvidaron de nombrar a Efraín Fuerez y a los indígenas
afectados. Escoltados por militares armados y un presidente indolente y
mentiroso llamaron a la paz… sin
denunciar la violencia de “un sistema que mata” como denunciaba el papa
Francisco. Llamaron al diálogo como en 2019 y en 2022, sabiendo como terminan
estos diálogos aun con la presencia de obispo y religiosa.
¿En
qué país estamos? ¿Dónde está la opción por los pobres de la Iglesia católica?
¿Dónde está la voz profética de los pastores y la presencia solidaria del
clero? Un país se desangra, pasa hambre, no tiene atención médica, se ausenta
de las aulas escolares, no puede estudiar en centros superiores, no encuentra
empleo al nivel de 3 sobre 4, se muere por centenar en las calles, es
extorsionado por miles y secuestrado por decenas… Los grandes medios de
comunicación esconden estas realidades, proclamando el brillante ‘nuevo
Ecuador’ que afirma el gobierno y su corte comprada.
Todos
somos cómplices y responsables de lo que está pasando en nuestro país, por eso
todos tenemos algo que hacer. Al no hacer lo poco que nos corresponde
aumentamos el desastre nacional actual. “Si eres neutro, ya has elegido el
campo de los opresores”, decía el obispo sudafricano Desmond Tutu. ¡Cuán lejos
está la voz de monseñor Leonidas Proaño o el testimonio de monseñor Oscar
Romero, que el mismo papa Francisco calificó en Panamá de “modelo de obispo”!
Terminemos
con la oración de Mariola López, de España:
“Que la paz
de Jesús esté contigo,
que puedas
reconciliarte con lo que nunca estará logrado en tu corazón,
que tu
presencia sea ´bendiciente’ para todos aquellos que encuentres;
que camines
sin lastimar, que el cuidado de otras vidas te guíe.”
“Ojalá cada
uno de nosotros lleguemos a ser hombres y mujeres bendecidos
con las ganas
de vivir, como lo fue intensamente Jesús.
Que nuestras
vidas se vuelvan, con él y en él,
cada vez más
accesibles y sanadoras para otros.”
Así
sea.
2. COMUNICADO EN SOLIDARIDAD CON LOS INDÍGENAS ECUATORIANOS, Pedro
Pierre
Después de
una reunión virtual del Equipo nacional de Coordinación de las CEBs
(Comunidades Eclesiales de Base) y de delegados de los Equipos de 12 provincias
de las mismas, hemos decidido publicar el siguiente comunicado en solidaridad
con el paro nacional iniciado por la CONAIE (Confederación de las
Nacionalidades Indígenas del Ecuador.
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C O M U N I C A D O N A C I O N A L
y
ponen por escrito los decretos de la maldad!
Dejan
sin protección a los pobres de mi país,
roban
a los pequeños de sus derechos” (Isaías 10,1-2).
Las
Comunidades Eclesiales de Base del Ecuador elevamos nuestra voz porque “clama
la sangre de Abel y su grito llega hasta Dios desde la tierra que se ha abierto
para acoger su sangre.”
Los indígenas
son pacíficos porque viven el Bien Vivir y Convivir. Los indígenas son
laboriosos porque proveen el Ecuador de alimentos. Los indígenas son dignos
porque no saben odiar. Los indígenas son valientes porque resisten el
colonialismo y el racismo. Los indígenas construyen el nuevo Ecuador porque dan
la vida por un país plurinacional y pluricultural.
Dios nos
dice: “Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y,
por la otra, el mal y la muerte. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas,
sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses, yo declaro que
perecerás sin remedio.”
Lastimosamente
los indígenas son los más empobrecidos por 5 siglos de despojo en la tierra que
Dios les dio. Son golpeados y asesinados por reclamar pacíficamente sus
derechos. Son humillados por los poderes civiles, militares y religiosos sin
que encuentren solidaridad eficaz de los demás ecuatorianos. No logran vivir en
paz por la codicia de los invasores que somos nosotros, consciente o
inconscientemente.
