lunes, 28 de febrero de 2022

Guías de reuniones con comentarios para participar en el proceso sinodal

 

ITINERARIO  DEL  CAMINO  SINODAL

PREPARACIÓN  DEL  SÍNODO  SOBRE  LA  SINODALIDAD

Entremos desde ya en un proceso sinodal

Guayaquil, febrero de 2022: Pedro Pierre.

Guías y Comentarios para Animadores de grupos,

En particular de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs).

CONTENIDO

1.     Presentación general

Objetivos. Método. Marco general. Programación. Oración del Sínodo.

2.     Cinco Guías para las reuniones

Febrero: Entender la sinodalidad y organizar el camino sinodal.

Marzo a junio: Conversatorios a partir de guías y comentarios.

3.     Comentarios de las guías

4.     Conclusión

Anexos:    1. Primer discurso del papa Francisco sobre la Sinodalidad (2015).

                  2. Las 10 temáticas propuestas por la secretaría del Sínodo en el Vaticano.

3. Reflexiones sobre el ‘desafío eclesial y social de la Sinodalidad’.

¡ BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL CAMINO SINODAL !

 

1ª parte: PRESENTACIÓN GENERAL

A. OBJETIVO: Escuchar a los seglares y lograr tomar en serio lo que dicen y quieren.

Partir de un “signo de los tiempos” que nos concierne a todos, como es la pandemia,

-        Para hacer una experiencia de sinodalidad en su tratamiento,

-        Hablando de su impacto sobre nuestra Iglesia y

-        Utilizando el método “escucharnos mutuamente, discernir comunitariamente y abrir nuevos caminos entre todos”.

B. MÉTODO: Reuniones en todo el Pueblo de Dios.

-        Un Equipo diocesano de Coordinación está a cargo de la logística y del acompañamiento.

-        Cada espacio eclesial elige a quienes serán los animadores de dichas reuniones.

-        Hay varios espacios eclesiales que se van a reunir: 1. las parroquias, 2. los movimientos apostólicos, 3. las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), 4. los colegios católicos, 5. las Universidades católicas y 6. los grupos marginales que lo deseen.

-        Cada mes se prepara la temática y las reuniones con los delegados de cada grupo.

-        Al final de cada mes, cada espacio eclesial entrega, con veracidad, un resumen, -insistiendo en los desafíos que aparecen-, de media página por temática (5) al Equipo diocesano de Coordinación.

-        Bien se podrá terminar en julio por una convivencia de evaluación del camino recorrido, celebración de la fraternidad y presencia de Dios, como también de los mayores desafíos con sus caminos sugeridos.

C. MARCO GENERAL: Jesús con los discípulos de Emaús.                                                                                                                                                                            

-        Jesús es el modelo de todo evangelizador, en particular en el episodio de Jesús con los 2 discípulos de Emaús.

-        Evangelizar es hacer acontecer el Reino de Dios mediante palabras y hechos, “lo único absoluto” (Pablo 6° - Mateo 6,33).

1.      Jesús y los 2 discípulos de Emaús (Lucas 24,13-35).

El Documento de Santo Domingo (1992) comenta el episodio de Jesús con los 2 discípulos de Emaús.

“El episodio de los discípulos de Emaús nos presenta a Jesús resucitado anunciando la Buena Nueva. Puede ser también un modelo de la Nueva Evangelización” (Mensaje 12-27).

Las actitudes y palabras de Jesús con los discípulos de Emaús nos dan la clave para nuestra misión de cristianos.

2.      Jesús es el modelo de todo evangelizador

-        Jesús toma la iniciativa de ayudar a dos discípulos de Emaús a entender la Buena Nueva de su resurrección.

-        Jesús ayuda a los 2 discípulos de Emaús a reconocerlo como resucitado y a entender lo que Dios espera de ellos.

3.      El episodio de Jesús con los discípulos de Emaús tiene los 4 pasos de toda Evangelización

-        Primer paso (Lucas 24,13-17). El tiempo de la escucha amistosa: Jesús se acerca, pregunta y escucha.

-        Segundo paso (17-24). El tiempo de la iluminación gozosa: Jesús ayuda a los discípulos a discernir la presencia y voluntad de Dios.

-        Tercer paso (25-28). El tiempo del compartir fraterno: Jesús se queda con los discípulos para cenar con ellos, quiénes reconocen a Jesús.

-        Cuarto paso (29-35). El tiempo de la acción decidida: el anuncio y la celebración: Los 2 discípulos anuncian y celebran la presencia de Jesús resucitado en medio de ellos.

D. PROGRAMACIÓN DE REUNIONES HASTA FINALES DE JUNIO

1.      La secretaría del Sínodo ha resumido los mayores desafíos actuales en unos 10 temas que no son exclusivos: Podemos insertar a otros que nos parecen de gran importancia.

2.      Camino sinodal de febrero a finales de junio. He aquí el detalle de los 10 temas y los meses en que nos toca profundizar dichos temas

-        Febrero: Entender la sinodalidad y organizar el camino sinodal.

-        Marzo a junio: Conversatorios a partir de guías y comentarios.

-        Marzo: Escucharnos amistosamente sobre los impactos de la pandemia en nuestra Iglesia.

1.      Compañeros de viaje: es decir, reflexionar sobre quiénes forman parte de lo que llamamos "nuestra Iglesia", así como quiénes son los "compañeros" que están fuera del perímetro eclesial o que quedan en los márgenes.

2.      Escucha: los jóvenes, las mujeres, los consagrados, los descartados, los excluidos.

3.      Tomar la palabra: considerar, por tanto, si se promueve "un estilo de comunicación libre y auténtico, sin duplicidades ni oportunismos" dentro de la comunidad y sus órganos.

-        Abril: Discernir comunitariamente los mensajes de Dios para la renovación de nuestra Iglesia

4.      Discernir y decidir: preguntarse qué procedimientos y métodos se utilizan para tomar decisiones; cómo se articula el proceso de toma de decisiones y qué herramientas se promueven para la transparencia y la responsabilidad.

5.      El diálogo en la Iglesia y en la sociedad: repensar los lugares y las modalidades del diálogo en las Iglesias particulares, con las diócesis vecinas, con las comunidades y movimientos religiosos, con las instituciones, con los no creyentes, con los pobres.

6.      Formación para la sinodalidad: en esencia, una mirada a la formación que se ofrece a quienes tienen roles de responsabilidad en la comunidad cristiana, para hacerlos más capaces de escucharse y dialogar.

-        Mayo: Encontrar de manera consensuada nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia

7.      Corresponsabilidad en la misión: una reflexión, es decir, sobre cómo la comunidad apoya a sus miembros comprometidos en un servicio, por ejemplo, en la promoción de la justicia social, los derechos humanos, la Casa Común.

8.      Autoridad y participación: ¿cómo se ejerce la autoridad en la Iglesia particular?, ¿cuáles son las prácticas de trabajo en equipo¡, ¿cómo se promueven los ministerios laicos?

-        Junio: Encontrar de manera consensuada nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia

9.      Celebrar: evaluar cómo la oración y la liturgia inspiran y guían efectivamente el "caminar juntos" y cómo se promueve la participación activa de los fieles.

10.   Con otras confesiones cristianas: qué relaciones se mantienen con otras confesiones cristianas, cuáles son los frutos, cuáles son las dificultades.

3.      “Pregunta fundamental”

La secretaria del Sínodo nos insiste sobre la pregunta fundamental que resume este camino sinodal. Esta es la siguiente:

¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en los distintos niveles (desde el local hasta el universal), permitiendo a la Iglesia anunciar el Evangelio? y ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer como Iglesia sinodal?

 

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA EL SÍNODO

“Ven, Espíritu santo, tú que suscitas lenguas nuevas y

Pones en los labios palabras de vida,

Líbranos de convertirnos en una iglesia de museo,

Hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro.

Ven en medio nuestro, para que, en la experiencia sinodal,

No nos dejemos abrumar por el desencanto,

Ni diluyamos la profecía,

Ni terminemos por reducirlo todo a discusiones estériles.

Ven, Espíritu de amor,

Dispón nuestros corazones a la escucha.

Ven, Espíritu de santidad, renueva al santo pueblo de dios.

Ven, Espíritu creador, renueva la faz de la tierra.”

 

2ª parte: GUÍAS PARA LAS REUNIONES

CONTENIDO: Las 5 guías y sus comentarios.

Introducción

1.     Entender la sinodalidad y organizar el camino sinodal

2.     Escucharnos amistosamente

3.     Discernir comunitariamente la voluntad de Dios

4.     Abrir caminos nuevos en la Iglesia (1ª parte)

5.     Abrir caminos nuevos en la Iglesia (1ª parte)

 

INTRODUCCIÓN

El documento preparatorio esboza diez núcleos temáticos para articular la "sinodalidad vivida. Hay que profundizar en ellos para enriquecer aún más la consulta” (Doc. de Preparación del Sínodo).

1.     La primera guía nos ayuda a entender el Sínodo, la sinodalidad y organizar el camino sinodal.

2.     Las demás guías arrancan desde los efectos de la pandemia en nuestra Iglesia para profundizar los 10 temas propuestos por la Secretaría del Sínodo en el Vaticano.

3.     Cada guía, acompañada de un comentario, tiene el mismo esquema después del saludo de bienvenida: 1. Una motivación para la reunión. 2. El diálogo inicial. 3. La temática sinodal. 4. La Palabra de Dios. 4. La oración comunitaria. 5. Las tareas con miras a la próxima reunión.

4.     Se entiende que el animador o alguien del grupo se encargue de los cantos, a los menos unos 3 por conversatorio.

 

GUÍA 1: Febrero: ENTENDER LA SINODALIDAD Y ORGANIZAR EL CAMINO SINODAL

OBJETIVOS: Organizarnos sinodalmente para realizar la preparación del Sínodo de 2023.

-        Todos vamos a participar.

-        ¿Quién va a ser el animador de la reunión? El cual da la bienvenida, presenta el tema, da la palabra a los encargados de cada paso, hacer la conclusión y la despedida.

-        ¿Quién va a ser el secretario? Estará encargado con el animador a hacer el resumen de la reunión para enviarla al Equipo diocesano de Coordinación.

-        ¿Quiénes nos van a presentar? 1. El mensaje de esta reunión. 2. El diálogo inicial. 4. La Palabra de Dios. 4. La oración comunitaria. 5. Las tareas con miras a la próxima reunión.

CONVERSATORIO para escucharnos amistosamente

Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de manera circular.

1.      Motivación para entender la sinodalidad y organizar el camino sinodal.

“¡El invento de la sinodalidad!” Conversación entre 2 comadres, Justina y Luisa, buenas católicas.

-        Justina: Y eso de la ‘sinodalidad’, comadre Luisa, ¿un invento del papa Francisco? Ni logro pronunciar correctamente la palabra.

-        Luisa: Bueno, yo comencé por decir despacio primero ‘sínodo’, luego ‘sinodal’ y finalmente ‘si-no-da-li-dad’. Así de sencillo: las 3 palabras son de la misma familia…

-        J: Pero, dime: ¿Repites estas 3 palabras sabiendo lo que significan o, discúlpame, como ‘lora que aprendió sin saber el sentido’?…

-        A ver, a ver, comadre Luisa. Hace 50 años que se habla de ‘sínodo’ en nuestra Iglesia católica. Claro, son sólo reuniones de obispos con el papa; creo que se dan cada 4 años. Entiendo que ‘sínodo’ significa ‘caminar juntos como iguales’. La palabra ‘sinodal’, el papa Francisco la aplica a la Iglesia que es la forma de caminar de la Iglesia…

-        J: ¿La forma de caminar de la Iglesia? No, Justina amiga, no me hagas reír… ¿Has visto los cardenales, los obispos y los curas en sotana caminar en la calle con la gente fuera del viernes santo? ¡Ni en su parroquia lo hacen!

-        Puedes tener razón, Luisa. “Hay mucho trecho del dicho al hecho”. Pero hay que comenzar algún día dando el primer paso, justamente por esta separación que hay entre todos nosotros los bautizados. Normalmente todos somos iguales, pero reconozco que “¡hay algunos que son más iguales que otros!”…

-        J: Bueno. Y ¿‘silodanidad’? Perdón: ‘sidanolidad’. Ves, ni la palabra me sale bien.

-        A ver: “Sínodo, sinodal, si-no-da-li-dad”… No es nada menos que lo que quiere el papa Francisco: que participemos más en nuestra iglesia, que nos involucremos en las actividades parroquiales, que tengamos incidencias sociales, que nos integremos en el Consejo parroquial para orientar las decisiones que hacen falta… La pandemia nos ha separado demasiado.

-        J: ¡Ah! Me haces pensar en la manera cómo vuelan los pelícanos en las playas de nuestras costas: siempre juntos como dándose la mano los unos a otros en un lindo triángulo, uno abriendo el camino hasta que otro lo venga a remplazar, yendo al mismo ritmo todos y esperando a aquel que va más lentamente.

