domingo, 15 de febrero de 2015

Unos 9 temas sobre la familia con miras al Sínodo



T E M A S   S O B R E   L A   F A M I L I A
Convivencia :  CEBs  de  Guayaquil.



ÍNDICE
Presentación: ¡Viva la familia!
La casa, poema de Jalhil Gibrán.
1.     Las diferentes formas de familias (Génesis 16,1-15).
2.     La fe de nuestras familias (Efesios 6,10-20).
3.     Los conflictos mayores en nuestras familia: violencias, separación, divorcios… (Mateo 19.1-9).
4.     Las familias víctimas del sistema capitalista (Salmo 72,1-8 y 12-16).
5.     Las familias homosexuales (Génesis 19,1-11).
6.     La familia como Iglesia doméstica (Jeremías 1,4-10).
7.     La misión religiosa de la familia hacia fuera (2 Pedro 1,3-15).
8.     La misión humana de la familia entre sus miembros (1 Juan 2,7-17).
9.     La familia como modelo de vida en sociedad (Mateo 25,14-30).
Conclusión: “Salmo del hombre nuevo”, Juan Damián.
Cada tema va con una lectura bíblica y varios párrafos del Documento del Sínodo de 2014. También está acompañado de un breve comentario.


 P R E S E N T A C I Ó N.

CONTENIDO: ¡Viva la familia!
-        Los grandes cambios actuales
-        El impacto sobre la familia
-        Revivir y reavivar nuestras familias
-        Conclusión: ‘La casa’, poema de Jalil Gibrán.

Enero de 2015. PR.
 ¡ V I V A   L A   F A M I L I A !.

            El cambio de sociedad que estamos viviendo afecta principalmente a la familia. Hay crisis porque no nos ponemos a superarla individual y colectivamente. Escriben los obispos: «Pese a las numerosas señales de crisis de la institución familiar en los diversos contextos de la aldea global”, el deseo de familia permanece vivo, particularmente entre los jóvenes» (2). Veamos de qué cambios se trata, cómo repercutan en las familias y cómo la familia nos ofrece salidas positivas. (Los números entre paréntesis son de ‘La Alegría del Evangelio, EG).

A. LOS GRANDES CAMBIOS ACTUALES
1.      La gran novedad es la tecnología
Hemos pasado de la técnica a la tecnología. La técnica se manifiesta en los múltiples aparatos que nos van simplificando la vida. La tecnología es el intercambio de conocimientos mediante las computadoras e internet. Las generaciones adultas tienen dificultad para entrar en la tecnología mientras que las nuevas generaciones se encuentran como peces en el agua. Los conocimientos científicos son cada vez más impactantes.
2.      Los cambios son cada vez más rápidos
Estamos inundados por un sinnúmero de informaciones que no logramos ni seguir lo que está pasando en nuestro mundo ni entender adónde vamos. Hasta la mitad del siglo pasado podríamos decir que los padres transmitían a los hijos lo que conocían. Hoy, ya en la escuela primaria, los hijos saben más que los padres.
3.      El individualismo es creciente
En el mundo estable del ayer, las relaciones eran más fáciles porque se trabajaba en el lugar donde se habitaba. Hoy la casa es como un dormitorio donde uno está casi sólo de noche. Las relaciones principales no son la de vecindad, sino de trabajo, de diversión, de cultura… Esto significa que cada uno organiza su vida no a partir del lugar donde vive sino a partir de sus necesidades y sus gustos. Nos encontramos en un ambiente donde no nos conocemos ni nos relacionamos.
4.      El consumismo nos asedia
La televisión nos inunda de novedades y la propaganda nos hace creer que seremos más felices si usamos tal producto, si nos vestimos de tal manera, si cantamos tales canciones, si comemos tales alimentos… Al no conocer el valor ni el engaño de estas propuestas, nos dejamos llevar por lo que nos dicen y nos volvemos esclavos de la televisión: compramos, consumimos, desechamos… creyendo que más tenemos mejor estaremos, sin nunca lograrlo
5.      El materialismo está a la puerta
La religión ha dejado de ser un fenómeno de masa que marcaba la vida de las personas, las familias, las comunidades. Las nuevas generaciones dan poca importancia a una religión alejada de su realidad o se dejan llevar por el que mejor grita, promete o asusta. Además la religión camina a lado de lo que afirma la ciencia sobre el origen del mundo, el pecado original, la infancia de Jesús, el sentido de los milagros… Muchas veces sus orientaciones no se entienden y poco tienen que ver con los problemas. No se ha descubierto que la fe se vive en comunidad para transformar la vida personal y social. De allí proviene el alejamiento de todo lo que es religioso.
6.      La pobreza sigue destruyéndonos
Muchas veces los padres pasan la mayor parte del tiempo para reunir un mínimo de dinero para sobrevivir o mantenerse a flote. Los hijos se sienten frustrados porque no quieren vivir oprimidos por las necesidades básicas irresueltas. No hay tiempo para conversar, comprenderse, aconsejarse, organizarse… El futuro es muy incierto.

B. EL IMPACTO SOBRE LA FAMILIA
Frente a estas situaciones las familias encuentran cada vez más dificultades para ser un lugar de análisis de los que está pasando, nuestra referencia para orientar nuestra vida con criterios acertados. Parece que muchos padres e hijos han perdido el rumbo de la vida y el sentido de la familia.
-        La tecnología provoca en la familia una fuerte separación entre las generaciones: de un lado los padres y del otro los hijos. Es difícil dialogar, comprenderse, apoyarse.
-        La rapidez de los cambios produce un desentendimiento de lo que está pasando a nuestro alrededor y en el mundo y crea un desinterés por influir sobre las instituciones que nos gobiernan.
-        El individualismo trae la incomprensión, las oposiciones, los conflictos, la debilidad para enfrentar los problemas.
-        El consumismo nos hace perder nuestras referencias y nuestros criterios para evaluar lo que nos hace bien y lo que nos perjudica: se diluyen los valores que nos orientan.
-        El materialismo o preocupación exclusiva por las cosas y el dinero nos hace dependientes de nuestras pertenencias y nos encierre en el círculo vicioso de la deshumanización: nos volvemos esclavos de toda clase de manipulación.
-        La pobreza y las dificultades financieras nos frustran y nos orientan hacía una vida loca, sin rumbo, sin sentido, sin  felicidad. Se pierde la capacidad de discernir lo bueno de lo malo.

C. REVIVIR O REAVIVAR NUESTRAS FAMILIAS
¿Por dónde reencontrar un sentido a la vida familiar? Intentemos unas propuestas.
1.      Valoremos la familia
La familia sigue siendo el espacio donde nos podemos ayudar a encontrar un sentido a todo lo que pensamos, hacemos y proyectamos, si así lo queremos. El diálogo entre sus miembros será el camino de salvación de las familias.
2.      Valoremos los… valores
La familia nos puede humanizar si discernimos juntos lo que nos hace crecer y lo que nos perjudica. La reflexión en familia será el camino de la salvación.
3.      Valoremos las relaciones
La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestras relaciones. Y las primeras relaciones que debemos lograr son las que vivimos entre los miembros de nuestra familia. La amistad en la pareja y entre padres e hijos es la salvación de la familia.
4.      Valorar lo espiritual
Somos naturalmente espirituales, es decir abierto al Misterio que nos habita y habita el universo. Estamos llamados a la comunión con este Misterio de vida y amor. La espiritualidad es la salvación de la familia.
5.      Valoremos la solidaridad
Todos los seres humanos constituimos la misma raza: lo que se hace de mal como lo que se hace de bien a los demás nos afecta a todos positiva o negativamente. La solidaridad sin frontera es la salvación de la familia.
6.      Valoremos la naturaleza
Con la naturaleza somos una misma unidad: no nos pertenece; somos nosotros que pertenecemos a ella. Cuidarla o destruirla es cuidarnos o destruirnos a nosotros mismos. La armonía con la naturaleza es la salvación de la familia.
7.      Valoremos la lucha común por el Bien vivir y convivir
Todo un sistema, el sistema capitalista, está organizado para deshumanizarnos, oponernos, engañarnos, explotarnos: o luchamos juntos para sustituirlo o nos perdemos todos. La lucha mancomunada por la vida, la fraternidad y la justicia es la salvación de la familia.

CONCLUSIÓN
¿No es cierto que la familia es muy importante?
Pues sí: la familia sigue siendo la cuna de la vida, de la fraternidad y de la felicidad, si así lo queremos.


LA CASA, por Jalil Gibrán (El Profeta)

“Ustedes los hijos del espacio,
ustedes los inquietos en el reposo
no serán atrapados ni domados.
Su casa no será un ancla sino un mástil.
No será un vendaje lustroso que cubre una herida,
sino un párpado que resguarda el ojo.
No plegarán sus alas para poder pasar a través de las puertas,
ni inclinarán la cabeza para no golpearla contra el techo,
ni temerán respirar por miedo a que las paredes se agrieten y derrumben.
No vivirán en tumbas hechas por los muertos para los vivos.
Y aunque sus casas sean de magnificencia y esplendor,
no guardarán su secreto ni albergarán sus ansias,
porque aquello que hay en ustedes de infinito
habita en la mansión del cielo
cuya puerta es la niebla de la mañana
y cuyas ventanas son las canciones y el silencio de la noche.”
 Tema  1 :  LAS  DIFERENTES  FORMAS  DE  FAMILIAS.


MOTIVACIÓN: Palabras de los obispos.
-        “El Sínodo de los Obispos, reunido alrededor del Papa, dirige su pensamiento a todas las familias del mundo, con sus alegrías, sus fatigas, sus esperanzas”.
-        “Cristo quiso que su Iglesia sea una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin excluir a nadie”.


REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos sobre la realidad familiar que nos rodea.
1.      ¿Cómo están constituidas nuestras familias, las de nuestros familiares, las de nuestros vecinos?
2.      ¿Qué comentarios hacemos de estas diversas formas de familias?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Contemplamos la realidad de la familia actual en toda su complejidad, con sus luces y con sus sombras” (5).
-        “Pensamos en los padres, en los abuelos, en los hermanos y las hermanas, en los parientes cercanos y lejanos, y en ese vínculo entre dos familias que todo matrimonio trae” (5).
-        “En muchos ambientes -y no solo occidentales- se va extendiendo ampliamente la praxis de la convivencia que precede al matrimonio” (7).
-        “En otros países las uniones de hecho son muy numerosas, no solo por el rechazo de los valores de la familia y del matrimonio, sino, sobre todo, por el hecho de que casarse es percibido como un lujo, debido a los condicionamientos sociales, por lo que la miseria material impulsa a vivir uniones de hecho” (43).
-        “Se ha advertido, también, que, en muchos países, un número creciente de parejas conviven sin matrimonio ni canónico ni civil” (42).
-        “Particular atención hay que prestar al acompañamiento de las familias monoparentales; hay que ayudar de manera especial a las mujeres que deben hacerse cargo solas de la responsabilidad del hogar y de la educación de sus hijos” (47).
-        “Las situaciones de los divorciados casados de nuevo exigen un discernimiento atento y un acompañamiento muy respetuoso, debiéndose evitar todo lenguaje y toda actitud que hagan que se sienten discriminados y fomentar su participación en la vida de la comunidad” (51).
-        “La adopción de niños huérfanos y abandonados, acogidos como hijos propios, constituye una forma específica de apostolado familiar. La elección de la adopción o de la custodia temporal expresa una fecundidad especial de la experiencia conyugal, y ello no solo cuando esta se ve marcada por la esterilidad” (58).
-        “Para los matrimonios interreligiosos será importante la aportación del diálogo con las diferentes religiones (54).

3.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre las diversas formas de familia?

PALABRA DE DIOS. Génesis 16,1-15: La familia de Abraham.
4.      ¿Qué comentarios hacemos sobre la familia de Abraham?

5.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 1: EL TIEMPO DE LA MISERICORDIA.

            Después de décadas de “invierno eclesial” donde la doctrina era presentada como lo único absoluto, el papa Francisco ha inaugurado en “tiempo de la misericordia”, regresando así a la práctica de Jesús. Él mismo decía: “Quiero misericordia, no sacrificios” (Mateo 12,7). En su relación con los demás, en particular con los más sufridos, Jesús se caracterizó por la compasión: no condenó a nadie, ni a la “mujer sorprendida en adulterio” (Juan 8,2). Frente a los grandes sufrimientos que padecen hoy millones de personas, es tiempo de volver a la misericordia y la solidaridad.

1. ¡CUÁNTAS FORMAS DE FAMILIAS!
Tal vez se pueda decir que la imagen actual de la familia constituida por una pareja estable con pocos hijos, sea la excepción. En Ecuador se dice que de 3 parejas unidas en matrimonio sobre 2 se separan; y de las 2 que se separan, una no vuelve a casarse. Nos daremos cuenta de esta realidad si miramos nuestras familias y la de nuestros vecinos.
“Antes”, las familias eran grandes en el doble sentido que acogían a muchas personas, no sólo a los hijos sino a abuelos, tíos y tías y hasta niños adoptados… Hoy las mismas casas están hechas… ‘pequeñas’, ¡como para limitar la familia a su mínima expresión! Y ¡cuántas familias ‘monoparentales’! es decir con un solo ‘jefe de familia’, que en la mayoría de los casos es la madre.
Además se añade la convivencia cada vez más generalizada de parejas jóvenes que no terminan necesariamente con el matrimonio. También aparecen los matrimonios entre personas homosexuales y lesbianas, con derecho a criar niños, según las nuevas normativas legales de varios países.
Para concluir, diremos que todo esto no quita valor al matrimonio heterosexual, o sea, entre personas de sexo diferente, ni el ideal de compromiso “por toda la vida” en la fidelidad mutua. Es lo que se prometen mayoritariamente las parejas en su decisión por vivir juntos en el amor, incluso las de hoy.

2. LA FAMILIA EN LA BIBLIA
Al abrir la Biblia, varias a encontrar tanta variedad de familias como la que constatamos en nuestros días: ‘heterosexuales, monoparentales, homosexuales…” hasta la presentación ¡muy pequeña de la familia de Jesús! aunque se nos habla de “sus hermanos y hermanas” (Mateo 12,4-47 y 13,55; Juan 2,12 y 7.3-10; Hechos 1,14).
Retomemos aquí las acotaciones del biblista español Xavier Pikaza que escribió todo un libro sobre “La Familia en la Biblia – Una historia pendiente”:
“Presenté ayer una postal sobre la Familia en la Biblia, situándome al comienzo del Sínodo que el Papa Francisco está queriendo encauzar con valentía. Muchos problemas que plantea el Sínodo son nuevos (eucaristía para divorciados, la indisolubilidad personal, parejas de hecho, matrimonios homosexuales, niños monoparentales...), pero el trasfondo de esos y otros temas es antiguo, como lo muestra el estudio concreto de la Biblia.
Así lo ha querido indicar la portada del libro, escogida en parte por lectores del blog y de mi facebook. No eligieron un feliz idilio de pareja (con Sara y Tobías radiantes ante el ángel), sino un patriarca con varias mujeres, con niños, camellos y criados, caminando hacia un futuro de fe. Esa es una imagen "tradicional" de Abrahán, punto de referencia de las familias de la tradición monoteísta, indicando que al principio de la historia bíblica (dejemos a un lado otras historias posibles) no hubo matrimonio en el sentido moderno (un hombre, una mujer en situación de igualdad), sino un fuerte patriarcado: Un hombre con varias mujeres y niños (criados, criadas, y animales).
De esa "fuente" venimos según la historia de la Biblia (a pesar del hermoso arreglo de Génesis 2, con Adán y Eva, desnudos y cantando de amor uno ante el otro)... Venimos, según la Biblia, de unos hombres que han vivido dominando y "protegiendo" (?) a sus mujeres e hijos. Así debemos saberlo, para retomar bien el rumbo del camino, superando un tipo de matrimonio patriarcal y el mismo patriarcado, como seguiré mostrando en los próximos días.
Rehago, pues, el camino de la Biblia (que empieza en Abrahán, pero culmina en las bodas del Cordero), y pienso hacerlo en la línea que está impulsando el Papa Francisco, a quien deseo mucha luz y mucho ánimo para estos del Sínodo, pues tiene "enemigos" fuertes empezando por algunos grandes "Padres Cardenales" (que siguen añorando un patriarcado de Ley). Las reflexiones que siguen están condensadas del cap. 4 del libro. Con un saludo a todos.”
He aquí el índice de su libro que nos invita a relativizar muchas afirmaciones y prohibiciones comunes sobre el matrimonio: Introducción - 1. En el principio era el patriarcado - 2. Monogamia y poligamia - 3. En los límites del matrimonio: el divorcio - 4. Adulterio, algunos casos - 5. Una realidad compleja: la homosexualidad - 6. Prostitución - 7. Mujeres para ser raptadas.

Que nuestras lecturas, nuestras reflexiones personales y el compartir en nuestras comunidades nos confirmen, como lo escriben los obispos, tanto “la importancia, validez y belleza del matrimonio”… como sus múltiples realidades, con miras al Reino. “Jesús miró con amor y ternura a las mujeres y a los hombres con los que se encontró, acompañando sus pasos con verdad, paciencia y misericordia al anunciar las exigencias del Reino de Dios” (EG 12).



 Tema  2 :  LA FE DE NUESTRAS FAMILIAS.


MOTIVACIÓN de los obispos
-        “Yo estoy ante la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3,20).
-        “Entre ustedes late la presencia de la familia de Jesús, María y José en su modesta casa” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.     ¿Cuáles son las prácticas de fe de nuestras familias y sus compromisos correspondientes?
2.     ¿Qué ha aportado a nuestra familia nuestra participación en las Comunidades Eclesiales de Base?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Jesús miró con amor y ternura a las mujeres y a los hombres con los que se encontró, acompañando sus pasos con verdad, paciencia y misericordia al anunciar las exigencias del Reino de Dios” (12).
-        “La crisis de fe ha afectado a tantos católicos, y que frecuentemente está en el origen de las crisis del matrimonio y de la familia” (5).
-        “La familia lo experimenta en el afecto y en el diálogo… cuando se reúne para escuchar la Palabra de Dios y para orar juntos, en un pequeño oasis del espíritu que se puede crear por un momento cada día” (Mensaje final).
-        “Hay que subrayar la importancia de la espiritualidad familiar, de la oración y de la participación en la eucaristía dominical, impulsando a las parejas a reunirse con regularidad para fomentar el crecimiento de la vida espiritual y la solidaridad en las exigencias concretas de la vida” (40).
-        “María, con su ternura, misericordia y sensibilidad maternal, puede alimentar el hambre de humanidad y de vida, y es invocada a este respecto por las familias y por el pueblo cristiano” (61).
-        “La pastoral y una devoción mariana constituyen un punto de partida oportuno para anunciar el Evangelio de la familia” (61).

3.     ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo de la fe en las familias?

PALABRA DE DIOS. Efesios 6,10-20: Las fuerzas de los cristianos.
4.     ¿Qué comentarios hacemos sobre esta lectura?