Dios nos dice
como a Caín: “¿Dónde está tu hermano?” Y nosotros como Caín contestamos: “¿Soy
acaso el guardián de mi hermano?” Por eso andamos errantes y matándonos los
unos a los otros sin que Dios pueda construir con nosotros su sueño de
fraternidad y justicia.
En este paro
nacional iniciado por los indígenas, con nuestra indiferencia, nuestro egoísmo
y nuestra pasividad nos hacemos responsables de sus heridos, sus presos, sus
desaparecidos y sus muertos. Dios nos pide y nos pedirá cuentas. Somos
cómplices por haber elegido al actual presidente que ejecuta el sistema
neoliberal el cual, como lo decía el papa Juan Pablo 2°, “hace a los ricos más
ricos a costa de los pobres más pobres”, porque con nuestros impuestos pagamos
las armas de los policías y de los militares que golpean y asesinan.
Estamos en
una situación de sobrevivencia y de resistencia. No podemos aceptar las leyes
que se están aprobando en la Asamblea Nacional porque atentan contra la vida y
la soberanía nacional. No podemos aprobar consulta ni referendo que buscan
cambiar la constitución para aumentar los privilegios y beneficios de los
ricos. Tenemos que reconocer que hemos elegido a un mal presidente y por lo
mismo actuar para corregir esta situación. “¡Lo peor está por venir!” si no
ponemos remedios a nuestra vida cómoda e indolente.
Como
cristianos en Comunidades nos hemos sentido llamados a asumir desde hace años
lo que dijeron los obispos ecuatorianos en “Opciones Pastorales” (1980): Que
las Comunidades Eclesiales de Base “(214). Asuman la misión profética de
anunciar la Palabra y de denunciar lo que se opone al plan salvífico de Dios,
participen en las luchas por los derechos de los pueblos, formando parte de las
organizaciones populares con su responsabilidad personal propia, participen
activa y críticamente de los procesos revolucionarios de América Latina.”
Nos
confirmamos en la opción por los pobres que consiste en, según los obispos
latinoamericanos reunidos en Puebla, México: “aceptar y asumir la causa de los
pobres como si estuviéramos asumiendo nuestra propia causa, la causa misma de
Cristo”.
Por todo eso
nos adherimos a trabajar juntos por las propuestas de nuestros hermanos de la
CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador).
Denunciamos
los grandes Medios de Comunicación social por mentirosos, manipuladores,
enemigos que ocultan la verdad y propagan del odio entre ecuatorianos.
Reconocemos
orgullosamente la sangre indígena que recorre nuestras venas y queremos
fortalecer nuestra herencia ancestral de gentes pacíficas, laboriosas, dignas,
solidarias y valientes.
Enraizados en
los valores del Reino, nos comprometemos con todos los hombres y mujeres de
buena voluntad a construir el Ecuador que nos merecemos: libre de dictadura,
fraterno entre todos, solidario de los más pobres, equitativo en su economía y
abierto a la trascendencia.
Nos
despedimos como hermanas y hermanos junto a Jesús de Nazaret y a Nuestra Señora
de Guadalupe que acompañan nuestra historia de fe y liberación integral.
Firmamos
el Equipo de Coordinación nacional y los Equipos de Animación
de
las Comunidades Eclesiales de Base de 12 provincias ecuatorianas.
3.
“YO TE HE AMADO”: Carta
pastoral del papa León 14 sobre ‘el amor hacia los pobres’, Pedro Pierre
La
Carta del papa León 14 llama la atención por su sencillez, su claridad y su
contundencia. En una Iglesia mayoritariamente conservadora, es una
verdadera hazana haberse atrevido a poner a los pobres y la opción por los
pobres en el centro de la Iglesia. José Manuel Vidal de ‘Religión Digital’ de
Madrid, España, calificó tal Carta de “revolución dulce del Papa sereno:
‘Dilexi te’ recoge en palabras de fuego una tradición de misericordia y
denuncia, que hunde sus raíces en el Evangelio, en el magisterio
latinoamericano y en la revolución de Francisco".
He
aquí unas cuantas frases claves de la Carta papal.
