PREPARACIÓN
DEL SÍNODO SOBRE
LA SINODALIDAD
Entremos desde ya en un proceso sinodal
Guayaquil,
febrero de 2022: Pedro Pierre.
Guías y
Comentarios para Animadores de grupos,
En
particular de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs).
CONTENIDO
1.
Presentación
general
Objetivos. Método. Marco general.
Programación. Oración del Sínodo.
2.
Cinco Guías
para las reuniones
Febrero: Entender la
sinodalidad y organizar el camino sinodal.
Marzo a junio:
Conversatorios a partir de guías y comentarios.
3.
Comentarios
de las guías
4.
Conclusión
Anexos: 1. Primer discurso del papa Francisco
sobre la Sinodalidad (2015).
2. Las 10 temáticas propuestas por la secretaría del
Sínodo en el Vaticano.
3. Reflexiones sobre el ‘desafío eclesial y social de
la Sinodalidad’.
¡ BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL CAMINO SINODAL !
1ª parte: PRESENTACIÓN GENERAL
A. OBJETIVO:
Escuchar a los seglares y lograr tomar en serio lo que dicen y quieren.
Partir de un “signo de los tiempos” que nos concierne a todos,
como es la pandemia,
-
Para hacer una experiencia de sinodalidad en su
tratamiento,
-
Hablando de su impacto sobre nuestra Iglesia y
-
Utilizando el método “escucharnos mutuamente,
discernir comunitariamente y abrir nuevos caminos entre todos”.
B. MÉTODO:
Reuniones en todo el Pueblo de Dios.
-
Un Equipo diocesano de Coordinación está
a cargo de la logística y del acompañamiento.
-
Cada espacio eclesial elige a quienes serán los
animadores de dichas reuniones.
-
Hay varios espacios eclesiales que se van
a reunir: 1. las parroquias, 2. los movimientos apostólicos, 3. las Comunidades
Eclesiales de Base (CEBs), 4. los colegios católicos, 5. las Universidades
católicas y 6. los grupos marginales que lo deseen.
-
Cada mes se prepara la temática y las
reuniones con los delegados de cada grupo.
-
Al final de cada mes, cada espacio
eclesial entrega, con veracidad, un resumen, -insistiendo en los
desafíos que aparecen-, de media página por temática (5) al Equipo
diocesano de Coordinación.
-
Bien se podrá terminar en julio por una
convivencia de evaluación del camino recorrido, celebración de la
fraternidad y presencia de Dios, como también de los mayores desafíos con sus
caminos sugeridos.
C. MARCO GENERAL: Jesús con los discípulos de Emaús.
-
Evangelizar es hacer acontecer el Reino de
Dios mediante palabras y hechos, “lo único absoluto” (Pablo 6° - Mateo 6,33).
1.
Jesús y los 2 discípulos de Emaús (Lucas
24,13-35).
El Documento de
Santo Domingo (1992) comenta el episodio de Jesús con los 2 discípulos
de Emaús.
“El
episodio de los discípulos de Emaús nos presenta a Jesús resucitado anunciando
la Buena Nueva. Puede ser también un modelo de la Nueva
Evangelización” (Mensaje 12-27).
Las
actitudes y palabras de Jesús con los discípulos de Emaús nos dan la
clave para nuestra misión de cristianos.
2.
Jesús es el modelo de todo evangelizador
-
Jesús toma la iniciativa de ayudar a dos
discípulos de Emaús a entender la Buena Nueva de su resurrección.
-
Jesús ayuda a los 2 discípulos de Emaús a reconocerlo
como resucitado y a entender lo que Dios espera de ellos.
3.
El episodio de Jesús con los discípulos
de Emaús tiene los 4 pasos de toda Evangelización
-
Primer paso (Lucas 24,13-17).
El tiempo de la escucha amistosa: Jesús se acerca,
pregunta y escucha.
-
Segundo paso (17-24). El
tiempo de la iluminación gozosa: Jesús ayuda a los
discípulos a discernir la presencia y voluntad de Dios.
-
Tercer paso (25-28). El
tiempo del compartir fraterno: Jesús se queda con los
discípulos para cenar con ellos, quiénes reconocen a Jesús.
-
Cuarto paso (29-35). El
tiempo de la acción decidida: el anuncio y la celebración: Los 2
discípulos anuncian y celebran la presencia de Jesús resucitado en medio de
ellos.
D. PROGRAMACIÓN
DE REUNIONES HASTA FINALES DE JUNIO
1. La
secretaría del Sínodo ha resumido los mayores desafíos actuales en unos 10
temas que no son exclusivos: Podemos insertar a otros que nos parecen de
gran importancia.
2.
Camino sinodal de febrero a finales
de junio. He aquí el detalle de los 10 temas y los meses en que nos toca
profundizar dichos temas
-
Febrero: Entender la
sinodalidad y organizar el camino sinodal.
-
Marzo a junio:
Conversatorios a partir de guías y comentarios.
-
Marzo: Escucharnos amistosamente sobre los
impactos de la pandemia en nuestra Iglesia.
1.
Compañeros de viaje: es
decir, reflexionar sobre quiénes forman parte de lo que llamamos "nuestra
Iglesia", así como quiénes son los "compañeros" que están fuera
del perímetro eclesial o que quedan en los márgenes.
2.
Escucha: los jóvenes, las
mujeres, los consagrados, los descartados, los excluidos.
3.
Tomar la palabra:
considerar, por tanto, si se promueve "un estilo de comunicación libre y
auténtico, sin duplicidades ni oportunismos" dentro de la comunidad y sus
órganos.
-
Abril: Discernir comunitariamente los
mensajes de Dios para la renovación de nuestra Iglesia
4.
Discernir y decidir:
preguntarse qué procedimientos y métodos se utilizan para tomar decisiones;
cómo se articula el proceso de toma de decisiones y qué herramientas se
promueven para la transparencia y la responsabilidad.
5.
El diálogo en la Iglesia y en la
sociedad: repensar los lugares y las modalidades del diálogo en las
Iglesias particulares, con las diócesis vecinas, con las comunidades y
movimientos religiosos, con las instituciones, con los no creyentes, con los
pobres.
6.
Formación para la sinodalidad:
en esencia, una mirada a la formación que se ofrece a quienes tienen roles de
responsabilidad en la comunidad cristiana, para hacerlos más capaces de
escucharse y dialogar.
-
Mayo: Encontrar de manera consensuada
nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia
7.
Corresponsabilidad en la misión:
una reflexión, es decir, sobre cómo la comunidad apoya a sus miembros
comprometidos en un servicio, por ejemplo, en la promoción de la justicia
social, los derechos humanos, la Casa Común.
8.
Autoridad y participación: ¿cómo
se ejerce la autoridad en la Iglesia particular?, ¿cuáles son las prácticas de
trabajo en equipo¡, ¿cómo se promueven los ministerios laicos?
-
Junio: Encontrar de manera consensuada
nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia
9.
Celebrar: evaluar cómo la oración
y la liturgia inspiran y guían efectivamente el "caminar juntos" y
cómo se promueve la participación activa de los fieles.
10.
Con otras confesiones cristianas:
qué relaciones se mantienen con otras confesiones cristianas, cuáles son los
frutos, cuáles son las dificultades.
3.