5.     ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 2: LA FAMILIA COMO PRIMERA ESCUELA DE LA FE.

1. ‘EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR…’
“Se cosecha lo que se ha sembrado”: Podemos aplicar este dicho a la familia… sabiendo también que “la cizaña se mezcla al trigo” (Mateo 13,24). Muchos padres que no han tenido la oportunidad de madurar descuidan la siembra, el cultivo y el cuidado de la fe en su familia. El resultado es que más difícilmente los hijos encontrarán el camino de la fe cuando jóvenes y adultos… De hecho mucho depende del ejemplo y del diálogo con nuestros padre el crecimiento de nuestra fe.
En este caso la parábola de Jesús sobre el sembrador es la mejor orientación que puedan tener los papás: “El sembrador salió a sembrar…” (Marcos 4,1). En esta parábola se nos describe claramente lo que impide la semilla crecer, porque los padres siembran y a veces su palabra no da frutos en sus hijos:
-        “Los que están a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
-        Otros reciben la palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegría; pero no se arraiga en ellos y no duran más que una temporada; en cuanto sobreviene alguna prueba o persecución por causa de la Palabra, al momento caen.
-        Otros la reciben como entre espinos; éstos han escuchado la palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto” (4,15-20).

2. LOS QUE SE QUEDARON CON UN FE INFANTIL
            Sabemos que hemos recibido la fe de nuestros padres, familiares o catequistas parroquiales, pero con algunas o muchas falencias. No puede ser de otra manera y tampoco podemos juzgar con los criterios de hoy las creencias de ayer porque cada generación de cristianos está llamada a perfeccionar lo que ha recibido. La misma parábola del sembrador nos advierte que, para que fructifique la palabra recibida, se necesita 3 condiciones: “Para otros se ha sembrado en tierra buena.
-        Estos han escuchado la palabra,
-        le han dado acogida y
-        dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento" (4,20).
Para muchos cristianos “¡su primera comunión ha sido la última!” o el comienzo del olvido. Para que crezca la plantita de la fe, se tiene que regarla… y esto no se hizo. No se pierde la fe, porque la fe está siempre allí sembrada, pero se queda enterrada; lo que se necesita es regarla, cuidarla y cultivarla.
En nuestra infancia se nos ha dado una interpretación sencilla, “infantil” de muchos temas religiosos: el pecado, el infierno, la creación del mundo, el pecado original, el nacimiento de Jesús, sus milagros, su resurrección… porque no podíamos comprender más. Al crecer descubrimos que todo eso parece “cuentos de niños” porque en la escuela, el colegio y la universidad se nos enseña una realidad que parece contradecir los que se nos enseñó cuando pequeños. Muchas veces no hacemos el esfuerzo de profundizar la fe recibida en la familia y en las parroquias, nos reímos de estos cuentos infantiles porque no hemos sabido descubrir el mensaje que nos querían transmitir. El camino para llegar a una fe adulta que nos ayuda a vivir y convivir mejor es nuestra participación en algún grupo juvenil y luego en alguna pequeña comunidad cristiana que se reúne regularmente para actualizar la fe y ayudarnos a ponerla en práctica.

3. UNA FE ADULTA SE VIE EN COMUNIDAD
Otra razón por la que “se pierde la fe”, es cuando descubrimos que la fe no es sólo creer en unas verdades y practicar algunas devociones religiosas. La fe es el compromiso de seguir a Jesús en la construcción del Reino de Dios. Para eso vino Jesús: él poco nos habló de Dios y mucho del Reino que quería ver hecho realidad. El Reino es una manera de vivir personal y colectivamente en el amor con todos, la justicia entre trabajadores y la solidaridad con los pobres; entonces muchos dan marcha atrás. Es lo que les pasó a los discípulos de Jesús (Juan 6,66): mientras hacía milagros, todo el mundo lo seguía, pero cuando les hizo comprender que los milagros eran una anticipación del Reino que había que construir, muchos de sus discípulos se retiraron y dejaron de seguirlo; hasta sus apóstoles más cercanos tambaleaban. Pedro reaccionó y ayudó a sus compañeros a hacer lo mismo: “¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Ser cristiano es elegir el camino de Jesús, el camino difícil de la verdadera felicidad. Muchos no son capaces de dar este paso: prefieren una vida cómoda, individualista, fracasada…

Por esta razón nos advierte san Pablo que la lucha por el Reino es la de gentes valientes (Efesios 6,10) que se apoyan en alguna comunidad y con ella entienden mejor la Palabra de Dios y se animan a cumplirla, porque “él que ha puesto la mano al arado y da marcha atrás no es digno del Reino de Dios” (Lucas 9,62).



Tema  3 .  LOS  CONFLICTOS  MAYORES  EN  NUESTRAS  FAMILIA :  VIOLENCIAS,  SEPARACIÓN,  DIVORCIOS…


MOTIVACIÓN de los obispos
“¡En cuántas casas se ha acabado el vino de la alegría y con él el sabor -la sabiduría misma- de la vida!” (1).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿Qué nos parecen los conflictos, las violencias, las separaciones y los divorcios en las familias?
2.      ¿Cómo enfrentamos estas violencias, separaciones, divorcios?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-         “El peligro individualista y el riesgo de vivir en clave egoísta resultan considerables” (9).
-        “Son muchos los niños que nacen fuera del matrimonio, particularmente en algunos países, y numerosos los que crecen después con uno solo de sus progenitores o en un ambiente familiar ampliado o reconstituido” (8).
-        “A menudo los niños son objeto de disputa entre los padres, y los hijos son las verdaderas víctimas de los desgarros familiares (8)”.
-        “Los progenitores masculinos están a menudo ausentes, no solo por cuestiones económicas, mientras, por el contrario, se siente la necesidad de que asuman con más claridad su responsabilidad en relación con los hijos y con la familia”.
-        “Hoy, en muchos ambientes, ser mujer es objeto de discriminación…” (8).
-        Tampoco cabe olvidar los fenómenos crecientes de violencia de los que las mujeres son víctimas” (8).
-        “Separación y divorcio son siempre una herida que provoca profundos sufrimientos a los cónyuges que los viven y a sus hijos” (45).
-        “Las migraciones constituyen, además, otro signo de los tiempos que hay que afrontar y comprender, con toda su carga de consecuencias para la vida familiar” (8).
-        “La crisis de la pareja desestabiliza a la familia, y, a través de las separaciones y de los divorcios, puede llegar a acarrear graves consecuencias a los adultos, a los hijos y a la sociedad, debilitando al individuo y los lazos sociales” (10).
-        “Es preciso acoger a las personas con su existencia concreta, saber sustentar su búsqueda, alentar el deseo de Dios y la voluntad de sentirse plenamente parte de la Iglesia incluso en quien ha experimentado el fracaso o se encuentra en las situaciones más diversas. El mensaje cristiano lleva siempre en sí la realidad y el dinamismo de la misericordia y de la verdad, que convergen en Cristo” (11).
-        “Hay que acoger y que valorizar, sobre todo, el sufrimiento de quienes han sufrido injustamente la separación, el divorcio o el abandono, o bien se han visto obligados por los malos tratos del cónyuge a romper la convivencia” (47).
-        “Resulta indispensable hacerse cargo de manera leal y constructiva de las consecuencias de la separación o del divorcio para los hijos, en cualquier caso víctimas inocentes de la situación (47).
-        “El Evangelio de la familia alimenta también las semillas aún pendientes de madurar, y ha de curar los árboles que se han secado y que precisan que no se los desatienda” (23).

3.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo frente a las dificultades en las familias?

PALABRA DE DIOS. Mateo 19,1-9: La cuestión del divorcio en tiempos de Jesús.
4.      ¿Qué comentarios hacemos sobre esta lectura?

5.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 3: VOLVER AL “CONTRATO SOCIAL”.

1. EL ‘CONTRATO SOCIAL’
Los conflictos surgen cuando nos hacemos dueños de las leyes y las cumplimos a nuestro antojo sin respetar la dignidad ni los derechos de los demás. La organización social depende de un contrato muchas veces tácito que dejamos de obedecer y nos ponemos contra el orden normal de las relaciones humanas. Confundimos libertad con libertinaje e irresponsabilidad. De allí surgen los conflictos, la violencia, el atropello, el desorden… cuyas consecuencias negativas sufrimos todos incluso aquel que las provoca.
La familia es la célula base de la sociedad, es decir, es en la familia donde comienza el contrato de la organización social. En la familia nos ponemos de acuerdo o aceptamos vivir en armonía, respeto y colaboración para lograr juntos un espacio de paz, crecimiento y desenvolvimiento feliz para cada uno y para todos. Al romper este contrato social, creamos las oposiciones, los gritos, los golpes, la dominación, la violencia, la separación, la muerte…

2. LA CLAVE DE SOLUCIÓN ES EL DIÁLOGO Y EL CONSENSO
El orgullo y el machismo son las principales causas de los conflictos familiares porque queremos ser más que los demás o actuar como no da la gana. Si queremos resolver los grandes conflictos hay que comenzar resolviendo los pequeños. Todo conflicto es un llamado a superar una situación negativa mediante unos 4 pasos obligados.
-        Primero se necesita la reflexión: “¿qué está pasando? ¿qué me está pasando? ¿qué nos está pasando”.
-        Luego se necesita el diálogo: “¿sabes lo que estoy sintiendo? ¿por qué te estás portando así?” Notemos que esa fue la pregunta de María a Jesús cuando este, a los 12 años, se quedó varios días en el templo de Jerusalén sin haber avisado a sus padres.
-        Después se necesita el reconocimiento del error: “Me extralimité, no respeté a la otra persona”.
-        Finalmente pedir perdón con miras a mejorar: “Te pido que me perdones. Voy a recapacitar”.
Eso es ‘ser humano’, es decir ser hermano y hermana. Pues la vida es un conjunto de relación; la vida feliz es el resultado de buenas relaciones. El mundo indígena, en los conflictos comunitarios, practica el consenso que va más allá de la democracia. En democracia la mayoría manda… y a veces es la minoría que tiene razón. Con el consenso se busca no vencer al otro o a los otros sino convencerse entre todos y así llagar a una solución que satisfaga a todos. Por eso que a veces las reuniones indígenas de resolución de conflictos son interminables: hasta que se llegue al consenso entre todos. En este proceso todo el mundo aporta su punto de vista: el fuerte y el débil, el agresor y el agredido, el amigo y el enemigo, el niño y el anciano, el joven y el adulto… La unión de todos hace que se encuentra el camino de la solución.

