S E M A N A S A N T A
Acorde a nuestros tiempos
“ DIOS
SACA VIDA HASTA
DE LA MUERTE ”
CONTENIDO
Introducción: Presentación general de la Semana Santa
Significado de cada día.
1.
Miércoles de Ceniza
o el Miércoles Santo: Día de encuentro y de reconciliación.
2.
Domingo de Ramos:
La fiesta de los Excluidos.
3.
Jueves Santo: Nuestro servicio es el compartir organizado.
4.
Viernes Santo: La máxima crueldad por la máxima solidaridad.
5.
Sábado de Gloria: La resurrección es ahora.
6.
Domingo de Resurrección:
Día del nuevo amanecer cristiano.
¡ F E L I C E S
P A S C U A S D E R E S U R R E C C I Ó N !
Pedro Pierre. Guayaquil. Actualización resumida: 2018. PR.
P R E S E
N T A C I Ó N G E N E R A L.
“ Celebremos nuestra propia
Pascua, o sea,
nuestro paso a
una vida mejor “
Celebrar
la Semana Santa es celebrar nuestra propia Pascua, o sea, como Jesús, pasar a
vivir una vida mejor, personal y colectivamente. Entrar en la Pascua de Jesús
supone todo un proceso de comprensión, aceptación y compromiso. Por esto, la
Semana Santa es nuestra semana mayor: Ahí se manifiestan el sentido de nuestra
fe, la celebración de nuestra vida y el significado de nuestro compromiso
cristiano. El Reino se construye a este precio para que podamos participar de
él.
A. MENSAJE
GENERAL Y COMPROMISOS
1. Mensaje: ‘Si
el grano de trigo no cae en tierra y no muere, queda solo; pero si muere da
mucho fruto’ (Juan 12,24).
Esa fue la
experiencia de Jesús en su vida, muerte y resurrección. Ha de ser también la
nuestra.
2. Compromisos: En la Semana Santa nos comprometemos a dar 4 pasos de
fe y de vivencia cristianas:
-
Recordar lo que le
pasó a Jesús en la última semana de su vida,
-
Reconocer que Jesús
sigue viviendo en nosotros su muerte y su resurrección,
-
Entrar en esta
dinámica de un suplemento de vida y
-
Actualizar el Reino de Dios en la sociedad en la que nos encontramos.
La Comunidad
cristiana es el espacio donde encontramos el sentido de la Pascua, la celebramos como actual y recibimos la fuerza
para hacerla realidad personal y organizadamente.
B. LA PASCUA DE JESÚS ES SU MUERTE Y
RESURRECCIÓN
El Pueblo de Jesús celebraba la fiesta de la Pascua desde el
tiempo de Moisés, unos 1250 años atrás, para festejar el Éxodo o salida de la
esclavitud de Egipto: Era su ‘fiesta nacional’. Esta celebración tenía 3
tiempos: El recuerdo gozoso
de las maravillas de Dios en el pasado, la proclamación
de la fidelidad de Dios en el presente y el compromiso de seguir siendo el Pueblo de Dios libre,
creyente e igualitario, en el futuro. Jesús asumió toda esta realidad en su
persona y la llevó a su plenitud con su muerte y resurrección.
- La Pascua de los Judíos, que Jesús celebraba cada
año, era la fiesta de su identidad como Pueblo de Dios.
a). La primera Pascua celebró el Éxodo y fue:
-
Liberación
de la esclavitud de Egipto, o sea acción de gracias,
-
Alianza con
Yahvé, el Dios liberador de los pobres, con el signo de la comida de un
cordero, y
-
Compromiso
de ser un Pueblo igualitario principalmente mediante los 10
mandamientos.
b). La Pascua de Jesús en la última Cena, selló:
-
Una nueva
Liberación, la del pecado, yendo a la raíz de todo mal,
-
Una nueva
Alianza, siendo él representante de la humanidad para reconciliarnos con
Dios, y
-
Un nuevo
Pueblo igualitario, o sea, la Iglesia, semilla y muestra del Reino.