-        Claro, Justina. Ya entendiste la sinodalidad. Juntos y organizados vamos a construir una nueva manera de ser Iglesia más acorde a los tiempos actuales, ayudándonos a lograrlo poco a poco y cada uno según sus talentos. Todos vamos a dar nuestro aporte…”.

2.      Dialogo fraterno: Sínodo y sinodalidad

-        Dialoguemos entre todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de estas 2 comadres?

-        ¿Qué entendemos por ‘sínodo’ y ‘sinodalidad’?

-        ¿Qué espera de nosotros el papa Francisco?

3.      Palabra de Dios. Lucas 24,13-35: Jesús y los 2 discípulos de Emaús.

-        ¿Cuáles son las 4 etapas de este episodio de Jesús con los 2 discípulos de Emaús? ¿Cómo podríamos llamar cada una?

-        ¿De qué maneras nos pueden guiar estas 4 etapas en el camino sinodal que vamos a emprender?

4.      Oración comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.

Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.

5.      Tareas, con miras a la próxima reunión

-        Preparar individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.

-        ¿Quiénes serán el animador, el secretario y los demás participantes?

-        Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.

Ver más adelante: Comentario 1: SÍNODO Y SINODALIDAD DESDE YA

CONTENIDO:

1.      ¿Qué es un Sínodo? ¿Qué es Sinodalidad? ¿Qué espera de nosotros el papa Francisco?

2.      Las enseñanzas del episodio de “Jesús con 2 discípulos de Emaús” (Lucas 24,13-35).

3.      El camino sinodal: ¿Adónde nos quiere llevar el papa Francisco?

 

GUÍA 2: Marzo: ESCUCHARNOS AMISTOSAMENTE

OBJETIVOS para escucharnos amistosamente.

-        Comunicarnos los impactos negativos de la pandemia en nuestra Iglesia.

-        Aprender cómo escuchar a otras personas y cómo facilitarles la toma de palabra.

-        Sacar un método para saber preguntar y escuchar de verdad a partir del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús.

CONVERSATORIO para escucharnos amistosamente

Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de manera circular.

1.     Motivación: Escucharnos amistosamente.

“Tenemos dos oídos y una sola boca”, con Justina y Luisa.

-        Justina: “¿Escuchó, comadre Luisa, lo que dijo el diácono? “Escuchar es más que oír”.

-        Luisa: Sí, comadre Justina. Y señaló que quién lo dijo primero es el papa Francisco para empezar el camino sinodal.

-        J.: ¡Ah! Veo que sí, escuchaste lo que dijo el diácono en la reunión.

-        L.: Claro. El diácono nos dijo también que “tenemos 2 oídos y una sola boca”. No lo había pensado. La naturaleza nos invita a escuchar 2 veces más que hablar. Pero eso debería valer para todos: los padrecitos hablan demasiado.

-        J.: Es cierto… y con muchas palabras vacías sin mayor relación con nuestros problemas cotidianos. Pasa como en el dicho: “¡Mucho ruido y pocas nueces!” o “¡Perro que ladra mucho, poco muerde!”

-        J.: Sí, amiga Luisa, si no sabemos escucharnos no iremos a ninguna parte, porque cada uno va a querer imponer su punto de vista. A veces uno se sorprende de lo acertado que dicen las personas sencillas, pero muchas veces no paramos de hablar ni les damos tiempo ni oportunidad para expresarse. A quiénes escuchamos poco también son los jóvenes.

-        L.: Claro, ahora está este maldito celular con el cual duermen poniéndolo debajo de la almohada…

-        J.: Tal vez sea porque bien pocas veces les preguntamos su parecer o no les dejamos hacer las cosas a su manera. Olvidamos pronto que hemos sido jóvenes y, en ese entonces, nos quejábamos de que nuestros padres ni querían escucharnos: había que callar.

-        L.: Bueno. A ver si en este camino sinodal que hemos emprendido, sabemos escucharnos para aprender cosas nuevas y construir más fraternidad con todas y todos. Eso es la meta ahora.”

2.     Dialogo fraterno: La pandemia y sus secuelas en nuestra Iglesia

-        Dialoguemos entre todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de estas 2 comadres?

-        ¿En qué situaciones nos encontramos en nuestra Iglesia después de la pandemia?

-        ¿Por qué razones estamos en estas situaciones en nuestra Iglesia?

Profundicemos 3 aspectos del proceso sinodal

1.     Somos ‘compañeros de viaje’

-        Al relacionamos con personas que no participan en la Iglesia, ¿qué motivos aducen para explicar su alejamiento de la Iglesia?

Lucas 24,13-16: Jesús se acercó a los discípulos de Emaús para conversar con ellos.

-        ¿Cómo se presenta Jesús para conversar con los discípulos de Emaús?

-        ¿Qué mensaje vamos a conservar de estas reflexiones?

2.     Escuchar amistosamente

-        ‘Escuchar es más que oír’: ¿Qué virtudes debe tener una buena escucha?

Lucas 24,16-19: Jesús comienza preguntando por 2 veces a los discípulos de Emaús.

-        ¿Cómo procede Jesús para conversar con los 2 discípulos de Emaús?

-        ¿Qué mensaje sacamos de estas reflexiones?

3.     Devolver la palabra a la gente

-        ¿Por qué motivos mucha gente se detiene de hablar de su fe y de la Iglesia?

Lucas 24,19-24: Las explicaciones de los discípulos de Emaús sobre la muerte de Jesús.

-        ¿Por qué razones hablan con mucha confianza los 2 discípulos de Emaús con el desconocido que camina con ellos?

-        ¿Qué mensaje sacamos de estas reflexione?

3.     Compromisos.

-        ¿De qué manera vamos a actuar para generar confianza en nuestros interlocutores?

-        ¿A quiénes vamos a acercarnos para conversar sobre las consecuencias de la pandemia en nuestra Iglesia?

4.     Oración comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.

Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.

5.     Tareas, con miras a la próxima reunión

-        Preparar individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.

-        Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.

-        La secretaria hace un acta de la reunión señalando los desafíos más significativos y envía media página de información al Equipo diocesano de Coordinación.

Ver más adelante: Comentario 2: LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR PRIMERO

CONTENIDO:

1.      La vida es un camino

2.     “Escuchar es más que oír”

3.     Las 3 reflexiones sinodales

Conclusiones

 

GUÍA 3. ABRIL: DISCERNIR COMUNITARIAMENTE LA VOLUNTAD DE DIOS

OBJETIVO:

-        Reconocer que ciertos acontecimientos son “signos de los tiempos”, es decir, llamadas de Dios.

-        Reconocer cuáles de las muchas palabras escuchadas son “Palabras de Dios”

-        Reconocer que discernir no es sólo mirar lo que está bien y lo que está mal, sino cuál es la voluntad de Dios en este momento de nuestra vida, nuestra Iglesia y sociedad.

CONVERSATORIO para discernir colectivamente lo que espera Dios de nosotros.

Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de manera circular.

1.     Motivación: Discernir comunitariamente la voluntad de Dios

“¡Quien escucha consejos llegará a viejo!”, con Justina y Luisa.

-        Justina: “Dime, comadre Luisa, ¿qué entendiste por ‘discernir juntos’? A mí se me hizo una pelota llena de nudos.

-        Luisa: A mí, me parece que ‘discernir’ es como ‘descifrar’ un enredo, entender el sentido de las cosas, detenernos para comprender lo que está pasando. Creo que es un poco como los consejos de las y los amigos de verdad y de los padres a sus hijos. Hay momentos en que sus consejos nos ayudan a entender qué quiere Dios de nosotros.

-        J.: Lo que fue para mí una novedad, es cuando el animador de nuestro grupo dijo que “no había que discernir sólo entre lo bueno y lo malo, porque eso puede ser muy subjetivo y limitado”. Dijo que teníamos que descubrir juntos “lo que el Espíritu santo nos quiere decir a través de las propias palabras de todas y todos”. Nunca había pensado que el Espíritu podía hablar a través de mí, de ti y de nosotros.

-        L.: Bueno, Luisa. A mí también, me parece nuevo y muy importante. Eso me hace acordar del padrecito anterior cuando llegó a nuestra parroquia. Al principio, pasaba su tiempo a preguntarnos, escucharnos y escribir lo que decíamos. Eso era nuevo para todos los animadores de la parroquia… a tal punto que, una noche al salir de nuestra reunión semanal, alguien dijo: “¡Nos ha tocado un padrecito que todo lo pregunta! Parece que no sabe nada. Estamos muy mal.”

-        J.: Y ¿qué pasó después?

-        L.: Nos dimos cuenta que el padrecito hacía un poco como Jesús que pasó sus primeros 30 años a mirar, escuchar, aprender y discernir, y sólo 3 a hablar, y seguía preguntando y escuchando. Creo que el padrecito quería saber cómo veíamos las cosas de la parroquia, las actividades a emprender, los puntos de vista a profundizar, lo que era más importante… Un día lo dijo: “El Espíritu habla a través de todos nosotros, en particular a través de los más sencillos. Eso lo anunció hace mucho tiempo el profeta Joel: ‘Por el Espíritu, sus jóvenes tendrán sueños y sus mayores, visiones’.”

-        J.: Entonces ‘discernir’ ha de ser eso: reconocer la voz del Espíritu en las palabras de nosotros los humanos para saber lo mejor que quiere Dios para nosotros.”

2.     Dialogo fraterno: Resumiendo el primer paso de la ‘escucha’.

-        Dialoguemos entre todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de estas 2 comadres?

-        De los desafíos que hemos conversado en la anterior reunión, ¿cuáles son los que nos parecen más relevante?

3.     Profundicemos 3 aspectos del proceso sinodal

1.     Discernir y decidir

-        ¿Qué herramientas tenemos a nuestra disposición para discernir la voz de Dios?

Mateo 16,2-3: ‘Interpretar los signos de los tiempos’.

-        ¿Cómo nos vamos a preparar para no quedarnos en palabras estériles?

2.     Dialogar

-        ¿Cuándo el diálogo nos ayuda a entender mejor las opiniones que intercambiamos?

Lucas 2,46: Jesús “sentado en medio de los maestros de la ley” en el templo de Jerusalén, a los 12 años, “escuchándolo y haciéndoles preguntas”.

-        ¿De qué manera nos ayuda a nosotros el modo de dialogar de Jesús?

3.     Formarse en sinodalidad

-        ¿Nos ayudan estas reuniones en ser más ‘sinodales’, es decir, más atentos a los demás, más participativos y más creativos?

Marcos 5,35-39: ‘Denles ustedes de comer’.

-        Jesús cuenta tanto con lo que tiene la gente como lo que pueden hacer sus apóstoles: ¿Qué enseñanzas sacamos para nosotros de esta actitud de Jesús?

4.     Palabras de los papas Francisco y Juan 23

“El camino de la sinodalidad es el cmino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.

"Debemos hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas".

“Ven, Espíritu Santo: Líbranos de convertirnos en una iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro” (Oración del Sínodo).

Papa Juan 23: “La Iglesia es de todos, pero más particularmente la Iglesia de los pobres” (1961).

-        ¿Qué comentarios hacemos de estas palabras de los papas Francisco y Juan 23?

5.     Palabra de Dios.

Lucas 24,20-27: ‘Les interpretó las Escrituras’.

-        ¿De qué manera va Jesús abriendo la mente de los 2 discípulos de Emaús?

-        Y ahora, ¿cuál de las palabras y señales escuchadas en este camino sinodal no parecen ser la voz de Dios?

-        ¿A qué tareas nos sentimos llamados después de estas reflexiones?

6.     Oración comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.

Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.

7.     Tareas, con miras a la próxima reunión

-        Preparar individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.

-        Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.

Ver más adelante: Comentario 3: EL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO

CONTENIDO:

1.     El arte del discernimiento

2.     La necesidad de un discernimiento comunitario

3.     Las 3 reflexiones sinodales

4.     Los desafíos que tenemos por delante

 

GUÍA 4. MAYO: ABRIR NUEVOS CAMINOS EN LA IGLESIA

Nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia (1ª parte)

OBJETIVOS: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia.

-        Continuar a caminar juntos para abrir caminos de manera consensuada. Eso quiere decir que vamos a ir despacio, al ritmo del grupo.

-        Retomar los desafíos que han surgido a lo largo de las etapas anteriores de ‘escucha’ y ‘discernimiento’, haciendo una lista, limitándose tal vez a los 5 que nos parecen mayores, más urgentes, más necesarios…

-        Escucharnos detenida y respetuosamente para comprender las soluciones propuestas y los posibles caminos a abrir… sin buscar resolverlo todo, pero sí, proponiendo soluciones concretas y caminos necesarios.

CONVERSATORIO para abrir juntos nuevos caminos.

Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de manera circular.

1.     Motivación: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia (1ª parte)

“¡Juntos: sí, podemos!”, con Justina y Luisa.

