lunes, 7 de mayo de 2018

Iglesia de los Pobres en Sucumbíos


H A C I A   U N A   I G L E S I A   L A I C A L

Para  la  Iglesia  de  los  Pobres  en  Sucumbíos



Sucumbíos, Pedro Pierre. Abril de 2018.



El desafío es “cómo pasar de una iglesia clerical, centrada en los sacerdotes-obispo, a una iglesia laical organizada desde los laicos, en un contexto desfavorable”.



                Esta nueva manera de ser Iglesia está en marcha por varias partes del continente y en otros continentes. En varios lugares tienen el apoyo de los sacerdotes y obispos.

                El camino es volver a las fuentes, es decir, al proyecto de Jesús y a las prácticas de las primeras comunidades cristianos, o sea, reinventar el proyecto de Jesús en la realidad de hoy, con el camino recorrido con Gonzalo y la Iglesia de los pobres de Ecuador y América Latina.

1.       Jesús no fundó la Iglesia que somos ahora

-          Jesús era laico y los apóstoles también.

-          Jesús retoma la experiencia de su pueblo con los objetivos de Moisés:

1. Libertad: No ser esclavos ni esclavizar a nadie.

2. Equidad: Organizarnos como sociedad para satisfacer las necesidades de cada uno según su situación.

3. Fe: Dios acompaña este proceso liberador y humanizador y se revela como un padre maternal o una madre paternal y el amigo liberador.

-          Jesús puso en marcha un movimiento-comunidades para el Reino, es decir, la construcción de una humanidad fraterna y creyente.

2.       Los primeros cristianos formaron Comunidades para el Reino

-          Las primeras comunidades buscaron continuar el proyecto de Jesús.

-          Los evangelios y las cartas de Pablo describen estas experiencias.

-          Eran comunidades muy diversas: en Jerusalén, Galilea, Samaria, Siria, Grecia, Europa…

-          El apóstol Pedro tuvo muchas dificultades para entrar en esta dinámica.

-          El Concilio de Jerusalén confirma la diversidad de ser Iglesias.

-          No había ‘sacerdotes’, sino ministros-servidores de la fracción del pan, del bautismo, del compartir, de la unción-perdón de los enfermos y agonizantes… El clero y la jerarquía nacen con el emperador Constantino en el siglo 4.

-          Los ministros-servidores eran, indistintamente, varones y mujeres.

3.       En Sucumbíos

-          Establecer la meta: Una Iglesia laical que no copia la organización clerical actual ni regresa al pasado.

-          Conformar un equipo de Coordinación con delegados de las Comunidades.

-          Las decisiones se toman en las comunidades y se comparten en asambleas de delegados de las comunidades.

-          Se crea ministerios que responden a las necesidades materiales, sociales y espirituales.

-          Revisar, profundizar y celebrar el camino recorrido.

4.       El Sínodo de la Amazonía y de los Jóvenes

Es este proyecto de Iglesia laical que debe asumir el Sínodo de la Amazonía (y el de la Juventud) o, a lo menos,

-          Abrir caminos en estas direcciones, lo que a duras penas se intenta hablar;

-          Confirmar, por un tiempo, ministros varones y mujeres para la eucaristía que saldrían de su comunidad y al servicio de varias comunidades.

5.       Conclusiones y tareas

-          Desaparecen poco a poco los ‘clérigos’ actuales… y nace una Iglesia laical. No se debe temer las equivocaciones, que se corrigen en comunidad.

-          No es que cada uno va a hacer lo que le parece, sino como seguimos con el Reino en la diversidad.

-          Hay que saber que ya sacerdotes y obispos están en este caminar. El papa Francisco está abierto a las propuestas de las Conferencias episcopales.

-          El Espíritu inspira esta nueva manera de ser Iglesia.

-          La lectura de la pesca milagrosa en Lucas 5,1-11 nos puede iluminar y motivar.



Estemos abiertos a lo que le Espíritu dice a las Iglesias. Así seremos fieles a Jesús, a Gonzalo y a los pobres de hoy. Dios nos bendiga.