Ver la realidad escandalosa de la
pobreza creciente
1. “El
cambio de época que estamos afrontando hace más necesario reconocer que la
realidad se ve mejor desde los márgenes y que los pobres son sujetos de una
inteligencia específica, indispensable para la Iglesia y la humanidad. Sólo
desde esta cercanía real y cordial podemos acompañarlos adecuadamente en su
camino de liberación.
2. Las
mujeres son doblemente pobres. Entre ellas encontramos constantemente los más
admirables gestos de heroísmo cotidiano. La falta de equidad es la raíz de los
males sociales.
3. A
veces se percibe en algunos movimientos o grupos cristianos la carencia o
incluso la ausencia del compromiso por el bien común de la sociedad y, en
particular, por la defensa y la promoción de los más débiles y desfavorecidos.
Iluminarnos con la palabra de Dios y
los documentos eclesiales
4. El
cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social; éstos
son una ‘cuestión familiar’, son ‘de los nuestros’.
5. La
condición de los pobres representa un grito que, en la historia de la
humanidad, interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los
sistemas políticos y económicos, y especialmente a la Iglesia.
6. No
estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación; el contacto
con quien no tiene poder ni grandeza es un modo fundamental de encuentro con el
Señor de la historia.
7. No se
puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres. El amor al prójimo
representa la prueba tangible de la autenticidad del amor a Dios. Son dos
amores distintos, pero inseparables.
8. Cuando
la Iglesia se arrodilla para romper las nuevas cadenas que aprisionan a los
pobres, realiza su vocación más profunda. Amar al Señor allí donde Él está más
desfigurado, se convierte en signo de la Pascua.
9. La
Iglesia, si quiere ser de Cristo, debe ser la Iglesia de las Bienaventuranzas,
una Iglesia que hace espacio a los pequeños y camina pobre con los pobres, un
lugar en el que los pobres tienen un sitio privilegiado.
10. Los
pobres son quienes nos evangelizan para que todos reconozcamos la misteriosa
sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.
Actuar individual y colectivamente
11. Es
preciso seguir denunciando la dictadura de una economía que mata y reconocer
que mientras las ganancias de unos pocos crecen, las de la mayoría se quedan
cada vez más lejos del bienestar.
12. Las
estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del
bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las
ciencias y la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la
transformación de la sociedad.
13. Siempre
debe recordarse que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación
individual e íntima con el Señor. La propuesta es más amplia: es el Reino de
Dios.
14. La
solidaridad es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la
desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los
derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores efectos del
Imperio del dinero. Es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los
movimientos populares.
Conclusión
15. Ya
sea a través del trabajo que ustedes realizan, o de su compromiso por cambiar
las estructuras sociales injustas, o por medio de esos gestos sencillos de
ayuda, muy cercanos y personales, será posible para aquel pobre sentir que las
palabras de Jesús son para él: «Yo te he amado».”
Ahora
los cristianos no podemos decir: “No he sabido”. La fe va con el compromiso por
una liberación integral. Eso fue el compromiso de Jesús, el mensaje de los
primeros cristianos, el ejemplo de los innumerables mártires latinoamericanos,
el testimonio de las Comunidades Eclesiales de Base y es el actual grito de los
empobrecidos que son mayoría en nuestro país y nuestro continente. Hagamos
realidad la esperanza de Dios, de los pobres y la nuestra también.
Actualmente
la solidaridad de los cristianos ecuatorianos con nuestros hermanos indígenas
demuestra la solidez de su fe y la calidad de su seguimiento de Jesús de
Nazaret. “El amor al prójimo representa la prueba tangible de la autenticidad
del amor a Dios”, escribe el papa León 14.