3. EL DIVORCIO ES SIEMPRE UN FRACASO
La crisis actual que repercuta negativamente en la familia no disminuye el deseo y el compromiso de la pareja de ‘amarse para siempre’. La relación conyugal es la más fuerte de las relaciones y esta entrega total en cuerpo y alma exige estabilidad y fidelidad. Por eso la infidelidad y la ruptura atañan la profundidad del ser humano. En el matrimonio los conflictos nacen de diversas situaciones y a veces la separación pasa a ser la solución.
-        Muchas veces las parejas no tienen la suficiente madurez para enfrentar las responsabilidades de la vida matrimonial: uno se mete ‘en una camisa de 11 varas’, no logra salir adelante; los conflictos son permanentes y cada vez más graves… “Mejor nos separamos”.
-        Muchas veces las infidelidades vuelven la convivencia cada vez más difícil. Se enfría y se pierde el amor. Todo pasa a ser un peso, en particular les relaciones sexuales, hasta no poder más… “Hasta aquí llegamos”.
-        “Me enamoré de otra persona”… En definitiva esto significa que el primer amor no era tan verdadero. Como canta Arjona: “¡No te enamoraste de mí sino de ti!” No se quiso hacer la verdad sobre la falsa realidad de una relación que no era amorosa, sino egoísta.
-        Otras veces dejamos sin solución los pequeños conflictos que nacen de los detalles de la vida cotidiana… con la idea errónea que “son cosas insignificantes”. Entre la pareja no hay cosa insignificante: todo es signo de amor o de desamor; no hay término medio. Siempre se necesita dialogar, ponerse de acuerdo, conversar: “¿por qué haces o dices esto? Esto me hace sentir mal. No entendí tal palabra, tal actitud…” Y nos aclaramos, porque a veces nuestra comprensión no corresponde a la intención del otro. Nos volvemos a comprender y reunificarnos porque está de por medio el perdón. Los conflictos se hacen grandes porque no hemos sabido solucionar los más pequeños. Aprendamos a cuidar y conversar las pequeñas cosas.

¡La belleza y la grandeza del matrimonio! Ese es el sueño de todos los novios. Pero lograrlo exige mucha madurez, responsabilidad, paciencia y diálogo. Esos son los caminos del éxito.



Tema  4 : 
LAS  FAMILIAS  VÍCTIMAS  DEL  SISTEMA  CAPITALISTA


MOTIVACIÓN de los obispos
“Pensamos en las dificultades económicas causadas por sistemas perversos…” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿Cuándo nos dejamos desviar en nuestras familias por las propagandas, las modas, los vicios, las trampas del sistema capitalista?
2.      ¿Cómo resistimos como familias a las desviaciones del ambiente social?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Pensamos en las dificultades económicas causadas por sistemas perversos, originados “en el fetichismo del dinero y en la dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano” que humilla la dignidad de las personas. Pensamos en el padre o en la madre sin trabajo, impotentes frente a las necesidades aun primarias de su familia, o en los jóvenes que transcurren días vacíos, sin esperanza” (Mensaje final).
-        “Hay que considerar el peligro creciente constituido por un individualismo exasperado que desnaturaliza los lazos familiares y acaba considerando a cada miembro de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en determinados casos, la idea de un sujeto que se construye de acuerdo con sus propios deseos, considerados como un absoluto” (5).
-        “La pobreza y a la precariedad laboral crecientes se viven a veces como una auténtica pesadilla” (6).
-        “Es responsabilidad del Estado crear las condiciones legislativas y laborales para garantizar el porvenir de los jóvenes y ayudarlos a realizar su proyecto de fundar una familia” (6).
-        “Preocupa cierta difusión de la pornografía y de la comercialización del cuerpo, favorecida también por un empleo distorsionado de Internet, y hay que denunciar la situación de aquellas personas que se ven obligadas a ejercer la prostitución” (10).
-        “Se ha subrayado, asimismo, la necesidad de una evangelización que denuncie con franqueza los condicionamientos culturales, sociales, políticos y económicos -como el excesivo espacio dado a la lógica del mercado- que impiden una vida auténticamente familiar, determinando discriminaciones, pobrezas, exclusiones, violencia” (38).

3.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre la influencia negativa del sistema capitalista vigente?

PALABRA DE DIOS. Salmo 72,1-8 y 12-16: Los deberes del gobernante.
4.      ¿Qué comentarios hacemos, a partir de esta lectura, sobre la misión de todo gobernante?

5.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 4: DESTERRAR EL CAPITALISTA QUE NOS HABITA.

1. EL CAPITALISMO ES A LA VEZ FUNDAMENTALMENTE PERVERSO Y… CAUTIVADOR.
            Monseñor Leonidas Proaño decía que ‘el sistema capitalista es el responsable de la mayoría de los males que sufrimos personalmente, en familia, en la profesión y en la sociedad’. Es cierto que es este sistema nos envuelve y se desarrolla a partir de nuestras debilidades, limitaciones y maldades… que muchas veces no queremos reconocer. Es fundamentalmente perverso: se basa en nuestro individualismo, nuestro afán de poder, nuestro deseo de brillar, nuestra ansia de poseer más y más, nuestra voluntad de dominación, nuestra violencia escondida… y desarrollamos esta perversidad al nivel personal, local, nacional e internacional. Hemos construido o hemos dejado construir nuestra propia prisión, nuestro propio abismo y nuestro propio fracaso. Las clases pudientes ganan cada vez más a costa de los demás; las clases medias quieren pasar a ser clases pudientes y las clases pobres imitan a los más ricos. Nuestro mundo se debate entre la sobrevivencia de la mayoría y la competitividad de los acomodados… ¿Cuándo vamos a salir de este círculo vicioso que nos destruye y nos mata por millones irremediablemente?

2. LOS 4 ‘NO’ DEL PAPA FRANCISCO
En su exhortación pastoral ‘La Alegría del Evangelio’ (EG) de noviembre de 2013, el papa Francisco presentó la “hoja de ruta” de su pontificado. Una de su mayor denuncia es contra el sistema capitalista vigente, sintetizada en la afirmación: “Esta economía mata”. Por eso el papa Francisco lanza un cuádruple NO contra ese sistema de muerte (EG 53-60):
-        “NO a una economía de la exclusión;
-        NO a una nueva idolatría del dinero;
-        NO a un dinero que gobierna en vez de servir;
-        NO a la inequidad que genera violencia”.
El papa considera que este compromiso de los cristianos por ‘otro mundo posible’ no es extraño a la evangelización que tiene 2 grandes opciones:
1.      En primer lugar, se trata de un programa de evangelización, es decir, la realización amplia e intensiva del mensaje evangélico del Reino como contribución al proyecto de un mundo justo para todas y todos, y
2.      En segundo lugar, este compromiso exige una serie de propuestas y exigencias para llevar a cabo una reforma a fondo y duradera de las estructuras: primero de la iglesia y sus funciones pastorales, luego de la organización económica y política de la sociedad, comenzando desde el Vaticano hasta las comunidades locales.
Es que nuestra Iglesia, desde el emperador Constantino del siglo 4, se ha dejado contaminar por el poder y el poder de dominación (Marcos 10,42). El Concilio Vaticano 2° ha sido la toma de conciencia de esta realidad antievangélica y el punto de partida de una mayor fidelidad al proyecto de Jesús: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, lo demás vendrá por añadidura” (Mateo 6,33). Haciéndose eco de esta decisión, el papa Pablo 6° escribió en su carta encíclica sobre “La Evangelización del mundo contemporáneo” (1975). Transcribamos unas 3 frases de esta carta, en sus números correspondientes:
-        “Cristo, en cuanto evangelizador, anuncia ante todo un reino, el reino de Dios, tan importante que, en relación a él, todo se convierte en ‘lo demás’ que es dado por añadidura. Solamente el reino es pues absoluto y todo el resto es relativo… (8).
-        Como núcleo y centro de su Buena Nueva, Jesús anuncia la salvación, ese gran don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al hombre” (9).
-        “La Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos, entre los cuales hay muchos hijos suyos, el deber de ayudar a que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de hace que sea total” (30).
-        R
“¡Más claro no canta el gallo”! Pero muchas veces no lo queremos escuchar.

3. SALMO 72: La misión del rey y de todo gobernante.
            Con relación a este salmo, vamos a retomar el comentario del padre José Comblin, teólogo brasileño, en una conferencia en Chile, el año 2010:
Participante:
“Finalmente. Necesito saber... La última pregunta. ¿Qué es el reino de Dios? ¿Qué es el REINO DE DIOS? Por favor...
José Comblin:
Entonces. Claro. ¿Qué es reinar en la Biblia? Reinar es luchar contra los dominadores para salvar a los pobres. Eso es lo que justifica la autoridad. El papel de la autoridad es luchar contra los poderosos para salvar a los dominados. Salmo 72. Entonces ahí el papel del rey está claramente. Y el reino de Dios es que Dios viene a hacer eso. Y ahora Dios está comenzando a hacer eso. Luchar contra los dominadores. Contra los poderosos. Y levantar a los oprimidos. A los rechazados. Entonces eso es el Reino de Dios.”
(Aplausos).

