E L J E S Ú S
Q U E C R E O, Pedro
Pierre.
Guayaquil,
PR. Abril de 2016.
LAS GRANDES NOVEDADES
RELACIONADAS CON JESÚS
LUEGO DEL CONCILIO
VATICANO 2°… sin querer ser exclusivas.
Contenido
El arranque del Concilio Vaticano
2°
-
Del
Cristo de la fe al Jesús histórico
-
La
Iglesia al servicio del Reino
-
Contemplativos
en la acción
Conclusión
abierta: El pluralismo religioso - “¡No hay otro mundo!”…
Anexos:
-
Pablo
6°: “El Anuncio del Evangelio”, números 6,7 y 30.
-
Juan
Pablo 2°: “Necesidad de la Teología de la liberación”, a los obispos de Brasil,
abril 9 de 1986.
UNA NUEVA
VISIÓN DE JESUCRISTO…
Que cambia
la manera de ver,
creer y vivir.
Marcos
8,27-32:”Para ustedes, ¿quién soy yo’”
Filipenses
2,6-11: La encarnación de Jesús.
EL ARRANQUE
DEL CONCILIO VATICANO 2° (1962-65).
A
los 50 años del Concilio Vaticano 2°,
miramos su importancia a la recepción que se ha hecho de sus orientaciones, en
particular en América Latina, el único continente que ha hecho una reunión
episcopal para aplicarlo a nuestra realidad, en Medellín, Colombia, 1968. Esta
reunión marca el cambio de visión sobre la Iglesia, Cristo y la comprensión de nuestra
misión.
Tal
vez lo que ha dado un giro más novedoso es nuestra percepción sobre Jesucristo:
-
Se
ha destacado su dimensión histórica,
-
La
prioridad del Reino sobre la Iglesia que está a su servicio,
-
Nuestra
espiritualidad: ‘Contemplativos en la acción’, o sea, reconocer a Dios en
nuestra realidad.
Esa es la
experiencia personal que he hecho en América Latina en estos 40 años de mi
presencia en este continente y que voy a presentar a continuación.
1. DEL CRISTO DE LA FE AL JESÚS HISTÓRICO
1.
Del Cristo de la fe…
-
Casi
exclusivamente se nos enseñó el Cristo de la fe: el Mesías de los milagros,
es el Señor resucitado sentado a la derecha del Padre, el Hijo
único de Dios, la 2ª persona de la Trinidad, el Rey de los Reyes y
Señor de los Señores…
-
Bien
poco se nos hablaba del Jesús histórico, y menos todavía de la realidad de Palestina
en su tiempo.
-
Había
que entender sus palabras y sus acciones tal como se las describía en los
Evangelios, sin tomar en cuento la comprensión que tenía cada comunidad
cristiana de él.
Era
un Cristo triunfante en un cielo lejano.
2.
… Al Jesús histórico.
-
Ya
muchos años antes del Concilio, se decía que “con los Evangelios sabemos más
sobre las comunidades cristianas en las que se los escribió que sobre
el mismo Jesús”.
-
Las
ciencias
modernas se pusieron a investigar sobre la Biblia, la verdad de sus
aseveraciones históricas y geográficas. Nos revelaron que la realidad era
diferente de la descripción que hacían los Evangelios y descubrimos que el
objetivo de los Evangelios era más teológica que histórica. Ahora tenemos
muchas conclusiones de las investigaciones arqueológicas, históricas,
sociológicas, lingüísticas, gráficas… que no podemos pasar por alto.
-
Progresaron
las investigaciones
cristológicas, en particular sobre el Jesús histórico, la situación
político-económica y socio-religiosa de Palestina, las palabras de Jesús que
eran específicamente de él, el sentido de los milagros llamados ‘signos’ por el
evangelista Juan, la experiencia de la resurrección y de la apariciones…
-
Llegamos
a preguntarnos
quién fue Jesús, que dijo, cómo vivió, por qué murió y resucitó, cuando comenzó
su culto en las comunidades, , cuál es el núcleo del mensaje de Jesús, por qué
cada comunidad cristiana lo interpretó de una manera diferente, porque se lo
subió al cielo mientras vino a encarnarse… Y mucho se ha escrito sobre todos
estos temas.