“Pregunta fundamental”
La secretaria del Sínodo nos insiste sobre la
pregunta fundamental que resume este camino sinodal. Esta es la
siguiente:
¿Cómo se realiza hoy
este “caminar juntos” en los distintos niveles (desde el local hasta el
universal), permitiendo a la Iglesia anunciar el Evangelio? y ¿Qué pasos nos
invita a dar el Espíritu para crecer como Iglesia sinodal?
ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA EL SÍNODO
“Ven, Espíritu santo, tú que suscitas lenguas nuevas y
Pones en los labios palabras de vida,
Líbranos de
convertirnos en una iglesia de museo,
Hermosa
pero muda, con mucho pasado y poco futuro.
Ven en medio nuestro, para que, en la experiencia
sinodal,
No nos dejemos abrumar por el desencanto,
Ni diluyamos la profecía,
Ni terminemos por reducirlo todo a discusiones
estériles.
Ven, Espíritu de amor,
Dispón nuestros corazones a la escucha.
Ven, Espíritu de santidad, renueva al santo pueblo de
dios.
Ven, Espíritu creador, renueva la faz de la tierra.”
2ª parte: GUÍAS PARA LAS REUNIONES
CONTENIDO:
Las 5 guías y sus comentarios.
Introducción
1.
Entender la
sinodalidad y organizar el camino sinodal
2.
Escucharnos
amistosamente
3.
Discernir
comunitariamente la voluntad de Dios
4.
Abrir caminos
nuevos en la Iglesia (1ª parte)
5.
Abrir caminos
nuevos en la Iglesia (1ª parte)
INTRODUCCIÓN
El documento preparatorio
esboza diez núcleos temáticos para articular la "sinodalidad vivida. Hay
que profundizar en ellos para enriquecer aún más la consulta” (Doc. de Preparación
del Sínodo).
1.
La primera
guía nos ayuda a entender el Sínodo, la sinodalidad y organizar
el camino sinodal.
2.
Las demás
guías arrancan desde los efectos de la pandemia en nuestra
Iglesia para profundizar los 10 temas propuestos por la
Secretaría del Sínodo en el Vaticano.
3.
Cada guía,
acompañada de un comentario, tiene el mismo esquema después del
saludo de bienvenida: 1. Una motivación para la reunión. 2. El diálogo inicial.
3. La temática sinodal. 4. La Palabra de Dios. 4. La oración comunitaria. 5.
Las tareas con miras a la próxima reunión.
4.
Se entiende
que el animador o alguien del grupo se encargue de los cantos, a
los menos unos 3 por conversatorio.
GUÍA 1: Febrero: ENTENDER LA SINODALIDAD Y ORGANIZAR EL
CAMINO SINODAL
OBJETIVOS: Organizarnos
sinodalmente para realizar la preparación del Sínodo de 2023.
-
Todos vamos a participar.
-
¿Quién va a ser el animador de la reunión? El
cual da la bienvenida, presenta el tema, da la palabra a los encargados de cada
paso, hacer la conclusión y la despedida.
-
¿Quién va a ser el secretario? Estará encargado
con el animador a hacer el resumen de la reunión para enviarla al Equipo
diocesano de Coordinación.
-
¿Quiénes nos van a presentar? 1. El mensaje de esta reunión. 2. El diálogo inicial. 4. La
Palabra de Dios. 4. La oración comunitaria. 5. Las tareas con miras a la
próxima reunión.
CONVERSATORIO
para escucharnos amistosamente
Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de
manera circular.
1.
Motivación para entender la
sinodalidad y organizar el camino sinodal.
“¡El invento de la
sinodalidad!” Conversación entre 2 comadres, Justina y Luisa, buenas católicas.
-
Justina: Y eso de la
‘sinodalidad’, comadre Luisa, ¿un invento del papa Francisco? Ni logro
pronunciar correctamente la palabra.
-
Luisa: Bueno, yo
comencé por decir despacio primero ‘sínodo’, luego ‘sinodal’ y finalmente
‘si-no-da-li-dad’. Así de sencillo: las 3 palabras son de la misma familia…
-
J: Pero, dime: ¿Repites estas 3 palabras sabiendo lo que
significan o, discúlpame, como ‘lora que aprendió sin saber el sentido’?…
-
A ver, a ver,
comadre Luisa. Hace 50 años que se habla de ‘sínodo’ en nuestra Iglesia
católica. Claro, son sólo reuniones de obispos con el papa; creo que se dan
cada 4 años. Entiendo que ‘sínodo’ significa ‘caminar juntos como iguales’. La
palabra ‘sinodal’, el papa Francisco la aplica a la Iglesia que es la forma de
caminar de la Iglesia…
-
J: ¿La forma de
caminar de la Iglesia? No, Justina amiga, no me hagas reír… ¿Has visto los
cardenales, los obispos y los curas en sotana caminar en la calle con la gente
fuera del viernes santo? ¡Ni en su parroquia lo hacen!
-
Puedes tener
razón, Luisa. “Hay mucho trecho del dicho al hecho”. Pero hay que comenzar
algún día dando el primer paso, justamente por esta separación que hay entre
todos nosotros los bautizados. Normalmente todos somos iguales, pero reconozco
que “¡hay algunos que son más iguales que otros!”…
-
J: Bueno. Y
¿‘silodanidad’? Perdón: ‘sidanolidad’. Ves, ni la palabra me sale bien.
-
A ver: “Sínodo,
sinodal, si-no-da-li-dad”… No es nada menos que lo que quiere el papa
Francisco: que participemos más en nuestra iglesia, que nos involucremos en las
actividades parroquiales, que tengamos incidencias sociales, que nos integremos
en el Consejo parroquial para orientar las decisiones que hacen falta… La
pandemia nos ha separado demasiado.
-
J: ¡Ah! Me haces
pensar en la manera cómo vuelan los pelícanos en las playas de nuestras costas:
siempre juntos como dándose la mano los unos a otros en un lindo triángulo, uno
abriendo el camino hasta que otro lo venga a remplazar, yendo al mismo ritmo
todos y esperando a aquel que va más lentamente.
-
Claro, Justina.
Ya entendiste la sinodalidad. Juntos y organizados vamos a construir una nueva
manera de ser Iglesia más acorde a los tiempos actuales, ayudándonos a lograrlo
poco a poco y cada uno según sus talentos. Todos vamos a dar nuestro aporte…”.
2.
Dialogo fraterno: Sínodo y sinodalidad
-
Dialoguemos entre
todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de
estas 2 comadres?
-
¿Qué entendemos por ‘sínodo’ y ‘sinodalidad’?
-
¿Qué espera de nosotros el papa Francisco?
3.
Palabra de Dios. Lucas 24,13-35: Jesús y
los 2 discípulos de Emaús.
-
¿Cuáles son las 4 etapas de este episodio de
Jesús con los 2 discípulos de Emaús? ¿Cómo podríamos llamar cada una?
-
¿De qué maneras nos pueden guiar estas 4 etapas
en el camino sinodal que vamos a emprender?
4.
Oración comunitaria. Podemos
participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a
lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.
Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y
Bendición final.
5.
Tareas, con miras a la próxima reunión
-
Preparar individualmente la próxima reunión,
anotando nuestras reflexiones.
-
¿Quiénes serán el animador, el secretario y los
demás participantes?
-
Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.