El sistema capitalista ha permeado todos los aspectos de la vida humana, social y cristiana a tal punto que a veces ni nos damos cuenta que le hacemos el juego y el mayor favor de perennizarlo. Es tiempo de volver al Concilio que el papa Francisco desarrolla ampliamente, para reencontrarnos con el Reino que Jesús vino a hacer realidad. ¡Menuda tarea mancomunada!



 Tema  5 :  LAS  FAMILIAS  HOMOSEXUALES.


MOTIVACIÓN de los obispos
Todo nos invita a cambiar nuestra manera de ver la homosexualidad: el progreso en las relaciones humanas, los derechos humanos, el papa Francisco y muchas más voces.

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿Cómo reaccionamos frente a personas o parejas homosexuales y lesbianas?
2.      ¿Cómo respetamos y valoramos estas personas o parejas homosexuales?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales han de ser acogidos con respeto y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta” (57).
-        “¿Quién soy yo para juzgar a una persona homosexual que busca a Dios?” (Papa Francisco).

3.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo con relación a las personas homosexuales?

Leamos las reflexiones siguientes sobre la homosexualidad en la Biblia, para luego comentarlas.

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LA HOMOSEXUALIDAD EN LA BIBLIA ES UNA REALIDAD COMPLEJA (Xavier Pikaza).
La homosexualidad  aparece en la Biblia como un hecho del que no se discute, de manera que no hay regulación estricta a favor o en contra. De todas formas, la Biblia parece rechazar en general el ejercicio de la homosexualidad, pero no como pecado sexual, sino por pensar que va en contra de un orden querido por Dios y expresado en la unión del hombre y la mujer, unión que se dirige al surgimiento de los hijos, tal como aparece en Génesis 2-3. Ese rechazo se expresa en dos contextos principales y debe ser interpretado desde el conjunto de la revelación bíblica.

1.      Unos 2 grandes relatos simbólicos.
Hay dos que parecen reprobar la homosexualidad en un contexto de polémica.
a)     Los hombres de Sodoma quieren violar a los visitantes de Lot, siendo condenados por ello (Génesis 19,1-19); pero más que la homosexualidad en sí el texto condena el intento fallido de violar a unos huéspedes, una falta grave contra el deber de la hospitalidad.
b)     Algo semejante sucede en el «crimen» de los habitantes de Guibea de Benjamín, que quieren violar al levita que ha pedido hospitalidad, y así humillarlo y que, al no conseguirlo, violan a la mujer-concubina que el mismo levita les entrega (Jueces 19-21). Tampoco este texto condena la homosexualidad en sí, sino un tipo de violencia que se expresa simbólicamente en el deseo de violar, o sea, humillar al levita.

2.      Comentarios
Estos pasajes no dicen nada sobre la homosexualidad consentida entre varones; tampoco sobre un tipo de homosexualidad femenina normal (lesbianismo) de la que la Biblia no se ocupa en modo alguno.

­         Las leyes contra la homosexualidad están contenidas en el Código de la Santidad (Levítico 18,22; 20,13), y son normas que han de ser entendidas en un contexto sacerdotal marcado por las impurezas rituales vinculadas al mundo de lo sexual. Por otra parte, lo que esas leyes condenan básicamente es un tipo de homosexualidad vinculada de un modo más concreto a los santuarios paganos, y entendida como signo religioso de vinculación con lo divino. Tampoco dicen nada sobre una posible homosexualidad entendida en el contexto de las relaciones afectivas libres entre personas del mismo sexo. Está presentada como una realidad que estaría no en contra de la ley, sino fuera de ella.
­         Ciertamente, la homosexualidad queda fuera del relato normativo de la Biblia. Ella no ha descubierto ni explorado plenamente todavía las realidades personales y por eso apenas puede entender la existencia de amores “homosexuales”.
­         La condena de Pablo a los homosexuales debe interpretarse en el contexto según el Antiguo Testamento, porque así lo entendía como se acaba de presentarlo. “¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros, ni los homosexuales y los que sólo buscan el placer…

3.      Conclusiones
-        La Biblia constata que la homosexualidad existe. Más que una conducta condenada expresamente por la ley, aparece como una conducta que está al margen de la ley. En relación con las mujeres, el Antiguo Testamento se limita a pasar de largo, en silencio respetuoso, ante el tema.
-        Así, en conjunto, podemos afirmar que la Biblia no condena la homosexualidad como vinculación privada entre personas del mismo sexo, sino que deja en ese campo un ancho margen de libertad y de vacío legal. El hecho de que un tipo de vinculación o amor personal ha de hallarse abierto al despliegue de la vida.
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3.   ¿Qué comentarios hacemos de estas reflexiones?

PALABRA DE DIOS. Podemos leer Génesis 19,1-11: Atropello a la hospitalidad en Sodoma.
4.      ¿Qué comentarios hacemos sobre esta lectura?

5.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 5: “LAS BODAS DE LA SEMEJANZA”, Benjamín Forcano.

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            Sé que a muchos este punto les va a sorprender y, naturalmente, manifestarán inmediato rechazo. Pero, se impone aludir a él por ser rigurosamente histórico y servir para rectificar la imagen dogmática de que la homosexualidad ha sido siempre prohibida por el cristianismo. Rectificar en este punto, se nos ha dicho con palabras oficiales, sería capitular como nunca en uno de los puntos clave de la doctrina cristiana. La traición a la Biblia, a la Tradición y al Magisterio tendría aquí su grado máximo de postración.
            Casi como preámbulo imprescindible, considero importante registrar la investigación realizada por John Boswell, -12 años de trabajo- publicada en sus dos volúmenes “La Boda de las Semejanzas”, con un total de 606 páginas (Muchnik Editores). John Boswell-, apoyado en fuentes documentales extraordinarias, presenta una tesis estremecedora: “La iglesia primitiva (siglos VI al XIII) no sólo era tolerante con las relaciones románticas y eróticas entre varones, sino que las santificaba ceremonialmente”.

1.      EXPONGO ALGUNOS DE SUS PUNTOS FUNDAMENTALES.
Un lector moderno tiene una preocupación prácticamente obsesiva por el amor romántico y las pautas del emparejamiento en las sociedades antiguas. Pero, muy pocas de las culturas pre-modernas convendrían en admitir que “el fin de un hombre es amar a una mujer y el fin de una mujer es amar a un hombre”, sería esto una pobrísima medida del valor humano. De igual manera, el lector moderno supone casi universalmente que el amor romántico va unido inextricablemente al matrimonio, lo cual es un error histórico.
En el Occidente moderno es notable el horror ante la homosexualidad, a partir sobre todo del siglo XIV. Pocas culturas han convertido la homosexualidad en ese tabú moral primario y singular que ha sido para la sociedad occidental: “el pecado innombrable”, “el vicio inmencionable”, “el amor que no se atreve a pronunciar su nombre”. La magnitud de esta repulsión llega a considerar los actos homosexuales como más horribles que el mismo asesinato, el matricidio, el abuso de menores, el incesto, el canibalismo, el genocidio, e incluso deicidio, pues estos son mencionables, en tanto que los actos homosexuales no lo son y expresan categoría moral inferior. Debido a su condición de tabú los actos en cuestión no eran nombrados ni analizados, eran los pecados peores.
Son históricamente innegables las uniones litúrgicas entre personas del mismo sexo, por más que la sociedad occidental propenda en términos generales a excluirlas por pensar que el matrimonio es esencialmente unión de macho y hembra. A quienes están habituados a rechazar esas uniones entre personas del mismo sexo, les resultará difícil entender que esas uniones no son en la tradición occidental una aberración extraña.
En la investigación de Boswell encontramos algunas claves para la comprensión del tema.

2.      EL MATRIMONIO NO ES DECLARADO SACRAMENTO HASTA EL SIGLO XIII.
Antes del año 1000, la bendición (eclesiástica) de un matrimonio contraído de manera laica se consideraba un favor. La Iglesia no interfería en las bodas, la ceremonia eclesiástica era vista como un simple corolario de la boda pública, lo cual daba lugar a una gran flexibilidad de formas rituales y diversidades regionales. Los seres humanos de las sociedades cristianas se casaban, pero seguían las costumbres étnicas antiguas, algunas equivalentes a las leyes romanas y de las cuales derivó el derecho de la Iglesia.
En la Edad Media el motivo del matrimonio no era precisamente el amor, aun cuando existiera conexión entre uno y otro. Aunque a regañadientes, fue aceptado el concubinato y era corriente el divorcio. El divorcio y el nuevo matrimonio tras la muerte de un cónyuge fueron oficiales. Sólo posteriormente comenzaron a prohibirlos los primeros teólogos y fueron ellos y los canonistas quienes se esforzaron en cierta medida en exhortar al pueblo bajo que el matrimonio heterosexual era la única relación erótica legítima entre un hombre y una mujer y que debían hacerlo mediante un pacto exclusivo y permanente. De hecho, la Iglesia tuvo que esperar hasta el cuarto concilio Lateranense (1215) para declarar al matrimonio sacramento y elaborar reglas canónicas en el modo de celebrarlo.

