jueves, 4 de mayo de 2023

Conferencia de Leonardo Boff sobre la Ecología

 

LA CONVERSIÓN ECOLÓGICA

Conferencia de Leonardo Boff y Artículo de Pedro Pierre

1. CONFERENCIA DE LEONARDO BOFF

Charla con la Articulación Continental de las CEBs.

Notas de Pedro Pierre. Martes 2 de mayo de 2023.

RELEVANCIA DE LAS CEBs

-        Quiero comenzar diciendo que las CEBs son una nueva forma de ser Iglesia más acorde a la actualidad.

-        Somos todos africanos y nos encontramos en el planeta tierra en un momento en que está amenazado.

-        Hay 2 modelos de Iglesia: Uno como sociedad dominante como jerarquía y otro como Iglesia de hermanos iguales. Cuando la Iglesia, en el siglo 4, se unió a los poderes del mundo, marginó a los laicos e invisibilizó a las mujeres. Con el papa Francisco estamos volviendo a las fuentes. La Iglesia jerárquica está desvinculada de la realidad.

-        La CEBs son una semilla y tienes toda la fuerza de la semilla porque todo lo tiene. Las CEBs son el futura la Iglesia… la jerarquía va a pasar a ser un accidente en la historia de la Iglesia. La Iglesia del futuro será una red de Comunidades encarnadas en las culturas con rostros diferentes en una misma Casa común.

-        Es la eclesio-génesis de nuestros tiempos: un renacimiento de la Iglesia por el Espíritu de Dios, desde las bases. Vivimos este proyecto de unidad en la fraternidad dentro de la Casa común.

-        La Iglesia europea tiene sólo 24% de los católicos y América Latina 62%. Francisco está generando una nueva línea de papás que vendrán: Trabajarán desde las culturas que renovarán la Iglesia. Las CEBs lo están ensayando ya: Vivámoslo intensamente, con la fuerza de las mujeres, como en la primitiva Iglesia.

LA CONVERSIÓN ECOMÓGICA es un tema de extrema urgencia

-        Frente a la gravísima situación actual del planeta, dice Francisco: “Estamos en el mismo barco: ¡O nos salvamos todos o nadie se salva!”. Muchos no tienen la percepción de esta realidad. En la ‘Laudato si’ escribe Francisco que “tenemos que cambiar y emprender una conversión ecológica (5 y 160-1). Hay urgencia.”

Actualmente nos asechan 3 grandes problemas

1.      La degeneración general del planeta tierra.

-        Está alcanzado el 85% de la tierra a causa de un sistema asesino que destruya las bases que sostienen la vida por acumular riquezas destruyendo a los pobres. Existen 18 lugares en guerra: “Una 3ª guerra mundial por pedazos”, dice Francisco.

-        Cada año se destruye más y más la biodiversidad. La voracidad del sistema condena a muerte, anualmente. 100,000 especies y 1 millón están en riesgo de desaparecer. El ser humano destruye las bases de la tierra: Ha pasado a ser “el satán de la tierra” … Estamos en la etapa histórica del ‘necrocena’, o sea, un período de la ‘muerte’ de la vida. Es el ‘pirocena’, es decir, la destrucción por el ‘fuego’, como es el caso de Europa y de la Amazonía… El fuego viene del calentamiento global que calienta la piedra y prende fuego a las hojas. El fin del mundo viene del cielo y cae sobre nosotros.

2.      La sobrecarga de la tierra es el 2º problema.

-        Todos los bienes renovables se están lentamente acabando porque destruimos la vida de la tierra. Esta sobrecarga crece cada año.

-        El planeta es un ser vivo que reacciona: Caen grandes cantidad de nieve en California, ¡hasta 6 metros!, cuando antes nunca caía. Están los virus que manda contra la violencia del ser humano, y si no cambiamos los científicos hablan del “último virus que acabará con nosotros”: O cambiamos o desaparecemos.

-        La ‘Laudato si’ critica el ‘antropocentrismo’, base de la modernidad, o sea, el ser humano como ‘centro’ de todo. Es el fundamento de la cultura moderna con aportes buenos como las industrias, los antibióticos, los viajes a la luna… pero estamos en la destrucción de la tierra.