Ver más adelante: Comentario 1: SÍNODO Y SINODALIDAD
DESDE YA
CONTENIDO:
1.
¿Qué es un Sínodo? ¿Qué es Sinodalidad? ¿Qué
espera de nosotros el papa Francisco?
2.
Las enseñanzas del episodio de “Jesús con 2
discípulos de Emaús” (Lucas 24,13-35).
3.
El camino sinodal: ¿Adónde nos quiere llevar
el papa Francisco?
GUÍA 2: Marzo: ESCUCHARNOS AMISTOSAMENTE
OBJETIVOS para escucharnos amistosamente.
-
Comunicarnos los
impactos negativos de la pandemia en nuestra Iglesia.
-
Aprender cómo
escuchar a otras personas y cómo facilitarles la toma de palabra.
-
Sacar un método
para saber preguntar y escuchar de verdad a partir del encuentro de Jesús con
los discípulos de Emaús.
CONVERSATORIO para escucharnos amistosamente
Saludo de bienvenida, cuando
estamos todos sentados de manera circular.
1.
Motivación:
Escucharnos amistosamente.
“Tenemos dos oídos y una sola
boca”, con Justina y Luisa.
-
Justina: “¿Escuchó,
comadre Luisa, lo que dijo el diácono? “Escuchar es más que oír”.
-
Luisa: Sí, comadre
Justina. Y señaló que quién lo dijo primero es el papa Francisco para empezar
el camino sinodal.
-
J.: ¡Ah! Veo que
sí, escuchaste lo que dijo el diácono en la reunión.
-
L.: Claro. El
diácono nos dijo también que “tenemos 2 oídos y una sola boca”. No lo había
pensado. La naturaleza nos invita a escuchar 2 veces más que hablar. Pero eso
debería valer para todos: los padrecitos hablan demasiado.
-
J.: Es cierto… y
con muchas palabras vacías sin mayor relación con nuestros problemas
cotidianos. Pasa como en el dicho: “¡Mucho ruido y pocas nueces!” o “¡Perro que
ladra mucho, poco muerde!”
-
J.: Sí, amiga
Luisa, si no sabemos escucharnos no iremos a ninguna parte, porque cada uno va
a querer imponer su punto de vista. A veces uno se sorprende de lo acertado que
dicen las personas sencillas, pero muchas veces no paramos de hablar ni les
damos tiempo ni oportunidad para expresarse. A quiénes escuchamos poco también
son los jóvenes.
-
L.: Claro, ahora
está este maldito celular con el cual duermen poniéndolo debajo de la almohada…
-
J.: Tal vez sea
porque bien pocas veces les preguntamos su parecer o no les dejamos hacer las
cosas a su manera. Olvidamos pronto que hemos sido jóvenes y, en ese entonces,
nos quejábamos de que nuestros padres ni querían escucharnos: había que callar.
-
L.: Bueno. A ver
si en este camino sinodal que hemos emprendido, sabemos escucharnos para
aprender cosas nuevas y construir más fraternidad con todas y todos. Eso es la
meta ahora.”
2.
Dialogo
fraterno: La pandemia y sus secuelas en nuestra Iglesia
-
Dialoguemos entre
todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de
estas 2 comadres?
-
¿En qué
situaciones nos encontramos en nuestra Iglesia después de la pandemia?
-
¿Por qué razones
estamos en estas situaciones en nuestra Iglesia?
Profundicemos
3 aspectos del proceso sinodal
1.
Somos
‘compañeros de viaje’
-
Al relacionamos
con personas que no participan en la Iglesia, ¿qué motivos aducen para explicar
su alejamiento de la Iglesia?
Lucas 24,13-16: Jesús se
acercó a los discípulos de Emaús para conversar con ellos.
-
¿Cómo se presenta
Jesús para conversar con los discípulos de Emaús?
-
¿Qué mensaje
vamos a conservar de estas reflexiones?
2.
Escuchar
amistosamente
-
‘Escuchar es más
que oír’: ¿Qué virtudes debe tener una buena escucha?
Lucas 24,16-19: Jesús
comienza preguntando por 2 veces a los discípulos de Emaús.
-
¿Cómo procede
Jesús para conversar con los 2 discípulos de Emaús?
-
¿Qué mensaje
sacamos de estas reflexiones?
3.
Devolver
la palabra a la gente
-
¿Por qué motivos mucha
gente se detiene de hablar de su fe y de la Iglesia?
Lucas 24,19-24: Las
explicaciones de los discípulos de Emaús sobre la muerte de Jesús.
-
¿Por qué razones
hablan con mucha confianza los 2 discípulos de Emaús con el desconocido que camina
con ellos?
-
¿Qué mensaje
sacamos de estas reflexione?
3.
Compromisos.
-
¿De qué manera
vamos a actuar para generar confianza en nuestros interlocutores?
-
¿A quiénes vamos
a acercarnos para conversar sobre las consecuencias de la pandemia en nuestra
Iglesia?
4.
Oración
comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración
individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor,
nuestra oración”.
Oración del Sínodo. Padrenuestro,
Dios te salve y Bendición final.
5.
Tareas,
con miras a la próxima reunión
-
Preparar
individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.
-
Fecha, horario y
lugar de la próxima reunión.
-
La secretaria hace
un acta de la reunión señalando los desafíos más
significativos y envía media página de información al Equipo diocesano de
Coordinación.
Ver más adelante: Comentario 2: LA IMPORTANCIA DE
ESCUCHAR PRIMERO
CONTENIDO:
1.
La vida es un camino
2.
“Escuchar es
más que oír”
3.
Las 3
reflexiones sinodales
Conclusiones
GUÍA 3. ABRIL: DISCERNIR COMUNITARIAMENTE LA
VOLUNTAD DE DIOS
OBJETIVO:
-
Reconocer que
ciertos acontecimientos son “signos de los tiempos”, es decir, llamadas de
Dios.
-
Reconocer cuáles
de las muchas palabras escuchadas son “Palabras de Dios”
-
Reconocer que
discernir no es sólo mirar lo que está bien y lo que está mal, sino cuál es la
voluntad de Dios en este momento de nuestra vida, nuestra Iglesia y sociedad.
CONVERSATORIO para discernir colectivamente lo que
espera Dios de nosotros.
Saludo de bienvenida, cuando
estamos todos sentados de manera circular.
1.
Motivación:
Discernir comunitariamente la voluntad de Dios
“¡Quien escucha consejos llegará a viejo!”, con
Justina y Luisa.
-
Justina: “Dime, comadre Luisa, ¿qué entendiste por ‘discernir
juntos’? A mí se me hizo una pelota llena de nudos.
-
Luisa: A mí, me parece que ‘discernir’ es como ‘descifrar’
un enredo, entender el sentido de las cosas, detenernos para comprender lo que
está pasando. Creo que es un poco como los consejos de las y los amigos de
verdad y de los padres a sus hijos. Hay momentos en que sus consejos nos ayudan
a entender qué quiere Dios de nosotros.
-
J.: Lo que fue para mí una novedad, es cuando el animador
de nuestro grupo dijo que “no había que discernir sólo entre lo bueno y lo
malo, porque eso puede ser muy subjetivo y limitado”. Dijo que teníamos que
descubrir juntos “lo que el Espíritu santo nos quiere decir a través de las
propias palabras de todas y todos”. Nunca había pensado que el Espíritu podía
hablar a través de mí, de ti y de nosotros.