3.      LA CEREMONIA DE UNIÓN ES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
La ceremonia de unión entre personas del mismo sexo “es cierto que tienen lugar en colecciones manuscritas de todo el mundo cristiano -desde Italia a la isla de Patmos y el monasterio de Santa Catalina en el monte Sinaí- y se encuentran en algunos de los manuscritos litúrgicos griegos más antiguos de que se tiene noticia. Sin embargo, en la época en que esos manuales se imprimieron, el prejuicio en Occidente contra cualquier forma de interacción entre personas del mismo sexo era muy pronunciado.
La ceremonia durante el siglo XII, época de florecimiento de ceremonias matrimoniales litúrgicas, se transformó en un oficio completo durante el cual se encendían las velas, ambas partes colocaban las manos sobre los Evangelios, unían la derecha, las manos eran atadas con la estola del sacerdote (o se cubría con esta ambas cabezas, además de incluir una letanía introductoria -como la de Barberini-), la coronación, la plegaria del Señor , la Comunión , un beso y, veces, un paseo alrededor del altar. Lo más probable es que dichas ceremonias se desarrollaran a través del incremento de la práctica local y de clérigos individuales elocuentes.
La ceremonia tiene lugar en una amplia variedad de contextos, pero el más corriente, con mucha diferencia, es el del matrimonio, por lo general en el orden siguiente: esponsales heterosexuales, ceremonia de un primer matrimonio heterosexual, ceremonia de un segundo matrimonio heterosexual, (oficio diferente, con énfasis menor en la procreación), y oficio de unión entre personas del mismo sexo. Alrededor del treinta por ciento de los manuscritos consultados para este estudio, el matrimonio heterosexual aparece inmediatamente antes o inmediatamente después de la ceremonia de unión entre individuos del mismo sexo” (Cfr. Las Bodas de la Semejanza, pp. 321-323).

4.      EN ESTA CEREMONIA CABE RESALTAR TRES ELEMENTOS IMPORTANTES:
-        Solemnizan una unión voluntaria y emocional entre dos personas.
-        La ceremonia es homosexual en el sentido más obvio de esta palabra (de un solo sexo). Si lo era con sentido erótico es tan difícil de responder como en el caso de parejas heterosexuales sin hijos: “El vivir juntos por un largo tiempo y el compartir un hogar debieron ser determinantes decisivos de una pareja compuesta por un hombre y una mujer en su contexto social concreto (es decir, entre vecinos, amigos y parientes), tuvieran o no hijos o hubieran o no participado en un servicio religioso en la Iglesia.
-        Y en el caso de la ceremonia de unión entre personas del mismo sexo, lo más probable es que, a ojos de los cristianos corrientes, el que ambas personas permanecieran ante el altar con las manos unidas (símbolo tradicional del matrimonio), el que fuesen bendecidas por el sacerdote, compartieran la comunión y ofrecieran luego un banquete a la familia y los amigos -todo ello, parte de la unión entre individuos del mismo sexo en la Edad Media- significase un matrimonio” (Idem, pp. 327-330).
Todo esto nos dice que, por inesperada e inquietante que parezca, es innegable la antigua ceremonia cristiana de unión entre personas del mismo sexo, que tenía lugar en iglesias y era oficiada por sacerdotes.

5.      NUEVO HECHO: OBSESIÓN CONTRA LA HOMOSEXUALIDAD
“A partir del siglo XIV, escribe Boswell, Europa occidental fue dominada por una furiosa obsesión contra la homosexualidad, considerada como el más horrible de los pecados” (Idem, p. 447). La unión entre personas del mismo sexo comenzó a ser considerada como sospechosa y, en muchos lugares, a ser prohibida y castigada por la cárcel y la pena capital.”
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 Tema  6 :  LA  FAMILIA  COMO  IGLESIA  DOMÉSTICA.


MOTIVACIÓN de los obispos
“La familia se presenta como una auténtica Iglesia doméstica, que se amplía a esa familia de familias que es la comunidad eclesial” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.     ¿Cuándo vivimos la misión de nuestro bautismo: ser ‘profetas, sacerdotes y reyes-pastores’ tanto hacia adentro como hacia afuera de nuestra familia?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Jesús asumió una familia, dio inicio a sus signos durante la fiesta nupcial en Caná, anunció el mensaje concerniente al significado del matrimonio como plenitud de la Revelación” (14), o sea, la reconciliación (alianza-matrimonio) de la humanidad  con Dios.
-        Con la bendición de su matrimonio, “los esposos son consagrados y, mediante una gracia propia, edifican el Cuerpo de Cristo y constituyen una Iglesia doméstica” (17).
-        “En la vida cristiana: ya que con el bautismo el creyente queda insertado en la Iglesia mediante esa Iglesia doméstica que es su familia, él mismo emprende ese «proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios», por medio de la conversión continua al amor que salva del pecado y da plenitud de vida” (13).
-        “El matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el icono de la relación de Dios con su pueblo y, viceversa, el modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano” (19).
-        “La familia adquiere para la Iglesia una importancia absolutamente especial y, en el momento en que todos los creyentes están invitados a salir de sí mismos, es necesario que la familia se redescubra como sujeto imprescindible para la evangelización” (2).
-        “El Evangelio de la familia atraviesa la historia del mundo desde la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios (cf. Génesis 1, 26-27) hasta la culminación del misterio de la Alianza en Cristo al final de los siglos con las bodas del Cordero” (16).
-        “En la familia, «especie de Iglesia doméstica», madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas, en la que se refleja, por gracia, el misterio de la Santa Trinidad” (23).

2.     ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre la familia como Iglesia doméstica?

PALABRA DE DIOS. Jeremías 1,4-10: La vocación del profeta Jeremías.
3.     ¿Qué comentarios hacemos sobre el llamado hecho al profeta Jeremías?

4.     ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión sobre la familia como pequeña Iglesia o Iglesia doméstica?


Comentario 6: LAS FAMILIAS CRISTIANAS Y LAS CEBs.

1. LA IGLESIA DE LA CASA
            Hay que recordar que la Iglesia que somos, comenzó siendo “la iglesia de la casa”… porque en las casas se reunían los primeros cristianos. Hay que recordar también que, en el Antiguo Testamento, al comienzo el sacerdote era el padre de familia que reunía a la familia ampliada en su casa. En la Iglesia es sólo después de varios siglos que el clero, o sea, diáconos, sacerdotes y obispos, se fueron separando de los demás bautizados y dominándolos.
            Hoy las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) que se reúnen semanalmente en las casa de algún vecino, retomam esta tradición primera y ayudan a toda la iglesia a redescubrir su sentido familiar de la Iglesia. Son “la Iglesia de los pobres” que quiso el papa del Concilio, Juan 23. De la misma manera que decimos que ‘la familia es la célula base de la sociedad’, bien podemos decir que ‘la familia es la célula base de la Iglesia’.
            De hecho es en la familia dónde se comienza a hablar de Dios, a rezar, a leer la Biblia, a comentar la Palabra de Dios, a tener devoción a María la madre de Jesús o a algún santo, a participar de alguna procesión o peregrinaje: la familia es la primera escuela de la fe. ¿Quién no ha tenido en la casa familiar alguna imagen de Jesús, de María o de algún santo, de algún santuario?

2. RENOVACIÓN DE LA IGLESIA MEDIANTE LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
            Las CEBs, siendo “la Iglesia de la Casa”, retoman la experiencia de los primeros cristianos, nos acercan a Jesús y nos empujan al compromiso por el Reino. Además las CEBs son compuestas de varias familias de vecinos que buscan vivir junto el seguimiento de Jesús. La crisis religiosa afecta a todas las Iglesias y las obliga a encontrar nuevos caminos de evangelización y nuevas maneras de reunirse para vivir mejor la fe.
            Las familias cristianas en las CEBs se ayudan a renovar la fe y el compromiso cristiano. Ya en 1968, los obispos latinoamericanos, reunidos desde todo el continente en Medellín, Colombia, reconocieron la dimensión eclesial de las CEBs: “La Comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe en su propio nivel responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe así como del culto que es su expresión. Ella es, pues, célula inicial de estructuración eclesial, y foco de evangelización, y actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo” (Medellín 15,10). Tienen la doble dimensión de las primeras comunidades cristianas (Hechos 2,42-47 y 4,32-34), las vivencias espirituales y el compromiso social.
-        Vivencias espirituales: “la enseñanza de los apóstoles, la unidad de corazón, la fracción del pan (o eucaristía), las oraciones, las reuniones en el templo”.
-        Compromiso social: “la convivencia, el compartir de bienes o equidad, la igualdad, la felicidad”.
Estos valores cristianos se viven, se pueden vivir, se deben vivir tanto en las CEBs como en la familia. De esta manera las 2, familias y CEBs, serán semilleros tanto de cristianos comprometidos y alegres como de ciudadanos solidarios y luchadores por el Reino, encarnado en una sociedad nueva.
            Recordemos aquí lo que escribía el papa Francisco a las CEBs latinoamericanas reunidas en Brasil en 2014: “Queridos amigos, la evangelización es un deber de toda la Iglesia, de todo el pueblo de Dios: todos debemos ser peregrinos, en el campo y en la ciudad, llevando la alegría del Evangelio a cada hombre y a cada mujer. Deseo desde lo profundo de mi corazón que las palabras de san Pablo «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Corintios 9, 16) resuenen en el corazón de cada uno de ustedes.”

            Que nuestras familias junto con las CEBs respondan a los desafíos actuales de la sociedad donde prima el individualismo y la aceleración de la vida, donde nadie conoce a nadie. Las familias y las CEBs, desde la casa, aportan el sentido de la comunidad, son una iglesia cercana, fomentan los lazos familiares, cultivan la solidaridad y el amor a los más necesitados. Son ya una Iglesia renovada y las semillas de una sociedad alternativa.



