domingo, 27 de diciembre de 2015

Guías para reuniones de grupos JUBILEO 201



UN   JUBILEO   PARA   AMÉRICA   LATINA
Año  santo  de  la  Misericordia



A cuantos lean esta carta gracia, misericordia y paz.
1. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre…
… La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia…
… A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios…

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de abril, Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, del Año del Señor 2015, tercero de mi pontificado.”

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Francisco, obispo de Roma, siervo de los siervos de Dios.
Carta de convocación al jubileo extraordinario de la misericordia:


CONTENIDO
Presentación: La misericordia de Dios exige nuestra compasión con aquel que sufre.
1.     Regresar al proyecto de Dios
Tema 1: El Jubileo o Año jubilar ayer y hoy.
Tema 2: Sentido de las palabras ‘misericordia’ y ‘compasión’.
2.     El rostro misericordioso de Dios en la Biblia
Tema 3: La misericordia de Dios en el Antiguo Testamento.
Tema 4: Jesús es la expresión de la misericordia de Dios.
Tema 5: La práctica de la misericordia en las primeras Comunidades.
3.     Nuestro Jubileo de la Misericordia
Tema 6: Misericordia y compasión en el Concilio y su aplicación a América Latina.
Tema 7: Justicia y misericordia van de la mano.
Tema 8: Grandes personajes que nos muestran el camino de la misericordia.
Tema 6: Las exigencias tradicionales del Jubileo.
Anexos: Carlos de Foucauld. Misericordia, Paco Bautista.

CEBs de Guayaquil, enero de 2016. PR.


 P R E S E N T A C I Ó N
La  misericordia  nos  exige  compasión  eficaz  con  los  que  sufren.


            Para el Pueblo de Jesús, en el Antiguo Testamento, el Jubileo, o año Jubilar, era un año de evaluación y conversión. El Pueblo de Jesús rectificaba lo que no era conforme al proyecto de Dio puesto en marcha por Moisés: libertad, igualdad y fe. Se insistía particularmente en los aspectos sociales que se desviaban del proyecto de Dios.
La celebración del Jubileo se daba cada 50 años, o sea, 7 semanas de años. Retomaba los 3 aspectos de los años sabáticos que tenían lugar cada 7 años y añadía un 4° aspecto:
  1. La liberación de los esclavos.
  2. El perdón de las deudas.
  3. El descanso de la tierra.
  4. La recuperación de las propiedades perdidas.
Jesús, en su proclama en Nazaret al comienzo de su misión profética, se propone de logar un nuevo años jubilar (Lucas 4,19). En sus 3 años de ministerio itinerante volverá a dar vida al proyecto de Moisés: libertad, igualdad y fe. Las primeras comunidades cristianas continuarán en la misma línea.
En nuestros tiempos los papas retoman esta costumbre de los años jubilares para evaluar un aspecto de la práctica de nuestra fe. Para el año 2016 el papa Francisco desea que revisemos nuestra práctica de la misericordia. Ayudándonos de sus orientaciones, iremos dando los pasos siguientes:
  1. Entender el sentido del Jubileo y de la Misericordia.
  2. Mirar cómo Dios es misericordioso y cómo Jesús lo va traduciendo en su vida cotidiana.
  3. Miraremos también cómo las primeras comunidades cristianas continuaron las prácticas de Jesús.
  4. En fin aplicaremos a nosotros lo que nos exige este Jubileo de la misericordia.

¡Que el Dios del Reino nos llene de ‘júbilo’ a lo largo de este año 2016!


CONVOCACIÓN DEL JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA
Francisco, obispo de Roma, siervo de los siervos de Dios.

“A cuantos lean esta carta gracia, misericordia y paz

1. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «rico en misericordia» (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad » (Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr. Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona[1] revela la misericordia de Dios.

2. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación.
-        Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.
-        Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro.
-        Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida.
-        Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.”
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Nota. Los números señalados son los de la Carta de convocatoria del Jubileo por el papa Francisco.

 1ª parte: REGRESAR AL PROYECTO DE DIOS.



Vamos a mirar cómo se nos presenta el Jubileo en el Antiguo Testamento. Era un año para evaluar la práctica social del pueblo de Moisés y corregir los abusos. Se retomaba los 3 grandes objetivos de la Alianza en el monte Sinaí que son: vivir en libertad, practicar la igualdad y mantener la fe viva. Veremos cómo aplicar estas orientaciones bíblicas en la actualidad: La liberación de los esclavos - El perdón de las deudas - El descanso de la tierra - La recuperación de las propiedades perdidas.


Tema  1 :  EL  JUBILEO  O  AÑO  JUBILAR  AYER  Y  HOY


MENSAJE
-        Ayer, el Jubileo exigía la justicia social entre los miembros del pueblo de Jesús.
-        Hoy, lastimosamente, la esclavitud, las deudas y la acumulación de bienes son una realidad devastadora.
-        El Jubileo nos ayuda a recapacitar para regresar al proyecto de Dios.

Diálogo: Las esclavitudes modernas.
  1. ¿Qué situaciones actuales relacionamos con la esclavitud, las deudas, la contaminación y la acumulación de bienes?

Sentido del Jubileo en la Biblia.
“Justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad: «Yo quiero misericordia y no sacrificios.» (Mateo 9,13) (20).
a)     El año sabático: cada 7 años, se debe realizar 3 cosas.
-        Liberar a los esclavos. (Deuteronomio 15,12-18)
-        Perdonar las deudas (Deuteronomio 15,1-3).
-        Dejar descansar la tierra a lo largo de un año (Éxodo 23,10-11).
Se da la razón de tal proceder en Deuteronomio 15,4: ‘No debe haber pobres en medio de ti’.
b)     El año jubilar: cada 50 años (7 semanas de años), se proclama la liberación para todos.
-        Levítico 25,1-7: Se confirma las leyes del año sabático,
-        Levítico 25,8-13: Se añade la recuperación de su tierra por parte de las familias que la hayan perdido.
Se da la razón de esta práctica: ‘La tierra es de Dios: no se puede vender’ (Levítico 25,23).
c)      El objetivo que persiguen estas leyes es triple:
-        La igualdad: a partir de la protección de los débiles, impedir la acumulación,
-        La justicia: las riquezas son un bien común que debe servir a todos,
-        La alegría, como fruto de las anteriores.
Jesús utiliza esta expresión en su primer discurso en la sinagoga de Nazaret, donde proclama cuál es su misión: ‘proclamar el año de la gracia del Señor’ (Lucas 4,19). Jesús hacía referencia al año sabático y al año jubilar.
  1. ¿Qué es lo que nos llama la atención de estas leyes del Jubileo según la Biblia?

Palabra de Dios. Se puede elegir una de las 4 leyes del Jubileo para profundizarla mejor.
-        Liberación de los esclavos: Deuteronomio 15,12.18.
-        Perdón de las deudas: Deuteronomio 15,1-3.
-        Descanso de la tierra: Éxodo 23,10-11.
-        Recuperación de propiedades perdidas: Levítico 25,8-13.
  1. ¿En qué practica consiste dicha ley?
  2. ¿Qué se buscaba con la vigencia de estas leyes?

Hoy nosotros: Actualicemos estas leyes a la realidad actual.
  1. ¿Qué conclusiones sacamos para hoy?
  2. ¿Cómo podemos aplicar estas leyes de misericordia a nuestra situación personal y familiar?

Oraciones comunitarias. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.


Comentario  1 :  SENTIDO  DEL  AÑO  JUBILAR  AYER  Y  HOY.

A. EL PUEBLO DE MOISÉS CELEBRABA 2 GRANDES ANIVERSARIOS.
Entre las fiestas del Pueblo de Moisés, 2 de ellas tenían una particular importancia: la del año sabático, que tenía lugar cada 7 años, y la del jubileo, que tenía lugar cada 7 semanas de años, o sea, a los 50 años. El objetivo de estas 2 fiestas era triple:
-        Mantenerse en el proyecto de igualdad, o sea indirectamente, proteger a los débiles.
-        Conservar relaciones de justicia, o sea, positivamente, promover el bien común.
-        Alegrarse comunitariamente con Dios: la práctica de la justicia era la manera de ser fiel a la Alianza con Dios.

B. LA ORGANIZACIÓN DEL PUEBLO DE MOISÉS

  1. Quién era Moisés
Era un hebreo, descendiente de Abraham, que nació eslavo en Egipto. Salvado de las matanzas por la hija del Faraón fue criado en la misma corte del Faraón. Un día mató a un egipcio que maltrataba a uno de su raza. Por eso, huyó al desierto donde se casó con una mujer de una tribu del Sinaí. Allí se encontró con Dios que le pidió liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.

  1. La triple misión confiada por Dios a Moisés.
No sólo Dios pidió que Moisés liberara a su pueblo de la esclavitud de Egipto, sino que sellara una alianza de fe con Él en el monte Sinaí y pusiera en marcha una organización igualitaria que impediría caer en la esclavitud. Esta organización comenzó a ponerse en marcha una vez que los hebreos se establecieron en la Tierra Prometida en tiempo de los Jueces, durante unos 250 años. Este proyecto se puede resumir en unos 7 aspectos.
-        Contra la jerarquía de los dioses egipcios, se retoma la fe en un solo Dios: esto funda la igualdad entre todos. Unas divinidades  jerárquicas justifican la dominación de unos sobre otros.
-        En Egipto, las tierras estaban en pocas manos. Para los hebreos, la tierra es de Dios que la dio a cada familia, y esta no se podía perder; si se empeñara, cada cierto tiempo, volvía a su primer dueño. Esto impedía la acumulación
-        Faraón detenía un poder absoluto. Los hebreos se organizaron por medio de representantes, primero de los clanes (varias familias), luego de las 12 tribus (varios clanes). El Juez se elegía en Asambleas de todo el Pueblo. Esto impedía las dictaduras.
-        En Egipto, las leyes cambiaban con cada Faraón y según sus intereses del momento. Moisés dio a su Pueblo unas 10 leyes permanentes, que eran la defensa institucionalizada de su organización igualitaria. Esta Carta Magna impedía la esclavitud.
-        En Egipto, la escuela era sólo para los familiares y allegados de Faraón. Los hebreos crearon un nuevo abecedario para que todos, a lo menos los varones, pudieran tener acceso a la educación. Esto permitió una  conciencia común y una cohesión más fácil entre todos.
-        El ejército egipcio era mercenario, o sea pagado, y permanente. Los hebreos se organizaban, cuando era necesario, en autodefensa voluntaria, por tribu, y, luego, entre tribus. Todos defendían lo de todos y no era posible una guerra de agresión.
-        En Egipto, los sacerdotes eran grandes terratenientes y su culto estaba hecho principalmente de sacrificios humanos. Entre los hebreos, los sacerdotes estaban sin propiedades, dependientes de los diezmos y primicias. Su culto consistía en hacer  memoria de los hechos fundantes ocurridos en el pasado, gracias a la ayuda de Dios y a la unión del Pueblo.