-
L.: Bueno, Luisa. A mí también, me parece nuevo y muy
importante. Eso me hace acordar del padrecito anterior cuando llegó a nuestra
parroquia. Al principio, pasaba su tiempo a preguntarnos, escucharnos y
escribir lo que decíamos. Eso era nuevo para todos los animadores de la
parroquia… a tal punto que, una noche al salir de nuestra reunión semanal,
alguien dijo: “¡Nos ha tocado un padrecito que todo lo pregunta! Parece que no
sabe nada. Estamos muy mal.”
-
J.: Y ¿qué pasó después?
-
L.: Nos dimos cuenta que el padrecito hacía un poco como
Jesús que pasó sus primeros 30 años a mirar, escuchar, aprender y discernir, y
sólo 3 a hablar, y seguía preguntando y escuchando. Creo que el padrecito
quería saber cómo veíamos las cosas de la parroquia, las actividades a emprender,
los puntos de vista a profundizar, lo que era más importante… Un día lo dijo:
“El Espíritu habla a través de todos nosotros, en particular a través de los
más sencillos. Eso lo anunció hace mucho tiempo el profeta Joel: ‘Por el
Espíritu, sus jóvenes tendrán sueños y sus mayores, visiones’.”
-
J.: Entonces ‘discernir’ ha de ser eso: reconocer la voz
del Espíritu en las palabras de nosotros los humanos para saber lo mejor que
quiere Dios para nosotros.”
2.
Dialogo
fraterno: Resumiendo el primer paso de la ‘escucha’.
-
Dialoguemos entre
todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de
estas 2 comadres?
-
De los desafíos
que hemos conversado en la anterior reunión, ¿cuáles son los que nos parecen
más relevante?
3.
Profundicemos
3 aspectos del proceso sinodal
1.
Discernir
y decidir
-
¿Qué
herramientas tenemos a nuestra disposición para discernir la voz de Dios?
Mateo 16,2-3: ‘Interpretar los signos de los
tiempos’.
-
¿Cómo nos
vamos a preparar para no quedarnos en palabras estériles?
2.
Dialogar
-
¿Cuándo el
diálogo nos ayuda a entender mejor las opiniones que intercambiamos?
Lucas 2,46: Jesús “sentado en medio de los
maestros de la ley” en el templo de Jerusalén, a los 12 años, “escuchándolo y haciéndoles
preguntas”.
-
¿De qué manera
nos ayuda a nosotros el modo de dialogar de Jesús?
3.
Formarse
en sinodalidad
-
¿Nos ayudan estas
reuniones en ser más ‘sinodales’, es decir, más atentos a los demás, más participativos
y más creativos?
Marcos 5,35-39: ‘Denles
ustedes de comer’.
-
Jesús cuenta
tanto con lo que tiene la gente como lo que pueden hacer sus apóstoles: ¿Qué
enseñanzas sacamos para nosotros de esta actitud de Jesús?
4.
Palabras de
los papas Francisco y Juan 23
“El camino de
la sinodalidad es el cmino que Dios espera de la Iglesia del tercer
milenio”.
"Debemos
hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer
esperanzas".
“Ven, Espíritu Santo: Líbranos de
convertirnos en una iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y
poco futuro” (Oración del Sínodo).
Papa
Juan 23: “La Iglesia es de todos, pero más particularmente la Iglesia de los
pobres” (1961).
-
¿Qué comentarios
hacemos de estas palabras de los papas Francisco y Juan 23?
5.
Palabra de
Dios.
Lucas 24,20-27: ‘Les
interpretó las Escrituras’.
-
¿De qué manera va
Jesús abriendo la mente de los 2 discípulos de Emaús?
-
Y ahora, ¿cuál de
las palabras y señales escuchadas en este camino sinodal no parecen ser la voz
de Dios?
-
¿A qué tareas nos
sentimos llamados después de estas reflexiones?
6.
Oración
comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración
individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor,
nuestra oración”.
Oración del Sínodo. Padrenuestro,
Dios te salve y Bendición final.
7.
Tareas,
con miras a la próxima reunión
-
Preparar
individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.
-
Fecha, horario y
lugar de la próxima reunión.
Ver más adelante: Comentario 3: EL DISCERNIMIENTO
COMUNITARIO
CONTENIDO:
1.
El arte del
discernimiento
2.
La necesidad
de un discernimiento comunitario
3.
Las 3
reflexiones sinodales
4.
Los desafíos
que tenemos por delante
GUÍA 4. MAYO: ABRIR NUEVOS CAMINOS EN LA IGLESIA
Nuevos
caminos para una nueva manera de ser Iglesia (1ª parte)
OBJETIVOS: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia.
-
Continuar a
caminar juntos para abrir caminos de manera consensuada. Eso quiere decir que
vamos a ir despacio, al ritmo del grupo.
-
Retomar los
desafíos que han surgido a lo largo de las etapas anteriores de ‘escucha’ y
‘discernimiento’, haciendo una lista, limitándose tal vez a los 5 que nos
parecen mayores, más urgentes, más necesarios…
-
Escucharnos
detenida y respetuosamente para comprender las soluciones propuestas y los
posibles caminos a abrir… sin buscar resolverlo todo, pero sí, proponiendo
soluciones concretas y caminos necesarios.
CONVERSATORIO para abrir juntos nuevos caminos.
Saludo de bienvenida, cuando
estamos todos sentados de manera circular.
1. Motivación: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia (1ª parte)
“¡Juntos: sí, podemos!”, con Justina y Luisa.
-
Justina: Comadre Luisa: Estoy preocupada por este camino
sinodal. Varias hermanas y hermanos se preguntan si vale la pena continuar.
Parece que muchos no quieren cambiar nada, ni en ellos mismos…
-
Luisa: Algunos, sí, pueden sentirse un poco desanimados… Son
los que poco participan en la parroquia. No tienen costumbre que sí, a lo largo
de los años, hemos cambiado personalmente y hemos puesto en marcha nuevas actividades.
Por ejemplo, participamos del Consejo Parroquial.
-
J.: Es cierto. Pero a veces veo que el padrecito se pone
pensativo, como si no supiera adónde tenemos que ir.
-
L.: Puede ser. Al padrecito, en el Seminario, se le ha
enseñado todo lo que tiene que decir y hacer. No se le enseñó a escucharnos a
los seglares, a decidir con nosotros, a preguntarnos cómo vemos las cosas.
Nosotros también hemos recibido al Espíritu Santo en nuestro bautismo y nos
sigue inspirando. He notado que el padrecito, en este camino sinodal, hace un
esfuerzo para escucharnos. ¿No es una buena señal?
-
J.: Personalmente en el grupo de las CEBs* he aprendido a
pensar y a expresarme. Al principio yo era ciega, sorda y muda, totalmente.
Pensaba que era suficiente ir a misa los domingos y obedecer al padrecito.
Descubrí que estamos llamados a crecer en todas las dimensiones tanto en lo
humano como en lo cristiano. Descubrí también, tal como lo dijo Jesús, que “el
Reino es lo único absoluto” y que todo lo que hacemos debe estar orientado a su
crecimiento.