Esta nueva visión
de Jesús, la vamos a compartir entre nosotros.
2. LA IGLESIA AL SERVICIO DEL REINO
1. Otra
novedad que irrumpió con fuerza fue el lugar y la misión de la Iglesia frente a
la misión de Jesús: el Reino.
-
Descubrimos
que la misión de Jesús no era tanto hablarnos de Dios, sino del Reino
de Dios, o sea, de la voluntad de Dios.
-
Sobre
la Iglesia se nos dijo que, a lo mejor Jesús no quiso inaugurar ninguna nueva
religión ni tampoco unas Iglesias, sino que instituyó un ‘movimiento al servicio del
Reino’. “¡Jesús vino para el Reino y aparecieron las Iglesias bien
pocas al servicio del Reino!”
-
El
papa Pablo 6° encendió la llama en 1975, con su carta “El anuncio del Evangelio
en el mundo contemporáneo: “Solamente el reino es pues absoluto y todo
el resto es relativo”, o sea, lo mismo que había dicho el mismo Jesús:
“Busquen primero el Reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura” (Mateo
6,33).
-
Entonces
descubrimos que el Reino era un conjunto de nuevas relaciones a hacer
acontecer: nuevas relaciones de uno consigo mismo, de uno con los demás, de
todos con todos, de todos con la naturaleza y con Dios… nuevas relaciones en
las estructuras sociales, políticas, económicas, culturales… más conformes a
los criterios del Reino.
-
Se
valoró la expresión del Concilio: “La Iglesia es el Pueblo de Dios”, o
sea, el conjunto de los bautizados al servicio de los cuales está la jerarquía,
siendo primero el sacerdocio de los mismos bautizados.
2. Las
aportes de las Comunidades Eclesiales de Base a la nueva concepción de la
Iglesia.
a) Actualizaron la Iglesia de los
pobres:
-
Las
CEBs comenzaron en Brasil por los años 1955 con monseñor Antonio Fragoso y
se expandieron por toda América Latina.
-
Recuperaron
el sueño del papa Juan 23 cuando proclamaba en vísperas del Concilio (1961): “La
Iglesia es y debe ser la Iglesia de los pobres”. El cardenal italiano Giacomo Lercaro
(Bolonia, Italia) llegó a decir que “la Iglesia de los pobres es el tema del
Concilio”.
-
Se
beneficiaron del ‘Pacto de las Catacumbas’ que hicieron, al final del Concilio
(1965), 42 obispos mayoritariamente latinoamericanos del grupo autollamado
“Iglesia de los Pobres”: decidían vivir pobremente y al servicio de los pobres.
b) Concretaron de la Opción por los
pobres:
-
“Porque creemos que la revisión del comportamiento
religiosos y moral de los hombres debe reflejarse en ámbito del proceso
político y económico de nuestros países, invitamos a todos, sin distinción de
personas, a aceptar y asumir la causas de los pobres, como si estuvieran
aceptando y asumiendo su propia causa, la causa misma de Cristo (Mateo 25,40)” (Obispos latinoamericanos en
Puebla, México, 1979 [Mensaje 3]).
-
“La
Iglesia está vivamente comprometida en la causa de la solidaridad, porque la
considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a
Cristo, para poder ser verdaderamente Iglesia de los pobres” (Papa Juan Pablo 2º
en 1981 en su Carta
sobre ‘El Trabajo humano’ [‘Laborem exeercens’], 8).
-
La
opción por los pobres es hacer nuestras las opciones de los pobres, es decir,
actuar, pensar, vivir, creer como los pobres organizados, activos y valientes.
c) Son el caldo de cultivo de la teología
de la liberación
-
Nuevamente el papa Pablo 6º en su
misma carta: ‘El anuncio del Evangelio’ (30) encendía la llama: “La Iglesia… tiene el deber de
anunciar la liberación de millones de seres humanos,… el deber de ayudar a que
nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de hacer que sea total.”