Jesús, como profeta del Reino, después de presentar en Nazaret su misión del Reino (Lucas 4,14-22), retomó en su actuar y su predicación los aspectos más significativos del proyecto de Moisés. Intentemos encontrar palabras y actitudes que nos den criterios para lo económico (Mateo 20,1…), en lo político (Marcos 10,45…), en lo ideológico (Lucas 10,21…), etc. El Reino es la realización del proyecto de Dios inaugurado por Moisés.

C. LA ‘MISERICORDIA’ COMO SIGNO PRIVILEGIADO DEL JUBILEO
Eso es el sueño del papa Francisco para este año 2016: Volver a Dios mediante una conversión integral.
“3.Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signos eficaces del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona. En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.
El domingo siguiente, III de Adviento, se abrirá la Puerta Santa en la Catedral de Roma, la Basílica de San Juan de Letrán. Sucesivamente se abrirá la Puerta Santa en las otras Basílicas Papales. Para el mismo domingo establezco que en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en la Concatedral o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia.”




Tema  2: SENTIDO DE LAS PALABRAS ‘MISERICORDIA’ Y ‘C0MPASIÓN’


Mensaje
-        Para entender mejor la palabra ‘misericordia’ podemos unirla a la de ‘compasión’. La ‘misericordia’ sería la actitud de Dios con nosotros y la ‘compasión’, nuestra actitud con los demás.
-        La palabra “misericordia” significa ‘tener corazón para el mísero’ y la palabra “compasión”: ‘sufrir con’ aquel que sufre para aliviar sus sufrimientos.
-        Es el mismo aspecto en 2 movimientos complementarios: la misericordia de Dios con todos los que sufren se debe traducir en nuestras actitudes de compasión con ellos.

Diálogo: Misericordioso
  1. ¿Cuándo nuestra compasión con los que sufren manifiesta la misericordia de Dios?

Palabras del papa Francisco
Me permito centrar la atención en algunos puntos sobre los que considero importante intervenir para facilitar que la celebración del Año Santo sea un auténtico momento de encuentro con la misericordia de Dios para todos los creyentes. Es mi deseo, en efecto, que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea cada vez más eficaz” (Carta).
He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Es un nuevo período de la historia de la Iglesia que nos exige:
-        Hablar a los hombres en un modo más comprensible.
-        Anunciar el Evangelio de un modo nuevo.
-        Testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe.
-        Ser en el mundo signo vivo del amor del Padre.” (Diciembre 8 de 2015).
  1. ¿De qué maneras nos invita el papa Francisco a manifestar la misericordia de Dios?

Palabra de Dios. Mateo 9,2-7: La curación del paralítico.
  1. ¿En qué consistió la doble curación del paralítico?

Hoy nosotros: Nuestra misericordia debe ser eficaz.
  1. ¿Cómo nos aplicamos a nosotros el ejemplo de Jesús con el paralítico?
  2. ¿Con quiénes vamos a hacer eficaz nuestra misericordia?

Oraciones comunitarias. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.


Comentario  2 :  CÓMO  VIVIR  EL  JUBILEO  DE  LA  MISERICORDIA.

               “La revolución de la misericordia”: así se ha calificado el testimonio del papa Francisco. El papa vive la misericordia y nos llama a hacer lo mismo. Por este motivo ha convocado a toda la Iglesia a vivir durante un año un Jubileo de la Misericordia: “¡Seamos misericordiosos como el Padre!”.

A. DATOS DEL JUBILEO
-         Inició del Jubileo el 8 de diciembre 2015: En “el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II, la Iglesia iniciaba un nuevo periodo de su historia: anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella’ (Juan 23)” (4).
-         Se clausurará el 20 de noviembre de 2016, fiesta del Cristo Rey.
-         Su lema es: “Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre” (13).
-         Vivir con fe el Jubileo, a la manera de Jesús: “« El Espíritu del Señor me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor » (Isaías 61,1-2) (16).
-         “¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida!”

B. TAREAS A REALIZAR EN EL AÑO SANTO
1.      Realizar las “obras de misericordia corporales y espirituales… (15), porque, en estos “más pequeños”, la carne de Cristo mismo se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... (Mateo 25,31-45) (16).
2.      Actividades acostumbradas
-         “La conversión: «No juzgar ni condenar, sino perdonar y dar » (Lucas 6,37-38) (14).
-         “La oración cotidiana” (14).
-         Las puertas abiertas de las grandes iglesias, para experimentar cómo Dios consuela, perdona y ofrece esperanza” (3).
-         La peregrinación “porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia” (14).
-         “La indulgencia… La misericordia de Dios se transforma en indulgencia del Padre a través de la Iglesia… que vive la comunión de los Santos” (22).
-         Renovar nuestras devociones: A María, “Madre de la misericordia… dedicada a la misericordia de generación en generación” (Lucas 1,50). A la gran apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska (24).
-         Poner en marcha los Misioneros de la misericordia, “anunciadores de la alegría del perdón” (18).
-         La iniciativa “24 horas para el Señor, a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma… acercándose al sacramento de la Reconciliación…” (17).
-         El ecumenismo: “La misericordia nos relaciona con el judaísmo y el islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios (23).

C. JUBILEO Y REINO DE DIOS
               Jesús llevó el Jubileo a su plenitud mediante la inauguración del Reino de Dios y su plena realización en su persona. El Reino de Dios abarca todas las dimensiones de la vida humana: personal, familiar, profesional, cultural, social, política y económica. La misericordia y la compasión no sólo nos acercan a los que sufren, sino que, por una parte, aliviamos sus sufrimientos y, por otra, buscando las causas de estos sufrimientos, luchamos para suprimirlas.
               Sabemos que la miseria y la pobreza tienen su origen en un sistema de organización social: los pobres son empobrecidos, tal como lo expresó el Documento de nuestros obispos reunidos en Medellín (Colombia, 1968) y lo conformaron en Puebla (México, 1979): Al analizar más a fondo tal situación, descubrimos que esta pobreza no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas, aunque haya también otras causas de la miseria. Estado interno de nuestros países que encuentra en muchos casos su origen y apoyo en mecanismos que, por encontrarse impregnados, no de un auténtico humanismo, sino de materialismo, producen a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres. Esta realidad exige, pues, conversión personal y cambios profundos de las estructuras que respondan a legítimas aspiraciones del pueblo hacia una verdadera justicia social; cambios que, o no se han dado o han sido demasiado lentos en la experiencia de América Latina.” ( 30).
               Así la misericordia no se puede limitar a meros sentimientos ni a la caridad y el paternalismo que alivian sólo por un momento. Tiene que enfrentar las causas de los sufrimientos y atropellos a las personas y los pueblos. Las leyes bíblicas de los años sabáticos y jubilares son profundamente económicas y políticas: libertad de los esclavos, perdón de las deudas, descanso de la tierra y recuperación de las propiedades perdidas. Nos exigen desarrollar el conocimiento de cómo mal funciona nuestra sociedad que no es capaz ni de disminuir notablemente la pobreza, y que aumenta la distancia entre los más pobres y los más ricos. Más bien promueve, al nivel internacional, una guerra total .económica, política y militar- del 1% de ricos contra el demás 99%; lo vemos en los mismos países industrializados del norte.
               Todo esto no es extraño al Reino: otra economía solidaria y equitativa es posible, otra política participativa y descentralizada es posibles, otra ideología que parte del protagonismo de los pobres organizados es posible. Que el Jubileo de la Misericordia nos permita abrir caminos tanto espirituales como sociales para que sea completo y transforme toda la vida.



   parte :  EL  ROSTRO  MISERICORDIOSO  DE  DIOS  EN  LA  BIBLIA.



Tema  3 :  EL  DIOS  MISERICORDIOSO  EN  EL  ANTIGUO  TESTAMENTO


MENSAJE
-         Son numerosas las características de Dios en el Antiguo Testamento. Estas fueron purificadas con el testimonio de Jesús, que es el criterio definitivo del verdadero rostro de Dios.
-         La misericordia de Dios es, cierto, minoritaria, pero recorre toda la Biblia. Jesús se identificó particularmente con ella.
-         Y nosotros: ¿qué de misericordiosos y compasivos somos?

Diálogo: La misericordia como característica mayo de los cristianos.
  1. Gracias a nuestra participación en las CEBs, ¿en qué hemos progresado en cuanto a la misericordia y compasión?

Palabras del papa Francisco.
“6. « Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia »
“Paciente y misericordioso” es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Los Salmos, en modo particular, destacan esta grandeza del proceder divino: « Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia y de misericordia » (103,3-4). De una manera aún más explícita, otro Salmo testimonia los signos concretos de su misericordia: « Él Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados » (146,7-9). Por último, he aquí otras expresiones del salmista: « El Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas […] El Señor sostiene a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo » (147,3.6). Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón.”
  1. En su comentario sobre los Salmos, ¿qué resalta particularmente el papa Francisco?

Palabra de Dios. Elijamos profundizar alguna de estas Palabras de Dios del Antiguo Testamento.
­         Éxodo 34,1-6: « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad ».
­         Los Profetas recuerdan como Dios tiene entrañas de misericordia: Isaías (58,2-9) y Miqueas (7,18-2); Oseas (6,1-6 y 2,9-21) es el profeta de la misericordia por excelencia.
­         En los Salmos, Dios es calificado como “paciente y misericordioso” (103,3-4; 146,7-9; 147,3,6). El Salmo 118 repite más de 100 veces el refrán “Eterna es su misericordia”.
  1. ¿Qué mayor descubrimiento de Dios misericordioso hemos hecho en esta lectura?

Hoy nosotros: “Misericordiosos como Dios”.
  1. ¿Dónde nos sentimos llamados a vivir con mayor comunión con Dios misericordiso?

Oraciones comunitarias. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.


Comentario  3 :  “ LA  REVOLUCIÓN  DE  LA  MISERICORDIA ”,  Víctor  Codina.

El tema (de la misericordia) no es pues algo nuevo, la novedad consiste en que Francisco lo ha convertido en la clave de su pontificado, en el punto álgido de la jerarquía de las verdades cristianas, en el centro del anuncio evangélico. Francisco no parte de un método deductivo, de arriba abajo, sino de una realidad que es superior a la idea, una realidad dolorosa, cargada de pecado e injusticia, de víctimas y pobres que claman. Frente a esta realidad Francisco no responde con dogmas y doctrinas teológicas abstractas sino con ternura y misericordia, con la pastoral del abrazo. No es el doctor que enseña desde su cátedra magisterial sino el pastor que va en busca de la oveja descarriada, el pastor que huele a oveja. Esta revolución de Francisco no es una innovación o una invención suya, sino que nace de la revelación bíblica.

  1. En el Antiguo Testamento
-         El Dios del Antiguo Testamento no es simplemente el Dios iracundo y vengativo sino que progresivamente se revela como un Dios que escucha el clamor de su pueblo y baja para liberarlo (Ex 3, 7), un Dios clemente y misericordioso (Ex 34, 6), el Dios que camina y está junto al pueblo (Ex 3,14), que perdona culpas, libera a los cautivos y sana a los corazones afligidos. A Dios se le da un vuelco el corazón ante el sufrimiento de su pueblo, se le conmueven las entrañas (Os 11,8) (4). Es una misericordia que, como aparece sobre todo en los profetas, está ligada a la opción por los pobres y por la vida. 
-         No es una gracia barata, es la expresión de la justicia divina que condena el pecado pero salva al pecador, es una justicia creadora, que va más allá del castigo. Los salmos expresan la confianza de Israel en este Dios clemente y misericordioso (Sal 103,8; 111,4; 145,8; 86,15…).