-
L.: Tienes razón, Luisa, pero ¿hace cuántos años que
estás en las CEBs*? Muchas, ¿verdad? Por eso hemos cambiado, que somos capaces
de realizar pequeñas cosas y que ahora juntos podemos realizar grandes cambios.
-
J.: Gracias, comadre Luisa, por iluminarme y confirmarme
en el camino en que estamos. Sigamos adelante.
* ‘CEBs’ es ‘Comunidades Eclesiales de Base’.
2. Dialogo fraterno:
-
Dialoguemos entre
todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de
estas 2 comadres?
-
Revisando la
lista de los desafíos, ¿cuáles serían los criterios a utilizar para encontrar
consensos sobre los caminos nuevos que podríamos abrir en nuestra parroquia?
3. Volvemos a rezar la Oración al Espíritu Santo para el
la preparación y realización del Sínodo
-
Recemos esta
oración entre todos, pausadamente.
-
Luego,
relacionándonos con la temática de hoy, nos decimos cuáles son las propuestas
de caminos nuevos que nos parecen más oportunos para nuestra parroquia.
4. Profundicemos 2 aspectos del camino sinodal
a)
Corresponsables
en la misión
-
¿Qué actividad
misionera tenemos en nuestro grupo, nuestra parroquia…?
Lucas
1-6: Misión de los
apóstoles
-
¿Qué lecciones
sacamos del envío en misión de los apóstoles de Jesús?
b)
Autoridad
y participación
-
¿Cuándo dificulta
nuestra participación la autoridad de los sacerdotes y obispos?
Juan 13,12-16: ‘Jesús, el
Maestro y Señor, lava los pies de sus apóstoles’.
-
Con este ejemplo,
¿qué mensaje nos da Jesús hoy a nosotros?
5. Palabras del papa Francisco (2015)
. “El Pueblo de
Dios no puede equivocarse en cosas de fe y de moral.
. Una Iglesia
sinodal es una Iglesia de la escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo
que aprender… para conocer lo que el Espíritu de la verdad «dice
a las Iglesias».
. El carácter
sinodal es una dimensión constitutiva de la Iglesia… «Iglesia y
Sínodo son sinónimos».
. En la Iglesia
es necesario que alguno «se abaje» para ponerse al servicio de
los hermanos a lo largo del camino.
. Para los
discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es
la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz…
. En esta
Iglesia, como en una pirámide dada vuelta, la cima se encuentra
por debajo de la base.
. Con el
Consejo pastoral… solamente en la medida en que permanece conectado con
lo «bajo» y parten de la gente, de los problemas de cada día, puede
comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal.
. Una Iglesia
sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el
redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de
servicio de la autoridad.”
-
¿Cuál de estas
frases del papa Francisco nos llama más la atención y por qué motivo?
6. Palabra de Dios. Mateo 9,16-17: “El vino nuevo
en odres nuevos”.
-
¿Cómo aplicamos a
nuestra situación eclesial los 2 ejemplos de Jesús?
-
¿A qué nos
sentimos llamados con todas nuestras reflexiones?
7.
Oración
comunitaria. Podemos participar todos, terminando la oración
individual por: “Roguemos al Señor”, a lo cual contestanos: “Escucha, Señor,
nuestra oración”.
Oración del Sínodo. Padrenuestro,
Dios te salve y Bendición final.
8.
Tareas,
con miras a la próxima reunión
-
Preparar
individualmente la próxima reunión, anotando nuestras reflexiones.
-
Fecha, horario y
lugar de la próxima reunión.
Ver más adelante: Comentario 4: DESAFÍOS Y
RESPONSABILIDADES
CONTENIDO:
1.
Desafíos de la
Asamblea Eclesial de México
2.
Extractos del
discurso del papa Francisco sobre “Iglesia sinodal” (2015)
3.
Las 3 reflexiones
sinodales
GUÍA 5. JUNIO: ABRIR NUEVOS CAMINOS EN LA IGLESIA
Nuevos caminos para una nueva manera de ser Iglesia (2ª parte)
OBJETIVOS para
consensuar caminos nuevos.
-
Sigamos con los desafíos a lo cuales no henos
dado sugerencias para que la participación de los seglares sea más real y
efectiva, para avanzar hacia una Iglesia en manos de los seglares.
-
Nuestras sugerencias tocan los contenidos del mensaje
que damos como bautizados. Toca también las personas, porque debemos
convertirnos en servidores de una Iglesia participativa. Y a de
tocar ciertas estructuras como el ministerio, la toma de decisiones, la
liturgia, la catequesis, los sacramentos…
-
Al llegar el cambio de ciertas estructuras
eclesiales, no entremos en discusiones, sino escuchémonos y busquemos los
puntos donde podemos encontrar un consenso.
-
Dejemos que el Espíritu santo inspire los
obispos ecuatorianos y latinoamericanos, como también los que participarán en
el Sínodo.
CONVERSATORIO
para escucharnos amistosamente
Saludo de bienvenida, cuando estamos todos sentados de
manera circular.
1.
Motivación: Abrir caminos nuevos en nuestra Iglesia mediante
consensos
“Tengan paciencia y tenacidad para llegar lejos”, con
Justina y Luisa.
-
Justina: Comadre Luisa, parece que, con nuestras reuniones del
camino sinodal, hemos llegado a lo más difícil: dar sugerencias concretas para
cambiar nuestra organización eclesial. Hasta ahora en nuestra parroquia, desde
años, bien pocas cosas hemos cambiado.
-
Luisa: Sí, comadre Justina, los tiempos cambian y las
personas también, pero las estructuras eclesiales bien poco. Las mujeres somos
mayoría y quienes deciden son casi siempre el sacerdote con unos pocos varones.
Los jóvenes están en otra onda. Mucha gente ya no viene a la iglesia. El número
de sacramentos disminuye. La participación en la misa es activa, pero hay menos
gente que se acerca a la misa y los sacramentos…
-
J.: Yo me siento perdida con todas las sugerencias que se
ha presentado para abrir caminos nuevos, porque van en todas las direcciones.
-
L.: Personalmente pienso en lo que nos dijo el diácono.
“Lo importante son las conversiones que tenemos que dar: conversión de cada
persona, conversión de los grupos, conversión eclesial para acercarnos al
Evangelio y conversión de las estructuras que nos parecen inútiles o caducas”.
-
J.: He notado, por ejemplo, que varios grupos decían
que, frente a la escasez de sacerdotes, las y los seglares podíamos asumir
hasta la carga de párroco…
-
L.: También salió varias veces que los sacerdotes se
deberían casar o, tal vez mejor, que haya sacerdotes célibes y otros casados.
-
J.: Todo esto es sugerencias que se han de tomar en
cuenta y resolver a distintos niveles. Aquí, nosotros tenemos que ir paso a paso:
ver lo que hay que cambiar al nivel parroquial y con el obispo será a nivel
diocesano. Las sugerencias mayores serán tratadas al nivel nacional y
continental.
-
L.: Sí, comencemos al nivel local empezando por lo que
nos parece más urgente o más importante. Si aceptamos las sugerencias,
buscaremos consenso sobre la manera de abrir nuevos caminos.
-
J.: Creo que lo más importante de la conversión y de los
cambios es hacia dónde apuntamos y qué queremos lograr. Estamos para
testimoniar del Evangelio de Jesús y de colaborar a la construcción de su
Reino. ¡Que el Espíritu nos ilumine!
2.