 Tema  7 :  LA  MISIÓN RELIGIOSA DE LA FAMILIA HACIA FUERA.


MOTIVACIÓN de los obispos
“Los cónyuges cristianos son llamados a convertirse en maestros de la fe y del amor para los matrimonios jóvenes” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿De qué maneras nos manifestamos responsables del crecimiento de la fe de los demás? Enumeremos los servicios que prestamos.

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        El Concilio Vaticano 2° “subraya el arraigo en Cristo de los esposos: Cristo Señor sale al encuentro de los esposos cristianos en el sacramento del matrimonio, y permanece con ellos” (17).
-        “El encuentro con Cristo, el dejarse aferrar y guiar por su amor, amplía el horizonte de la existencia, le da una esperanza sólida que no defrauda. La fe no es un refugio para gente pusilánime, sino que ensancha la vida. Hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor” (20).
-        “Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida” (23).
-        “Otra expresión de la comunión fraterna es la cercanía a los últimos, a los marginados, a los pobres, a las personas solas, enfermas, extrajeras, a las familias en crisis, conscientes de las palabras del Señor: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hechos 20, 35)” (Mensaje final).
2.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre la misión de la familia hacia fuera?

PALABRA DE DIOS. 2 Pedro 1,3-15: Las virtudes a cultivar en la familia.
3.      ¿Qué comentarios hacemos sobre estas orientaciones de san Pedro?

4.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?

Comentario 7: SOMOS SACERDOTES PARA NUESTRO PUEBLO.

               Nuestro bautismo nos ha hecho a todas y todos “profetas, sacerdotes y reyes-pastores”. Ese es el compromiso de todo cristiano como también de toda familia. Al profundizar el tema de “la misión religiosa de la familia”, vamos a desarrollar en qué consiste ser ‘sacerdote’ como simple bautizado y eso desde nuestra familia. Más adelante veremos cómo podemos ser en nuestras familias ‘profetas y reyes-pastores’

1. LA MISIÓN DEL BAUTIZADO COMO SACERDOTE
Somos sacerdotes cuando nos relacionamos con Dios y cuando ayudamos los demás a relacionarse con él. Así lo dice san Pablo en su carta a los Romanos (12,1): “Ofrézcanse como sacrificio agradable a Dios”. En el Antiguo Testamento una manera de rendir culto a Dios era inmolar algún animal como ofrenda ‘sacrificada’ para él. San Pablo cambia el contenido: no se trata de ofrecer animales o sacrificios, sino de ofrecerse a sí mismo, o de ofrecer su familia, su comunidad, su pueblo a Dios. Se entiende que dicha ofrenda debe ser ‘agradable’… si no, no hace falta ofrecer nada.
¿Cuándo somos una ofrenda agradable a Dios? Vamos a limitarnos aquí a describir algunas actividades religiosas propias del bautizado-sacerdote.

2. POR NUESTRAS PRÁCTICAS, ACTUAMOS COMO SACERDOTES.
Ante el ambiente materialista e individualista, nos sentimos llamados por Dios a prestar distintos servicios en nuestra Iglesia y nuestro Pueblo:
-        Por una parte, desde nuestras familias, ejercemos una serie de ministerios: por una parte, las oraciones, la lectura de la Palabra de Dios, la devoción familiar; y por otra, la animación de grupos, la evangelización (catecismo, cursos, misión), preparación de los sacramentos, celebración de la Palabra (templos, enfermos)…
-        Por otra parte, nuestra mística cristiana aporta luz y esperanza: Participamos en varias actividades del barrio sin intereses, buscamos la unión y la concordia, mantenemos la atención a los más pobres, invitamos al perdón…

3. POR ESO, COMO FAMILIA Y COMO CEBs SOMOS UNA ALTERNATIVA SACERDOTAL, porque juntos somos el sacerdocio de Cristo.
Nuestras familias y nuestras CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) tienen sus servicios: estos no son sólo actos personales e individuales, sino también una actividad de toda una Comunidad. Por este testimonio comunitario, pasamos a ser juntos los intermediarios entre Dios y nuestros hermanos: llevamos a Dios las penas, las alegrías, los ruegos y anhelos de nuestros vecinos. Ayudamos a nuestra Iglesia en su tarea sacerdotal para que la evangelización sea más efectiva. Y ayudamos también a nuestro Pueblo a abrirse cada vez más a una dimensión fraternal y trascendental: Para él somos testigos de Dios, intermediarios y obreros de la Alianza.

Como tales, personalmente, como familia y como CEBs, somos una alternativa sacerdotal: Abrimos nuevos caminos para que el sacerdocio de Cristo se haga visible mediante nuestro actuar individual y comunitario.
 Tema  8 :  LA  MISIÓN  HUMANA  DE  LA  FAMILIA  ENTRE  SUS  MIEMBROS.

MOTIVACIÓN de los obispos
“Es una entrega de bienes, de compañía, de amor y de misericordia, y también un testimonio de verdad, de luz, de sentido de la vida” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿Qué obligaciones y derechos tiene cada uno de los miembros de una familia? Vayamos por parte: la pareja entre sí, los padres con los hijos y los hijos entre sí.

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Regazo de alegrías y tribulaciones, de afectos profundos y de relaciones en ocasiones heridas, la familia es realmente escuela del más rico humanismo” (2).
-        “El verdadero amor entre marido y mujer implica la entrega mutua, incluye e integra la dimensión sexual y la afectividad” (17).
-        Las “familias (serán) capaces de ser, en su vida diaria, lugares de crecimiento, de transmisión concreta y esencial de las virtudes que forjan la existencia” (60).
-        “El amor del hombre y de la mujer nos enseña que cada uno necesita al otro para llegar a ser él mismo, aunque se mantiene distinto del otro en su identidad, que se abre y se revela en el mutuo don” (Mensaje final).
-        “Ahora, en este camino común de reflexión sobre la familia quisiera decir a todas las comunidades cristianas que tenemos que estar más atentos: la ausencia de la figura paterna en la vida de los pequeños y los jóvenes causa lagunas y heridas que pueden llegar a ser muy graves. Y, efectivamente, las desviaciones de los niños y los adolescentes pueden, en buena parte, reconducirse a esta ausencia, a la carencia de ejemplos y guías en la vida de todos los días, a la falta de cercanía, a la falta de amor de sus padres'' (papa Francisco, enero 28 de 2015).
2.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre la misión de la familia entre sus miembros?

PALABRA DE DIOS. 1 Juan 2,7-17: Consejos a los padres y a los hijos.
3.      ¿Qué comentarios hacemos sobre esta lectura de san Juan?

4.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?

Comentario 8: SOMOS PROFETAS EN Y DESDE LA FAMILIA.

               Además de sacerdotes (ver tema 7) y reyes-pastores (ver tema 9), somos profetas en nuestra propia familia y en donde nos relacionamos y trabajamos. El profeta es el ministro de la palabra. Veamos más detalladamente cómo.

1. POR NUESTRAS PRÁCTICAS, ACTUAMOS COMO PROFETA.
Somos profetas cuando nos ayudamos a construir el Reino iniciado por Jesús. Frente a la realidad de egoísmo, injusticia, explotación y mentira, hablamos, aclaramos, proclamamos la verdad:
-        Por una parte, denunciamos nuestras malas actitudes y acciones y ayudamos a descubrir la verdad de las cosas, a reconocer las causas de nuestros males que son personales, sociales, estructurales… Defendemos y promovemos todo lo que promueve la vida de las personas, de la naturaleza y favorece la fraternidad comenzando en la misma familia. Denunciamos en palabras y en hechos lo que destruye el Reino entre nosotros: desvelamos todo lo que da muerte y destruye.
-        Por otra parte, anunciamos y damos testimonio de una nueva manera de vivir, donde el amor es más presente, donde no nos dejamos llevar por la propaganda ni lo malos amigos: buscamos más fraternidad, igualdad, responsabilidad… Anunciamos en palabras y en hechos lo que construye el Reino, participando juntos de esta tarea: hacer crecer todo lo que favorece la vida y el amor.

2. COMO FAMILIA Y COMO CEBs, SOMOS UNA PROFECÍA.
De un lado somos profetas de manera individual; del otro, como familia, como CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) somos una testimonio profético para los demás: somos una profecía. Damos juntos un testimonio actualizado de la Palabra de Dios. Conociendo la realidad, somos personas más conscientes, maduras, responsables: vivimos más los valores del Reino. Tal vez sin darnos cuenta, hemos abierto nuevos caminos. Ayudamos así a nuestra Iglesia a cumplir su misión profética. Desde nuestro Pueblo, alzamos nuestra voz proclamamos la verdad, anunciamos que un cambio es posible. Como tal, nuestras familias y nuestras CEBs son ejemplos del Reino presente entre nosotros. Así ayudamos a nuestra Iglesia a ser más fiel a Cristo, y a nuestro Pueblo a ser más digno y responsable. A su vez nuestras familias y nuestras CEBs son semilleros de nuevos profetas.

3. NUESTRAS MAYORES TAREAS como profetas y profecía son:
-        Una vida personal más digna,
-        Una valentía para decir la verdad con amabilidad: ‘¡lo cortés no quita lo valiente!”,
-        Un visión global de la vida personal, familiar y social, nacional e internacional,
-        Un testimonio individual y familia de respetar y fortalecer todo lo que hace crecer la vida.