- La Pascua de Jesús: ‘Si el grano de tierra cae en
tierra y muere, da muchos frutos’ (Juan 12,24)
En la
última semana de su vida, Jesús resumió todo su mensaje (‘Habiendo amado a los
suyos, los amó hasta el extremo’, Juan 13,1), inauguró en su persona el Reino
de Dios (‘Todo está cumplido’, 19,30) y confió a sus discípulos la misión de
continua su obra (‘Si yo que soy el Maestro y el Señor, les ha lavado los pies,
hagan ustedes lo mismo’, 13,14-15).
C o m u n i d a d, s e r v i c i o y v
i d a n u e v a
‘Si
el grano de trigo no cae en tierra y no muere,
queda
solo; pero si muere da mucho fruto’ (Juan 12,24).
SIGNIFICADO DE CADA
DÍA.
Nosotros recordamos y
actualizamos la pascua
de Jesús.
Vamos, paso a paso, recordar los
principales momentos de la última semana de Jesús. Así entenderemos mejor el
sentido que Jesús quiso dar a sus últimos días. De esta manera podremos
celebrar mejor lo que buscamos vivir al seguir sus pasos: alegrías y penas,
fracasos y triunfos, desánimos y esperanzas, como un proceso de muerte y
resurrección permanentes.
Miércoles de Ceniza
o Miércoles santo
ENCUENTRO Y
RECONCILIACIÓN
Frase sugestiva: ‘No llegamos a la Pascua solos, sino juntos, y
juntos con Jesús’.
El
Miércoles de Ceniza o el Miércoles Santo son días propicios para el encuentro y la reconciliación con
Dios y con los demás. Una buena manera es mediante una celebración penitencial
comunitaria. Nos da la oportunidad de presentar y vivir el sentido general de
la Cuaresma y de la Semana Santa. Esto es la Pascua, en su triple dimensión: anteayer con Moisés, ayer con Jesús
y hoy entre nosotros.
-
La primera “Pascua”, palabra que quiere decir ‘paso’, se
originó con la salida de los Hebreos de la esclavitud de Egipto
gracias a Moisés.
-
Luego el Pueblo
de Moisés acostumbró celebrar el recuerdo de esta Pascua cada año. Jesús la celebró a partir de los 12
años con su familia y su Pueblo. En la última Cena, Jesús le dio
un nuevo sentido y contenido: él es el ‘cordero’ inmolado, el pan es el símbolo
de su cuerpo entregado en la cruz y el vino el símbolo de su sangre derramada
para nosotros.
-
Y nosotros recordamos este pasado de
Jesús y de su Pueblo, reconociendo la continuidad de esta Pascua
entre nosotros y nuestro Pueblo, proclamándola y
celebrándola como la Pascua actual de Jesús.
SIGNIFICADO
DE LA CUARESMA :
Un peregrinaje hacia la resurrección.
1.
Nos preparamos a celebrar personalmente y juntos los últimos días de la vida de
Jesús: su pasión, muerte y resurrección. Ellos resumen el sentido de su
vida, de su misión, de su personalidad. Hoy con Jesús podemos ser más fuertes
que la maldad y la muerte, si lo queremos así.
2.
Esta preparación es al mismo tiempo una actualización: nos animamos, juntos con Jesús, a
hacer realidad la Pascua de Jesús en nosotros y entre nosotros. Los 40 días que
separan el Miércoles de Ceniza del Domingo de Resurrección nos recuerdan los 40
años de travesía del desierto por el Pueblo de Moisés y los 40
días de retiro de Jesús en el desierto. De esta manera, tanto el Pueblo
de Moisés como Jesús se prepararon a vivir el futuro construyendo y abriendo
los caminos que les iban a dar éxito a los ojos de Dios.
B. EL SIGNIFICADO
DE LA CENIZA
Comenzamos
este tiempo de la Cuaresma con el rito de la Ceniza. Al recibirla o imponérnosla,
proclamamos, por ejemplo: ‘Me convierto
a Jesucristo para construir su Reino’. Este compromiso nos ayuda a entender
el sentido del rito de la Ceniza, afín de no quedarnos en una actitud pasiva y
negativa.
1.
Para nosotros, en un primer tiempo, la ceniza nos
aparece como símbolo de destrucción:
es el signo de la destrucción de lo que se quema y de la debilidad de nuestra
naturaleza humana. Pero sabemos también de los beneficios de la
ceniza: es un abono eficaz, sirve en
la fabricación del jabón natural, es
una barrera infranqueable para las
hormigas y otros pequeños bichos, sirve para la conservación de unos alimentos (al envolverlo en ceniza), etc.