Dialogo fraterno lleno de paciencia y
creatividad.
-
Dialoguemos entre
todas y todos, ¿qué es lo que nos parece más llamativo en la conversación de
estas 2 comadres?
-
Resumamos lo que hemos avanzado en las
sugerencias.
-
Veamos otros desafíos que parecen importantes y
sigamos escuchándonos entre todos para encontrar nuevos caminos.
3.
Volvemos a rezar pausadamente la Oración
al Espíritu Santo para el la preparación y realización del Sínodo
4.
Profundicemos 2 aspectos más del camino
sinodal
a)
Celebrar los sacramentos
-
¿Cómo podríamos celebrar los sacramentos de
manera renovada?
Lucas
15,15-6: Ofrecernos colectivamente a Dios.
-
Mirando la misión de Pablo, ¿cómo podemos
definir nuestra misión?
b)
Con otras confesiones cristianas
-
¿Cómo nos relacionamos positivamente con los
evangélicos y los rituales de los indígenas y de los negros?
Juan
4,16-24: Los verdaderos adoradores del Padre.
-
A través del mensaje a la samaritana, ¿qué nos quiere
dar a entender Jesús con relación a los cultos evangélicos y a los rituales de
los indígenas y de los negros?
5.
Palabra de Dios. Apocalipsis 3,14-22: ‘Reprendo
y corrijo a los que amo’.
-
En esta lectura, ¿cuál es el mensaje que quiere
dar Juan a la Iglesia de Laodicea?
-
¿De qué maneras podemos aplicar este mensaje a
nuestra realidad eclesial actual?
-
Concluyamos por el momento: ¿Qué prioridades
vamos a llevar adelante para la renovación de nuestra Iglesia?
6.
Oración comunitaria. Podemos
participar todos, terminando la oración individual por: “Roguemos al Señor”, a
lo cual contestanos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.
Oración del Sínodo. Padrenuestro, Dios te salve y
Bendición final.
7.
Tareas, con miras a la próxima reunión
-
Preparar individualmente la próxima reunión,
anotando nuestras reflexiones.
-
Fecha, horario y lugar de la próxima reunión.
Ver más
adelante: Comentario 5: COMUNIÓN, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN
CONTENIDO:
1.
El camino sinodal: Comunión, participación y
misión
2.
Grande es la crisis en nuestra Iglesia
3.
Profundicemos 2 aspectos del camino sinodal
4.
El papa Francisco nos da el sentido del cambio
eclesial que necesitamos
5.
Más que nunca es tiempo de la fraternidad
CONCLUSIÓN: EL PROCESO
SINODAL VA POR DELANTE…
A. SIGUE EL PROCESO
SINODAD AL NIVEL NACIONAL, LATINOAMERICANO Y MUNDIAL
1.
La primera fase del proceso sinodal termina en junio.
Es la parte que tocaba a todos los bautizados: Escucharse,
discernir y abrir caminos. En este caminar están las parroquias, los
movimientos apostólicos, las CEBs, las escuelas y colegios católicos, las
universidades católicas, los grupos cristianos aislados…
2.
En julio, se dan el
‘presínodo’ y la entrega de síntesis diocesana.
3.
En agosto, le toca a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Los obispos van a recoger todos los aportes, para
hacer una presentación nacional de todo lo que se dijo y sugirió.
4.
Luego será la reunión de los obispos latinoamericanos.
Se reunirán en una Conferencia Episcopal
latinoamericana para procesar los aportes de los distintos países de América
Latina y El Caribe.
5.
Finalmente, le tocara a la secretaría del Sínodo en el Vaticano.
Luego las Conferencias Episcopales de cada continente
enviarán sus aportes al Vaticano. Allí una secretaría unificará los aportes de
los distintos continentes. El resultado se conformará en lo que será el Documento
de Trabajo del Sínodo de 2023.
He aquí la dirección de la secretaría del Sínodo, en
el Vaticano, a la que nos podemos dirigir: Cristina Inogés, https://www.synod.va/en.html
B. Y NOSOTROS
SEGUIREMOS EN EL PROCESO SINODAL…
1.
Seguiremos en la profundización del camino sinodal
Por una parte, tenemos que aprender más sobre lo que
es la Sinodalidad.
-
Mucho se está escribiendo sobre este tema que descubrimos como constitutivo de la vida eclesial y
que ha sido marginado durante muchos siglos. Necesitamos profundizar individual
y colectivamente sobre los distintos aspectos de la Sinodalidad. Será necesario
leer, hacer folletos y talleres sobre este tema.
-
Necesitamos conocer los aportes de los distintos grupos diocesanos que se han reunido para conocer sus puntos de
vistas, sus reflexiones y sus propuestas de nuevos caminos para la Iglesia.
2.
Seguiremos hacia una Iglesia sinodal
Por otra parte, y eso es lo más importante, tenemos
que implementar a nuestro nivel las sugerencias y eso, a varios niveles.
-
Al nivel eclesial: Tenemos que comenzar a ser más realmente una Iglesia sinodal. No ser
trata de esperar qué dirán los obispos y el papa sobre la Sinodalidad, sino
empezar a hacer realidad lo que podemos y debemos poner en marcha en nuestra
vida personal y familiar, en nuestros grupos y nuestras parroquias, en nuestras
zonas y nuestra diócesis. Vamos a abrir nuevos caminos que están a nuestro
alcance. Muchas de las sugerencias que hemos hecho pueden comenzar a ponerse en
marcha poco a poco. También los espacios y los grupos que viven ciertas formas
de sinodalidad deben sentirse confirmados para fortalecer este camino de
iglesia sinodal y compartir sus experiencias.
-
Al nivel social: La Sinodalidad es una manera de vivir en nuestra Iglesia de manera más
participativa, más respetuosa de todos, más digna para los pobres y marginados.
Es una manera de concebir la autoridad como un servicio y no un aprovechamiento
ni una dominación… Etc. Por eso el papa Francisco nos señaló: “Nuestra mirada se extiende también a la humanidad. Una
Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el
redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de
servicio de la autoridad.”
C. CELEBRAR EL CAMINO RECORRIDO
Las CEBs suelen añadir una 4ª etapa en método de reunión después del ‘ver
la realidad’ (la escucha), del ‘juzgar o iluminar’ (el discernir) y el ‘actuar’
(los nuevos caminos). Es la celebración que permite, por una parte, profundizar
la fraternidad, las experiencias, la fe y el compromiso, y, por otra, reconocer
y agradecer entre nosotros la presencia de Dios, la resurrección de Jesús,
la acción del Espíritu Santo y el crecimiento del Reino.
Esta celebración podría hacerse a varios niveles: En nuestros grupos, en
nuestra parroquia, en nuestra zona y al nivel diocesano. Podría tener 4 tiempos
1.
El compartir de nuestras experiencias tanto las vividas durante el camino sinodal de los
meses pasados, como las que ponen en marcha o incrementen una Iglesia sinodal
entre nosotros.
2.
El alegrarnos por el camino recorrido y nuestra nueva forma más sinodal de ser Iglesia.
3.
El evaluarnos sobre los avances alcanzados y sobre los vacíos que todavía quedan
pendientes.
4.
El programar nuevos pasos tanto al nivel eclesial para profundizar sobre la Sinodalidad y su
implementación, como al nivel social para conocer los impactos que están
teniendo esta nueva manera de ser Iglesia.