-
Después
de las 2 declaraciones del cardenal Ratzinger (1984 y 1985) contra ‘cierta’
teología de la liberación, escribía el
papa Juan Pablo 2º a los obispos de Brasil, el 9 de abril del 1986: “Estamos convencidos de que la
teología de la liberación es no sólo oportuna, sino útil y necesaria”.
d) Nos
orientan hacia otra práctica del sacerdocio ordenado y de los demás ministerios
eclesiales
-
El
mayor sacerdocio según el Concilio es de los bautizados al servicio del cual
está el sacerdocio ordenado: “Ofrézcanse a Dios como un sacrificio agradable a
él” (Romanos 12,1), es decir, presentarse delante de Dios como un pueblo
fraternal.
-
El
documento de Aparecido afirma que las CEBs son “escuela para nuevos
ministerios” (178).
El papa Francisco
retoma muchos de estos aspectos en la reforma de la Iglesia.
3. DE LA PASIÓN POR LA VIDA A LA OPCIÓN POR
LOS POBRES
1.
El sueño que guió mi vida
-
Aposté
mi vida sobre la amistad, el compartir, la solidaridad para aportar mi grano de
arena a la construcción de un mundo mejor para todos en particular por los más
golpeados de la sociedad.
-
Para
mí, el bien es apoyar todo lo que favorece la vida y la fraternidad.
2.
Un sueño a construir desde y con
los pobres
-
Somos
pobres cuando compartimos y no explotamos a nadie.
-
Los
pobres son los preferidos y protegidos de Dios porque son víctimas de un
sistema que les desposee de sus derechos y les impide vivir con dignidad.
-
Los
pobres son empobrecidos, es decir mantenidos en una situación de despojo y de
esclavitud, o sea la imposibilidad de liberarse de la pobreza.
-
Nos
hacemos cómplices de esta situación si no luchamos para revertirla.
-
Jesús
vivió pobremente y eligió a los pobres para construir un Reino de fraternidad y
de justicia sin frontera mediante la organización en comunidades de iguales.
-
El
Reino es el sueño de Dios de una humanidad de hermanos y hermanas iguales,
solidarios y promotores de la vida.
-
“No
soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las
cosas no me roben la libertad” dijo José Mujica (El Telégrafo, junio 4 de
2016).
-
Los
pobres y la pobreza digna -“la sobriedad y lo justo”- son los criterio de la
verdad, del bien y del bien vivir.
4. CONTEMPLATIVOS EN LA ACCIÓN
Esta nueva visión de Jesús y de la
Iglesia, nos ha llevado a una nueva espiritualidad: encontrar a Dios y escuchar
su voz en la realidad cotidiana, en especial en la vida de los pobres.
1. Nuestra
espiritualidad es contemplación…
-
La
encarnación de Jesús nos ha enseñado que la realidad es el primer lugar de
nuestro encuentro con Dios, con Jesús resucitado y con el crecimiento del
Reino. No se trata sólo de conocer a Jesús, sino de reconocerlo en la vida
diaria.
-
La
opción por los pobres nos da nuevos criterios: optar por los
pobres es optar por sus causas, es decir, optar por su manera de pensar, actuar
y creer, porque “de ellos es el Reino de Dios” (Mateo 5,3).
2. …
contemplación en y desde la acción
-
El
Espíritu está a la obra en muchas partes, pero especialmente en
los pobres: la voz de los pobres, su actuar, su religiosidad, su fe es
expresión privilegiada de la acción del Espíritu entre nosotros.
-
Nuestras
actividades no son solamente un servicio al Reino, son respuesta a las llamadas del
Espíritu en la realidad, en particular la del mundo de los pobres.
5. PARA CONCLUIR: NOS ABRIMOS A NUEVAS…
NOVEDADES.
Tener
nuevas visiones de Jesús, de la Iglesia y de los pobres nos exige abrirnos a
otras novedades que son los nuevos desafíos.
1.
Desafío del pluralismo religioso
-
Descubrimos
que el ecumenismo y el pluralismo religioso es una necesidad.
-
Tenemos
que aprender los unos de los otros sobre Dios, Jesús, el Reino, la
espiritualidad…
-
Ninguna
Iglesia no religión tiene la exclusividad de Dios ni de la salvación.
2.
El descubrimiento que “¡No hay
otro mundo!”
-
Dios
no está fuera de nuestro mundo ni fuera de nosotros, sino que es el alma de
este mundo y la vida y el amor en nosotros.
-
Hay
que repensar el cielo y el infierno, la oración, la devoción a los santos, los
milagros, la espiritualidad… para no confundir mitos y realidad.