2.
Antes de Jesús, en el Antiguo Testamento, los
Judíos daban a la ceniza una triple significación:
a)
Era signo de la fragilidad del ser humano. Abraham, el padre de nuestra fe,
rogó a Dios en nombre de las ciudades pervertidas de Sodoma y Gomorra,
diciendo: ‘Señor, yo que soy polvo y ceniza,...’ (Génesis 18,27). Iba
repitiendo lo que Dios había anunciado a Adán y Eva: ‘Eres polvo y al polvo
volverás’ (Génesis 3,19). Notemos aquí que esta situación, ‘volver al polvo’, no era lo proyectado por Dios, sino la
consecuencia de la maldad humana.
b)
La ceniza era también el signo del sufrimiento sobre
el ser humano. Decimos que
el dolor, los sufrimientos, las penas, las dificultades de la vida ‘nos hacen
ceniza’. Tal fue la situación de Job que quiso manifestar su condición
sentándose sobre cenizas: ‘Satán hirió a Job de una llaga incurable. Job,
entonces, fue a sentarse en medio de la ceniza’ (Job 2,7-8). Notemos también
aquí que es desde esta situación Job fue capaz de proclamar su fe en la resurrección de su propio cuerpo: ‘Yo me
pondré de pie dentro de mi piel y en mi propia carne veré a Dios’ (19,26).
c)
En fin, la ceniza era también el signo exterior de la
conversión y purificación. Jonás fue a anunciar a los ninivitas la destrucción de
su ciudad si no se arrepintieran y cambiaran de manera de vivir. Entonces,
ellos ‘creyeron en la advertencia de Jonás y ordenaron un ayuno. El rey se
levantó de su trono y se sentó sobre la ceniza’ (Jonás 3,5-6). Sabemos que Dios
perdonó a los habitantes de Nínive
por haber hecho caso a las palabras de Jonás.
3.
Jesús habló una sola vez de ceniza, cuando maldijo a 2 ciudades
rebeldes a su predicación: ‘¡Pobre de ti, ciudad de Corozaín! ¡Pobre de ti,
Betsaida! porque, si los milagros realizados en ustedes se hubieran realizado
en Tiro y Sidón, hace mucho tiempo que sus habitantes habrían hecho penitencia,
vestidos de saco y sentado en la ceniza. Por eso, Tiro y Sidón, en el día del
juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes’ (Lucas 10,13). Para
Jesús, la ceniza era un signo de arrepentimiento
y cambio de vida.
4.
San Pablo nos dio el verdadero
sentido de la ceniza: Jesús es la meta de todo y debemos seguir su ejemplo.
Escribió en la Carta a los Hebreos:
“Cristo ha llegado como el sumo sacerdote con miras a los beneficios de estos
nuevos tiempos... En efecto, la sangre de los toros y chivos y la
ceniza de terneros con que se rociaba a los que tienen alguna culpa,
los hacían santos y puros según criterios humanos. Pero Cristo hizo mucho mejor
cuando se ofreció a Dios como víctima sin mancha: su sangre purifica nuestra
conciencia de las obras muertas para que, en adelante, sirvamos al Dios vivo”
(9,13-14). La verdadera salvación no viene de la ceniza, sino de nuestra
adhesión y de nuestro seguimiento de Jesús.
Así
comprendemos ahora que el rito de la ceniza no es más que un camino hacia una vida nueva, un
compromiso de seguir a Jesús, sobrepasando su significado negativo de destrucción y muerte. Dios nos llama a una vida nueva, a una
esperanza y a la resurrección, como fue el ejemplo de Jesús. No somos ceniza,
sino semilla de resurrección
si vivimos conforme a nuestra naturaleza y al camino abierto por Jesús. Así sea
para todos nosotros.
Domingo de Ramos :
LA FIESTA DE
LOS EXCLUIDOS
A. EN TIEMPOS DE JESÚS: Jesús aceptó el homenaje de su Pueblo, los
excluidos, pero montado sobre un burro.
Antes
del desenlace frustrado de su misión, Jesús protagonizó una entrada triunfal en
Jerusalén. El Pueblo de los excluidos lo celebró como su Mesías, y lo reconoció
y proclamó como su Rey y su Salvador.