-        Recordamos la “Carta de la Tierra” del año 2,000, donde estuve participando con Gorbachov de la URSS (antigua Rusia) y ‘la negra’ Soza, de Argentina. “Vamos al encuentro final con la destrucción del Europa y del mismo planeta”. Chomsky lo está advirtiendo: “La guerra de Ucrania nos puede llevar a la guerra total donde 1 + 1 = 0”. Hay actualmente este riesgo.

3.      Otro riesgo el cambio del calentamiento global.

-        Ya ni la ciencia ni la técnica pueden salvarnos. Sólo pueden limitar la destrucción que es irreversible. La tierra está cambiando de mal en peor y vamos a tener que adaptarnos… Los animales y los árboles no tienen el tiempo suficiente para adaptarse. Nos hemos hecho responsable de ese calentamiento. En 2027, o sea, dentro de 4 años, vamos a pasar a un aumento del calor insoportable para la mayoría de los seres vivientes.

-        Lo único que podemos hacer es prepararnos. A los jefes de estado no le interesa ni a las grandes corporaciones; más bien aumentan la desigualdad. Eso es un pecado contra Dios y contra los hijos de Dios.

-        Sólo nos queda prepararnos a eso… Entonces, en las CEBs y desde la CEBs hay que hablar de eso, porque los grandes medios no hablan de eso… Tenemos ya que cambiar el modo de producción y de consuma. El paradigma del hombre como ‘señor’ ya no da más… y ahora no podemos dar marcha atrás.

-        La alternativa es ser hermanos y hermanas con los seres humanos y con los demás seres vivos, porque todo y todos tememos un destino común. Eso es un dato irreversible.

-        Todo el universo tenemos la misma base viviente: Todos somos vivientes de la misma manera: todos tenemos en nuestro ADN “24 ladrillos unidos por 4 cementos”. Por eso somos la misma vida, todos hermanos y ligados los unos a los otros. Pero no nos tratamos como hermanos. Tenemos que pasar de la condición de ‘señor de la creación’ a de ‘hermanos los unos con los otros’ entre todo lo que existe. Esa es la conversión ecológica que necesitamos realidad.

La conversión ecológica que necesitamos absolutamente

-         Hay 2 conversiones a lograr: la de la mente y la del corazón.

1.      Primero la conversión de la mente

Tenemos que cambiar nuestra mente con otra visión de la tierra no explotadora. Esa es la travesía que necesitamos realizar. Es absolutamente necesaria; si no, no vamos subsistir. La tierra toda es un ser vivo: lo dice la misma ciencia.

2.      Segundo la conversión del corazón

-        Tenemos también que cambiar nuestro corazón y el corazón de los demás. Lo racional en nosotros los humanos tiene solo 8 millones de años, mientras que el cerebro de la sensibilidad o del corazón tiene más de 200 millones de años… Los animales tienen sentimientos; nosotros los humanos hemos añadido el razonamiento de la mente. Lastimosamente hemos separado la cabeza del corazón. Hay que volver a unir los 2, volver a sentir los 2 gritos: el de la tierra y el de los pobres.

-        Ahora está urgente la necesidad de establecer un lazo afectivo entre todo y todos para detener la destrucción de la vida. Todo lo que vive merece vivir. Todo y todos somos relación, todos estamos conectados. Todos somos responsables de todos por la interdependencia que nos caracteriza.

-        Estamos de cara a una destrucción anunciada: ¿Cómo salir de eso? Mediante la conversión ecológica.

Los caminos de la conversión ecológica

1.      Trabajar por grandes regiones…

-        La ‘Fratelli tutti’ propone una salida: El ‘trabajo por región’, con los límites de los ríos y las montañas que nos ha dado la naturaleza, o sea, respetando los límites naturales. Así podemos crear la sostenibilidad. Número 61 de la ‘Fratelli tutti’: “La tierra no tiene una capacidad ilimitada. Los bienes y servicios de la tierra son limitados” Y sugiere de crear una “agroecología” que integre todo y a todos.

-        Se trata de crear Comunidades regionales… No se trata de una ‘ecología verde’, o sea, sólo de la naturaleza, sino de una ecología integral que involucre a todos. Tenemos el ejemplo de los zapatistas con los caracoles (o municipios indígenas). Ya en el mundo hay 111 regiones que viven eso. Hay que empezar con cada uno en su lugar y abrirlo a las demás regiones.