-        Justina: Comadre Luisa: Estoy preocupada por este camino sinodal. Varias hermanas y hermanos se preguntan si vale la pena continuar. Parece que muchos no quieren cambiar nada, ni en ellos mismos…

-        Luisa: Algunos, sí, pueden sentirse un poco desanimados… Son los que poco participan en la parroquia. No tienen costumbre que sí, a lo largo de los años, hemos cambiado personalmente y hemos puesto en marcha nuevas actividades. Por ejemplo, participamos del Consejo Parroquial.

-        J.: Es cierto. Pero a veces veo que el padrecito se pone pensativo, como si no supiera adónde tenemos que ir.

-        L.: Puede ser. Al padrecito, en el Seminario, se le ha enseñado todo lo que tiene que decir y hacer. No se le enseñó a escucharnos a los seglares, a decidir con nosotros, a preguntarnos cómo vemos las cosas. Nosotros también hemos recibido al Espíritu Santo en nuestro bautismo y nos sigue inspirando. He notado que el padrecito, en este camino sinodal, hace un esfuerzo para escucharnos. ¿No es una buena señal?

-        J.: Personalmente en el grupo de las CEBs* he aprendido a pensar y a expresarme. Al principio yo era ciega, sorda y muda, totalmente. Pensaba que era suficiente ir a misa los domingos y obedecer al padrecito. Descubrí que estamos llamados a crecer en todas las dimensiones tanto en lo humano como en lo cristiano. Descubrí también, tal como lo dijo Jesús, que “el Reino es lo único absoluto” y que todo lo que hacemos debe estar orientado a su crecimiento.

-        L.: Tienes razón, Luisa, pero ¿hace cuántos años que estás en las CEBs*? Muchas, ¿verdad? Por eso hemos cambiado, que somos capaces de realizar pequeñas cosas y que ahora juntos podemos realizar grandes cambios.

-        J.: Gracias, comadre Luisa, por iluminarme y confirmarme en el camino en que estamos. Sigamos adelante.

* ‘CEBs’ es ‘Comunidades Eclesiales de Base’.

2.     Dialogo fraterno:

-        Dialoguemos entre todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de estas 2 comadres?

-        Revisando la lista de los desafíos, ¿cuáles serían los criterios a utilizar para encontrar consensos sobre los caminos nuevos que podríamos abrir en nuestra parroquia?

3.     Volvemos a rezar la Oración al Espíritu Santo para el la preparación y realización del Sínodo

-        Recemos esta oración entre todos, pausadamente.

-        Luego, relacionándonos con la temática de hoy, nos decimos cuáles son las propuestas de caminos nuevos que nos parecen más oportunos para nuestra parroquia.

4.     Profundicemos 2 aspectos del camino sinodal

a)     Corresponsables en la misión

-        ¿Qué actividad misionera tenemos en nuestro grupo, nuestra parroquia…?

Lucas 1-6: Misión de los apóstoles

-        ¿Qué lecciones sacamos del envío en misión de los apóstoles de Jesús?

b)     Autoridad y participación

-        ¿Cuándo dificulta nuestra participación la autoridad de los sacerdotes y obispos?

Juan 13,12-16: ‘Jesús, el Maestro y Señor, lava los pies de sus apóstoles’.

-        Con este ejemplo, ¿qué mensaje nos da Jesús hoy a nosotros?

5.     Palabras del papa Francisco (2015)

. “El Pueblo de Dios no puede equivocarse en cosas de fe y de moral.

. Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender… para conocer lo que el Espíritu de la verdad «dice a las Iglesias».

. El carácter sinodal es una dimensión constitutiva de la Iglesia… «Iglesia y Sínodo son sinónimos».

. En la Iglesia es necesario que alguno «se abaje» para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino.

. Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz…

. En esta Iglesia, como en una pirámide dada vuelta, la cima se encuentra por debajo de la base.

. Con el Consejo pastoral… solamente en la medida en que permanece conectado con lo «bajo» y parten de la gente, de los problemas de cada día, puede comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal.

. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad.”

-        ¿Cuál de estas frases del papa Francisco nos llama más la atención y por qué motivo?

6.     Palabra de Dios. Mateo 9,16-17: “El vino nuevo en odres nuevos”.

-        ¿Cómo aplicamos a nuestra situación eclesial los 2 ejemplos de Jesús?

-        ¿A qué nos sentimos llamados con todas nuestras reflexiones?

7.     Oración comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.

Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.

8.     Tareas, con miras a la próxima reunión

-        Preparar individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.

-        Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.

Ver más adelante: Comentario 4: DESAFÍOS Y RESPONSABILIDADES

CONTENIDO:

1.     Desafíos de la Asamblea Eclesial de México

2.     Extractos del discurso del papa Francisco sobre “Iglesia sinodal” (2015)

3.     Las 3 reflexiones sinodales

 

GUÍA 5. JUNIO: ABRIR NUEVOS CAMINOS EN LA IGLESIA

Nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia (2ª parte)

OBJETIVOS para consensuar caminos nuevos.

-        Sigamos con los desafíos a lo cuales no henos dado sugerencias para que la participación de los seglares sea más real y efectiva, para avanzar hacia una Iglesia en manos de los seglares.

-        Nuestras sugerencias tocan los contenidos del mensaje que damos como bautizados. Toca también las personas, porque debemos convertirnos en servidores de una Iglesia participativa. Y a de tocar ciertas estructuras como el ministerio, la toma de decisiones, la liturgia, la catequesis, los sacramentos…

-        Al llegar el cambio de ciertas estructuras eclesiales, no entremos en discusiones, sino escuchémonos y busquemos los puntos donde podemos encontrar un consenso.

-        Dejemos que el Espíritu santo inspire los obispos ecuatorianos y latinoamericanos, como también los que participarán en el Sínodo.

CONVERSATORIO para escucharnos amistosamente

Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de manera circular.

1.      Motivación: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia mediante consensos

“Tengan paciencia y tenacidad para llegar lejos”, con Justina y Luisa.

-        Justina: Comadre Luisa, parece que, con nuestras reuniones del camino sinodal, hemos llegado a lo más difícil: dar sugerencias concretas para cambiar nuestra organización eclesial. Hasta ahora en nuestra parroquia, desde años, bien pocas cosas hemos cambiado.

-        Luisa: Sí, comadre Justina, los tiempos cambian y las personas también, pero las estructuras eclesiales bien poco. Las mujeres somos mayoría y quienes deciden son casi siempre el sacerdote con unos pocos varones. Los jóvenes están en otra onda. Mucha gente ya no viene a la iglesia. El número de sacramentos disminuye. La participación en la misa es activa, pero hay menos gente que se acerca a la misa y los sacramentos…

-        J.: Yo me siento perdida con todas las sugerencias que se ha presentado para abrir caminos nuevos, porque van en todas las direcciones.

-        L.: Personalmente pienso en lo que nos dijo el diácono. “Lo importante son las conversiones que tenemos que dar: conversión de cada persona, conversión de los grupos, conversión eclesial para acercarnos al Evangelio y conversión de las estructuras que nos parecen inútiles o caducas”.

-        J.: He notado, por ejemplo, que varios grupos decían que, frente a la escasez de sacerdotes, las y los seglares podíamos asumir hasta la carga de párroco…

-        L.: También salió varias veces que los sacerdotes se deberían casar o, tal vez mejor, que haya sacerdotes célibes y otros casados.

-        J.: Todo esto es sugerencias que se han de tomar en cuenta y resolver a distintos niveles. Aquí, nosotros tenemos que ir paso a paso: ver lo que hay que cambiar al nivel parroquial y con el obispo será a nivel diocesano. Las sugerencias mayores serán tratadas al nivel nacional y continental.

-        L.: Sí, comencemos al nivel local empezando por lo que nos parece más urgente o más importante. Si aceptamos las sugerencias, buscaremos consenso sobre la manera de abrir nuevos caminos.

-        J.: Creo que lo más importante de la conversión y de los cambios es hacia dónde apuntamos y qué queremos lograr. Estamos para testimoniar del Evangelio de Jesús y de colaborar a la construcción de su Reino. ¡Que el Espíritu nos ilumine!

2.      Dialogo fraterno lleno de paciencia y creatividad.

-        Dialoguemos entre todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de estas 2 comadres?

-        Resumamos lo que hemos avanzado en las sugerencias.

-        Veamos otros desafíos que parecen importantes y sigamos escuchándonos entre todos para encontrar nuevos caminos.

3.      Volvemos a rezar pausadamente la Oración al Espíritu Santo para el la preparación y realización del Sínodo

4.      Profundicemos 2 aspectos más del camino sinodal

a)     Celebrar los sacramentos

-        ¿Cómo podríamos celebrar los sacramentos de manera renovada?

Lucas 15,15-6: Ofrecernos colectivamente a Dios.

-        Mirando la misión de Pablo, ¿cómo podemos definir nuestra misión?

b)     Con otras confesiones cristianas

-        ¿Cómo nos relacionamos positivamente con los evangélicos y los rituales de los indígenas y de los negros?

Juan 4,16-24: Los verdaderos adoradores del Padre.

-        A través del mensaje a la samaritana, ¿qué nos quiere dar a entender Jesús con relación a los cultos evangélicos y a los rituales de los indígenas y de los negros?

5.      Palabra de Dios. Apocalipsis 3,14-22: ‘Reprendo y corrijo a los que amo’.

-        En esta lectura, ¿cuál es el mensaje que quiere dar Juan a la Iglesia de Laodicea?

-        ¿De qué maneras podemos aplicar este mensaje a nuestra realidad eclesial actual?

-        Concluyamos por el momento: ¿Qué prioridades vamos a llevar adelante para la renovación de nuestra Iglesia?

6.      Oración comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.

Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y Bendición final.

7.      Tareas, con miras a la próxima reunión

-        Preparar individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.

-        Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.

Ver más adelante: Comentario 5: COMUNIÓN, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN

CONTENIDO:

1.      El camino sinodal: Comunión, participación y misión

2.      Grande es la crisis en nuestra Iglesia

3.      Profundicemos 2 aspectos del camino sinodal

4.      El papa Francisco nos da el sentido del cambio eclesial que necesitamos

5.      Más que nunca es tiempo de la fraternidad


 

CONCLUSIÓN: EL PROCESO SINODAL VA POR DELANTE…

A. SIGUE EL PROCESO SINODAD AL NIVEL NACIONAL, LATINOAMERICANO Y MUNDIAL

1.     La primera fase del proceso sinodal termina en junio.

Es la parte que tocaba a todos los bautizados: Escucharse, discernir y abrir caminos. En este caminar están las parroquias, los movimientos apostólicos, las CEBs, las escuelas y colegios católicos, las universidades católicas, los grupos cristianos aislados…

2.     En julio, se dan el ‘presínodo’ y la entrega de síntesis diocesana.

3.     En agosto, le toca a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

Los obispos van a recoger todos los aportes, para hacer una presentación nacional de todo lo que se dijo y sugirió.

4.     Luego será la reunión de los obispos latinoamericanos.

Se reunirán en una Conferencia Episcopal latinoamericana para procesar los aportes de los distintos países de América Latina y El Caribe.

5.     Finalmente, le tocara a la secretaría del Sínodo en el Vaticano.

Luego las Conferencias Episcopales de cada continente enviarán sus aportes al Vaticano. Allí una secretaría unificará los aportes de los distintos continentes. El resultado se conformará en lo que será el Documento de Trabajo del Sínodo de 2023.

He aquí la dirección de la secretaría del Sínodo, en el Vaticano, a la que nos podemos dirigir: Cristina Inogés, https://www.synod.va/en.html

B. Y NOSOTROS SEGUIREMOS EN EL PROCESO SINODAL…

1.     Seguiremos en la profundización del camino sinodal

Por una parte, tenemos que aprender más sobre lo que es la Sinodalidad.

-        Mucho se está escribiendo sobre este tema que descubrimos como constitutivo de la vida eclesial y que ha sido marginado durante muchos siglos. Necesitamos profundizar individual y colectivamente sobre los distintos aspectos de la Sinodalidad. Será necesario leer, hacer folletos y talleres sobre este tema.

-        Necesitamos conocer los aportes de los distintos grupos diocesanos que se han reunido para conocer sus puntos de vistas, sus reflexiones y sus propuestas de nuevos caminos para la Iglesia.

2.     Seguiremos hacia una Iglesia sinodal

Por otra parte, y eso es lo más importante, tenemos que implementar a nuestro nivel las sugerencias y eso, a varios niveles.

-        Al nivel eclesial: Tenemos que comenzar a ser más realmente una Iglesia sinodal. No ser trata de esperar qué dirán los obispos y el papa sobre la Sinodalidad, sino empezar a hacer realidad lo que podemos y debemos poner en marcha en nuestra vida personal y familiar, en nuestros grupos y nuestras parroquias, en nuestras zonas y nuestra diócesis. Vamos a abrir nuevos caminos que están a nuestro alcance. Muchas de las sugerencias que hemos hecho pueden comenzar a ponerse en marcha poco a poco. También los espacios y los grupos que viven ciertas formas de sinodalidad deben sentirse confirmados para fortalecer este camino de iglesia sinodal y compartir sus experiencias.