1. Las personas
-
Jesús:
Tranquilo y montado sobre un burro.
-
Los
Apóstoles: Felices de este triunfo popular, pero sin medir lo que estaba pasando.
-
La gente
pobre, los excluidos: Manifestación a favor de Jesús, el Mesías, el cumplidor
de las profecías.
-
Las
autoridades: Desaparecer a Jesús lo más pronto posible.
2. Los signos
-
El burro es
el animal de los pobres, más inteligente de lo que pensamos.
-
Ramos =
Ramas = Palmas. Árbol que queda siempre verde, siendo signo de vida y alegría.
-
Los mantos
en el suelo: Importancia del personaje (‘alfombra roja’).
-
Vivas,
consignas.
B. HOY NOSOTROS: Manifestación alegre de los pobres y
excluidos por sus propios triunfos.
-
Burro:
Montado por el más excluido del pueblo (Indígena, Negro, Mujer, Niño…).
-
Signos de
alegría: Palmas, flores, cantos, colores…
-
Manifestación:
Anuncio y denuncia (consignas, pancartas, tela…) de lo que pasa.
-
Somos el
mismo Pueblo de los excluidos con la triple misión bautismal: Profetas,
sacerdotes y reyes-pastores.
Jueves santo
: NUESTRO SERVICIO
ES EL COMPARTIR
A. AYER CON JESÚS: En su última Cena, Jesús anticipó la entrega
de su vida en la cruz y su resurrección.
Jesús hizo de la Cena de la Pascua el signo de su
servicio y entrega, simbolizado por el lavado de los pies: Hacerse el servidor
más sencillo. Este compromiso condujo Jesús hasta la entrega de su propia vida
por el Reino. Compartió la Cena Pascual como signo máximo de su servicio a Dios
y a los demás. Los apóstoles fueron encargados de continuar este compartir y
este servicio: Eso es su sacerdocio.
1.
Celebración de la Pascua judía:
Libertad, alianza e igualdad.
a). Rito
de comida de pie: El cordero
era animal doméstico de los hebreos el desierto y en Palestina. Recuerdo de la
salida de la esclavitud de Egipto.
b). Lecturas
bíblicas: Recuerdo
del maná, símbolo mayor del compartir equitativo del Pueblo de Moisés. Salmos.
2.
Novedades aportadas por Jesús
a). Lavado
de los pies
-
Jesús es el
‘Siervo de Dios’ anunciado por Isaías: ‘Si yo que soy el Maestro y el Señor,
les ha lavado los pies…’.
-
Los 12
apóstoles serán los 12 mayores servidores, como signos colectivos del Reino,
siendo une Pueblo servidor del Reino.
b). La
1ª misa
-
Anticipación
de la muerte violenta de Jesús.
-
Signo del
compartir con el pan y el vino.
-
Exigencia
del servicio por el crecimiento del Reino.
B. HOY ENTRE NOSOTROS: Actualizar la Cena de Jesús mediante el compartir hasta la entrega de la
vida.
En
la celebración de la última Cena, recordamos lo que hizo Jesús por el Reino:
Entregar la vida al servicio
del protagonismo de los pobres, simbolizado por el lavado de los pies, y el compartir del pan y del vino.
Actualizamos la Cena de Jesús por nuestras actividades y nuestra vida de
servicio y compartir por una Iglesia de los pobres y un Reino desde ellos.
- Memorial de la última Cena
Al
compartir el pan y el vino, reconocemos la presencia y entrega de Jesús en todo
compartir y nos comprometemos a entregarlo todo, hasta la vida, al servicio del
crecimiento del Reino. En cada misa lo afirmamos como una realidad actual y
como signo de nuestra fe: ‘Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección.
¡Ven Señor Jesús!’ Y nos comprometemos a adelantar la venida de su Reino.
-
Nuestro Dios
es un Dios liberador.
-
El Reino es
lo único absoluto: Merece la entrega de la vida.
-
Fiesta del
sacerdocio: El sacerdote es el 1º servidor del crecimiento de la Comunidad.
-
El
Sacerdocio es un compromiso colectivo: Compartirlo todo, en las buenas y en las
malas.
-
Organizar un
compartir con todos, durante la comunión, un pan bendito.