Que está
convivencia nos ayude a expresar todas estas novedades y a emprender nuevos
caminos para responder mejor a los llamados de Dios hoy.
Anexos:
I. LA
EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO CONTEMPORANEO, Pablo 6°, 1975: números 7, 8 y 30.
-
8…
“Solamente el reino es pues absoluto y todo el resto es relativo”.
-
30… “La
Iglesia… tiene el deber de anunciar la liberación…”.
“Jesús
primer evangelizador
7.
Durante el Sínodo, los obispos han recordado con frecuencia esta verdad: Jesús
mismo, Evangelio de Dios (Cf. Mc. 1,1; Rom.
1-3), ha sido el primero y el más grande evangelizador. Lo ha sido hasta el
final, hasta la perfección, hasta el sacrificio de su existencia terrena.
Evangelizar: ¿Qué significado ha tenido esta
palabra para Cristo? Ciertamente no es fácil expresar en una síntesis completa
el sentido, el contenido, las formas de evangelización tal como Jesús lo
concibió y lo puso en práctica. Por otra parte, esta síntesis nunca podrá ser
concluida. Bástenos, aquí recordar algunos aspectos esenciales.
El
anuncio del reino de Dios
8.
Cristo, en cuanto evangelizador, anuncia ante todo un reino, el reino de Dios,
tan importante que, en relación a él, todo se convierte en "lo
demás", que es dado por añadidura (Cf. Mt. 6,
33). Solamente el reino es pues
absoluto y todo el resto es relativo. El Señor se complacerá en describir
de muy diversas maneras la dicha de pertenecer a ese reino, una dicha
paradójica hecha de cosas que el mundo rechaza (Cf. Mt.
5, 3-12), las exigencias del reino y su carta magna (Cf.
Mt. 5-7), los heraldos del reino (Cf. Mt.
10), los misterios del mismo (Cf. Mt. 13),
sus hijos (Cf. Mt. 18), la vigilancia y
fidelidad requeridas a quien espera su llegada definitiva (Cf.
Mt. 24-25).
…
Un
mensaje de liberación
30.
Es bien sabido en qué términos hablaron durante el reciente Sínodo numerosos
obispos de todos los continentes y, sobre todo, los obispos del Tercer Mundo,
con un acento pastoral en el que vibraban las voces de millones de hijos de la
Iglesia que forman tales pueblos. Pueblos, ya lo sabemos, empeñados con todas
sus energías en el esfuerzo y en la lucha por superar todo aquello que los
condena a quedar al margen de la vida: hambres, enfermedades crónicas,
analfabetismo, depauperación, injusticia en las relaciones internacionales y,
especialmente, en los intercambios comerciales, situaciones de neocolonialismo
económico y cultural, a veces tan cruel como el político, etc. La Iglesia, repiten los obispos, tiene el deber de anunciar la liberación de
millones de seres humanos, entre los cuales hay muchos hijos suyos; el deber de ayudar a que nazca esta
liberación, de dar testimonio de la misma, de hacer que sea total. Todo
esto no es extraño a la evangelización.”
II.
EL PAPA JUAN PABLO 2° CONFIRMÓ LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Carta
a los obispos de Brasil, abril 9 de 1986.
5,
b: “Estamos convencidos, nosotros y ustedes, de que la teología de la
liberación es no sólo oportuna, sino útil y necesaria”.
Párrafo
completo:
“En la medida en que se empeña por
encontrar aquellas respuestas justas - imbuidas de rica comprensión con la
Iglesia en este país, tan eficaces y constructivas como es posible y al mismo
tiempo consonantes y coherentes con las enseñanzas del Evangelio, de la
Tradición viva y del Magisterio de la Iglesia -, estamos convencidos, nosotros y ustedes, de que la teología de la
liberación es no sólo oportuna, sino útil y necesaria. Ella debe constituir
una nueva etapa – en estrecha conexión con las anteriores – de aquella
reflexión teológica iniciada con la tradición apostólica y continuada con los
grandes padres y doctores, con el Magisterio ordinario y extraordinario y, en
la época más reciente, con el rico patrimonio de la Doctrina social de la
Iglesia que van de la ‘Rerum novarum’ (1891) a la ‘Laboren exercens’ (1984)”.
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