-        Al nivel social: La Sinodalidad es una manera de vivir en nuestra Iglesia de manera más participativa, más respetuosa de todos, más digna para los pobres y marginados. Es una manera de concebir la autoridad como un servicio y no un aprovechamiento ni una dominación… Etc. Por eso el papa Francisco nos señaló: “Nuestra mirada se extiende también a la humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad.”

C. CELEBRAR EL CAMINO RECORRIDO

Las CEBs suelen añadir una 4ª etapa en método de reunión después del ‘ver la realidad’ (la escucha), del ‘juzgar o iluminar’ (el discernir) y el ‘actuar’ (los nuevos caminos). Es la celebración que permite, por una parte, profundizar la fraternidad, las experiencias, la fe y el compromiso, y, por otra, reconocer y agradecer entre nosotros la presencia de Dios, la resurrección de Jesús, la acción del Espíritu Santo y el crecimiento del Reino.

Esta celebración podría hacerse a varios niveles: En nuestros grupos, en nuestra parroquia, en nuestra zona y al nivel diocesano. Podría tener 4 tiempos

1.     El compartir de nuestras experiencias tanto las vividas durante el camino sinodal de los meses pasados, como las que ponen en marcha o incrementen una Iglesia sinodal entre nosotros.

2.     El alegrarnos por el camino recorrido y nuestra nueva forma más sinodal de ser Iglesia.

3.     El evaluarnos sobre los avances alcanzados y sobre los vacíos que todavía quedan pendientes.

4.     El programar nuevos pasos tanto al nivel eclesial para profundizar sobre la Sinodalidad y su implementación, como al nivel social para conocer los impactos que están teniendo esta nueva manera de ser Iglesia.

Que el Espíritu santo nos siga guiando y fortaleciendo para avanzar hacia una Iglesia renovada en sus opciones y estructuras. Que nos ayude a ser atentos a los pobres, humildes y marginados que son los preferidos de Dios y los herederos del Reino. De esta manera iremos creciendo como Iglesia en “comunión, participación y misión”. Responderemos así a nuestra triple misión de bautizadas y bautizados: ser profetas, sacerdotes y reyes pastores, al servicio del Reino de Dios.

“En realidad, todos estamos en la misma barca y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya más otros, sino solo un nosotros, grande como toda la humanidad.

Por eso, aprovecho la ocasión para hacer un doble llamamiento a caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, dirigiéndome ante todo a los fieles católicos y luego a todos los hombres y mujeres del mundo”, papa Francisco.


 

3ª parte :  COMENTARIOS DE LOS TEMAS

CONTENIDO: Las 5 guías y sus comentarios

Introducción: Itinerario hacia una Iglesia sinodal.

1.     Sínodo y sinodalidad desde ya

2.     La importancia de escuchar primero

3.     El discernimiento comunitario

4.     Desafíos y responsabilidades (1ª parte)

5.     ‘Comunión, participación y misión’ (1ª parte)

 

INTRODUCCIÓN :  ITINERARIO  HACIA  UNA  IGLESIA  SINODAL

1.     La pandemia está revelando Las debilidades de nuestra Iglesia

-        Indiferencia religiosa creciente.

-        Desinterés de los jóvenes.

-        Aislamiento y autoritarismo de los sacerdotes.

2.     Necesidad de renovar nuestra Iglesia en profundidad

-        Descentralizar la parroquia a partir de los seglares.

-        Conformar Comunidades vivas.

-        Relacionar la fe con la vida.

-        Unir oración y acción.

3.     Las fallas necesitan unos grandes cambios

-        Cambio de vida: Dejar el consumismo, la TV, el celular…

-        Cambio de costumbres religiosas.

-        Cambio en las actitudes del sacerdote.

-        Cambio de estructuras obsoletas

4.     Propuesta del papa Francisco: La sinodalidad

-        Caminar y actuar juntos como iguales.

-        Las CEBs somos un ejemplo de Iglesia sinodal: Señaladas 3 veces por la Asamblea Eclesial de México en noviembre pasado. Sugerencias: Conocerlas y multiplicarlas.

5.     Novedades que poner en marcha

Desplazar la centralidad:

-        El centro no es la casa parroquial ni el templo, sino el barrio.

-        Lo más importante no es el sacerdote, sino la Comunidad.

-        La prioridad no es la Iglesia, sino el Reino.

No tanto integrar a los jóvenes, sino darles protagonismo.

6.     Las resistencias no faltarán

-        De los sacerdotes que no han sido preparados para esta nueva forma de ser Iglesia,

-        De los grupos espiritualistas, que se limita a lo religioso.

-        De los parroquianos tradicionalistas que no quieren más que ritos individualistas.

7.     Invitación a reuniones con unos 5 temas de conversatorios

-        ¿Cuál es la situación de nuestra parroquia y de nuestra Iglesia?

-        ¿Qué espera Dios de nosotros las CEBs y los miembros de las CEBs?

-        ¿Qué sugerencias de nuevos caminos a abrir vamos a hacer?

¡ SUERTE  EN  ESTE  ITINERARIO  HACIA  UNA  IGLESIA  SINODAL !


 

Comentario 1: SINODO Y SINODALIDAD DESDE YA.

A. ¿QUÉ ES UN SÍNODO? ¿QUÉ ES LA SINODALIDAD? Y ¿QUÉ ESPERA DE NOSOTROS EL PAPA FRANCISCO?

1.     ¿Qué es un Sínodo?

-        Es una reunión regular desde 1975 de unos obispos y cardenales de cada país para orientar al papa sobre un tema particular.

-        Los obispos de cada país podían invitar ciertas personas y grupos cristianos a aportar sus opiniones sobre el tema a tratar durante el Sínodo.

-        La novedad que quiere el papa Francisco para el Sínodo de 2023 es la máxima participación de todas y todos los bautizados, con especial atención a los más humildes, pobres y marginados.

-        Por eso el papa Francisco sugirió una preparación en 3 pasos: 1. La escucha amistosa. 2. El discernimiento comunitario. 3. Las sugerencias para abrir nuevos caminos eclesiales.

-        El tema del próximo Sínodo de 2023 es “la Sinodalidad”.

-        El lema del próximo Sínodo de 2023 es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

2.     Dos definiciones complementarias de lo que es ‘Sinodalidad’.

-        1ª definición

Sinodalidad es caminar juntos

para escucharnos,

discernir la voz de Dios

y abrir caminos nuevos para ser una nueva manera de ser Iglesia al servicio del Reino.

-        2ª definición

La sinodalidad es sentarnos en la misma mesa

con el mismo vestido blanco de nuestro bautismo

para conversar juntos de los problemas que nos aquejan

Y poner en marcha los sueños que nos habitan.

 

B. LAS ENSEÑANZAS DEL EPISODIO DE “JESÚS CON 2 DISCÍPULOS DE EMAÚS” (Lucas 24,13-35)

Jesús nos enseña los 4 pasos de toda Evangelización (Lucas 24,13-35).

-        Primer paso (13-17). El tiempo de la escucha amistosa: Jesús se acerca, pregunta y escucha.

-        Segundo paso (17-24). El tiempo de la iluminación gozosa: Jesús ayuda a los discípulos a discernir la presencia y voluntad de Dios.

-        Tercer paso (25-28). El tiempo del compartir fraterno: Jesús se queda con los discípulos para cenar con ellos y reconocen a Jesús.

-        Cuarto paso (29-35). El tiempo de la acción decidida: el anuncio y la celebración: Los 2 discípulos anuncian y celebran la presencia de Jesús resucitado en medio de ellos.

C. EL CAMINO SINODAL: ¿Adónde nos quiere llevar el papa Francisco?

1.     Diferenciar ‘meta’ y ‘camino’

a)     Recordemos el lema del Sínodo: “Hacia una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

b)     La meta del Sínodo de 2023 es ir “hacia una Iglesia sinodal”

-        El papa llama a todas y todos los cristianos a conformar una Iglesia sinodal donde todas y todos somos iguales con responsabilidades compartidas para evangelizar en la nueva realidad social y cultural de ahora.

-        El papa Francisco nos invita a volver al testimonio de Jesús y a la práctica de la primeras Comunidades cristianas: Habrá que confirmar los que nos asemeja a mensaje evangélico original y purificar lo que no corresponde a este mensaje.

c)     Los 3 caminos propuestos orientan nuestros compromisos

-        La “comunión”: Nos unimos en torno a nuestra misión bautismal: Ser Pueblo de Dios como profetas, sacerdotes y reyes pastores.

-        La “participación”: Nos responsabilizamos para emprender las tareas necesarias para colaborar en la construcción del Reino de Dios.

-        La “misión”: Nos organizamos en comunidades fraternas que anunciamos la Buena Nueva del Reino, “lo único absoluto” (Pablo 6° Mateo 6,33). En eso consiste la Evangelización

d)     El camino sinodal tiene 3 etapas principales: “Escucharnos amistosamente, discernir comunitariamente la voz de Dios y abrir caminos nuevos”.

-        Escuchar que es más que oír. Nos escucharemos detenida y amorosamente, en particular los más humildes.

-        Discernir comunitariamente que es más que calificar lo bueno y lo malo: Es reconocer la voluntad de Dios en la voz de todos y más particularmente de los pequeños.

2.     Las tareas del camino sinodal: Conversatorio, Síntesis y Entrega al Equipo Diocesano de Coordinación

a)     El camino sinodal nos exige 3 tareas principales

-        Conversatorios mensuales o reuniones de cristianas y cristianos que nos escuchamos, con una particular atención a los más humildes, pobres y marginados.

-        Síntesis mensuales de los conversatorios de media página para cada conversatorio.

-        Entrega mensual de la síntesis al Equipo diocesano de Coordinación.

b)     El camino sinodal se compone de 5 etapas hasta finales del mes de junio.

-        Febrero: Entender lo que el papa Francisco espera de nosotros para el Sínodo y la Sinodalidad.

-        Marzo: Escucharnos amistosamente sobre los impactos de la pandemia en nuestra Iglesia.

-        Abril: Discernir comunitariamente los mensajes de Dios para la renovación de nuestra Iglesia.

-        Mayo y Junio: Encontrar consensuadamente los nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia.


 

Comentario 2: LA IMPORTANCIA DE ESCUCHAR PRIMERO.

Tal vez hayamos escuchado estos criterios: “Si tenemos 2 oídos y una sola boca, es para dedicarnos a escuchar un tiempo 2 veces mayor al de hablar”. Y el segundo criterio: “Quien no escucha no tiene derecho a halar”.

Si nos detenemos en Jesús, vamos a descubrir que Jesús era una persona que, por una parte, sabía hacer silencia y escuchar y, por otra, sabía preguntar.

A. LA VIDA ES UN CAMINO…

Les dejo una confidencia personal. “¡Cuando era joven! ...”, una frase me dejó muy pensativo: “La libertad es un camino hacia la realización plena de cada uno”. Nuestra realización, y por lo mismo nuestra felicidad, depende de nosotros: Somos nosotros que nos construimos o no destruimos. Somos peregrinos y mendigos hacia la felicidad: Peregrinos porque la existencia feliz es una búsqueda constante. Mendigos porque necesitamos de otros, de la naturaleza de Dios para acertar y levantarnos cuando erramos.

La sinodalidad es la manera de caminar juntos en todas las dimensiones de la vida: personal, familiar, profesional, religiosa, social… El papa Francisco nos ofrece una nueva posibilidad de lograr nuestra plena realización que no se puede hacer sin los demás, sin la naturaleza, sin Dios.

B. “ESCUCHAR ES MÁS QUE OÍR”

Todos oímos los ruidos, las palabras, la música, el paso del viento… Pero “escuchar” es prestar atención, es buscar entender qué sentidos tienen los ruidos, las palabras, la música, el viento. Por eso en la Biblia, siempre se repite esta palabra: “¡Escucha, Israel…!” Por eso Jesús decía: “Escuchen esta parábola”.

Perdemos el rumbo de la vida porque no sabemos escuchar no sólo a las personas, sino la naturaleza y a Dios. Muchas personas no soportan el silencio y la soledad… Su vida no tiene rumbo ni sentido: Son como la hoja que pasea el viento, por allí por allá, por adelante y por atrás… No saben ni quiénes ni adónde van son ni a qué sirven.

Las personas estamos para ayudarnos a encontrar el camino de una vida feliz. Entonces hay que callar y prestar atención a cómo viven y qué dicen. También la naturaleza nos ayuda encontrar el camino de una vida feliz porque es una reserve inagotable de sabiduría: De ella venimos y a ella vamos, nos alimenta y nos cura, nos enseña a luchar, a mirar, a hacer silencio, a ser tenaces… Dios es la fuente de la vida, del amor y de la felicidad y se comunica con nosotros de múltiple manera si sabemos tomar el tiempo de escucharlo y reconocer su voz En todo eso no ayuda la comunidad: La comunidad es la garantía para no equivocarnos, no errar, no estrellarnos.