-
Tiempo de
meditación frente al Santísimo: Dios está en el compartir del altar, que debe continuar
en la calle, el trabajo y la sociedad.
- Signo del lavado de los pies
Al
lavarnos los pies, nos comprometemos a ser servidores los unos de los
otros para que crezca el Reino.
-
El signo del
Reino por excelencia es el servicio: ‘El más grande es aquel que mejor sirve’.
-
Buscar
nuevos ministros y nuevos sacerdotes: Todo responsable es fundamentalmente
‘servidor’.
-
Se lava los
pies a los 12 mejores servidores (mayores, adultos, jóvenes y niños) de la
Comunidad: 6 varones y 6 mujeres. Estos y estas renuevan su compromiso de
seguir sirviendo en la Comunidad.
-
Visitas a
los enfermos, ancianos y presos.
- Signo de la fanesca
-
Hecha con 12
granos. Comida sana porque natural.
-
Reunión
familiar.
-
Compartir
entre vecinos y en la Comunidad.
- Signo del crisma, óleo perfumado
-
Signo de
consagración de los bautizados, los confirmados y los ordenados sacerdotes.
-
Signo del
testimonio en la Comunidad: ‘Sean el buen olor de Cristo’ (Efesios 5,2).
-
Signos de un
sacrificio colectivo agradable a Dios: ‘Preséntense como una ofrenda agradable’
(Romanos 12,1).
Viernes santo
: LA
MÁXIMA CRUELDAD POR
LA MÁXIMA SOLIDARIDAD
A. AYER CON JESÚS: ‘No me arrebatan la vida sino que
la doy’. Es la última prueba y tentación.
El
Viernes Santo: Jesús asumió la suerte de los pobres hasta la muerte en la cruz. La solidaridad de Jesús con los
pobres lo llevó a sufrir lo que sufren ellos: el desprecio, la humillación, la
mentira, la injusticia, las torturas y la muerte cruel. Jesús aceptó que la
causa de los pobres pasara por un fracaso momentáneo: su muerte en la cruz.
- Los motivos de condenación
-
Construir el
Reino desde los pobres: Visión contraria a las autoridades religiosa de la
época.
-
Un motivo
religioso y 2 motivos políticos: ‘Quiere destruir el templo’ - ‘Agita a la
gente’ - ‘Se rebela contra el emperador’.
-
Los
causantes de la muerte de Jesús son personas y también estructuras de
dominación (judías y romanas) de los pobres.
- La pasión de Jesús
-
Juicio
manipulado, humillado, torturado, desaparecido…
-
Torturas:
Flagelación, corona de espinos, golpes, humillaciones, burlas…
-
Camino al
Calvario con la cruz a cuestas y crucifixión.
- ‘La locura de la cruz’: Para
construir el Reino, Jesús
-
Optó por la
pobreza digna.
-
Apostó por
los pobres, capaces de construir el Reino.
-
Fue fiel a
esta misión hasta el final, hasta la destrucción de su vida
-
Confió en el
Dios de los pobres.
B. HOY ENTRE NOSOTROS: El ‘Siervo sufriente’ es hoy el
Pueblo de los pobres que salva a la Iglesia y la Humanidad.
Celebramos de la presencia de
Jesús en nuestros sufrimientos y nuestra muerte por el Reino. Reconocemos la presencia de Jesús en
todos los y las que sufren y mueren injustamente o por amor: ellos y ellas
hacen presentes su pasión y su muerte. Celebramos esta unión e identificación
de Jesús con nosotros y nosotras. No estamos solos en nuestros sufrimientos,
dolores, padecimientos y, a veces, nuestra muerte, por el Reino: hacemos
presente a Jesús en su servicio y su entrega total. Así lo decía San Pablo.
'Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo para su cuerpo que es
la Iglesia’. Esta Iglesia somos nosotros, semilla y muestra indestructible del
Reino.
- El Reino sigue un motivo de
condenación
a). Tanto
en la sociedad…
-
Son
excluidos los servidores no corruptos.
-
Son
asesinados los líderes verdaderamente liberadores con su pueblo.
-
Los juicios
manipulados, los malos tratos, la tortura siguen como medios actuales de las
autoridades policiales y militares.
b). …como en la Iglesia
-
En la
mayoría de los casos, el poder clerical es para dominar y sacar ventajas y no
para servir.