  1. En el Nuevo Testamento
-         Este Yahvé del Antiguo Testamento es el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que Jesús nos revela con su vida y enseñanza.
-         Jesús es el rostro misericordioso del Padre: come con los pecadores (Mc 2, 13-17), siente que se le conmueven las entrañas ante los enfermos (Mt 14,14; Mc 1, 41), ante la viuda de Naim (Lc 7,13), ante el pueblo con hambre (Mt 25,32), que vaga errante como ovejas sin pastor ( Mc 6, 34). Sus parábolas del buen samaritano (Lc 10,25-31) y del hijo pródigo (Lc 15, 11,32) muestran la centralidad de la misericordia en el evangelio del Reino. Hay que ser compasivos y misericordiosos como el Padre (Lc 6, 36). Jesús se identifica con los marginados y los últimos, y los constituye en jueces escatológicos de la historia (Mt 25, 31-46).
-         Esta teología narrativa de la misericordia, propia de los sinópticos, se profundiza en los escritos paulinos y joánicos. La misericordia es el mayor atributo divino (Ef 2,4; 2 Cor 1,3; 1 Jn 4,8), es su esencia que se manifiesta en relación con el mundo, es la palabra clave del actuar de Dios hacia nosotros (5). 
-         Frente a la imperturbabilidad e impasibilidad de los dioses griegos del Olimpo, al Dios trinitario se le conmueven las entrañas ante el dolor del pueblo, se compadece de su pecado, está siempre dispuesto a perdonar y sanar. Nos cansamos nosotros de pedir perdón antes que Dios de perdonar (EG 3). La justicia de Dios es su misericordia. La misericordia es el atributo fundamental de Dios, y la mayor de las virtudes, la razón de la alegría que el evangelio suscita en nosotros (EG 37). Esta revelación existencial de la misericordia del Padre fue en última instancia lo que le llevó a Jesús a su muerte. Su corazón abierto nos revela su amor misericordioso hasta el final (Jn 13,1; 19, 31-34).

Lamentablemente, el tema de la misericordia hasta hace poco tiempo ha tenido un lugar marginal en la teología de los manuales, en el catecismo y en la predicación. En la misma liturgia se invoca ordinariamente al Dios omnipotente y eterno. Parecería que la mentalidad helénica, esencialista, metafísica y abstracta hubiera prevalecido sobre el realismo dinámico, histórico y existencial semítico, como si Atenas hubiera triunfado sobre Jerusalén. Afortunadamente ahora se comienza a revertir esta situación y se coloca a la misericordia como el núcleo fundamental de la esencia divina y de la revelación cristiana.”




Tema 4 : JESÚS ES LA EXPRESIÓN DE LA MISERICORDIA DE DIOS


MENSAJE
-         “En Jesús todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión” (8).
-         El Reino es la expresión material, humana y social de la misericordia.

Diálogo: Actualizando la misericordia de Jesús.
  1. ¿En quiénes hoy vemos expresiones de la misericordia de Jesús?

Palabra del papa Francisco
“8. … La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. « Dios es amor » (1 Juan 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión.
Jesús, ante la multitud de personas que lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas (cfr Mateo 9,36). A causa de este amor compasivo curó los enfermos que le presentaban (cfr Mateo 14,14) y con pocos panes y peces calmó el hambre de grandes muchedumbres (cfr Mateo 15,37). Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales. Cuando encontró la viuda de Naim, que llevaba su único hijo al sepulcro, sintió gran compasión por el inmenso dolor de la madre en lágrimas, y le devolvió a su hijo resucitándolo de la muerte (cfr Lucas 7,15). Después de haber liberado el endemoniado de Gerasa, le confía esta misión: « Anuncia todo lo que el Señor te ha hecho y la misericordia que ha obrado contigo » (Marcos 5,19). También la vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia. Pasando delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo. Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce.”
  1. Según el papa Francisco, ¿cuáles son las obras de misericordia de Jesús?

Palabra de Dios. Elijamos una de las siguientes lecturas para profundizarla mejor.
-         “Sean misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso”: Lucas 6,35-36.
-         La bienaventuranza de la misericordia: Mateo 5,7.
-         Las parábolas de la misericordia: Lucas 15: La oveja perdida (4-7). - La moneda encontrada (8-10). - El padre misericordioso (11-31).
-         “Quiero misericordia y no sacrificios”: Mateo 9,10-13 y 12,1-8.
-        El deudor perdonado que no supo perdonar a alguien que le debía poco (Mateo 18,23-35).
  1. ¿Qué nos enseña Jesús sobre la misericordia y la compasión?

Hoy nosotros: Somos continuadores del testimonio de Jesús.
  1. ¿Cómo nos aplicamos a nosotros la enseñanza de Jesús sobre la misericordia?

Oraciones comunitarias. Padrenuestro, Dios te salve y bendición final.


Comentario  4 :  EL  REINO  ES  LA  MISERICORDIA  EN  TODA  LA  VIDA  HUMANA  Y  SOCIAL.

               Jesús se caracterizó por 3 opciones: la compasión con todos los atropellos que padecían sus compatriotas, la rebeldía por no aceptar este desorden individual, colectivo y estructural y la propuesta del Reino de Dios para renovarlo todo a favor de las personas.

A. LA MISIÓN DE JESÚS ERA LLEVAR EL JUBILEO A SU REALIZACIÓN: ESO ES EL REINO.
               El propósito de Jesús era regresar el proyecto de Moisés y volver a celebrar un Año Jubilar. Esto lo manifestó en la primera presentación pública de su misión: en la sinagoga de Nazaret, proclamando la presencia del ‘Año de la Gracia del Señor’: ‘Hoy se cumplen las profecías que acaban de escuchar’ (Lucas 4, 21). Con su predicación, su manera de vivir, sus milagros, su muerte y resurrección, el don del Espíritu y la constitución de la Iglesia, Jesús aseguró en su persona el cumplimiento del Jubileo, por su resurrección que es  la victoria del Reino de Dios. Ahora nos toca a nosotros hacerlo realidad en la historia de una manera cada vez más plena hasta su revelación definitiva al final de los tiempos.
               Las bodas de Caná son el anuncio simbólico y festivo del Jubileo, que Jesús quería permanente (Juan 2,1-11). La Bienaventuranzas son la nueva manera de practicar los 10 mandamientos y de encontrar la verdadera felicidad, la cual está escondida en los pobres, los sufridos, los pacientes, los hambrientos, los compasivos, los limpios de corazón, los artesanos de paz, los perseguidos por el Reino,.... (Mateo 5,3-11). El Padrenuestro es el resumen del proyecto del Reino de Dios: se trata de llevar a la práctica lo que rezamos (Mateo 6,9-13).
               Los Apóstoles fueron la Comunidad que Jesús encargó para ser la base de su Iglesia, depositaria de su proyecto y responsable de continuar la realización del Reino de Dios. Somos los pregoneros permanentes del Jubileo.

C. HOY, LA IGLESIA DE LOS POBRES ES EL SIGNO VISIBLE DE LA VIGENCIA DEL JUBILEO.
               Como lo afirmó Jesús, los pobres (Lucas 6, 20) y los que hacemos la opción por los pobres (Mateo 5,3) somos los herederos del Reino de Dios. Se trata aquí del Pueblo de los Pobres, conscientes, creyentes, organizados y activos, todos los que queremos vivir plenamente. Ayer como hoy, Dios sueña que seamos libres de toda esclavitud y en alianza con él mediante la fraternidad que buscamos construir en medio de tantas adversidades y tantos pecados. Optar por esta causa y participar de esta realidad, es ser la Iglesia de los Pobres que constituyó Jesús: ‘Dios ha escogido a la gente a la gente común y despreciada...’ (1 Corintios 1,26-29). Ayer Jesús era este servidor sufriente que cargó con los pecados de todos y nos valió la redención (Isaías 52,13-53,12); hoy el Pueblo de los Pobres es el ‘nuevo servidor sufriente’, este Mesías crucificado y redentor: Jesús está continuando en él el cumplimiento del Reino, del Jubileo que ha comenzado a realizarse hasta llegar a ser  permanente. Las y los que han dado la vida, lenta o violentamente, por esta opción de los pobres y por la parcial realización del Reino desde los pobres, las y los que descubrimos la presencia del resucitado en esta lucha y esta alegría, las y los que celebramos en esta realidad la realidad del Reino, formamos esta Iglesia de los Pobres, germen del Reino de Dios, semilla de resurrección colectivo de Jesús en el Pueblo de los Pobres y anticipo doloroso y festivo del Jubileo definitivo.
               La misa es la celebración cotidiana o dominical de esta Pascua, ‘parto doloroso (Romanos 8,22) y alegre’ (Juan 16,21) de toda la humanidad, reconocido y celebrado como adelanto de la Pascua definitiva: anunciamos denunciamos tu muerte en los que sufren y mueren injustamente y por amor, proclamamos tu resurrección en las personas y los Pueblo que se liberen de toda esclavitud, viven en fraternidad y celebran tu nombre, gritamos que vengas mediante el don de tu Espíritu y los logros de nuestras luchas solidarias.
               Esta nuestra Iglesia de los Pobres mantiene vivos esta fe viva, esta esperanza gozosa y esta fraternidad impertinente. El Reino es nuestra mística alegre. La Opción por los pobres es el camino de nuestras solidaridades y de nuestras luchas. El Jubileo es nuestra utopía liberadora. Que la preparación y celebración del Jubileo de la Misericordia nos confirma en esta fe, esperanza y amor.

D. EL BIEN VIVIR INDÍGENA: Extender la misericordia a la vida en sociedad.
“Ofrecemos al mundo la Cultura de la Vida, o sea el camino de la vida en plenitud”, proclaman orgullosos los Pueblos Indígenas. Son los indígenas quienes nos ayudarán a aprovechar mejor este ‘regalo’, esta ‘cultura de la vida’.”
He aquí sus 7 principios para una armonía en las personas, entre las personas, con la naturaleza y con Dios:
  1. El trabajo es para la felicidad de todos.
  2. La identidad es más importante que la dignidad.
  3. La justicia social es fruto de una vida armoniosa.
  4. El consenso supera la democracia.
  5. La complementariedad vale más que la libertad (o sea, lo primero es la comunidad y no la persona).
  6. Nuestra salud depende de nuestra buena relación con la naturaleza.
  7. La educación es la madre de la sabiduría.
“La constitución de los Estados nacionales es una ruptura con nuestro sistema social: Abya Yala es una sola, con varios Pueblos, pero sin fronteras. Hemos decidido volver a nuestro camino y comenzar por la plurinacionalidad”.

               Sigamos las orientaciones del papa Francisco para que penetremos de misericordia toda la vida social: “Justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. « Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores » (Mt 9,13) (20).