La sinodalidad es caminar juntos hacia una felicidad común que Jesús llamó el Reino. La Iglesia es la comunidad de los que seguimos a Jesús para esta meta. Aprovechemos este tiempo para evaluar dónde nos encontramos individual y colectivamente en las diversas dimensiones de nuestra vida, en particular religiosa y social.

C. LAS 3 REFLEXIONES SINODALES

1.      “Compañeros de viaje”

Todos estamos en camino… Todos somos compañeros de viaje en el camino de la vida. Tomemos conciencia de esto: ¿Quiénes nos rodean? ¿Con quiénes hablamos y con quiénes no? ¿A quiénes tomamos en cuenta a quienes no?

La palabra “compañero” viene de ‘con’ y de ‘pan’: Es aquel con quien comparto el pan, el pan material, pero también el pan de la amistad, de las alegrías y de las penas, el pan de la fe, de la Palabra de Jesús y de la Eucaristía.

Jesús se hizo nuestro compañero de viaje… a imagen de lo que hizo con los discípulos de Emaús. Tuvo la iniciativa de acercarse, comenzó preguntando sobre ellos (“¿Por qué esa cara triste?). Luego siguió preguntado la razón de su desconcierto (“¿Qué pasó?”). Jesús es nuestro compañero de viaje si aceptamos caminar con él y conversar con él, porque sigue caminando y acercándose a nosotros, nos sigue preguntando cómo nos sentimos y qué es lo que está pasando en nuestro mundo y nuestra Iglesia que no entendemos.

2.      “Escuchar”

Es el primer compromiso de este camino sinodal. Escuchar no sólo callar, es prestar atención, es respetar, es dejar de un lado los prejuicios. La escucha nos exige no sólo prestar el oído a lo que dicen los demás, sino también tener la mente atenta y el corazón abierto, un espíritu respetuoso de lo que dicen los demás, estemos o no de acuerdo, nos guste o no nos guste, sobre todo cuando hacen unas críticas reales y positivos. Iremos haciendo la experiencia que nos cuestan estas actitudes de verdadera escucha.

Es a este precio que lograremos entender lo que no marcha bien en nuestra vida, en la vida de la Iglesia y de la sociedad. Si no somos capaces de entender “lo que está pasando”, tampoco encontraremos para resolver las incomprensiones y los problemas que nos aquejan y detienen nuestro caminar y compromiso como Iglesia.

3.      “Tomar la palabra”

Estamos hechos para expresarnos, para aportar de nuestra originalidad única… Y nos acostumbramos a tenerlo todo hecho, pensado y dicho. Así pasamos a ser ‘Don Nadie’. Una buena organización social es el resultado de nuestros aportes en hechos y palabras. Igual en la Iglesia: el bautismo nos ha hecho a todos iguales en dignidad, en derechos y deberes. Preguntémonos si dejamos hablar a los demás y si les imponemos nuestros puntos de vista sin que puedan decir su palabra…

Después de escuchar, este camino sinodal es la oportunidad para hablar. El clero ha acaparado la palabra y la verdad: ha marginado la palabra y la verdad de los demás bautizados. El papa nos da la oportunidad de hablar, de expresarnos, de decir nuestra verdad, de ser tomados en cuenta. Escuchémonos, hablemos, demos a otros la posibilidad de hablar…

CONCLUSIONES

-        Todas y todos somos compañeros de viaje para el gran proyecto de una Iglesia más fraterna y participativa al servicio del Reino.

-        Aprendamos a escuchar, es decir prestar atención a la verdad de los demás. Aprendamos a callar, a hacer silencio. La palabra de los demás tiene gran valor, porque cada uno es parte de la Palabra de Dios.

-        Conozcamos la verdad que los demás nos quieren revelar y regalar de parte de Dios, porque Dios nos habla por medio de los demás y en particular de los más pobres y sencillos.

-        Descubramos lo que está pasando especialmente en nuestra Iglesia y que se nos ha escapado. Descubramos las causas para poder acertar en los remedios.

-        Retomemos lo escuchado, lo dicho, lo meditado en unos momentos de silencio y de encuentro con Dios, y no nos olvidemos de conversarlo en Comunidad.


 

Comentario 3: EL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO.

Para el discernimiento, se nos invita a hacerlo comunitariamente. Esto significa que sólo no podemos estar totalmente seguros si acertamos en nuestra manera de pensar si nos quedamos solos, sin dialogar con otros, particularmente en Comunidad. Tenemos que saber los cristianos que seguimos a Jesús en Comunidad. Eso es la función del bautismo: Entrar a formar parte de la Comunidad de los que decidimos seguir a Jesús.

A. EL ARTE DEL DISCERNIMIENTO

Los cristianos somos quienes no sólo conocemos a Jesús, sino que lo reconocemos vivo y activo en medio de nosotros. Nos toca une esfuerzo de discernimiento. Ahora analicemos en dónde Dios y Jesús se hacen presentes:

-        En la naturaleza, porque es vida y en constante creación y mejoramiento, porque Dios la habita.

-        En las personas, porque todas y todos somos ‘imagen y semejanza’ de Dios.

-        En los acontecimientos positivos porque la fraternidad, el amor, la belleza, la justica, la fe… son signos y sacramentos de Dios.

-        En la Biblia, porque nos cuenta el relata del pueblo de Jesús que hizo en su vida y su historia la experiencia de Dios.

-        En las demás religiones, porque nos revelan las comunicaciones de Dios y sus comunicaciones con Dios.

-        En nuestra propia conciencia, si sabemos hacer silencio, oración y meditación.

De esta manera nos damos cuenta de las múltiples revelaciones de Dios. La Comunidad nos ayuda a no equivocarnos sobre Dios y lo que él nos quiere decir. Discernir, entonces, es la gran tarea de cada uno de nosotros.

B. LA NECESIDAD DE UN DISCERNIMIENTO COMUNITARIO

1.      Discernir en Comunidad

Para este camino sinodal, se nos invita a hacer no sólo un discernimiento personal, sino también comunitario. La Comunidad es absolutamente indispensable… Recordemos lo que escribe san Pedro en su 1ª carta: “Sépanlo bien: Ninguna profecía (o Palabra de Dios) puede ser interpretada por cuenta propia” (1,20-21)…

La Comunidad cristiana es la garantía de que, si nos confirma, lo que pienso es acertado. Todavía es mejor si esta Comunidad está conformada por pocos miembros y si se reúne de manera regular para profundizar lo que acontece, lo que pensamos, lo que creemos, lo que hacemos y buscamos. La vida es relaciones, interdependencia, ayuda mutua… Nos enriquecemos al relacionarnos de manera profunda, dialogada y creativa. ¡Pobres de quienes viven aislados y piensan tener toda la verdad sin jamás equivocarse! Su vida es un fracaso total.

2.      Discernimiento en las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base)

a)     El método de las CEBs: Un método de reunión y de vida

-        Las CEBs nos inspiramos del método de los grupos cristianos llamados “Acción Católica Obrera”, nacidos en Europa en los años ’30 del siglo pasado, en particular de la JOC (Juventud Obrera Católica).

-        Su método de reunión tenía 3 etapas: 1. Ver o analizar la realidad descubrir las causas de lo que sucedía. 2. Juzgar o iluminar a la luz de la Palabra de Dios y de los Documentos eclesiales. 3. Actuar.

-        Vemos un parecido bastante grande con la propuesta con la metodología de Jesús con los discípulos de Emaús y la preparación del Sínodo: 1. Escuchar amistosamente. 2. Discernir comunitariamente. 3. Decidir consensuadamente.

-        Hay que decir que siguen este mismo método el mayor documento del Concilio “Alegría y Esperanza” (Gaudium et Spes) y la mayoría de los Documentos conclusivos de la Conferencias Episcopales Latinoamericanas.

b)     La Asamblea Eclesial de México (nov de 2021) confirmó el carácter sinodal de las CEBs

La Asamblea Eclesial cita por 3 veces a las CEBs en la lista de desafíos que sacaron los participantes a este Asamblea:

-        “15. Promover más decididamente las comunidades eclesiales de base (CEBs) y pequeñas comunidades como una experiencia de Iglesia sinodal.          

Descentralizando la estructura y acción eclesial-parroquial a través de las Comunidades Eclesiales de Base …”

-        “18. Identificar y revisar las estructuras pastorales caducas para la transmisión de la fe, y abrazar la piedad popular como camino de nuestra Iglesia.         

Incorporando a los miembros de las Comunidades Eclesiales de Base …”.

Las CEBs tienen una especial importancia y responsabilidad en este camino sinodal.

C. LAS 3 REFLEXIONES SINODALES

1.      “Discernir y decidir”

-        Notemos que se nos invita a no quedarnos sólo en el discernimiento, sino que tenemos que llegar a la toma de decisiones.

-        Recordemos que la meta del discernimiento es el reconocimiento de la voluntad de Dios. Una vez discernidos los llamados de Dios, tenemos que decidir y actuar en consecuencia.

-        Por eso tenemos que cumplir con los 3 pasos de este camino sinodal: 1. Escucharnos. 2. Discernir juntos. 3. Abrir nuevos caminos.

2.      Dialogar

-        La escucha se va complementando con el diálogo. Este consiste en ‘escuchar, hacer preguntas’ y … escuchar las respuestas…

-        El episodio de cuando Jesús se quedó con los maestros de la ley en el templo de Jerusalén a los 12 años nos da 3 lecciones muy importantes (Lucas 2,46): 1. Jesús estaba “sentado en medio de los maestros de la ley”, porque nadie es más grande que nadie. 2. Tenía una doble actitud: “escuchándolos y haciéndoles preguntas”. Notemos que Jesús comienza por escuchar y luego hace preguntas… para aprender de verdad. 3. Al final del episodio se nos dice que “su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lucas 2,51).

-        Conservemos 4 lecciones para un enriquecedor diálogo: Escuchar atentamente, preguntar confiadamente, escuchar respetuosamente la respuesta y ‘conservar estas cosas en nuestro corazón’.

3.      Formarse en la sinodalidad

-        Por supuesto tenemos que leer informaciones sobre la sinodalidad y muchas y buenas informaciones se está escribiendo sobre esta temática desde un año, tanto de parte del papa Francisco como de muchos comentaristas y estudiados.

-        Pero la sinodalidad es una manera de vivir y actuar… En eso las gentes de la CEBs pueden ser nuestros maestros ya que forman una Iglesia sinodal, la iglesia de los Pobres. Me parece que esta preparación colectica que estamos llevando adelante es una buena manera de practicar la sinodalidad, porque vivimos la “comunión, participación y misión”. Practiquemos también esta sinodalidad en nuestra familia…

-        Que imitemos a nuestra madre María que “guardaba todas estas cosas en su corazón”.

D. LOS DESAFÍOS QUE TENEMOS POR DELANTE

En esta parte, antes de continuar, para ver las alternativas, o sea, los caminos que hay que abrir, tenemos que saber cuáles son los principales desafíos que han surgido.

-        Así, el animador y la secretaria retoman tienen que retomar los resúmenes mensuales para hacer una lista de estos desafíos y tratar de ponerlos por orden de importancia. También se puede unir los que tocan la misma temática.

-        Se presentará al grupo dicha lista de desafíos, preguntando a los participantes si no se ha olvidado de algún desafío más que habría que añadir a la lista. Al comenzar la reunión se podría limitar el número de desafíos a 5 principales.

-        Los que se va a hacer en las 2 próximas reuniones es encontrar alternativas a estos desafíos, sugerir caminos que ayuden a superarlos y, como dice la 3ª etapa de este camino sinodal, comenzar a encontrar soluciones para “abrir caminos nuevos” en nuestra Iglesia.

Parece que fuera bueno, al comienzo de esta reunión, rezar juntos la Oración del Sínodo hecha por el papa Francisco. ¡Suerte! Hasta aquí el Espíritu Santo les ha acompañado bastante de cerco y va a continuar de hacerlo para el bien de cada uno, del grupo y de la Iglesia local.

 

Comentario 4: DESAFÍOS Y RESPONSABILIDADES.

A. DESAFÍOS DE LA ASAMBLEA ECLESIAL DE MÉXICO

He aquí los 12 desafíos que salieron en la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe (nov. de 2021). Seguramente muchos de estos desafíos coinciden con los nuestros.

Ver la realidad eclesial y social

1.      Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados.

2.      Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación.

Iluminar esta realidad

3.      Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente.

4.      Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral.

5.      Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo.

Actuar individual, colectiva y estructuralmente

a). En lo eclesial

6.      Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.

7.      Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación.

b). En lo social

8.      Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.

9.      Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.

10.  Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia.

11.  Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía.

12.  Acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.

B. EXTRACTOS DEL DISCURSO DEL PAPA SOBRE ‘IGLESIA SINODAL’ (nov. de 2015)

·        “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.

·        El Pueblo de Dios está constituido por todos los Bautizados… no puede equivocarse en creer… muestra su consenso universal en cosas de fe y moral» (Concilio Vaticano II).