Que el Espíritu santo nos siga guiando y fortaleciendo para avanzar hacia
una Iglesia renovada en sus opciones y estructuras. Que nos ayude a ser atentos
a los pobres, humildes y marginados que son los preferidos de Dios y los herederos
del Reino. De esta manera iremos creciendo como Iglesia en “comunión,
participación y misión”. Responderemos así a nuestra triple misión de
bautizadas y bautizados: ser profetas, sacerdotes y reyes pastores, al servicio
del Reino de Dios.
“En realidad, todos estamos en la misma barca y estamos
llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no
haya más otros, sino solo un nosotros, grande como toda la humanidad.
Por eso, aprovecho la ocasión para hacer un doble llamamiento
a caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, dirigiéndome ante todo
a los fieles católicos y luego a todos los hombres y mujeres del mundo”, papa
Francisco.
3ª parte : COMENTARIOS DE LOS TEMAS
CONTENIDO: Las 5 guías y sus comentarios
Introducción: Itinerario
hacia una Iglesia sinodal.
1.
Sínodo y
sinodalidad desde ya
2.
La
importancia de escuchar primero
3.
El discernimiento
comunitario
4.
Desafíos y
responsabilidades (1ª parte)
5.
‘Comunión,
participación y misión’ (1ª parte)
INTRODUCCIÓN
: ITINERARIO HACIA
UNA IGLESIA SINODAL
1.
La
pandemia está revelando Las debilidades de nuestra Iglesia
-
Indiferencia
religiosa creciente.
-
Desinterés de los
jóvenes.
-
Aislamiento y
autoritarismo de los sacerdotes.
2.
Necesidad
de renovar nuestra Iglesia en profundidad
-
Descentralizar la
parroquia a partir de los seglares.
-
Conformar
Comunidades vivas.
-
Relacionar la fe
con la vida.
-
Unir oración y
acción.
3.
Las fallas
necesitan unos grandes cambios
-
Cambio de vida:
Dejar el consumismo, la TV, el celular…
-
Cambio de
costumbres religiosas.
-
Cambio en las
actitudes del sacerdote.
-
Cambio de
estructuras obsoletas
4.
Propuesta
del papa Francisco: La sinodalidad
-
Caminar y actuar
juntos como iguales.
-
Las CEBs somos un
ejemplo de Iglesia sinodal: Señaladas 3 veces por la Asamblea Eclesial de
México en noviembre pasado. Sugerencias: Conocerlas y multiplicarlas.
5.
Novedades
que poner en marcha
Desplazar la centralidad:
-
El centro
no es la casa parroquial ni el templo, sino el barrio.
-
Lo más
importante no es el sacerdote, sino la Comunidad.
-
La prioridad
no es la Iglesia, sino el Reino.
No
tanto integrar a los jóvenes, sino darles protagonismo.
6.
Las
resistencias no faltarán
-
De los sacerdotes
que no han sido preparados para esta nueva forma de ser Iglesia,
-
De los grupos
espiritualistas, que se limita a lo religioso.
-
De los
parroquianos tradicionalistas que no quieren más que ritos individualistas.
7.
Invitación
a reuniones con unos 5 temas de conversatorios
-
¿Cuál es la
situación de nuestra parroquia y de nuestra Iglesia?
-
¿Qué espera Dios
de nosotros las CEBs y los miembros de las CEBs?
-
¿Qué sugerencias
de nuevos caminos a abrir vamos a hacer?
¡ SUERTE
EN ESTE ITINERARIO
HACIA UNA IGLESIA
SINODAL !
Comentario 1: SINODO Y
SINODALIDAD DESDE YA.
A. ¿QUÉ ES UN SÍNODO? ¿QUÉ ES LA
SINODALIDAD? Y ¿QUÉ ESPERA DE NOSOTROS EL PAPA FRANCISCO?
1.
¿Qué es un
Sínodo?
-
Es una reunión
regular desde 1975 de unos obispos y cardenales de cada país para orientar
al papa sobre un tema particular.
-
Los obispos de
cada país podían invitar ciertas personas y grupos cristianos a
aportar sus opiniones sobre el tema a tratar durante el Sínodo.
-
La novedad que
quiere el papa Francisco para el Sínodo de 2023 es la máxima
participación de todas y todos los bautizados, con especial atención a
los más humildes, pobres y marginados.
-
Por eso el papa
Francisco sugirió una preparación en 3 pasos: 1. La
escucha amistosa. 2. El discernimiento comunitario. 3.
Las sugerencias para abrir nuevos caminos eclesiales.
-
El tema
del próximo Sínodo de 2023 es “la Sinodalidad”.
-
El lema
del próximo Sínodo de 2023 es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación
y misión”.
2.
Dos
definiciones complementarias de lo que es ‘Sinodalidad’.
-
1ª
definición
Sinodalidad
es caminar juntos
para
escucharnos,
discernir
la voz de Dios
y
abrir caminos nuevos para ser una nueva manera de ser Iglesia al servicio del
Reino.
-
2ª
definición
La
sinodalidad es sentarnos en la misma mesa
con
el mismo vestido blanco de nuestro bautismo
para
conversar
juntos de los problemas que nos aquejan
Y poner en marcha los sueños
que nos habitan.
B. LAS ENSEÑANZAS DEL EPISODIO DE “JESÚS CON 2 DISCÍPULOS DE
EMAÚS” (Lucas 24,13-35)
Jesús nos enseña los 4 pasos de toda Evangelización (Lucas 24,13-35).
-
Primer paso (13-17). El
tiempo de la escucha amistosa: Jesús se acerca, pregunta y
escucha.
-
Segundo
paso (17-24). El tiempo de la iluminación gozosa:
Jesús ayuda a los discípulos a discernir la presencia y voluntad de Dios.
-
Tercer paso (25-28). El
tiempo del compartir fraterno: Jesús se queda con los discípulos
para cenar con ellos y reconocen a Jesús.
-
Cuarto paso (29-35).
El tiempo de la acción
decidida: el anuncio y la celebración: Los 2 discípulos anuncian y
celebran la presencia de Jesús resucitado en medio de ellos.
C. EL
CAMINO SINODAL: ¿Adónde nos quiere llevar el papa Francisco?
1.
Diferenciar
‘meta’ y ‘camino’
a)
Recordemos
el lema del Sínodo: “Hacia una Iglesia sinodal: comunión, participación y
misión”.
b)
La
meta del Sínodo de 2023 es ir “hacia una Iglesia sinodal”
-
El papa llama a
todas y todos los cristianos a conformar una Iglesia sinodal donde todas y
todos somos iguales con responsabilidades compartidas para evangelizar en la
nueva realidad social y cultural de ahora.
-
El papa Francisco
nos invita a volver al testimonio de Jesús y a la práctica de la primeras
Comunidades cristianas: Habrá que confirmar los que nos asemeja a mensaje
evangélico original y purificar lo que no corresponde a este mensaje.
c)
Los
3 caminos propuestos orientan nuestros compromisos
-
La “comunión”: Nos unimos en torno a nuestra misión bautismal: Ser
Pueblo de Dios como profetas, sacerdotes y reyes pastores.
-
La
“participación”: Nos responsabilizamos para emprender las tareas
necesarias para colaborar en la construcción del Reino de Dios.