Tema  5
LA  PRÁCTICA  DE  LA  MISEERICORDIA  EN  LAS  PRIMERAS  COMUNIDADES  CRISTIANAS


MENSAJE
-        Las primeras Comunidades cristianas vivieron la misericordia mediante la igualdad, equidad y generosidad de los unos con los otros.
-        Varias veces san Pablo recuerda en sus cartas el deber de la misericordia.

Diálogo: La misericordia en nuestras Comunidades.
  1. ¿Cómo vivimos la misericordia en nuestras Comunidades?

Palabras del papa Francisco.
“5. El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que derrame su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros.
9. Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: « No permitan que la noche los sorprenda enojados » (Efesios 4,26). Y sobre todo escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe.
10. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia « vive un deseo inagotable de brindar misericordia ». Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia… Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.”
  1. ¿Qué aspecto de las palabras del papa nos llama más la atención?

Palabra de Dios: Elijamos alguna de estas lecturas para profundizarla más.
-        Hechos 2,2-47 y 4,32-35: “Entre ellos no había ningún necesitado”.
-        Romanos 9,14-26: Las “vasijas de la misericordia”.
-        Efesios 2,4-10: “Dios es rico en misericordia”.
-        1 Pedro 2,7-10: “Ahora les ha sido concedida su misericordia”.
  1. Según la lectura elegida, ¿qué sentido se da a la misericordia?

Hoy nosotros: Llamados a ser misericordiosos y compasivos.
  1. ¿Cómo aplicamos a nosotros la invitación del apóstol a la misericordia?

Oraciones comunitarias. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.


Comentario  5 :  HACIA  UNA  IGLESIA  SAMARITANA  SERVIDORA  DEL  REINO,  José  A.  Pagola.

Para la Iglesia es importante encontrar en la sociedad su sitio. El lugar auténtico desde el cual cumplir su misión evangelizadora. Es evidente que la Iglesia de Jesús no puede vivir encerrada en sí misma, preocupada sólo por sus problemas, pensando exclusivamente en sus intereses. Ha de estar en medio del mundo, pero no de cualquier manera.
Si es fiel a Jesús y se deja inspirar por el principio-misericordia, la Iglesia ha de estar en un lugar muy preciso: allí donde se produce sufrimiento, allí donde están las víctimas, los empobrecidos, los maltratados por la vida o por la injusticia de los hombres, las mujeres golpeadas y atemorizadas por sus compañeros, los extranjeros sin papeles, los que no encuentran sitio ni en la sociedad ni en el corazón de las personas. Por decirlo en una palabra, ha de estar en la cuneta, junto a los heridos.
Desde sus orígenes, en la Iglesia ha habido muchos hombres y mujeres al servicio de los pobres y necesitados, tratando de aliviar el dolor y la necesidad de quienes poco podían esperar de una sociedad todavía poco organizada y sin apenas servicios sociales. En veinte siglos de cristianismo han surgido en la Iglesia congregaciones religiosas, asociaciones, instituciones benéficas, centros asistenciales, hospitales, lugares de acogida y toda clase de iniciativas a favor de los últimos: enfermos, pobres, vagabundos, peregrinos, niños abandonados, prostitutas, apestados, leprosos... Todavía hoy es inmensa la actividad de los cristianos tanto en tierras de misión como entre nosotros, tanto en instituciones eclesiales como en organismos y plataformas de otra naturaleza. Ellos son el rostro compasivo de la Iglesia, lo mejor que tenemos los cristianos.
Pero no es suficiente. Hay que trabajar para que la Iglesia como tal esté configurada en su totalidad por el principio-misericordia. La Iglesia tendría que hacerse notar por ser el lugar donde se puede observar la reacción más libre, más audaz y más intensa ante el sufrimiento que hay en el mundo. El lugar más sensible y más comprometido ante todas las heridas físicas, morales y espirituales de los hombres y mujeres de hoy.
Habrá que hacer otras muchas cosas, pero, si la Iglesia no está estructurada por la compasión, todo lo que haga será irrelevante y podrá ser, incluso, peligroso pues la desviará fácilmente de su misión de introducir en el mundo la compasión de Dios. La compasión es lo único que puede hacer a la Iglesia de hoy más humana y más creíble.
¿Qué puede significar hoy en nuestra cultura una palabra magisterial sobre el sexo, la homosexualidad, la familia, la mujer o los diferentes problemas de la vida, dicha sin compasión hacia los que sufren? ¿Para qué una teología académica, si no nos despierta de la indiferencia y no introduce en la Iglesia y en la cultura moderna más compasión? ¿Para qué insistir en la liturgia si el incienso y los cánticos nos impiden ver el sufrimiento y oír los gritos de los que sufren? La Iglesia será creíble si actúa movida por la compasión hacia el ser humano, pues esto es precisamente lo que más se echa en falta en el mundo actual.
Vivir de la compasión no es nada fácil ni para la Iglesia institucional ni para las comunidades de nuestras parroquias, ni para la Jerarquía ni para los cristianos de a pie. No es fácil ni para los que se siente «progresistas» ni para los que se encierran en el pasado. De ahí la urgencia de escuchar una y otra vez la llamada: «Sed compasivos como es vuestro Padre».

Hacia una cultura animada por la compasión
¿Qué es, en definitiva, lo que Jesús quería introducir en el mundo?, ¿qué significa para Jesús «buscar el Reino de Dios y su justicia?» (17). Creo que lo podemos resumir así. Dios es, antes que nada, un misterio de compasión hacia sus criaturas. Lo decisivo para la historia humana es ahora acoger, introducir y desarrollar esta compasión.
No basta un nuevo orden de cosas más justo según la visión de justicia que tienen los poderes económicos, políticos y religiosos, casi siempre orientados hacia sus propios intereses. Hay que hablar de justicia, sí, pero de una justicia que nace de la compasión y que introduce en el mundo una nueva dinámica y una nueva dirección. La compasión lo dirige e impulsa todo hacia una vida más digna para los últimos.
Ésta es la primera tarea de los seguidores de Jesús hoy y siempre. Esto es acoger el reino de Dios: poner a los pueblos, a las culturas, a las políticas y a las religiones mirando hacia la dignidad de los últimos. No hay progreso humano, no hay política progresista, no hay religión verdadera, no hay proclamación responsable de los derechos humanos, no hay justicia en el mundo si no es acercándonos a los últimos con la seriedad de la compasión de Dios. Si, distraída por otras cuestiones o intereses, la Iglesia lo olvida, en esa misma medida se va alejando de su Señor.
Voy a terminar recordando una parábola que podemos leer en el evangelio de Mateo (18). Tal como ha llegado hasta nosotros, no es fácil reconstruir el relato original de Jesús, pero nos permite captar la revolución que Jesús ha introducido en la historia. La parábola es, en realidad, una descripción grandiosa del veredicto final de todas las naciones. Allí están gentes de todas las razas y pueblos, de todas las culturas y religiones, las generaciones de todos los tiempos. Se va a escuchar la palabra final que lo esclarecerá todo. Dos grupos van emergiendo de aquella muchedumbre. Unos son llamados a recibir la bendición de Dios para heredar su reino; a otros se les invita a apartarse.
Cada grupo se dirige hacia el lugar que ellos mismos han escogido. Unos han reaccionado con compasión ante los necesitados; los otros han vivido indiferentes ante su sufrimiento. Lo que va a decidir su suerte no es su religión ni su piedad. Sencillamente, unos han vivido movidos por la compasión, otros no.
En la parábola se habla de seis situaciones de necesidades básicas. No son casos irreales. Son situaciones que se dan en todos los pueblos y en todos los tiempos. En todas partes hay hambrientos y sedientos; hay inmigrantes y desnudos; enfermos y encarcelados. No se pronuncian grandes palabras como «justicia» y «solidaridad». Se habla de comida, de ropa, de algo de beber, un techo para resguardarse. No se habla tampoco de «amor» sino de cosas tan concretas como «dar», «acoger», «visitar», «acudir». Lo decisivo no es una teoría noble y sublime, sino la compasión que nos lleva a ayudar a quien sufre y necesita nuestra ayuda.
La salvación de la humanidad está en ayudar a los desgraciados del mundo a vivir una vida más humana y digna. La perdición, por el contrario, está en la indiferencia ante el sufrimiento. Éste es el grito de Jesús a toda la humanidad. El mensaje proclamado y vivido por Jesús hasta el final: «Sed compasivos como vuestro Padre». Desde Jesús hay algo muy claro. Nunca en ninguna parte se construirá la vida tal como la quiere Dios si no es liberando a los que sufren de su miseria y humillación. Nunca ninguna religión será bendecida por Dios si no introduce para ellos la justicia que brota de la compasión.
Para Jesús, una humanidad constituida por naciones, instituciones o personas comprometidas en alimentar a los hambrientos, vestir a los desnutridos, acoger a los inmigrantes, atender a los enfermos y visitar a los presos, es el mejor reflejo del corazón de Dios y la mejor concreción de su reino.



 Tercera  parte :  NUESTRO  JUBILEO  DE  LA  MISERICORDIA.



Tema  6 :  MISERICORDIA  Y  COMPASIÓN  EN  EL  CONCILIO 
Y  SU  APLICACIÓN  A  AMÉRICA LATINA


MENSAJE
-        Con el Jubileo de la misericordia, el papa Francisco quiere revivir las mayores intuiciones del Concilio Vaticano 2° (Roma, Italia, 1965).
-        El mayor documento del Concilio fue el Documento pastoral “El gozo y la esperanza” que proclama la solidaridad de los cristianos con todas las luchas que nos hacen más humanos y fraternos.
-        La aplicación del Concilio en América Latina, en reunión de nuestros obispos en Medellín (Colombia, 1968) fue la opción por los pobres, o sea, que los cristianos hagamos nuestras las causas de los pobres para que logren su liberación.

Diálogo: Los cristianos comprometidos con mejor vida, mejor sociedad y mejor mundo.
  1. ¿Cuáles son las grandes causas con las que los cristianos nos hemos hecho solidarios?

Palabras del papa Francisco
“4. He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre.
Vuelven a la mente las palabras cargadas de significado que san Juan XXIII pronunció en la apertura del Concilio para indicar el camino a seguir: « En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad … La Iglesia Católica, al elevar por medio de este Concilio Ecuménico la antorcha de la verdad católica, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella ». En el mismo horizonte se colocaba también el beato Pablo VI quien, en la Conclusión del Concilio, se expresaba de esta manera: « Queremos más bien notar cómo la religión de nuestro Concilio ha sido principalmente la caridad… La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio… Una corriente de afecto y admiración se ha volcado del Concilio hacia el mundo moderno. Ha reprobado los errores, sí, porque lo exige, no menos la caridad que la verdad, pero, para las personas, sólo invitación, respeto y amor. El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza: sus valores no sólo han sido respetados sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecidas… Otra cosa debemos destacar aún: toda esta riqueza doctrinal se vuelca en una única dirección: servir al hombre. Al hombre en todas sus condiciones, en todas sus debilidades, en todas sus necesidades ».”
  1. En estos párrafos, ¿qué resalta del Concilio el papa Francisco?