Ser profetas es reconocernos como verdaderos intérpretes de la Palabra de Dios. Ser profetas o profecía para hoy como familia y como CEBs es responder a los desafíos actuales con proyectos concretos según los valores del Reino.
 Tema  9 :  LA FAMILIA ESTÁ LLAMADA A SER UN MODELO DE SOCIEDAD.


MOTIVACIÓN de los obispos
“La cultura del bienestar nos anestesia y… todas estas vidas truncadas por la falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera” (Mensaje final).

REUNIÓN DE GRUPOS
Conversemos
1.      ¿Cuándo es la familia un ejemplo de vida en sociedad, o sea, un modelo de organización económica, política y socio-cultural?

DOCUMENTO DEL SÍNODO
-        “Uno de los desafíos fundamentales a los que hoy en día se enfrentan las familias es seguramente el educativo, desafío que la situación cultural actual y la gran influencia que ejercen los medios hacen más arduo y complejo” (60).
-        “La Iglesia reconoce también esa familia como célula básica necesaria y fecunda de la convivencia humana” (22).
-        El papa Benedicto 16 “puso de relieve la importancia del amor como principio de vida en la sociedad, lugar en el que se aprende la experiencia del bien común” (19).
-        “Hay que alentar y apoyar a los laicos que se comprometen, como cristianos, en los ámbitos cultural y sociopolítico” (38).
2.      ¿Qué nos dice el Documento del Sínodo sobre el compromiso socio-político de la familia?

PALABRA DE DIOS. Mateo 25,14-30: Los talentos… a desarrollar.
3.      ¿Qué comentarios hacemos sobre las diferentes actitudes de los herederos?

4.      ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros de toda esta reflexión?


Comentario 9: REYES-PASTORES SOMOS TODOS Y EN TODA LA VIDA.

            Nuestro bautismo, además de hacernos sacerdotes (ver tema 7) y profetas (ver tema 8), nos hace también reyes-pastores, es decir artesanos del Reino. El mismo Jesús prefería la palabra de ‘pastor’ a la de ‘rey’ que se portaban como dictadores. En la Biblia, el rey, según el Salmo 72, es el pastor de su pueblo, el protector de los pobres, el defensor de los atropellados. Organiza a su gente para que coma lo necesario, viva tranquila y conviva en armonía con todos. Todo esto tenemos que aprenderlo y vivirlo primero en nuestras familias.

1. POR NUESTRA PRÁCTICA, ACTUAMOS COMO REYES-PASTORES.
El buen pastor es responsable de la buena organización de su rebaño para que coma y crezca felizmente. La familia es una organización pequeña: depende de nosotros el cómo nos organizamos, como vamos a vivir, que prioridades tenemos que poner adelante… Luego será más fácil vivirlo en la sociedad. El Reino es el resultado de esta buena organización, tanto en la familia como en la sociedad. ¿Qué significa estar bien organizados?
-        Se trata de ponernos de acuerdo cómo tenemos que organizarnos para vivir bien: el diálogo y la escucha son muy importantes.
-        Todos debemos participar de todas las tareas: no hay tareas propias a las mujeres o actividades reservadas a los varones, o propias a los profesionales o a las autoridades.
-        Todos debemos aportar con nuestra opinión, nuestras ideas, nuestros pareceres, nuestros proyectos, nuestra desconformidad…
-        Todos somos responsables del orden y del aseo de nuestra casa. Hay que aprender todo y de todos, para poder exigir a los demás lo que practicamos y tenemos que practicar todos.

2. COMO FAMILIA Y COMO CEBs SOMOS PRESENCIA DEL REINO DE DIOS: Somos reyes-pastores.
            Juntos somos un testimonio primero para los mismos miembros de la familia, luego para los demás. Se dice: “Esta familia tiene buen espíritu” cuando practicamos los valores humanos: así construimos el Reino querido por Jesús. Como CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) también somos presencia del Reino por nuestra manera de relacionarnos y organizarnos entre nosotros y con los demás. Juntos somos sal, luz y fermento de un mundo nuevo como padres, hermanos y hermanas, tanto para nosotros y para nuestros vecinos como para la sociedad en general. Ya somos, en pequeña escala, el Reinado de Dios.
            De esta manera construimos un nueva manera de vivir en sociedad: lo que vivimos de bien en la familia, también lo podemos vivir de manera más amplia: en la escuela y el colegio, en el trabajo y con la vecindad, en la sociedad y el país. Junto, desde nuestras familias y nuestras CEBs, avanzamos juntos hacia una mayor conciencia, una mayor participación y una mayor organización de nosotros los pobres y de nuestra sociedad en general. A través de nuestros compromisos, nuestra Iglesia es más ‘Iglesia de los pobres’ y nuestro Pueblo puede alcanzar más rápidamente su ‘socialización’ (Papa Juan Pablo 2º, El Trabajo Humano 14-15). Hacemos presente el Reino iniciado por Jesús.

3. EL EJEMPLO DE JESÚS ES NUESTRO NORTE

1.      Jesús fue profeta, sacerdote y rey-pastor.
En su tiempo, Jesús fue laico; hoy diríamos ‘un simple bautizado’. Con su manera de hablar, de actuar, de vivir, él fue profeta, sacerdote y rey-pastor.

a)     Fue profeta, porque, por una parte, denunciaba todos los males que atropellaba a las personas y los combatía y, por otra, anunciaba en su persona, su actitud, sus palabras, su actividad cómo era el Reino de Dios ya presente. Fue la encarnación de la Palabra de Dios en el acontecer del Reino.
b)     Fue sacerdote, porque ayudó a su gente a relacionarse con Dios directamente, en su corazón, por su manera de vivir y no sólo en el templo o por medio de los sacerdotes del templo. Su vida fue “una ofrenda agradable a Dios” (Romanos 12,1). Su entrega en la cruz es el signo de su máxima solidaridad con todos los crucificados de su tiempo. Se ofreció y nos ofreció al Padre: era el sacerdote que Dios quería.
c)      Fue rey-pastor: se proclamó el ‘buen pastor’. Jesús vino para organizar a su gente para ser un pueblo fraternal. Eso era y es el sueño de Dios: ser entre todos los humanos una sola y gran familia de hermanos, comenzando con unas pequeñas comunidades, para que él reine de verdad. Nosotros somos las semillas de este Reino, somos los sembradores del Reino. Jesús comenzó y nosotros seguimos.
A partir de su vivencia y experiencia con la Comunidad de sus discípulos, Jesús nos demuestra que sí, una nueva sociedad es posible ya entre nosotros.

2.      Jesús quiso que toda la humanidad fuera el Reinado de Dios.
Desde el principio de su ministerio, Jesús rechazó las 3 principales tentaciones o trampas por las que todos pasamos. La diferencia con nosotros fue que Jesús el rechazó de una vez por todas estas tentaciones; muchas veces, nosotros nos dejamos vencer y convencer por el Maligno (Mateo 4). Son las tentaciones del poder como dominación de los demás, del prestigio individual y excluyente y de la acumulación de dinero y bienes. Por nuestro bautismo estamos llamados a vivir de otra manera, rechazando estas tentaciones, comenzando por la familia; las CEBs nos ayudan a ser presencia de esta nueva manera de vivir en Comunidad, ser una sociedad nueva.
-        Frente al poder, Jesús hace de él un servicio para desterrar la dominación, explotación y represión. Seamos personas de servicio: el poder que podemos tener debe estar orientado a servir mejor a los demás. “¡El que no vive para servir, no sirve para vivir!”.
-        Frente al prestigio, Jesús pone la sencillez y la igualdad para desterrar la competencia y el atropello. Sepamos vivir en la sencillez sin dejarnos ganar por las falsas apariencias. Cuidémonos de los títulos y las condecoraciones. No busquemos ser más que los demás sino sentirnos iguales y trabajar juntos para el bien común de todos. Aprendamos a crecer juntos.
-        Frente al dinero, Jesús pone el compartir para desterrar el enfrentamiento, las oposiciones y la violencia. No nos dejemos invadir por las cosas, los bienes, el dinero, porque pasaremos a ser esclavos de las cosas que nos rodean. Vivamos la equidad, como entre los primeros cristianos que todo lo compartían y cada uno tenía lo necesario para vivir.

¡Juntos somos más y mejor! Que nos ayudemos, desde la familia, a formar organizaciones sociales activas y comunidades cristianas vivas: el Reino es nuestra meta común en compañía de Jesús y de cuántos hermanos y hermanas de aquí y de allá que han emprendido ya este camino, desde muchas lunas y para muchas leguas…




CONCLUSIÓN


SALMO  DEL  HOMBRE  NUEVO,  Juan  Damián.

A ti, Señor, te pedimos un hombre nuevo sin egoísmos.
Cantamos a ese hombre nuevo que viene creciendo en esperanza,
Que nutre en el dolor todas sus ansias,
Que lleva sangre nueva en venas muertas,
Que anida libertad entre sus rejas.

A ti, Señor, te pedimos…
Cantemos a ese hombre nuevo que no se acomoda en su miseria,
Que busca, pegunta, lucha y piensa,
Que sabe que el amor es ir a tientas,
Jugando por otros su inocencia.

A ti, Señor, te pedimos…
Cantemos a ese hombre nuevo que nunca podrá ser hombre entero
Mientras unos oprimen por el miedo,
Y que aprende que ser libre no es un sueño
Sino un fuego prendido contra el viento.

A ti, Señor, te pedimos…
Cantemos a ese hombre nuevo que está sólo, explotado, indefenso,
Que llora para adentro su silencio,
Pero mañana, luego de un invierno,
Brotará de su cuerpo un Cristo nuevo.

A ti, Señor, te pedimos un hombre nuevo, sin egoísmos.

A ti, Señor, te pedimos…

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