2.      … mediante los 3 ‘T’: Tierra, Techo y trabajo para todos

-        Esa es la forma de salir de la crisis actual: trabajar a lograr los 3 ‘T’: “Tierra, Techo y Trabajo para todos”. El papa ha dicho que “los miembros de las Organizaciones sociales son los creadores de una nueva manera de vivir en el mundo, porque dan descanso a la naturaleza y viven decidiendo entre todos”. Producen para todos mediante la justicia social y el cuidado la madre tierra. Eso hacen las CEBs cuando pasan a ser Comunidades ‘Ecológicas’ de Base. Los científicos nos dicen: “Si Uds. no cuidan la Amazonía, la tierra no va a aguantar”. La Amazonía está en 9 países.

-        La responsabilidad es comenzar con nosotros y entre nosotros: con el corazón, o sea, amarnos. Tenemos que tener otras actitudes con todos los seres vivos: Una relación amistad con todo y entre todos. No podemos mirar la naturaleza desde fuera, porque somos la naturaleza… tal como piensan y viven los pueblos indígenas al vivir la armonía entre ellos y con la naturaleza. Tenemos que sentir la tierra como nuestra madre y ella tendrá misericordia de nosotros. Si no cambiamos nuestra relación, la tierra misma nos va a eliminar.

-        Dios nos encargó de ‘cuidar el jardín de mundo’ y lo hemos transformado en un matadero. Esa es nuestra responsabilidad.

Termino con 3 palabras de esperanza

-        Una del libro de la Sabiduría 11,26: “¡Oh Señor, que amas la vida, y tu Espíritu imperecedero está en todo!” Dios es amante de la vida…Dios mismo cambiara nuestra conciencia para que no caigamos en el abismo. Al último momento el pavor hará cambiar la humanidad. Teilhard de Chardin fallecido en 1955 decía: “Somos la tierra que siente, que habla y ama…” La palabra ‘Adán’ significa “tierra amable”.

-        La segunda palabra es de san Agustín: “Tenemos la fe, el amor, la esperanza. Si perdemos la fe y el amor, podemos sobrevivir, pero no, si perdemos la esperanza”. Perdemos la esperanza cuando dejamos de indignarnos y de ser valientes: Sin indignación y valentía no vamos a cambiar nada.

-        La tercera palabra de esperanza es de Paolo Freire que decía: “Hay que alimentar la esperanza. Hay que ‘esperanzar’, es decir, crear condiciones para que la esperanza se realice”. Tenemos que crear la cultura ‘biocentrada’, es decir, ‘centrada’ en la vida… Todo debe ser en función de la vida con la ayuda de todos y con todo.

Jesús y María no nos van a abandonar, nos acompañan siempre y nos van a dar esta indignación y valentía. Así vamos a irradiar esperanza. Eso es la conversión radical que necesita el momento actual.

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PLANETA TIERRA: ¡ALERTA ROJA! Pedro Pierre

               El 22 de abril pasado hemos conmemorado el Día Mundial de la Tierra. Las redes sociales y las actividades y los escritos de muchos defensores del Medio Ambiente nos han informado y alertado sobre el suicidio colectivo al que nos encaminamos, ya que muy poco hacemos para respetar la Tierra y revertir la actual destrucción acelerada de la naturaleza. Una conferencia reciente del teólogo de la liberación y ecologista brasileño, Leonardo Boff, me ha llamado particularmente la atención por las alarmas ecológicas que lanza desde años: “Si no cambiamos vamos a desaparecer dentro de pocos años”. Dijo en esta charla reciente: “En 2027 los calores serán insoportables para los humanos en la mayor parte del planeta y muchas plantas y animales no podrán soportarlos porque necesitan tiempos para adaptarse”. Estamos a sólo 4 años de este desastre de la vida y la mayoría de los gobiernos, las empresas contaminantes y las multinacionales agroindustriales y mineras nos cambian radicalmente sus prácticas destructoras… lo que nos confirma “una muerte anunciada” de innumerables seres vivos.