Opción de los obispos latinoamericanos en Medellín (Colombia, 1968).
Preferencia y solidaridad (Documento de Medellín 14,9-11).
“9. El particular mandato del Señor de «evangelizar a los pobres» debe llevarnos a una distribución de los esfuerzos y del personal apostólico que dé preferencia efectiva a los sectores más pobres y necesitados y a los segregados por cualquier causa, alentando y acelerando las iniciativas y estudios que con ese fin ya se hacen. Los Obispos queremos acercarnos cada vez más, con sencillez y sincera fraternidad a los pobres, haciendo posible y acogedor su acceso hasta nosotros.
10. Debemos agudizar la conciencia del deber de solidaridad con los pobres, a que la caridad nos lleva. Esta solidaridad significa hacer nuestros sus problemas y sus luchas, saber hablar por ellos. Esto ha de concretarse en la denuncia de la injusticia y la opresión, en la lucha cristiana contra la intolerable situación que soporta con frecuencia el pobre, en la disposición al diálogo con los grupos responsables de esa situación para hacerles comprender sus obligaciones.
11. … La promoción humana ha de ser la línea de nuestra acción en favor del pobre, de manera que respetemos su dignidad personal y le enseñemos a ayudarse a sí mismo…”
  1. Según esta lectura, ¿qué sentido dan nuestros obispos a la opción por los pobres?

Palabra de Dios. 1 Corintios 1,22-31: La sabiduría de Dios.
  1. ¿Para qué Dios eligió a los pobres?

Hoy nosotros: Los pobres son protagonistas del Reino que es transformación personal y social.
  1. ¿De qué manera estamos continuando las orientaciones del Concilio y del documento de Medellín?
  2. ¿Dónde tenemos que manifestar más la misericordia de Dios?


Comentario  6 :  50  AÑOS  DESPUÉS  DEL  CONCILIO  VATICANO  2 °,  Juan  José  Tamayo.

El 8 de diciembre de 2015 se cumplen cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II, uno de los conocimientos religiosos más importantes del siglo XX, que tuvo importantes repercusiones a nivel internacional en los diferentes campos de las religiones, la teología, las culturas, la política, la ciencia, la sociedad, la economía, etc.
El Concilio Vaticano II fue una corta primavera, a la que siguió un largo invierno que ha durado casi cuarenta años. No fue un punto de llegada, sino de partida, que enseguida se abandonó para seguir otra dirección. Llevó a cabo una reforma moderada de la Iglesia católica, sin que llegara a producirse un cambio de paradigma. Y si se produjo, se quedó a medio camino.

1. HAY RAZONES PARA LA ESPERANZA
Pero también hay razones para la esperanza, y las aporta el propio Vaticano II en algunos de sus textos más bellos. Una es la llamada a la solidaridad con las experiencias de los seres humanos, especialmente con sus sufrimientos: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de los que sufren, son a la vez los gozos y esperanzas, tristezas y angustia de los discípulos de Cristo” (GS, 1).
Otra, no menos radical y profunda, es la convicción compartida por creyentes y no creyentes de que “todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del ser humano” (ibid., 10). Con todo hay aquí una concepción antropocéntrica del ser humano que es necesario cuestionar y superar. Es necesario defender por igual los bienes comunes de la Tierra y de la Humanidad. Las creencias o las increencias no deben ser motivo de división a la hora de construir un mundo más justo y solidario. “El reconocimiento de Dios -dice el Concilio- no se opone en modo alguno a la dignidad humana”, ya que “es Dios creador el que constituye al ser humano inteligente y libre en la sociedad”. Más aún, la esperanza cristiana, dice a renglón seguido, “no merma la importancia de las tareas temporales, sino que, más bien, proporciona motivos para su apoyo y ejercicio” (ibid., 21).
En el Vaticano II no falta la autocrítica, ya que reconoce la responsabilidad no pequeña que corresponde a los cristianos en la génesis y desarrollo del ateísmo por haber descuidado la educación religiosa y haber hecho una exposición inadecuada del mensaje cristiano, y por la falta de testimonio en su vida religiosa, moral y social. El comportamiento de algunas instituciones religiosas aleja de la fe, más que acerca, y es causa del incremento de las diferentes formas de increencia, incluida la apostasía.
-        Motivos de esperanza son hoy las comunidades eclesiales de base, los movimientos de renovación, las organizaciones cristianas de solidaridad, la presencia de los cristianos y cristianas en los movimientos sociales y en las organizaciones populares, los movimientos de mujeres que luchan por una Iglesia inclusiva, fraterno-sororal, las experiencias de vida contemplativa que compaginan el ora et labora, las experiencias ecuménicas e interreligiosas.
-        Motivo de esperanza es igualmente el desarrollo de las nuevas teologías: teología política, teología de la esperanza, de la liberación, teologías feministas, teologías gays y lesbianas, teologías queer, teología del pluralismo religioso, teología descolonial, teología ecológica, teología económica de la liberación, teología indígena, teología africana, teología intercultural, interreligiosa e interétnica, etc.
La esperanza viene avalada también por el cambio producido en el papado tras la elección de Francisco, quien desde el principio hizo suyo el programa reformador del Concilio, expresó su deseo de crear una Iglesia pobre, ha condenado el capitalismo que considera injusto en su raíz (encíclica La alegría del evangelio), comparte las propuestas transformadoras de los movimientos populares, con quienes se ha reunido en el Vaticano y en Bolivia) y defiende el cuidado de la Casa Común como actitud fundamental de la ética ecológica (encíclica Laudato Si). A la vista de las resistencias de importantes sectores jerárquicos dentro de la Iglesia católica -algunos hablan de complot contra Francisco-, no sabemos si las reformas anunciadas llegarán a feliz término. Lo que sí creo necesario es prestarlas nuestro apoyo para lograr que se hagan realidad y no se remitan ad kalendas graecas. 

2. IR MÁS ALLÁ
Hay que volver al Concilio Vaticano II, pero no con la mirada añorante que quisiera repetir hoy aquella experiencia en las mismas condiciones históricas, ya que ha cambiado el contexto en todos sus dimensiones: la situación mundial, la realidad económica, política, social, cultural, etc., sino para re-tomar y hacer realidad sus aportaciones más importantes en los terrenos de la teología, de la presencia de la Iglesia católica en el mundo, del diálogo con la sociedad, con las religiones, con las culturas de nuestro tiempo, y continuar las reformas que se congelaron poco tiempo después de su formulación y aprobación.
Hay que pasar por el Concilio, pero sin instalarnos cómodamente en él, ni quedarnos en la letra, sino interpretándolo creativamente. Es necesario reformular el lenguaje del Vaticano II, en buena medida superado, y elaborar nuevos relatos teológicos y nuevas narrativas religiosas acordes con los nuevos signos de los tiempos.
La mejor forma de ser fieles al Concilio es responder a los nuevos climas culturales y a los desafíos actuales: globalización neoliberal y movimientos alterglobalizadores; pobreza estructural y crecimiento de la desigualdad y movimientos de lucha contra la pobreza; colonialismo y procesos de descolonización; patriarcado y movimientos feministas; homofobia y movimiento LGTBI; fundamentalismos y diálogo interreligioso; choque de civilizaciones y diálogo entre culturas; xenofobia y movimientos de hospitalidad; depredación de la naturaleza y movimientos ecologistas; cultura líquida y teoría de la complejidad; pensamiento único y pluralismo; injusticia cognitiva y reconocimiento de las culturas originarias; sociología de las ausencias y sociología alternativas de las emergencias; epistemicidio y diálogo simétrico de saberes; teología neoliberal del mercado y ética liberadora de las religiones; secularización y retorno de las religiones, etc.
La actitud ha de ser de apertura al cambio de era que estamos viviendo, con actitudes éticas que llevan al compromiso por la liberación de las mayorías populares excluidas (continentes enteros, regiones, pueblos…) en colaboración con los movimientos sociales que trabajan colectivamente por una sociedad intercultural, interreligiosa, e interétnica más justa, que ha de traducirse en “otro mundo posible”.
Como decía al principio, hay que reconocer la importancia del Concilio Vaticano II como uno de los acontecimientos religiosos más significativos e influyentes del siglo XX con repercusiones muy relevantes en los diferentes campos del saber y del quehacer humano. Pero hay que traspasarlo e ir allá, recordando lo que el poeta Walt Whitman dice de la utopía:
“Antes del alba, subí a las montañas, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu:
Cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas la cosas que contienen,
¿Estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas para seguir adelante”.


Tema  7 :  JUSTICIA  Y  MISERICORDIA  VAN  DE  LA  MANO


MENSAJE
-         La misericordia no es lástima ni sólo caridad, porque dejan o hunden a los pobres en más pobreza.
-         La misericordia es justicia, es decir devolver a los pobres su dignidad y su protagonismo para cambiar un sistema que los empobrece.
-         La misericordia devuelve a los pobres su capacidad de construir el Reino que abarca una transformación social radical.

Diálogo: El año jubilar bíblico era transformación social.
  1. Recordando el jubileo bíblico, ¿qué cambios necesita nuestra sociedad para que los pobres dejen de ser empobrecidos?

Palabras del papa Francisco.
“No se puede entender que un verdadero cristiano no sea misericordioso, como no se puede entender a Dios sin su misericordia. Esa es la palabra-síntesis del Evangelio: misericordia. Es el rasgo fundamental del rostro de Cristo” (Diciembre 8 de 2015).
20. … No será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. La justicia es un concepto fundamental para la sociedad civil cuando, normalmente, se hace referencia a un orden jurídico a través del cual se aplica la ley. Con la justicia se entiende también que a cada uno se debe dar lo que le es debido. En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida como la observación integral de la ley y como el comportamiento de todo buen israelita conforme a los mandamientos dados por Dios. Esta visión, sin embargo, ha conducido no pocas veces a caer en el legalismo, falsificando su sentido originario y oscureciendo el profundo valor que la justicia tiene. Para superar la perspectiva legalista, sería necesario recordar que en la Sagrada Escritura la justicia es concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la voluntad de Dios… La justicia de Dios se convierte ahora en liberación para cuantos están oprimidos por la esclavitud del pecado y sus consecuencias.”
“Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia puede contribuir realmente en la edificación de un mundo más humano. Especialmente en nuestro tiempo, donde el perdón es un huésped raro en los ámbitos de la vida humana, la referencia a la misericordia se hace más urgente, y esto en todos los sitios: en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia.
  1. ¿Por qué motivos justicia y misericordia van de la mano?

Palabra de Dios. El canto de María: Lucas 1,46-55.
  1. Según María, ¿cómo se manifiesta la misericordia de Dios?

Hoy nosotros: “No debe haber pobres entre ustedes” (Deuteronomio 15,4).
  1. ¿Cómo actualizar hoy desde los pobres los cambios que proclama María?
  2. ¿A qué compromisos nos sentimos llamados para vivir plenamente el Jubileo?


Comentario  7 :  DOCTRINA  SOCIAL  DE  LA  IGLESIA,  José  María  García  Mauriño.