-
Los pobres,
en particular las mujeres, siguen siendo los grandes excluidos y excluidas.
-
Se castiga a
quienes construimos la Iglesia de los pobres.
- La cruz es signo de
contradicción
-
Toda vida
tiene sus numerosas ‘cruces’, por nuestras limitaciones y pecados. La sociedad
nos impones muchas ‘cruces’, o sea sufrimientos.
-
La cruz
puede ser signo de salvación cuando se la acepta como consecuencia de la
solidaridad…
- Celebraciones del viernes santo
a). El
Vía crucis con veneración de la cruz
-
‘Completo en
mi carne lo que falta a la pasión de Cristo’. La pasión de Cristo continúa en
nosotros y en nuestro pueblo.
-
Al venerar
la cruz, que se deposite una flor como signo de esperanza.
b). La
meditación de las 7 palabras de Jesús en la cruz
-
Es el ‘testamento’
de Jesús.
-
Con 7 velas
que se apagan una por una después de cada palabra.
c). El
descendimiento del cuerpo de Jesús de la cruz
Dramatización
que nos recuerda la dignidad y los derechos del cuerpo una vez muerto.
d). La
visita a las 7 Iglesias… La calle de las 7 cruces (en Quito).
Relación
con las 7 palabras de Jesús en la cruz.
e). El
santo entierro
Procesión
nocturna al cementerio con el cuerpo de Jesús y regreso a la capilla: ‘¡Hay
muertos que nunca mueren!’.
Sábado de Gloria
y Domingo de
Resurrección : LA RESURRECCIÓN
ES AHORA
A. AYER CON JESÚS
El Sábado
de Gloria: Jesús salió resucitando de la muerte, de la maldad, de la
injusticia.
En la cruz, Jesús había entregado su
vida y su muerte en las manos de su Padre. Esta entrega hasta lo máximo se
transformó en el triunfo del amor sobre el odio, de la verdad sobre la mentira,
de la vida sobre la muerte: Eso es la resurrección.
El
Domingo de Resurrección: Jesús envió a sus discípulos a entrar en esta
dinámica.
Eso es el Reino hasta sus últimas consecuencias. Después de su resurrección, Jesús
quiso que sus discípulos entraran en esta dinámica de la Pascua. El proyecto de
Dios era un proyecto combatido a muerte. Pero ni a los sufrimientos ni a la
muerte había que temer: Ese es el camino del Reino, asumiendo las causas de los
pobres con todas las consecuencias que esto conlleva, sabiendo que el final
será la resurrección. Eso es la Pascua, nuestra Pascua.
1.
Jesús no se quedó muerto sino que
resucitó
-
La vida
tiene sentido: La verdad es más fuerte que la mentira, la bondad más que la
maldad, el bien más que el pecado, la vida más que la muerte, la alegría más
que la tristeza…
-
El Reino
tiene vida ‘para largo’.
2.
Jesús resucita para entregar el
proyecto del Reino a sus discípulos y seguidores
B. HOY CON NOSOTROS
Sábado de Gloria: Celebramos la
presencia de la resurrección y el crecimiento del Reino
Nos
alegramos por la resurrección de Jesús, y por todos los signos actuales que
continúan y hacen presente su resurrección: en las personas, los grupos, las
organizaciones, los Pueblos,… Recordamos las etapas de las alianzas de Dios con
nosotros, desde la creación del mundo, Noé, Abraham, Moisés, los Profetas, los
Sabios, Jesús, los Apóstoles. Recordamos nuestros héroes y mártires de ayer y
de hoy. Nos alegramos también por haber entrado en este proceso con nuestro
bautismo. Por eso renovamos nuestra alianza con Jesús y con la Comunidad y
volvemos a bañarnos del agua purificadora, para continuar en este camino y esta
lucha por construir el Reino.
Domingo de Resurrección: Celebración
de la misión evangelizadora de la Iglesia
Nos
fortalecemos en el compromiso de una nueva Evangelización, según el modelo de
Jesús con los 2 discípulos de Emaús: viviendo primero la amistad, compartiendo
el pan de la Palabra y el pan de la mesa, celebrando la presencia del
Resucitado en todas partes donde hombres y mujeres colaboran con su Reino.