·        Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar «es más que oír». Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender… para conocer lo que Él (Espíritu de la verdad) «dice a las Iglesias» (Apocalipsis 2,7).

·        El carácter sinodal… (es) dimensión constitutiva de la Iglesia… Dice San Juan Crisóstomo, «Iglesia y Sínodo son sinónimos» – porque la Iglesia no es otra cosa que el «caminar juntos» de la Grey de Dios por los senderos de la historia que sale al encuentro de a Cristo Señor – entendemos también que en su interior nadie puede ser «elevado» por encima de los demás. Al contrario, en la Iglesia es necesario que alguno «se abaje» para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino.

·        Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz… (Mt 20, 25-27).

·        En esta Iglesia (sinodal), como en una pirámide dada vuelta, la cima se encuentra por debajo de la base (Cfr. Jn 13, 1-15).

·        El Consejo presbiteral, el Colegio de los Consultores, el Capítulo de los Canónigos y el Consejo pastoral. Solamente en la medida en la cual estos organismos permanecen conectados con lo «bajo» y parten de la gente, de los problemas de cada día, puede comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal: tales instrumentos, que algunas veces proceden con cansancio, deben ser valorizados como ocasión de escucha y de participación.

·        Nuestra mirada se extiende también a la humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones (cfr. Is 11, 12) (para) el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.”

C. LAS 2 REFLEXIONES SINODALES

1.      Corresponsables en la misión

-        Ser ‘corresponsables’ significa sentirnos y ser efectivamente responsables juntos, todas y todos los bautizados.

-        La misión es la colaboración activa, individual y colectiva para hacer acontecer el Reino de Dios entre nosotros y en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad. “El Reino es lo único absoluto; el resto es relativo”, decía el papa Pablo 6° en 1975 (Carta ‘El anuncia del Evangelio’, 8).

-        En la misma carta escribió también: “La Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos, el deber de ayudar a que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma y hacer que sea total. Todo esto no es extraño a la evangelización” (30).

-        La misión nos lleva prioritariamente a la solidaridad con los pobres. Incluye también la promoción de los Derechos Humanos con la ayuda de la Doctrina Social de la Iglesia, y la defensa de naturaleza y el cuidado del Medio Ambiente.

2.      Autoridad y participación

-        Deberían 2 actitudes que se complementan, porque la autoridad eclesial está al servicio del Pueblo de Dios y porque la participación de los bautizados en todos los espacios y niveles de la Iglesia es un derecho y un deber.

-        La realidad del ‘clericalismo’ pervierte la expresión de la autoridad que pasa a ser la de un pequeño dictador que hace y deshace, quita y pone, ordena y castiga… según le da la gana y sin ningún control.

-        En cuanto a la participación de los seglares en la vida, decisión y misión de la Iglesia, no siempre se encuentra gente dispuesta a dar de su tiempo y de sus talentos. Por otra parte, muchos prefieren su comodidad y tranquilidad, aduciendo que “siempre se ha hecho asó y nada tiene que cambiar”.

-        "No se queden 'atrincherados' en la sacristía. Hay un mundo que espera el Evangelio", acaba de decir el papa Francisco a los seminaristas de Roma.

-        Si la Iglesia somos todas y todos los bautizados, todos y todas tenemos que vivir en la igualdad y con las responsabilidades compartidas, sin que nadie sea más que los demás.

-        También tenemos que considerar que la misión de las y los cristianos no se limita al ámbito eclesial, sino que incluye el compromiso social y política, tal como lo escribía el papa Francisco en su Carta “Todos somos hermanos y hermana”. El Reino se hace presente en la hermandad universal que se logra mediante la fraternidad sin frontera, la amistad social y el amor político, todo eso animado por una espiritualidad liberadora.

 

Comentario 5: “COMUNIÓN, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN”.

A. EL CAMINO SINODAL: Comunión, participación y misión.

Ya hemos cumplido una primera etapa del camino sinodal. Hemos de haber avanzado; hemos de haber tenido algún dolor de cabeza; quedan pendientes vario y tal vez muchos desafíos. Lo importante es que hemos emprendido el camino ‘hacia una Iglesia sinodal’, porque personalmente y en nuestros grupos hay más comunión, más participación y más misión.

1.      Insistamos más en lo que nos une que en lo que nos separa

-        El camino sinodal es un camino largo y pedregoso… Tal vez nos haya dado cuenta que hay mucho que cambiar en nuestra Iglesia. Por eso el papa Francisco nos invita primero a una conversión personal, luego colectiva y también estructural.

-        Retomamos el camino que nos abrió el Concilio Vaticano 2° con sus intuiciones fundamentales: Volver a Jesús y al Reino, volver a las prácticas de las primeras Comunidades cristianas, ser una Iglesia pobre al servicio de los pobres, defensora de la vida, abierta a todo lo bueno que se hace en la sociedad y en las religiones… Pues el Concilio es la máxima autoridad en la Iglesia.

-        Los cambios actuales nos provocan a no quedar atrás ni mirando por otro lado. Decía hace poco el papa Francisco: “Nuestra sociedad está sedienta del Evangelio” … Si no cambiamos, no quedaremos a la vereda del camino de la historia.

2.      Descubramos experiencias sinodales para actualizarlas en nuestros grupos y parroquias

Citaremos 3 ejemplos recientes latinoamericanos de sinodalidad en la Iglesia católica que son referencias para entender y profundizar el camino sinodal impulsado por el papa Francisco.

-        El más antiguo es el de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) que comenzaron en Brasil por los años ’50 del siglo pasado con casi 70 años de existencia y experiencia sinodal en todo el Continente. En Ecuador las CEBs iniciaron al principio de los años ’70 bajo el impulso de monseñor Leonidas Proaño, entonces obispo de Chimborazo. En 1980, las CEBs latinoamericanas tenían en Brasil su primer Encuentro continental y en 2004 se nombraba una Articulación continental con sede en México. Hace 2 años, las CEBs tenían en Guayaquil su XI Encuentro Continental con la presencia de 250 personas de 16 países del sur, centro y norte de las Américas, con la novedad del Primer Encuentro de CEBs juveniles. Las CEBs son una experiencia sinodal porque son, como las definieron los obispos latinoamericanos en su reunión de Medellín, Colombia, en 1968, “el primer y fundamental núcleo eclesial” de igual importancia que las parroquias, porque retoman las prácticas y vivencias sinodales de las primeras Comunidades Cristianas.

-        Otro ejemplo de sinodalidad es el de las Iglesias de la Amazonía, presentes en 9 países distintos. Un Sínodo sobre la Amazonía les confirmó para tomar alternativas en la liturgia, los ministerios y las estructuras para anunciar creativamente la Buena Nueva del Reino, con particular atención, promoción y defensa de los pueblos nativos y de la naturaleza. El mismo papa Francisco reconoció dicha autonomía para las Iglesias de estos 9 países amazónicos, confirmación la organización de una Asamblea Eclesial Amazónica que las ampare.

-        El tercer ejemplo sinodal se dio en la celebración en México de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en octubre del año pasado. Anteriormente se daban Conferencias Episcopales Latinoamericanas con la presencia exclusiva de obispos y cardenales. La nueva modalidad de esta Asamblea Eclesial permitió la participación de 70.000 personas en su preparación y, en su desarrollo, tenía un centenar de personas presentes y 700 a 800 otras conectadas virtualmente durante 4 días completos. Había representación y participación de todas y todos los bautizados en la redacción de los temas tratados.

Este último ejemplo se está repitiendo en las distintas diócesis católicas del país. Las conclusiones diocesanas serán resumidas en una Asamblea Eclesial nacional. Y una nueva Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña se sintetizará los resultados continentales. Estos irán luego a Roma para una Reunión sinodal con el papa Francisco en 2023.

B. GRANDE ES LA CRISIS EN NUESTRA IGLESIA

1.      Todos nos damos cuenta de la crisis por la que está pasando nuestra Iglesia católica.

-        Tal vez la mayor novedad sea la indiferencia religiosa que está creciendo en América Latina

-        También preocupa mucho el número constante de católicos que se integran a las Iglesias evangélicas, en particular gentes de los sectores populares.

-        Uno de los mayores problemas es que la mayoría de las parroquias se limitan a repartir sacramentos que poca incidencia tienen en la vida de las personas y su compromiso social.

-        En nuestra Iglesia católica, el tradicionalismo es significativo, con un clericalismo pronunciado que no permite la participación de los seglares.

-        La religiosidad popular, en la mayoría de los casos, se limita a devociones individualistas y espiritualistas que no fortalecen la fe ni el compromiso pastoral.

-        En los seminarios, los futuros sacerdotes no se preparan para ser “sal, luz y fermento” para el crecimiento del Reino tanto en la Iglesia como en la sociedad.

-        Bien poco son tomados en cuenta en nuestra Iglesia los pobres, las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los negros…

2.      Para enfrentar esta crisis de la Iglesia católica ha sido elegido papa en 2013 el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, Argentina.

Es significativo el discurso integral que el cardenal Jorge Bergoglio pronunció en el conclave, o sea, en la reunión de los cardenales para elegir papa, pocos momentos antes de que se lo elija papa… Notemos que se refiere a la Carta a Iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3,14-22).

“En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar… Pero pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.

Hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí.

Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma.

La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales.

Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.

Pensando en el próximo Papa: Un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de la dulce y confortadora alegría de la evangelizar”.

3.      El papa Francisco se inspira de las orientaciones de la Iglesia latinoamericana

Recordemos el lema del Sínodo: “Hacia una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

a)     Documento de Aparecida (2007) … del que el obispo Jorge Bergoglio fue el secretario principal.

-        Lema: “Discípulos misioneros de Jesucristo para que el Él nuestros pueblos tengan vida”. Discípulos de Jesucristo y misionero por el Reino, Reino de vida, justicia y fraternidad.

-        “La Iglesia necesita de una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del continente” (362).

-        Se necesita una gran misión continental, rompiendo las amarras para “ir en aguas profundas” (Lucas 5,4 - 235).

-        Los seglares deben ser los mayores protagonistas de esta misión.

-        Las CEBs son confirmadas en su misión evangelizadora (178).

b)     Documento de Puebla (1979) … centrado en “la evangelización de América Latina”.

-        Los obispos, por una parte, confirmaron la Opción preferencial por los pobres (1135), invitándonos a “hacer nuestras las causas de los pobres” (Mensaje 3) y por otra, insistieron en “el potencial evangelizador de los pobres” (1147).

-        Los obispos resumieron los desafíos en 2 palabras: “comunión y participación”. Comunión entre todos los bautizados y participación de todos en todas las actividades eclesiales.

C. LAS 2 REFLEXIONES SINODALES

1.      Celebrar

-        Celebrar es resumirlo todo en la fraternidad de un pueblo que se ofrece a Dios. Así lo da a entender Pablo en su carta a los Romanos: “Les ruego, hermanos, por la gran ternura de Dios, que le ofrezcan su propia persona como un sacrificio vivo y santo, capaz de agradecerle; este culto conviene a criaturas que tienen juicio… He pasado a ser sacerdote del Evangelio de Dios para hacer de esas naciones una ofrenda agradable a Dios” (Romanos 12,1 y 15,16).

-        En la primera frase, Pablo nos da a entender que todos somos sacerdote cuando nos ofrecemos a Dios como ofrenda agradable para él. Por eso el Concilio Vaticano 2° confirmó que el sacerdocio bautismal es el primer sacerdocio, y el sacerdocio ordenado está a su servicio.

-        En la segunda frase, Pablo no da a entender en que el sacerdocio tiene una dimensión comunitaria: ofrecer a Dios un pueblo fraternal, u ofrecerse a Dios como pueblo fraterno. Con el paso de los siglos, desde el emperador Constantino (siglo 4), se reservó este sacerdocio a ministros ordenados que se fueron separando del reste de los bautizados.

-        Así nació el clericalismo y nació la palabra ‘laico’ que es el que no es parte del clero. La definición que dio el Concilio al conjunto de los bautizados, “Pueblo de Dios”, busca superar esta división que causa tanto daño a la Iglesia, y volver a dar a todos los bautizados la misión sacerdotal que les corresponde, afín de superar el clericalismo, calificado por el papa Francisco de “cáncer de la Iglesia”.

2.      Con las otras confesiones cristianas

-        Este camino sinodal es para todas las Iglesias cristianas… que se han encerrado en estructuras muy alejadas del Evangelio y de las primeras Comunidades cristianas, donde todas y todas podían presidir la “fracción del pan” que llamamos ‘eucaristía’.

-        Lastimosamente la gran mayoría de las Iglesias evangélicas se han encerrado en una lectura fundamentalista de la Biblia, un anticatolicismo enfermizo y un apoyo ciego a neoliberalismo. Todo esto dificulta el diálogo y son bien pocas las ocasiones en que podemos unirnos en servicios de solidaridad a los que están sufriendo tanta pobreza e injusticias.