1.- ANÁLISIS INADECUADO DE LA REALIDAD
Cuando hablan los obispos de la situación actual nunca parten de la realidad, es decir, de la lucha de clases. Este no es un concepto marxista, es la más cruda realidad: se trata del enfrentamiento de dos grupos sociales, los pobres y los ricos que conforman todas las sociedades. Unos pocos ricos y una inmensa mayoría de pobres. Ese 1% frente al 99% de la humanidad.
El sufrimiento, la opresión y la violencia que sufren los pobres no son pura casualidad. No son errores independientes de la voluntad de algunos explotadores. Tienen causas concretas que los empobrecidos, la clase trabajadora, va conociendo cada día mejor. La gran causa es el sistema capitalista, donde manda el dinero, la codicia y el poder para reprimir.
Nos podemos hace algunas preguntas:
-        ¿Acaso no puede haber otras causas inmediatas?
-        ¿No será el precio de debilidades y búsqueda de alianzas de distintos partidos?
-         ¿No será la ceguera y falta de confianza entre la clase trabajadora que está cediendo a la presión de los poderosos y sus representantes políticos? Frente a la violencia permanente contra los empobrecidos y frente a los recortes recientes, el silencio o la pasividad de la jerarquía, es cobardía o complicidad.
No se trata de una situación de pobreza, producida por los mecanismos mercantiles de la economía, sino de una explotación del trabajo de los pobres, de los campesinos, de los hombres del mar, de los parados, de los emigrantes, etc. Hay que leer la realidad de la historia desde esta óptica. La lucha de clases es el eje vertebrador de la historia. La historia es una realidad ante la cual no se opta, sino en la cual toda persona antes que nada vive. La vida en sí misma es ya un compromiso. El cristiano está en la historia y, por tanto, participa, en mayor o menor grado, de su ideología de clase, de su análisis más o menos científico de la realidad, de una cosmovisión del mundo, con una visión filosófica o utópica determinada de la realidad. Este es el hombre y la mujer históricos que buscan vivir el Evangelio. Es a partir de esa realidad que los seres humanos, seres históricos, podemos escuchar a Dios en la historia.

2.- UNA IGLESIA DE LOS POBRES
Se dice en los documentos episcopales que la Iglesia se preocupa por todos, pero que está al servicio preferentemente por los pobres. “Una Iglesia al servicio de los pobres”, es el título de una pastoral de los obispos de la Iglesia de Madrid, pidiendo perdón a los pobres por no haberse preocupado suficientemente de ellos. Abril 2015. Aquí se desconoce el hecho de que los ricos, los poderosos, son los que hacen pobres a los pobres y que estos no pueden liberarse sin luchar contra sus explotadores. No son pobres, sino que están “empobrecidos”, porque están siendo explotados. Es decir, existe un antagonismo en la sociedad: la lucha de clases, los pobres forman una clase social que está oprimida, explotada, y los ricos forman otra clase social que oprime y explota. Es claro que no todos los ricos son explotadores., pero la clase social en su conjunto, sí. La Iglesia invita a que se conviertan los ricos y los pobres A los ricos para que se liberen de su posición de dominación, y a los pobres para que se liberen de su condición de dominados y dependientes. La Iglesia, pues, está con todos según su necesidad de conversión que caracteriza cada grupo.
Pero, profundizando un poco en este problema, podemos ver que para ser fiel al Evangelio, la Iglesia tiene que ser la “Iglesia de los pobres”, como dice el papa Francisco y no una Iglesia al servicio de ellos. No una Iglesia “servidora de los pobres”, sino una comunidad de creyentes que lucha al lado y con los empobrecidos. Los empobrecidos no necesitan benefactores o servidores; ellos merecen y quieren que se respete su dignidad, quieren ser cada vez ser más libres por sus propias fuerzas y con la compañía de los que realmente comparten sus luchas. Luchan tratando de despojar a los ricos de su poder, forjando ellos mismos su propia liberación, su propia dignidad. Esto es optar por los empobrecidos, no por principios y valores abstractos atribuidos al Evangelio, sino que optamos por la fraternidad, es decir, por la participación en la lucha de nuestros compañeros y compañeras que pasan hambre, que no tienen trabajo porque sus vidas dependen de un trabajo precario, que apenas significa un salario de subsistencia.

3.- UNA OPCIÓN A-POLÍTICA
La jerarquía, en sus documentos, (a excepción de los que trata el papa Francisco) pretende iluminar los criterios para la opción política de los cristianos y cristianas, y no desea inclinarse hacia alguna opción determinada. Sin embargo, en sus documentos hay una opción por un tipo de humanismo cristiano que es una forma modernizada de la ideología liberal de capitalismo. En la práctica, hay una opción por una especie de reformismo que trata de humanizar la estructura existente del capitalismo. Un capitalismo de rostro humano. Se considera que el capitalismo es deshumanizante, pero como el cristiano puede y debe humanizar cualquier tipo de estructura, parecería legítimo se dedique a reformar el capitalismo, pero sabemos que otro capitalismo es imposible. Tal vez a los cristianos sólo se les permite humanizar el llamado “socialismo” de algunas opciones políticas existentes. Se invita a reformar cualquier sistema que sea, pero no de hacer una revolución o transformar al actual sistema capitalista. Se autoriza a los cristianos y cristianas utilizar elementos del método marxista a condición de integrarlos en ese contexto humanista.

4. LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI)
La doctrina social de la Iglesia, es eso, una doctrina, no una praxis de la Iglesia. Casi todo ese gran acerbo doctrinal está tomado de las encíclicas de los papas. Es, pues un pensamiento jerárquico, no de toda la Iglesia. Los laicos están excluidos, no elaboran ninguna doctrina. El clero, es decir, el papa, los obispos y los curas, forman la Iglesia docente, los que enseñan. Los laicos son la Iglesia discente, los que aprenden. Cuando esta doctrina afronta el problema de los pueblos empobrecidos parte de un planteamiento individual, no estructural de la pobreza. Porque la jerarquía siempre ha estado muy vinculada con la estructura capitalista que es la que produce la pobreza. Según los documentos sociales de la Iglesia, la sociedad queda configurada como una suma de individuos. Por tanto, lo primero que hay que hacer es llamar a la conciencia moral de los ciudadanos y ciudadanas en orden a cambiar la sociedad. Ese sería un cambio menor. El error está en considerar la sociedad como simple suma de individuos. Existe la tendencia en dicha doctrina a definir la sociedad como la suma de dos estratos o categorías sociales superpuesta, los ricos y los pobres, siempre estimados como individuos, dentro del colectivo, casi nunca como clases sociales antagónicas. Esto es muy importante, porque ello significa que aunque se hable de clases sociales no se consideran como tales porque no se las ve en relación estructural dialéctica, antagónica, sino, simplemente, como estratos superpuestos, como categorías sociales. De ahí que se concluya que el orden en una buena sociedad consiste en la colaboración de las clases y así construir una sociedad más justa en la que cada ciudadano se mantenga dentro de las categorías sociales existentes.
La Doctrina Social de la Iglesia tiene documentos muy importantes que han marcado épocas históricas, como la “Rerum novarum” de León XIII en 1891, que es la primera vez que se defienden los derechos de los obreros. Y el papa es tildado de “papa rojo”. O, en 1965 a raíz del concilio Vaticano II con la Gaudium et Spes que afirmaba la autonomía de lo temporal. Y en la actualidad, 2015, adquiere especial importancia la encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco, que junto con su histórico discurso en Bolivia, suponen una denuncia muy importante del capitalismo. Forman parte también de la doctrina social de la Iglesia. Estas doctrinas poseen una serie de principios y valores muy a tener en cuenta, como puede ser la primacía del ser humano, la dignidad de la persona, la política por encima de la economía, el destino común de toda clase de bienes, el principio de subsidiariedad, el trabajo por encima del capital, la primacía del bien común como criterio de gobierno, etc. Estos principios por sí mismos son abstractos y por tanto inoperantes, si no se aplican a la realidad de la historia. Por ejemplo, cuando hablan de la pobreza, y de los pobres, no habla de la explotación de los trabajadores y trabajadoras, cuando menciona la lacra de la corrupción no la atribuye al sistema capitalista, sino que la considera un “mal moral”, cuando defiende a los emigrantes, no acude a la realidad histórica del colonialismo, de las guerras producidas por el sistema, de la miseria a la que han sometido a sus pueblos, y que les empuja a salir fuera de sus fronteras, sino a la necesaria “acogida” humanitaria de los países de referencia. No suelen citar casi nunca la declaración universal de los Derechos Humanos.

5.-LA FE CRISTIANA NO ES UNA IDEOLOGÍA NEO-CAPITALISTA
Los documentos de la DSI aportan una serie de valores que se consideran como cristianos o evangélicos que ha servido para legitimar el capitalismo, el neoliberalismo imperante. Estos, pueden ser: igualdad de oportunidades, iniciativa creadora, ser emprendedores, indignación, pluralismo político, libertad de pensamiento y expresión, dignidad y libertad, solidaridad, socialización, participación en bienes y actividades, etc. Son lemas utilizados para esconder la desigualdad social, económica, política, y la falta de libertad que está sufriendo el pueblo, las clases populares. Afirma la primacía del individuo, nunca lo del colectivo, o lo público. La jerarquía siempre manifiesta una vinculación inconsciente con la ideología de la clase dominante. El camino para definir los valores éticos o evangélicos, no es el por el camino de la abstracción, sino por la senda del pensamiento crítico. Esta actitud de revisión crítica es lo que puede unir a los creyentes, y no esa supuesta neutralidad evangélica que no existe.


Tema  8 :  GRANDES  PERSONAJES  QUE  NOS  MUESTRA  EL  CAMINO.


MENSAJE
-        A lo largo y ancho de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad tenemos grandes ejemplos de héroes, santos y mártires que vivieron la misericordia hasta las últimas consecuencias.
-        La lista que proponemos brevemente no es exclusiva…

Diálogo: Santos y héroes de la misericordia.
  1. ¿Qué grandes personajes en la Iglesia y la sociedad son para nosotros ejemplos de misericordia?

Palabras del papa Francisco
“24. … Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida.
25. Un Año Santo extraordinario, entonces, para vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida. La Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. La Iglesia está llamada a ser el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo. Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acerquen. Cada vez que alguien tendrá necesidad podrá venir a ella, porque la misericordia de Dios no tiene fin. Es tan insondable la profundidad del misterio que encierra, tan inagotable la riqueza que de ella proviene.”
  1. ¿Qué aspectos de las palabras del papa Francisco nos llaman más la atención?

Santos y héroes de la misericordia
-        Monseñor Oscar Romero, de El Salvador.
-        Carlos de Foucauld, de Francia.
-        Mahatma Gandhi, de India.
-        Camilo Torres, de Colombia (ver Comentario).
-        Martín Luther King, de Estados Unidos.
-        Chico Méndez, de Brasil.
-        Abuelas de la Plaza de Mayo, Argentina.
-       
  1. ¿De qué manera estos y otros personajes son santos y héroes de la misericordia?

Palabra de Dios: Isaías 52,13 al 53,12: El Siervo sufriente.
  1. ¿Cuál fue el camino de misericordia que recorrió el Siervo sufriente?