“SOMOS TIERRA FUEGO Y LIBERTAD”,
Pedro Pierre
“Somos
tierra”. Todos venimos de misma fuente: la tierra, la naturaleza, el cosmos. Ya
lo decía el primer capítulo de la Biblia, el Génesis: “Entonces Yahvé Dios
formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento
de vida, y existió el hombre con aliento y vida.” El ser humano somos tierra
portadora del soplo de Dios, o de la Energía del universo, o del Misterio de la
vida que todo lo sostiene. Ser tierra es ser vida, “tierra fértil” …
significado del nombre indígena de nuestro continente: “Abya yala”. ¿Cómo nos
identificamos los seres humanos? ¿Más como tierra o más como espíritu? De
hecho, somos las 2 realidades: ‘tierra fértil’, tierra madura, tierra habitada
por el Espíritu del universo… llamados a desarrollar armoniosamente estas 2
dimensiones, la una material y la otra espiritual. Tenemos que discernir
nuestras debilidades: a veces somos demasiados materialistas y otras veces
demasiados espiritualistas. Juntos en comunidades, tenemos que encontrar
gracias al apoyo mutuo el equilibrio en estos 2 polos para ser felices
individual y colectivamente y en comunión con la trascendencia del universo.
Tenemos que, juntos en comunidades, descubrir también cuales son los
impedimentos personales, colectivos, económicos, estructurales que nos detienen
en nuestro crecimiento, nuestro convivir y nuestra felicidad… para ser
verdaderamente ‘tierra madura y fértil”, es decir tierra viva y útil para los
demás y para la misma naturaleza.
“Somos
fuego”. Todos estamos habitados por una energía que nos ha sido regalada por la
naturaleza y el cosmos. Este fuego es el espíritu que nos mueve, es la
espiritualidad que es una dimensión indispensable en desarrollo de toda vida.
Es la conciencia de nuestra dignidad, es decir del valor que representamos:
somos dignos cuando crecemos corporal, mental, colectiva y espiritualmente.
Somos un dinamismo en desarrollo permanente: desarrollo personal en salud
-cuerpo sano en mente recta-, desarrollo social mediante la convivencia
armoniosa -equidad, colaboración, creatividad-, desarrollo espiritual mediante
la comunión con el Misterio de la vida y del amor que anida en cada uno de
nosotros. Todo eso es fuego, espíritu, energía, dinamismo, espiritualidad que nos
habitan y que nos pueden quedar apagados, dormidos, marginados.
“Somos
libertad”. Todos llevamos en nosotros un horizonte que nos llama a alcanzar más
libertad. La libertad es el resultado de muchas liberaciones. La libertad nos
llama a liberarnos de todo lo que nos ata, limita, domina, detiene y mata.
Nuestra vida en definitiva es una lucha permanente para más libertad, más
crecimiento. El egoísmo nos limita a pensar sólo en nosotros de manera
individual; el egoísmo nos lleva al individualismo y a la pasividad: nos
detiene corporal, mental y espiritualmente. El afán de acaparar nos llena de
cosas materiales y de poderes personales; limita nuestra necesaria dimensión
comunitaria porque nos construimos juntos los unos con los otros. Nos cerramos
a la equidad, es decir quitamos a los demás el derecho a tener lo necesario
para vivir dignamente. Nos encerramos el poder dominador poniendo a los demás
al servicio nuestro. Creemos que la fama es lo máximo creando cánones de
belleza vacíos, desconociendo que todos somos ‘un milagro de la naturaleza’.
Nuestro valor depende del valor de nuestra libertad y de las permanentes
liberaciones de lo que destruye nuestra dignidad personal, nuestra convivencia
armoniosa, nuestra comunión con el misterio que nos habita y con el espíritu que mueve el universo. Somos una
creación permanente y una construcción constante a la que se nos invita a
participar consciente y activamente. Este es el horizonte de nuestra libertad:
la capacidad de ser yo siendo nosotros en comunión con la naturaleza y el
universo.
Así entendí
personalmente el grito de este indígena cañari: “Somos tierra, somos fuego,
somos libertad”, el grito de su identidad pisoteada, el grito de su pueblo
perseguido, apaleado, baleado. Quien desarrolla esta espiritualidad
difícilmente puede resignarse y ser vencido. Despertemos este espíritu que
anida en nuestra sangre común, en nuestras voces fraternas, en nuestras luchas
mancomunadas…. Y seremos invencibles para construir el país que nos merecemos,
un país “de tierra madura, de fuego inextinguible y de libertad” que se
construye paso a paso y siempre juntos los unos con los otros.
Nota. Respuesta
de Lourdes de México: “Somos eso y más: Somos el sueño de Dios.”
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