-        Aquí deberíamos profundizar en la cosmovisión indígenas y sus lindos rituales, como también en las tradiciones religiosas de los negros y de sus cultos. El Concilio subrayó el valor de todas las religiones como caminos de salvación porque son frutos de revelaciones de Dios y de encuentros con él. Nos complementamos porque nadie puede ser propietario exclusivo… de Dios ni de su Palabra.

E. EL PAPA FRANCISCO NOS DA EL SENTIDO DEL CAMBIO ECLESIAL QUE NECESITAMOS

Notaremos que el papa toma el ejemplo de Jesús sobre el remiendo a un vestido viejo (Mateo 9,16).

-        “No se trata de “remendar un vestido”, porque la Iglesia no es simplemente el “vestido” de Cristo, sino su cuerpo que abarca toda la historia (cf. 1 Co 12,27).

-        Nosotros no estamos llamados a cambiar o reformar el Cuerpo de Cristo -«Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8)-, sino que estamos llamados a vestir ese mismo Cuerpo con un vestido nuevo, para que se manifieste claramente que la Gracia que se posee no viene de nosotros sino de Dios: porque «llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que quede claro que ese poder tan extraordinario proviene de Dios y no de nosotros» (2 Co 4,7).

-        La Iglesia es siempre una vasija de barro, preciosa por lo que contiene y no por lo que a veces muestra de sí misma. Este es un momento en el que parece evidente que el barro del que estamos modelados está desportillado, agrietado, roto.

-        Debemos esforzarnos para que nuestra fragilidad no se convierta en un obstáculo para el anuncio del Evangelio, sino en un lugar donde se manifieste el gran amor con el que Dios, rico en misericordia, nos ha amado y nos ama (cf. Efesios 2,4)” (Discurso  a Curia vaticana, diciembre de 2021).

D. MAS QUE NUNCA ES EL TIEMPO DE LA FRATERNIDAD

Recodemos aquí el gran menaje del papa Francisco en su última Carta encíclica “Todos somos hermanos y hermanas”. Nos urge construir la ‘hermandad universal’ mediante 3 compromisos: 1. La fraternidad sin frontera, 2. La amistad social y 3. El amor político, apoyados en una espiritualidad liberadora. Nuestra tarea es construir esta hermandad en nuestra Iglesia: Así seremos semillas y signo vivo del Reino para la sociedad, afín de que ella vaya también por estos caminos.

1.      Fraternidad en la Iglesia, clama el papa Francisco

-        “O somos hermanos o todo se derrumba… No es tiempo para la indiferencia".

-        “Nos revela cuál es el culto que más agrada a Dios: hacernos cargo del prójimo”.

-        “Pasar del ‘yo’ ridículo al ‘nosotros’ universal”.

-        “Ser cristiano se parece más a ser pobre que a celebrar ritos” (Tomás Muro).

2.      Fraternidad en la sociedad

-        Entre nosotros y en nuestro mundo, ¡cuánta ausencia y destrucción de la fraternidad!

-        ¿Qué clase de sociedad estamos heredando a la generación joven? ¿Qué porvenir feliz les estamos preparando?

-        No podemos ser indiferentes frente a un sistema social que “hace a los ricos más ricos a costa de los pobres más pobres” (Puebla 30). ¡Cuánta complicidad con la miseria, la injusticia y la violencia!

-        María nos dice que, con Jesús, “Dios dio un golpe con todo su poder: Deshizo a los soberbios y sus planos, derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lucas 1,51-53). El Reino es a este precio.

-        Nos toca a nosotros hacer más realidad este aspecto del Reino de Dios. “Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el campo del opresor”, según las palabras del obispo anglicano Desmond Tutu, de África del Sur.

-        Por eso el papa Francisco proclama: "Pido mayor salud democrática y madurez participativa, tanto para la Iglesia en el camino sinodal emprendido, como para la sociedad en general".


A N E X O S

CONTENIDO

1.      Primer discurso del papa Francisco sobre la Sinodalidad (2015 - Extractos).

2.      Las 10 temáticas propuestas por la secretaría del Sínodo en el Vaticano.

3.      Reflexiones sobre el ‘desafío eclesial y social de la Sinodalidad’, Pedro Pierre.

 

Anexo 1: PRIMER DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA SINODALIDAD

(2015 - Extractos).

“Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.

Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra «Sínodo». Caminar juntos – Laicos, Pastores, Obispo de Roma – es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica.

Después de haber reafirmado que el Pueblo de Dios está constituido por todos los Bautizados llamados a «formar una casa espiritual y un sacerdocio santo», el Concilio Vaticano II proclama que «la totalidad de los Fieles, teniendo la unción que viene del Santo (Cfr. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse en creer, y manifiesta esta propiedad mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el Pueblo, cuando desde los Obispos hasta el último de los Fieles laicos muestra su consenso universal en cosas de fe y moral».

En la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium he subrayado como «el Pueblo de Dios es santo en razón de esta unción que lo hace infalible in credendo», agregando que «todo Bautizado, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de instrucción de su fe, es un sujeto activo de evangelización y sería inadecuado pensar a un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados en el cual el resto del Pueblo fiel sería solamente receptivo de sus acciones». El sensus fidei impide separar rígidamente entre Ecclesia docens ed Ecclesia dicens, ya que también la Grey posee un «instinto» propio para discernir los nuevos caminos que el Señor abre a la Iglesia.

Ha sido esta convicción a guiarme cuando he deseado que el Pueblo de Dios viniera consultado en la preparación de la doble cita sinodal sobre la familia. Ciertamente, una consultación de este tipo en ningún modo podría bastar para escuchar el sensus fidei. Pero, ¿cómo sería posible hablar de la familia sin interpelar las familias, escuchando sus alegrías y sus esperanzas, sus dolores y sus angustias? Por medio de las respuestas de los dos cuestionarios enviados a las Iglesia particulares, hemos tenido la posibilidad de escuchar al menos algunas de ellas en relación a las cuestiones que tocan muy de cerca y sobre el cual tienen mucho que decir.

Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar «es más que oír». Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio Episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el «Espíritu de verdad» (Jn 14,17), para conocer lo que Él «dice a las Iglesias» (Ap 2,7).

El Sínodo de los Obispos es el punto de convergencia de este dinamismo de escucha llevado a todos los niveles de la vida de la Iglesia. El camino sinodal inicia escuchando al Pueblo, que «también participa en la función profética de Cristo», según un principio querido en la Iglesia del primer milenio: «Quod omnes tangit ab ómnibus tractari debet». El camino del Sínodo prosigue escuchando a los Pastores. Por medio de los Padres sinodales, los Obispos actúan como auténticos custodios, intérpretes y testimonios de la fe de toda la Iglesia, que debe saber distinguir atentamente de los flujos muchas veces cambiantes de la opinión pública. A la vigilia del Sínodo del año pasado afirmaba: «da el Espíritu Santo para que los Padres sinodales pidan, sobre todo, el don de la escucha: escucha de Dios, hasta sentir junto con Él el grito del Pueblo, escucha del Pueblo, hasta respirar la voluntad a la cual Dios nos llama». Además, el camino sinodal culmina en la escucha del Obispo de Roma, llamado a pronunciarse como «Pastor y Doctor de todos los cristianos»: no a partir de sus convicciones personales, sino como testigo supremo de la fides totius Ecclesiae, «garante de la obediencia y de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y a la tradición de la Iglesia».

El hecho que el Sínodo actué siempre cum Petro et sub Petro – por lo tanto no sólo cum Petro, sino también sub Petro – no es una limitación de la libertad, sino una garantía de la unidad. De hecho el Papa es por voluntad del Señor, «el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad tanto de Obispos cuanto de la multitud de los Fieles». A esto se une el concepto de «»jerarchica communio», usado por el Concilio Vaticano II: Los Obispos están unidos al Obispo de Roma por el vínculo de la comunión episcopal (cum Petro) y al mismo tiempo están jerárquicamente sometidos a él como jefe del Colegio (sub Petro).

El carácter sinodal, como dimensión constitutiva de la Iglesia, nos ofrece el marco interpretativo más adecuado para comprender el mismo ministerio jerárquico. Si comprendemos que, como dice San Juan Crisóstomo, «Iglesia y Sínodo son sinónimos» – porque la Iglesia no es otra cosa que el «caminar juntos» de la Grey de Dios por los senderos de la historia que sale al encuentro de a Cristo Señor – entendemos también que en su interior nadie puede ser «elevado» por encima de los demás. Al contrario, en la Iglesia es necesario que alguno «se abaje» para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino.

Jesús ha constituido la Iglesia poniendo en su cumbre al Colegio apostólico, en el que el apóstol Pedro es la «roca» (Cfr. Mt 16, 18), aquel que debe «confirmar» a los hermanos en la fe (Cfr. Lc 22, 32). Pero en esta Iglesia, como en una pirámide dada vuelta, la cima se encuentra por debajo de la base. Por esto quienes ejercen la autoridad se llaman «ministros»: porque, según el significado originario de la palabra, son los más pequeños de todos. Cada Obispo, sirviendo al Pueblo de Dios, llega a ser para la porción de la Grey que le ha sido encomendada, vicarius Christi, vicario de Jesús, quien en la última cena se inclinó para lavar los pies de los apóstoles (Cfr. Jn 13, 1-15). Y, en un horizonte semejante, el mismo Sucesor de Pedro es el servus servorum Dei.

¡Jamás lo olvidemos! Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz, según las palabras del Maestro: «Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo» (Mt 20, 25-27).

Entre ustedes no será así: en esta expresión alcanzamos el corazón mismo del misterio de la Iglesia y recibimos la luz necesaria para comprender el servicio jerárquico.

En una Iglesia sinodal, Sínodo de los Obispos es sólo la más evidente manifestación de un dinamismo de comunión que inspira todas las decisiones eclesiales.

El primer nivel de ejercicio de la sinodalidad se realiza en las Iglesias particulares. Después de haber citado la noble institución del Sínodo diocesano, en el cual Presbíteros y Laicos están llamados a colaborar con el Obispo para el bien de toda la comunidad eclesial, el Código de derecho canónico dedica amplio espacio a aquellos que usualmente se llaman los «organismos de comunión» de la Iglesia particular: el Consejo presbiteral, el Colegio de los Consultores, el Capítulo de los Canónigos y el Consejo pastoral. Solamente en la medida en la cual estos organismos permanecen conectados con lo «bajo» y parten de la gente, de los problemas de cada día, puede comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal: tales instrumentos, que algunas veces proceden con cansancio, deben ser valorizados como ocasión de escucha y de participación.

El segundo nivel es aquel de las Provincias y de las Regiones Eclesiásticas, de los Consejos Particulares y, en modo especial, de las Conferencias Episcopales. Debemos reflexionar para realizar todavía más, a través de estos organismos, las instancias intermedias de la colegialidad, quizás integrando y actualizando algunos aspectos del antiguo orden eclesiástico. El auspicio del Consejo de que tales organismos puedan contribuir a acrecentar el espíritu de la colegialidad episcopal todavía no se ha realizado plenamente. En una Iglesia sinodal, como ya afirmé, «no es oportuno que el Papa sustituya a los Episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, advierto la necesidad de proceder a una saludable descentralización».

El último nivel es aquel de la Iglesia universal. Aquí el Sínodo de los Obispos, representando al episcopado católico, se transforma en expresión de la colegialidad episcopal al interno de una Iglesia toda sinodal. Eso manifiesta la collegialitas affectiva, la cual puede volverse en algunas circunstancias «efectiva», que une a los Obispos entre ellos y con el Papa, en el cuidado por el Pueblo de Dios.

El compromiso de edificar una Iglesia sinodal – misión a la cual todos estamos llamados, cada uno en el papel que el Señor le confía – está grávido de implicaciones ecuménicas. Por esta razón, hablando con una delegación del Patriarcado de Constantinopla, he reiterado recientemente la convicción de que «el atento examen sobre cómo se articulan en la vida de la Iglesia el principio de la sinodalidad y el servicio de quien preside ofrecerá una aportación significativa al progreso de las relaciones entre nuestras Iglesias».

Estoy convencido de que, en una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado Petrino recibirá mayor luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como Bautizado entre los Bautizados y dentro del Colegio episcopal como Obispo entre los Obispos, llamado a la vez, como Sucesor del apóstol Pedro- a guiar a la Iglesia de Roma, que preside en el amor a todas las iglesias.

Mientras reitero la necesidad y la urgencia de pensar a «una conversión del papado», de buen grado repito las palabras de mi predecesor el Papa Juan Pablo II: «Como Obispo de Roma soy consciente […], que la comunión plena y visible de todas las Comunidades, en las que gracias a la fidelidad de Dios habita su Espíritu, es el deseo ardiente de Cristo. Estoy convencido de tener al respecto una responsabilidad particular, sobre todo al constatar la aspiración ecuménica de la mayor parte de las Comunidades cristianas y al escuchar la petición que se me dirige de encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva».

Nuestra mirada se extiende también a la humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones (cfr. Is 11, 12) en un mundo que – aun invocando participación, solidaridad y la transparencia en la administración de la cosa pública – a menudo entrega el destino de poblaciones enteras en manos codiciosas de pequeños grupos de poder. Como Iglesia que «camina junto» a los hombres, partícipe de las dificultades de la historia, cultivamos el sueño que el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.”