Hoy nosotros: El ‘Cuerpo místico del Siervo de Dios’.
  1. ¿De qué manera es hoy el pueblo de los pobres la encarnación del Siervo de Dios?
  2. ¿Qué clase de misericordia nos exige a nosotros todos estos ejemplos?


Comentario  8 :  CAMILO  TORRES  REHABILITADO  POR  LA  IGLESIA  DE  CALI, François Houtart.

Un acto de alto valor simbólico tuvo lugar en Cali el 7 de noviembre pasado (2015) por iniciativa de Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de esa ciudad, la tercera de Colombia: El recuerdo de Camilo Torres Restrepo como cristiano y como sacerdote. Para preparar el evento, el arzobispo había escrito en una revista de la Arquidiócesis titulada: Camilo ayer y hoy, signo de reconciliación (Cuadernos ciudadanos – Observatorio de realidades sociales, número 5, noviembre 2015, p. 8): “El sacerdote Camilo Torres Restrepo, sometido hasta en sus despojos mortales al secreto de Estado, en la influencia de su pensamiento cristiano, al silencio de la Iglesia y al estigma guerrillero sobre su nombre, tiene mucho que dar y enseñar a una Colombia que se proyecta hacia la reconciliación, la verdad, la justicia transicional y la paz.”
Este día, se trataba de celebrar la memoria de un sacerdote que el 15 de febrero de 1966 murió en la guerrilla, compromiso que, según sus propias palabras, asumió como cristiano, como sacerdote y como sociólogo, en una sociedad profundamente injusta y cruel. Solamente en los últimos 50 años, hubo casi medio millón de muertos; seis millones de desplazados, cuatro de ellos en Venezuela; miles de desaparecidos, innumerables despojos de tierras a los campesinos por terratenientes y empresas multinacionales (especialmente del petróleo, de minas y de agro-combustibles) a menudo con la ayuda de paramilitares. Acuerdos de paz se negocian en La Habana y en Quito, para poner fin al conflicto armado que se reveló demasiado costoso para las clases dominantes y que para los más pobres y explotados, constituye un proceso de lucha que se ha agotado físicamente y moralmente.

1. Los testimonios
El arzobispo empezó el acto diciendo que había llegado el tiempo para desarrollar otra mirada sobre Camilo y reconocer lo que su pensamiento y su compromiso podrían significar hoy para la reconciliación en base a la justicia. Siguieron dos ponencias de testigos de la vida de Camilo, la que yo expuse reflexionando desde el tiempo que lo invité, en 1954, a ir a Lovaina para estudiar sociología; y, la del padre Javier Giraldo, s.j. colombiano. En mi intervención, recordé la trayectoria de Camilo y su último compromiso que lo llevó hasta la muerte. Siempre había pensado que un Camilo vivo habría sido mejor que un Camilo muerto, pero el símbolo de su sacrificio sobrepasó los límites del tiempo y del espacio. En Kerala, en el sur de la India, un joven pescador católico, que había leído un texto mío sobre Camilo, le puso a su primer hijo el nombre de Camilo Torres.
Camilo eligió la resistencia armada, lo que puede parecer contradictorio con un mensaje cristiano de paz y de amor al prójimo y más aún con la función sacerdotal. Sin embargo, vivimos en un mundo violento y no se puede negar a los oprimidos el derecho a la resistencia, que puede desembocar en una revuelta armada, cuando se trata de optar por ésta, como último recurso, con posibilidad de éxito y en el proceso de lucha rechazar el uso de medios éticamente inaceptables, como el terrorismo, la tortura o los secuestros. En la época de Camilo sucedía esto. Cincuenta años después, las circunstancias han cambiado y sin duda él apoyaría las negociaciones de paz. Sin embargo, de la experiencia de Camilo como analista y líder social, se puede inferir que el fin del conflicto armado no significa el fin de las luchas sociales. La burguesía colombiana, una de las más cultas del continente pero también una de las más cínicas, no abandonará sin más su hegemonía económica, política y social. Camilo, que pertenecía a esta clase, lo sabía muy bien.
El padre Javier Giraldo, s.j. insistió en la posición de Camilo cuando oficiaba como capellán de la Universidad Central de Bogotá, donde descubrió la necesidad de otra concepción de la pastoral: no partir de una doctrina para insertarla en la vida, sino del descubrimiento de la realidad para dar una respuesta inspirada por los valores de paz y de amor del Reino de Dios. En este aspecto, Camilo estuvo inspirado por sus contactos en Europa con la juventud obrera católica (JOC) y el método desarrollado por su fundador Joseph Cardijn: ver, juzgar, actuar.

2. El acto litúrgico
El acto litúrgico que se desarrolló a continuación, tuvo lugar en la iglesia la Ermita, en el centro de la ciudad, sitio religioso donde se ofician los matrimonios y bautizos de la "alta sociedad" local. La ceremonia empezó con una parte ecuménica. El coro de la Iglesia bautista cantó acompañado por una música de campanitas. Representantes de diversas iglesias y religiones estaban alrededor del altar. Pastores de las iglesias protestantes históricas, episcopales, luteranas, bautistas, y de los Viejos Católicos, tomaron la palabra. Todos insistieron sobre la dimensión social del mensaje cristiano y uno de ellos habló de Camilo como un mártir. Una pastora, la presidenta del Movimiento Ecuménico de Mujeres para la Paz, describió los sufrimientos de las mujeres en situación de guerra. Cada testimonio se terminaba encendiendo un cirio y con un abrazo con el arzobispo, seguido por el aplauso de la asamblea.
Un representante de la comunidad judía intervino, profundizando en la noción de Shalom, ese deseo de paz y amor, que no se puede desvincular de la justicia, palabra con la que homenajeó a Camilo. Una dama afrodescendiente, toda vestida de blanco y con un turbante que daba una especial dimensión de elegancia a su gran talla, tomó la palabra. Venía de la tradición Yoruba. Ella describió las injusticias cometidas contra los descendientes de los esclavos africanos: despojo de sus tierras por las empresas multinacionales de agro-combustibles; destrucción de pueblos y comunidades; asesinatos de mujeres y niños por paramilitares. Ella acompañó su descripción, sobria pero terrible, con un canto de inspiración africana. Cuando lo entonó, el arzobispo se puso de pie y también lo hicimos todos los participantes de este acto ecuménico, que llenaban la iglesia. Fue un momento de gran emoción, seguido de un aplauso prolongado cuando la dama y el arzobispo se dieron el abrazo.
Un chamán indígena tomó la palabra en nombre de los numerosos pueblos originarios de Colombia y agradeció a la madre tierra por este encuentro en memoria de Camilo. Él se refirió a los miles de víctimas indígenas, desplazados de sus tierras por las empresas petroleras y mineras y a las numerosas personas asesinadas. Recordó que al lado de Camilo hubo también otros sacerdotes que habían dado sus vidas.
A continuación tuvo lugar la eucaristía. La primera lectura tomada de San Pablo sobre Cristo que murió para dar la vida y la del evangelio tomada de Mateo sobre el último juicio, donde Dios recompensa a los que habían dado de comer a los hambrientos, vestido a los desnudos y visitado a los presos. La homilía del arzobispo fue precedida por la lectura del mensaje de Camilo a los cristianos cuando se fue a la montaña. En su sermón, el arzobispo abordó tres temas: Camilo ofreció su vida; su mensaje ha sido siempre una palabra de unidad, lo cual nos indica la vía a seguir para el futuro; y, el año de la misericordia, decidido por el Papa Francisco y que corresponde con el cincuenta aniversario de la muerte de Camilo, que daría sus frutos si se incluye la dimensión de justicia.
En el ofertorio se cantó el de la Misa Campesina de Nicaragua que merece la pena citar a continuación: “Obreros y campesinos con el pan y el vino te ofrecemos hoy, los chilincocos y almendros que montaña adentro nuestra tierra dio. Los caimitos bien morados los mangos pintados de luna y de sol los pipianes, los ayotes la miel de jicote la chiche-coyol. Yo te ofrezco Señor en esta misa el trajín de cada día, toda la energía da mi sudor yo te ofrezco señor mi trabajo entero, los bejucos de mis brazos y el vino entusiasmo de mi corazón. La clase trabajadora que desde la aurora busca su labor, desde el arado te canta, desde cada andamio y hasta del tractor albañiles, carpinteros sastres, jornaleros todos por igual herreros y estibadores y los lustradores del Parque Central“.
El abrazo de paz fue compartido por todos los participantes y el último canto de la misa fue seguido por el largo aplauso de una asamblea alegre de haber podido participar en este reconocimiento a Camilo como cristiano y como sacerdote.

3. Presentación de libros
En la tarde, se presentaron dos libros sobre Camilo y una serie de testimonios. Se anunciaron también dos películas, una titulada “El evangelio de Camilo” que se estrenarán en febrero de 2016, en la celebración del cincuenta aniversario de su muerte. Durante el acto, se agradeció a la Universidad Católica de Lovaina por su contribución en la formación de Camilo.
Intervine también diciendo: “Para mí Camilo está vivo, porque su pensamiento y su ejemplo son muy importantes en la expresión de la fe cristiana hoy. Se necesita una transformación de las estructuras de la sociedad, porque predicar el amor sin transformarla para permitir que este amor sea eficaz, es pura ideología. Si se toma en serio el mensaje de Jesús, la manera cómo él actuó en su propia sociedad, no podemos pensar que el mensaje cristiano es “opio para el pueblo”, al contrario, es una base de emancipación y de libertad”.
Monseñor Darío Monsalve concluyó la jornada expresando: “La lucha que Camilo libró es la de un cristiano para transformar las injusticias sociales. Camilo veía esa desproporción tan enorme entre la gran mayoría de excluidos, y la minoría privilegiada. Y, cuando él mismo fue cayendo entre los excluidos de la Iglesia Católica y estigmatizado por sus ideas, que le impidieron vivir y expresarse en la sociedad de todos los días, fue empujado a la clandestinidad, y a unirse con quienes lo acogieron”. Tal rehabilitación de Camilo Torres no habría sido posible, sin la apertura de nuevos espacios realizados por el papa Francisco.


Tema  9 :  LOS  EXIGENCIAS  TRADICIONALES  DEL  JUBILEO


MENSAJE
-        “Que en este Año Santo podamos experimentar la misericordia de Dios y manifestarla a los demás”.
-        “Misericordiosos como el Padre: Artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación y expertos en misericordia”.
-        Miremos a Dios para poner nuestro corazón con los míseros y juntos salir adelante con miras al Reino de Dios.

Diálogo:
  1. ¿Qué sabemos de las ‘obras de misericordia’ o de otras ‘obras’ propias de un año jubilar?

Palabras del papa Francisco
“15. En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo.”