Confirmamos nuestra Opción por los Pobres, al vivir con los pobres, luchar con
ellos contra la miseria y construir con ellos y sus organizaciones la
civilización de la solidaridad desde las culturas oprimidas, su resistencia y
sus sabidurías.
- La última palabra la tendrá la
resurrección
-
No nos
quedemos sólo con el Cristo sufriente: ¿Por qué la procesión del Viernes santo
es más concurrida que la Vigilia pascual? ¡Nos identificamos todavía más con la
muerte de Jesús que con su resurrección!
-
Estamos
llamados a vivir, amar, luchar: Unir la fe con la vida, acción y oración, lucha
y contemplación.
- Signos
-
El cirio
pascual, las velas y el fuego: Símbolo de muerte y resurrección.
-
La bendición
con agua: Paso de la muerte a la vida.
-
Añadir
tierra y aire.
-
Repartir
lazos blancos o flores blancas.
-
Envío para
la evangelización (discípulos de Emaús: Amistad, palabra, compartir y celebración).
CONCLUSIÓN
Nos
comprometemos, como Iglesia,
a crear un mundo
mejor : Eso es el
Reino.
A. LA CELEBRACIÓN DE LA SEMANA SANTA NOS FORTALECE EN
UN TRIPLE COMPROMISO
-
El compromiso personal de ser, por una parte, hombres nuevos y mujeres
dignas, y, por otras, cristianos al servicio del Reino.
-
El compromiso eclesial de responder al proyecto de Jesús de ser Iglesia de
los Pobres al servicio de la renovación de toda nuestra Iglesia, desde la Opción
por los pobres y sus culturas.
-
El compromiso social y político de construir una sociedad más conforme a los valores
del Reino.
B. ‘EL REINO ES LO ÚNICO ABSOLUTO’ (Pablo 6º)
En definitiva, la Pascua de Jesús
es el triunfo del Reino. El proyecto de Dios no podía fracasar. Éste triunfa
con Jesús de todos los obstáculos. Nosotras y nosotros hemos heredado de este
Reino: Al ejemplo de Jesús nos toca hacerlo realidad, al precio de nuestra
vida, lenta o violentamente si fuera el caso.
- El Reino es de los Pobres
Esto fue el gran mensaje de Jesús:
El Reino se construye desde los pobres dignos y los que nos hacemos pobres con
ellos. El Reino es dignidad personal y no borreguismo, el Reino es Comunidad y
no individualismo, el Reino es compartir y no superación egoísta, el Reino es
participación y no pasivismo, el Reino es creatividad y no copia del pasado…
- Somos Iglesia de los Pobres, para que toda la
Iglesia lo sea
La Iglesia está al servicio del
Reino. Los pobres dignos y los que tienen el espíritu de los pobres somos sus
integrantes. Para que seamos la Iglesia de Jesús, tenemos que ‘la Iglesia de
los Pobres’ (Juan 23 y Juan Pablo 2º). Como Iglesia de los Pobres, nos unimos a
todos los que construyen el Reino de Dios para alabar al Dios liberador de los
pobres y celebrar su Reino que no se detiene.
- Somos semilla de una sociedad nueva que se
asemeja a la utopía del Reino
‘El
Reino es lo único absoluto’ (Pablo 6º). El Reino no está encerrado
exclusivamente en ninguna Iglesia. Todas y todos las y los que trabajamos a
favor de la vida, la justicia, la fraternidad, la verdad, estamos construyendo
el Reino. Las Iglesias, Organizaciones y Pueblos que vivimos estos valores,
somos el Reino de Dios hasta recibirlo plenamente de Cristo cuando él nos llame
a compartirlo en plenitud. Esto es nuestra común tarea y vale la pena darla
vida lenta o violentamente por esto.
Que esta
Semana Santa sea verdaderamente nuestra Pascua, es decir el paso personal a una
vida nueva, la solidaridad con todos los y las que sufren y mueren injusta o
amorosamente, la celebración creativa de la resurrección de Jesús, y la entrada
en una lucha colectiva por el Reino. Ayudémonos unos a otros para que sea
verdaderamente así. Eso es nuestra salvación, don de Dios y fruto de una firme
decisión. ‘Vengan los bendecidos por mi Padre y tomen posesión del Reino que ha
sido preparados para ustedes desde el principio del mundo’ (Mateo 25,34).
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