               Ya en el año 1987, hace 36 años, un informe de las Naciones Unidas nos informaba de las consecuencias de la destrucción de la naturaleza y del mal uso de sus recursos: "La Tierra es una, pero el mundo no lo es. Todos dependemos de una sola biosfera para el sustento de nuestras vidas. Algunos utilizan los recursos de la Tierra a un ritmo tal que dejarían poco para las futuras generaciones. Otros, en proporción aún mayor, consumen demasiado poco y viven con un panorama de hambre, miseria, enfermedad y muerte prematura”.

               En el año 2,000, hace 23 años, un grupo de científicos y de personas conocidas, entre otras Leonardo Boff, el ex presidente de la Unión Soviética-URSS Mijaíl Gorbachov, la conocida cantante argentina Mercedes Soza, lanzaban un grito de alerta con la “Carta de la Tierra”. Esta afirma que la protección medioambiental, los derechos humanos, el desarrollo igualitario y la paz son interdependientes e indivisibles. He aquí las primeras y últimas líneas: “Nos encontramos en un momento crítico en la historia de la Tierra, un momento en el que la humanidad debe elegir su futuro. Somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común”.

               En 2015, el papa Francisca nos daba su carta encíclica “Laudato si - Alabado seas” sobre el cuidado de la casa común por su destrucción acelerada. El papa Francisco realizó una «crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable» con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada «para combatir la degradación ambiental y el cambio climático».

               No hemos tomado en serio estos llamados apremiantes: Bien poco hemos hecho personal y colectivamente para detener la destrucción sistemática de nuestro planeta, al punto que ahora estamos en una situación irreversible. Tenemos que prepararnos a soportar pronto situaciones extremas de supervivencia frente a un clima hostil y numerosos virus nuevos cada vez más destructores. Así de sencillo y fatal.

               Leonardo Boff nos explica que 3 son los mayores problemas que nos afectan profundamente. Primero está la degeneración progresiva de la Tierra porque, mediante la contaminación, destruimos las bases de la renovación de la vida terrestre. El segundo es el consumo exagerado de sus recursos que utilizamos irresponsablemente sus recursos limitados y no le damos el tiempo necesario para reponerlo: la empobrecemos sin pensar a la escasez que estamos produciendo para las futuras generaciones. El tercero es calentamiento global: Aumenta el calor de las piedras que provocan innumerables incendios que no se pueden combatir eficazmente, desertificando inmensas regiones.

               Para limitar el desastre ambiental, Leonardo Boff nos sugiere una doble conversión. La Tierra es un ser vivo como nosotros y nosotros somos no aparte de ella sino parte viva y amorosa de ella. Para lograrlo debemos conformar Comunidades Ecológicas en las que nos ayudemos a cambiar la mente y el corazón. La conversión mental consiste en desterrar miestra visión destructora de la Tierra porque pensamos que la podemos utilizar como nos place sin respetar sus limitaciones y sus derechos. La segunda conversión es afectiva, o sea, del corazón. Como seres humanos hemos desarrollado, gracias a la fuerza de la vida recibida de la misma Tierra, la capacidad de amar. Tenemos sentimientos, alegrías, dolores y amor como todos los seres vivos. La diferencia está en la consciencia que tenemos de aquello. Tenemos que enterrar esta visión o complejo de superioridad que nos hace considerarnos falsamente ‘dueños y señores’ de la naturaleza, sin descubrir que todo, todas y todos dependemos unos de otros. Nos destruimos cuando la destruimos. Eso es la doble conversión ecológica que necesitamos urgentemente si no queremos desaparecer.

               Leonardo Boff nos invita a conformar grandes regiones de vida saludable y de convivir armonioso para resistir los cambios irreversibles que se nos vienen, a imagen de las Comunidades indígenas que viven la complementariedad social y la armonía con la naturaleza. Se trata de aprender su “Bien vivir y convivir”. Actualmente en el planeta hay 111 ‘regiones ecológicas’ que viven de esta manera. Tenemos que comenzar y fortalecer esta nueva manera de vivir y convivir individualmente, en familia, en pequeñas Comunidades articuladas e integradas las unas con las otras. Así desterraremos definitivamente la actual organización capitalista perversamente destructora del ser humano y de la naturaleza. Dijo el papa Francisco: “¡O nos salvamos juntos o nos perdemos todos!”

               Seamos los incansables artesanos de esta utopía esperanzadora que ha comenzado o continúa a ser realidad. Dios no quiere nuestra perdición sino nuestra salvación: Allí está el camino del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret.

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