Actos acostumbrados en un año jubilar:
a)     Realizar las obras de misericordia corporales y espirituales… para despertar nuestra conciencia ante el drama de la pobreza …
-         Obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.
-         Obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos (15).
b)     La conversión: “No juzgar, no condenar, perdonar y dar (Lucas 6,37-38) (14).
c)      “La oración cotidiana” (14).
d)     Las puertas abiertas de las grandes iglesias. Será la “Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza” (3).
e)      La peregrinación: “La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. Cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación… La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros” (14
f)      “La indulgencia… La misericordia de Dios se transforma en indulgencia del Padre a través de la Iglesia… que vive la comunión de los Santos” (22).
g)     Renovar nuestras devociones:
-         A María, “Madre de la misericordia: Su canto de alabanza… estuvo dedicado a la misericordia que se extiende «de generación en generación» (Lucas 1,50).
-         A la gran apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor” (24).
h)     Poner en marcha los Misioneros de la misericordia: “Los misioneros vivan esta llamada conscientes de poder fijar la mirada sobre Jesús, « sumo sacerdote misericordioso y digno de fe » (Hebreos 2,17)… Se organicen en las Diócesis “misiones para el pueblo” de modo que estos Misioneros sean anunciadores de la alegría del perdón” (18).
i)       La iniciativa “24 horas para el Señor, a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma, se incremente en las Diócesis: … Acercarse al sacramento de la Reconciliación… Que los confesores sean un verdadero signo de la misericordia del Padre que corre al encuentro del hijo (Lucas 15)” (17).
j)       El ecumenismo: “La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines de la Iglesia. Ella nos relaciona con el judaísmo y el islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios (23).
  1. ¿Cuáles de estos actos nos llaman más la atención y por qué motivos?

Palabra de Dios. Lucas 4,16-22: La misión que Jesús de dio en la sinagoga de Nazaret para con el año jubilar.
  1. ¿En qué consistía para Jesús realizar un nuevo año jubilar?

Hoy nosotros: Comprometidos con el papa Francisco en actos de misericordia.
  1. ¿Cuáles de los actos del Jubileo vamos a llevar adelante en este año de la misericordia?
  2. ¿Cómo nos podemos ayudar unos a otros en el cumplimiento de unos actos del año jubilar?


Comentarios  9 : LAS  CEB  SOMOS  FERMENTO  DE  UN  MUNDO  NUEVO.

Las CEBs fueron confirmadas en el Documento de Aparecida (179).
-         Florecen (99e)
-         Han sido fieles hasta el martirio. Viven la Palabra de Dios. El compromiso social. Despiertan nuevos ministerios en la sociedad y en la Iglesia. Retoman la experiencia de las primeras comunidades cristianas. Son escuelas de formación. Educan los adultos en la fe (178).
-         Son misioneras. Espiritualidad y comunión eclesial. Son fieles a la Tradición y al Magisterio Optan por los pobres Revitalizan tanto las parroquias como la Iglesia Particular (179).
-         Eucarísticas (180).
-         Preparan discípulos y misioneros para la nueva evangelización (307).
-         Son un válido punto de partida para la Misión Continental (4ª. Redacción 195).
-         Manifiestan frutos del Espíritu y de comunión (307).

A. SOMOS LA CLASE POPULAR, LA CLASE OPRIMIDA.
Hemos escuchado o dicho: "Yo no digo nunca que vivo en el suburbio".- "Mi hija se casará en una iglesia del centro".- "Aquí no se puede hacer nada".- "La gente no tiene ninguna cultura: son unos patanes".- "Los jóvenes no son más que unos vagos".- "Ahora hasta las mujeres se organizan"... En estas expresiones y otras parecidas, ¡qué desprecio por la clase popular! Tal vez hasta nosotros mismos nos despreciamos.
Esto es fruto de siglos de colonización y dependencia. Y ahora, seguimos sufriendo la explotación, la mala información, la deformación que da la misma educación escolar. Los medios de comunicación nos imponen modo de pensar y de vivir según lo que se hace en el extranjero, para su beneficio.

B. NUESTROS OBISPOS LLAMAN A UN CAMBIO.
Por todo eso, nuestros Obispos reunidos en Puebla, nos hablaron de "La situación inhumana  pobreza en que viven millones de latino americanos" (29), analizando que: "esta pobreza no es otra etapa casual, sino el fruto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas injustas", y añaden: "esta realidad exige cambios que, o no se han dado, o han sido demasiado lento" (30).
Así, en todos los países hermanos se lucha para lograr otro sistema social en donde retroceden la miseria, la explotación y la persecución en que estamos mantenidos. Muchos cristianos - de simple laicos hasta obispos - han dado su vida, y otros siguen comprometidos en estas luchas por hacer realidad el Reino de Dios.

C. YA VIVIMOS ALGO DISTINTO.
En todas partes del continente, hombres y mujeres del Pueblo se están organizando para constituir un modo de vivir  distinto, una nueva sociedad. Se quiere responder así al llamado del Papa Juan Pablo II que desea para América Latina "una civilización del Amor". Todo este esfuerzo constituye un gran movimiento popular, o sea, personas que unen en Comités Barriales, Asociaciones de Moradores, Frente de Mujeres, Cooperativa de Viviendas, de Ahorros, centros Populares de Salud, Escuelas de Padres, Cursos de Alfabetización o de Manualidades, Sindicatos de las distintas profesiones, etc....
Conocemos muchas de estas organizaciones; unos somos miembros activos de ellas. Estas asociaciones han nacido porque en nuestro pueblo, hombres y mujeres, cristianos y no cristianos, mayores y jóvenes, obreros y campesinos han hecho la opción por un vivir distinto, movidos por el afán de una vida más llena, por un amor a los demás y, sobre todo por escuchar el llamando de Dios en las necesidades de nuestros hermanos.
También hemos despertado a una fe más activa, hemos descubierto a un Cristo liberado y vivo hoy; la Resurrección se hace realidad en nuestro vivir comunitario. Como en otras partes, empujados por el Espíritu Santo, hemos entrado a formar parte de las organizaciones populares; demos nuestra voz para protestar contra la injusticia y los atropellos; queremos construir nosotros mismos nuestro propio destino; exigimos que se respeten nuestros derechos.... Somos ya una CEB como lo desean nuestros obispos.

D. SOMOS UN REINO DE FRATERNIDAD Y DE LIBERTAD.
Descubrimos que somos de una misma clase social: la de los oprimidos y despreciados, "basura del mundo", como dice San Pablo a los corintios (Primera 1,27-31) y a los Filipenses (3,8-10). Para Dios, somos sus preferidos; y Cristo nos elige para llevar a la luz y a la práctica su mensaje liberador.
Acordes con la mayoría de pueblo de los pobres, los obispos han lanzado "la opción preferencial por los pobres" (Puebla 1134), como característica de una verdadera vida cristiana. Solamente los pobres - y en especial los indígenas -, unidos en fraternidad, haremos realidad un mundo nuevo. Las demás clases sociales tienen que convertirse a la sabiduría y a la práctica de los pobres. Decía Jesús: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de Dios" (Mateo 5, 3) y al estudiar Nicodemo: "Si no renaces, no puedes entrar en mi Reino" (Juan 3, 3). Renacer hoy es convertirse a la opción de los pobres: ahí esta la verdadera conversión.
 Si los pobres somos la semilla del Mundo Nuevo, tenemos que valorarnos, reconocer nuestra grandeza, admirar nuestra cultura popular, rescatar nuestros valores. Los verdaderos pobres compartimos, nos solidarizamos con los maltratados, no explotamos a nadie perdonamos a nuestros operarios, luchamos con todos los que quieren cambiar el actual sistema de injusticias, confiamos en Dios y sabemos que su palabra se cumplirá....
No tengamos miedo a las palabras: hacer un mundo nuevo según el corazón de Dios es hacer una Revolución, una revolución que se inicia y progresa cada día: es dar su vida, su tiempo en el trajinar cotidiano para que triunfen la unión, la paz, la fe; es actualizar la muerte y resurrección de Jesús , o sea, “completar en nuestro cuerpo (y en el cuerpo del pueblo) lo que falta en la pasión de Cristo”, como lo dice el mismo Pablo a los Colosenses (1,24). La basura del mundo, los despreciados del continente somos la tierra de sembrío que Dios elige para hacer  germinar y crecer plantas y frutos de resurrección: “Somos un pueblo Santo, un reino divino...”, dice San Pedro (Primera Carta 1,9-10).

Hermanos: sigamos adelante en esta fe y en esta misma lucha cristiana… en fidelidad a tantos hombres y mujeres que han dado su vida por la causa de los pobres, porque “es la causa de Cristo” (Mensaje del Documento de Medellín).



 A N E X O S.


CONTENIDO
1.      Carlos de Foucauld, hermano universal
2.      Misercordia, Paco Bautista


CARLOS  DE  FOUCAULD,  hermano  universal.

Esta foto es particularmente llamativa:
-        Un jefe tuareg, originario del sur del desierto del Sahara en Argelia, rinde homenaje a Carlos de Foucauld en Roma, en una celebración por su beatificación.
-        Allá, en Tamanraset, Carlos de Foucauld vivió muchos años.
-        Este jefe tuareg no era cristiano, posiblemente musulmán.
-        Se cumplió ya lo que desea el papa Francisco en su Carta de anuncio del Jubileo (abril de 2015): “23. La misericordia posee un valor que sobrepasa los confines de la Iglesia. El Islam, por su parte, entre los nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y Clemente. Esta invocación aparece con frecuencia en los labios de los fieles musulmanes, que se sienten acompañados y sostenidos por la misericordia en su cotidiana debilidad. También ellos creen que nadie puede limitar la misericordia divina porque sus puertas están siempre abiertas.”


Oración del hermano Carlos

Padre mío, me abandono a ti.
¡Haz de mí lo que quieras!
Lo que hagas de mí, te lo agradezco.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo
con tal que tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi alma en tus manos.
Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te amo
Y porque, para mí, amarte es darme, entregarme en tus manos
sin medida, con una infinita confianza,
porque tú eres mi Padre. Amén.



LA  MISERICORDIA,  Paco  Bautista.

Si abrimos la misericordia, de par en par en nuestros corazones,
si nos dejamos llevar por ella, si nuestro espíritu acoge la miseria ajena como propia,
¡cuántos muros no caerán derribados!, ¡cuántas guerras dejarán de ser guerras!,
¡cuántos enemigos se llamarán amigos y estrecharán sus lazos!
¡Cuántos horizontes abiertos, cuántos futuros al alcance de la mano,
cuántas esperanzas no truncadas, si abrimos la misericordia
de par en par en nuestros corazones!
Retrocederá el sinsentido del hambre, la venta de armamentos,
el tráfico de humanos, no habrá ni emigrantes ni refugiados,
todos tendrán una casa digna,  un hogar humano, un país habitable,
la justicia dibujará en los rostros el sello de un mundo nuevo
sin terrores, ni egoísmos, ni miedos…,
porque la misericordia se abrirá paso en medio de la oscuridad reinante
y el pan nuestro de cada día, por fin será nuestro, será compartido
llegará a todas las mesas, todo el día, todos los días, nuestro, siempre nuestro,
nunca de unos pocos que comercian con su precio,
haciendo caso omiso a los gritos silenciados del desnutrido.
Que la misericordia ilumine nuestra mirada.
Que la misericordia nos modele por dentro.
Que la misericordia nos haga más humanos. Amén.