 

Anexo 2: LOS 10 EJES DE REFLEXIÓN PARA EL CAMINO SINODAL

Propuestas formuladas por la secretaría del Sínodo en el Vaticano, en el Documento de Preparación.

“Caminos y sugerencias para que los diversos núcleos de preguntas inspiren concretamente momentos de oración, formación, reflexión e intercambio.

  1. LOS COMPAÑEROS DE VIAJE

En la Iglesia y en la sociedad estamos en el mismo camino uno al lado del otro.

-        En la propia Iglesia local, ¿quiénes son los que “caminan juntos”?

-        Cuando decimos “nuestra Iglesia”, ¿quiénes forman parte de ella? ¿quién nos pide caminar juntos?

-        ¿Quiénes son los compañeros de viaje, considerando también los que están fuera del perímetro eclesial?

-        ¿Qué personas o grupos son dejados al margen, expresamente o de hecho?

  1. ESCUCHAR

La escucha es el primer paso, pero ex*ige tener una mente y un corazón abiertos, sin prejuicios.

-        ¿Hacia quiénes se encuentra “en deuda de escucha” nuestra Iglesia particular?

-        ¿Cómo son escuchados los laicos, en particular los jóvenes y las mujeres?

-        ¿Cómo integramos las aportaciones de consagradas y consagrados?

-        ¿Qué espacio tiene la voz de las minorías, de los descartados y de los excluidos?

-        ¿Logramos identificar prejuicios y estereotipos que obstaculizan nuestra escucha?

-        ¿Cómo escuchamos el contexto social y cultural en que vivimos?

  1. TOMAR LA PALABRA

Todos están invitados a hablar con valentía y parresia, es decir integrando libertad, verdad y caridad.

-        ¿Cómo promovemos dentro de la comunidad y de sus organismos un estilo de comunicación libre y auténtica, sin dobleces y oportunismos? ¿Y ante la sociedad de la cual formamos parte?

-        ¿Cuándo y cómo logramos decir lo que realmente tenemos en el corazón?

-        ¿Cómo funciona la relación con el sistema de los medios de comunicación (no sólo los medios católicos)?

-        ¿Quién habla en nombre de la comunidad cristiana y cómo es elegido?

  1. CELEBRAR

“Caminar juntos” sólo es posible sobre la base de la escucha comunitaria de la Palabra y de la celebración de la Eucaristía.

-        ¿Cómo inspiran y orientan efectivamente nuestro “caminar juntos” la oración y la celebración litúrgica?

-        ¿Cómo inspiran las decisiones más importantes?

-        ¿Cómo promovemos la participación activa de todos los fieles en la liturgia y en el ejercicio de la función de santificación?

-         ¿Qué espacio se da al ejercicio de los ministerios del lectorado y del acolitado?    

  1. CORRESPONSABLES EN LA MISIÓN

La sinodalidad está al servicio de la misión de la Iglesia, en la que todos sus miembros están llamados a participar.

-        Dado que todos somos discípulos misioneros, ¿en qué modo se convoca a cada bautizado para ser protagonista de la misión?

-        ¿Cómo sostiene la comunidad a sus propios miembros empeñados en un servicio en la sociedad (en el compromiso social y político, en la investigación científica y en la enseñanza, en la promoción de la justicia social, en la tutela de los derechos humanos y en el cuidado de la Casa común, etc.)? 

-        ¿Cómo los ayuda a vivir estos empeños desde una perspectiva misionera?

-        ¿Cómo se realiza el discernimiento sobre las opciones que se refieren a la misión y a quién participa en ella?

-        ¿Cómo se han integrado y adaptado las diversas tradiciones en materia de estilo sinodal, que constituyen el patrimonio de muchas Iglesias, en particular las orientales, en vista de un eficaz testimonio cristiano?

-        ¿Cómo funciona la colaboración en los territorios donde están presentes diferentes Iglesias sui iuris diversas?

  1. DIALOGAR EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD

El diálogo es un camino de perseverancia, que comprende también silencios y sufrimientos, pero que es capaz de recoger la experiencia de las personas y de los pueblos.

-        ¿Cuáles son los lugares y las modalidades de diálogo dentro de nuestra Iglesia particular?

-        ¿Cómo se afrontan las divergencias de visiones, los conflictos y las dificultades?

-        ¿Cómo promovemos la colaboración con las diócesis vecinas, con y entre las comunidades religiosas presentes en el territorio, con y entre las asociaciones y movimientos laicales, etc.?

-        ¿Qué experiencias de diálogo y de tarea compartida llevamos adelante con los creyentes de otras religiones y con los que no creen?

-        ¿Cómo dialoga la Iglesia y cómo aprende de otras instancias de la sociedad: el mundo de la política, de la economía, de la cultura, de la sociedad civil, de los pobres…?

  1. CON LAS OTRAS CONFESIONES CRISTIANAS

El diálogo entre los cristianos de diversas confesiones, unidos por un solo Bautismo, tiene un puesto particular en el camino sinodal.

-        ¿Qué relaciones mantenemos con los hermanos y las hermanas de las otras confesiones cristianas?

-        ¿A qué ámbitos se refieren?

-        ¿Qué frutos hemos obtenido de este “caminar juntos”?

-        ¿Cuáles son las dificultades?

  1. AUTORIDAD Y PARTICIPACIÓN

Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable.

-        ¿Cómo se identifican los objetivos que deben alcanzarse, el camino para lograrlos y los pasos que hay que dar?

-        ¿Cómo se ejerce la autoridad dentro de nuestra Iglesia particular?

-        ¿Cuáles son las modalidades de trabajo en equipo y de corresponsabilidad?

-        ¿Cómo se promueven los ministerios laicales y la asunción de responsabilidad por parte de los fieles?

-        ¿Cómo funcionan los organismos de sinodalidad a nivel de la Iglesia particular?

-        ¿Son una experiencia fecunda?

  1. DISCERNIR Y DECIDIR

En un estilo sinodal se decide por discernimiento, sobre la base de un consenso que nace de la común obediencia al Espíritu.

-        ¿Con qué procedimientos y con qué métodos discernimos juntos y tomamos decisiones?

-        ¿Cómo se pueden mejorar?

-        ¿Cómo promovemos la participación en las decisiones dentro de comunidades jerárquicamente estructuradas?

-        ¿Cómo articulamos la fase de la consulta con la fase deliberativa, el proceso de decisión (decision-making) con el momento de la toma de decisiones (decision-taking)?

-        ¿En qué modo y con qué instrumentos promovemos la transparencia y la responsabilidad (accountability)?

  1. FORMARSE EN LA SINODALIDAD

La espiritualidad del caminar juntos está destinada a ser un principio educativo para la formación de la persona humana y del cristiano, de las familias y de las comunidades.

-        ¿Cómo formamos a las personas, en particular aquellas que tienen funciones de responsabilidad dentro de la comunidad cristiana, para hacerlas más capaces de “caminar juntos”, escucharse recíprocamente y dialogar?

-        ¿Qué formación ofrecemos para el discernimiento y para el ejercicio de la autoridad?

-        ¿Qué instrumentos nos ayudan a leer las dinámicas de la cultura en la cual estamos inmersos y el impacto que ellas tienen sobre nuestro estilo de Iglesia?”

 

Anexo 3: EL DESAFÍO ECLESIAL Y SOCIAL DE LA SINODALIDAD, Pedro Pierre.

El papa Francisco está llevando la Iglesia católica a un cambio renovador y salvador. Su propósito inició hace 7 años, en un discurso de 2015, cuando afirmó tajantemente: “La sinodalidad es el camino que Dios quiere para la Iglesia del tercer milenio”. Hace unos meses pidió a todas las diócesis católicas del planeta poner en marcha este camino sinodal. No se trata de una reforma más, sino de la decisión de lograr otra manera de ser Iglesia.

Además el papa no limita la sinodalidad sólo al espacio eclesial, sino que incluye también su impacto en la sociedad. Fundamentalmente, la sinodalidad es “caminar juntos”, pero en la igualdad y el compartir equitativo de responsabilidades entre todas y todos. La meta es bastante ambiciosa: Es que, en la Iglesia católica, la crisis generalizada es grande y en la sociedad todavía mucho más, con sus desigualdades ya insostenibles, sus guerras terriblemente mortíferas en muchas partes, su destrucción irreversible de la naturaleza…

En la Iglesia está “el cáncer del clericalismo” según la expresión del mismo papa Francisco que produce un autoritarismo dictatorial en las mismas parroquias, un patriarcado exclusivo contra las mujeres, los jóvenes, los indígenas… Añadiendo la falta de cambio en las celebraciones litúrgicas y las normas obsoletas, todo esto provoca una deserción cada vez más importante de los católicos. El papa Francisco ha decidido emprender el camino sinodal para regresar al mensaje de Jesús, a su misión por el Reino y a las prácticas de las primeras Comunidades cristianas.

El clericalismo se institucionalizó con el emperador romano Constantino en el siglo 4, cuando el imperio romano asumió el catolicismo como religión obligatoria del imperio. Se impuso la división antievangélica entre el clero y los laicos, los privilegios paganos de toda clase para la jerarquía católica, la dimensión sagrada del ministerio sacerdotal a imagen del sacerdocio del Antigua Testamento superado por Jesús… que fue laico; el derecho imperial se volvió el derecho ‘canónico’ de la Iglesia católica… Esta situación demoró 16 siglos para comenzar a ser revertida, con el Concilio Vaticano 2° de la década de los ’60 del siglo pasado. El papa Francisco ha decidido retomar las grandes intuiciones sinodales del Concilio, volviendo a confirmar la Iglesia como Pueblo de Dios en el que todas y todos somos iguales por el mismo bautismo.

Citaremos 3 ejemplos recientes latinoamericanos de sinodalidad en la Iglesia católica que son referencias para entender y profundizar el camino sinodal impulsado por el papa Francisco. El más antiguo es el de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) que comenzaron en Brasil por los años ’50 del siglo pasado con casi 70 anos de existencia y experiencia sinodal en todo el Continente. En Ecuador las CEBs iniciaron al principio de los años ’70 bajo el impulso de monseñor Leonidas Proaño, entonces obispo de Chimborazo. En 1980, las CEBs latinoamericanas tenían en Brasil su primer Encuentro continental y en 2004 se nombraba una Articulación continental con sede en México. Hace 2 años, las CEBs tenían en Guayaquil su XI Encuentro Continental con la presencia de 250 personas de 16 países del sur, centro y norte de las Américas, con la novedad del Primer Encuentro de CEBs juveniles. Las CEBs son una experiencia sinodal porque son, como las definieron los obispos latinoamericanos en su reunión de Medellín, Colombia, en 1968, “el primer y fundamental núcleo eclesial” de igual importancia que las parroquias, porque retoman las prácticas y vivencias sinodales de las primeras Comunidades Cristianas.

Otro ejemplo de sinodalidad es el de las Iglesias de la Amazonía, presentes en 9 países distintos. Un Sínodo sobre la Amazonía les confirmó para tomar alternativas en la liturgia, los ministerios y las estructuras para anunciar creativamente la Buena Nueva del Reino, con particular atención, promoción y defensa de los pueblos nativos y de la naturaleza. El mismo papa Francisco reconoció dicha autonomía para las Iglesias de estos 9 países amazónicos, confirmación la organización de una Asamblea Eclesial Amazónica que las ampare.

El tercer ejemplo sinodal se dio en la celebración en México de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en octubre del año pasado. Anteriormente se daban Conferencias Episcopales Latinoamericanas con la presencia exclusiva de obispos y cardenales. La nueva modalidad de esta Asamblea Eclesial permitió la participación de 70.000 personas en su preparación y, en su desarrollo, tenía un centenar de personas presentes y 700 a 800 otras conectadas virtualmente durante 4 días completos. Había representación y participación de todas y todos los bautizados en la redacción de los temas tratados.

Este último ejemplo se está repitiendo en las distintas diócesis católicas del país. Las conclusiones diocesanas serán resumidas en una Asamblea Eclesial nacional. Y una nueva Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña se sintetizará los resultados continentales. Estos irán luego a Roma para una Reunión sinodal con el papa Francisco en 2023.

Actualmente se están dando los primeros pasos de este camino sinodal esperanzador. Exige decisión y coherencia tanto de parte del clero-jerarquía católico como del conjunto de los bautizados. Para lograrlo se precisa una conversión múltiple: conversión personal para involucrarse responsablemente, conversión colectiva para encontrar nuevas formas de participación y decisión consensuadas, conversión eclesial para discernir y sustituir las estructuras caducas y no conformes al espíritu de Jesús de Nazaret, y finalmente conversión social para influir en las transformaciones de nuestros pueblos y países. En definitiva, todas y todos estamos llamados a involucrarnos en una nueva manera de vivir y organizarnos como creyentes y ciudadanos. ¡Suerte para este camino sinodal común!