-
La “misión”: Nos organizamos en comunidades fraternas que
anunciamos la Buena Nueva del Reino, “lo único absoluto” (Pablo 6° Mateo 6,33).
En eso consiste la Evangelización
d)
El
camino sinodal tiene 3 etapas principales: “Escucharnos amistosamente, discernir
comunitariamente la voz de Dios y abrir caminos nuevos”.
-
Escuchar que es más que oír. Nos escucharemos detenida y
amorosamente, en particular los más humildes.
-
Discernir
comunitariamente que es más que
calificar lo bueno y lo malo: Es reconocer la voluntad de Dios en la voz de
todos y más particularmente de los pequeños.
2.
Las tareas
del camino sinodal: Conversatorio, Síntesis y Entrega al Equipo Diocesano de
Coordinación
a)
El
camino sinodal nos exige 3 tareas
principales
-
Conversatorios
mensuales o reuniones de
cristianas y cristianos que nos escuchamos, con una particular atención a los
más humildes, pobres y marginados.
-
Síntesis
mensuales de los conversatorios
de media página para cada conversatorio.
-
Entrega
mensual de la síntesis al Equipo
diocesano de Coordinación.
b)
El
camino sinodal se compone de 5
etapas hasta finales del mes de junio.
-
Febrero: Entender lo que el papa Francisco espera de nosotros
para el Sínodo y la Sinodalidad.
-
Marzo:
Escucharnos amistosamente sobre los impactos de la pandemia en nuestra Iglesia.
-
Abril:
Discernir comunitariamente los mensajes de Dios para la renovación de nuestra
Iglesia.
-
Mayo y
Junio: Encontrar consensuadamente los nuevos caminos para
una nueva manera de ser Iglesia.
Comentario 2: LA IMPORTANCIA
DE ESCUCHAR PRIMERO.
Tal vez hayamos escuchado
estos criterios: “Si tenemos 2 oídos y una sola boca, es para dedicarnos
a escuchar un tiempo 2 veces mayor al de hablar”. Y el segundo criterio: “Quien
no escucha no tiene derecho a halar”.
Si nos detenemos en Jesús,
vamos a descubrir que Jesús era una persona que, por una parte, sabía
hacer silencia y escuchar y, por otra, sabía preguntar.
A. LA VIDA ES UN CAMINO…
Les dejo una confidencia
personal. “¡Cuando era joven! ...”, una frase me dejó muy pensativo: “La
libertad es un camino hacia la realización plena de cada uno”. Nuestra
realización, y por lo mismo nuestra felicidad, depende de nosotros: Somos
nosotros que nos construimos o no destruimos. Somos peregrinos y mendigos hacia
la felicidad: Peregrinos porque la existencia feliz es una búsqueda
constante. Mendigos porque necesitamos de otros, de la naturaleza de
Dios para acertar y levantarnos cuando erramos.
La sinodalidad es la manera de
caminar juntos en todas las dimensiones de la vida: personal, familiar,
profesional, religiosa, social… El papa Francisco nos ofrece una nueva
posibilidad de lograr nuestra plena realización que no se puede hacer sin los
demás, sin la naturaleza, sin Dios.
B. “ESCUCHAR ES MÁS QUE
OÍR”
Todos oímos los ruidos, las
palabras, la música, el paso del viento… Pero “escuchar” es prestar atención,
es buscar entender qué sentidos tienen los ruidos, las palabras, la música, el
viento. Por eso en la Biblia, siempre se repite esta palabra: “¡Escucha,
Israel…!” Por eso Jesús decía: “Escuchen esta parábola”.
Perdemos el rumbo de la vida
porque no sabemos escuchar no sólo a las personas, sino la naturaleza
y a Dios. Muchas personas no soportan el silencio y la soledad… Su vida
no tiene rumbo ni sentido: Son como la hoja que pasea el viento, por allí por
allá, por adelante y por atrás… No saben ni quiénes ni adónde van son ni a qué
sirven.
Las personas estamos para
ayudarnos a encontrar el camino de una vida feliz. Entonces hay que
callar y prestar atención a cómo viven y qué dicen. También la naturaleza nos
ayuda encontrar el camino de una vida feliz porque es una reserve inagotable de
sabiduría: De ella venimos y a ella vamos, nos alimenta y nos cura, nos enseña
a luchar, a mirar, a hacer silencio, a ser tenaces… Dios es la fuente de la
vida, del amor y de la felicidad y se comunica con nosotros de múltiple manera
si sabemos tomar el tiempo de escucharlo y reconocer su voz En todo eso no
ayuda la comunidad: La comunidad es la garantía para no
equivocarnos, no errar, no estrellarnos.
La sinodalidad es caminar
juntos hacia una felicidad común que Jesús llamó el Reino. La Iglesia es
la comunidad de los que seguimos a Jesús para esta meta. Aprovechemos este
tiempo para evaluar dónde nos encontramos individual y colectivamente en las
diversas dimensiones de nuestra vida, en particular religiosa y social.
C. LAS 3 REFLEXIONES
SINODALES
1. “Compañeros
de viaje”
Todos
estamos en camino… Todos somos compañeros de viaje en el camino de la vida.
Tomemos conciencia de esto: ¿Quiénes nos rodean? ¿Con quiénes hablamos y con
quiénes no? ¿A quiénes tomamos en cuenta a quienes no?
La palabra “compañero”
viene de ‘con’ y de ‘pan’: Es aquel con quien comparto el pan, el pan material,
pero también el pan de la amistad, de las alegrías y de las penas, el pan de la
fe, de la Palabra de Jesús y de la Eucaristía.
Jesús se
hizo nuestro compañero de viaje… a imagen de lo que hizo con los discípulos de
Emaús. Tuvo la iniciativa de acercarse, comenzó preguntando sobre
ellos (“¿Por qué esa cara triste?). Luego siguió preguntado la razón de su
desconcierto (“¿Qué pasó?”). Jesús es nuestro compañero de viaje si
aceptamos caminar con él y conversar con él, porque sigue caminando y
acercándose a nosotros, nos sigue preguntando cómo nos sentimos y qué es lo que
está pasando en nuestro mundo y nuestra Iglesia que no entendemos.
2. “Escuchar”
Es el
primer compromiso de este camino sinodal. Escuchar no sólo callar, es prestar
atención, es respetar, es dejar de un lado los prejuicios. La escucha nos exige
no sólo prestar el oído a lo que dicen los demás, sino también tener la mente
atenta y el corazón abierto, un espíritu respetuoso
de lo que dicen los demás, estemos o no de acuerdo, nos guste o no nos guste,
sobre todo cuando hacen unas críticas reales y positivos. Iremos haciendo la
experiencia que nos cuestan estas actitudes de verdadera escucha.
Es a este
precio que lograremos entender lo que no marcha bien en nuestra vida, en la
vida de la Iglesia y de la sociedad. Si no somos capaces de entender “lo
que está pasando”, tampoco encontraremos para resolver las
incomprensiones y los problemas que nos aquejan y detienen nuestro caminar y
compromiso como Iglesia.
3. “Tomar
la palabra”
Estamos
hechos para expresarnos, para aportar de nuestra originalidad
única… Y nos acostumbramos a tenerlo todo hecho, pensado y dicho. Así pasamos a
ser ‘Don Nadie’. Una buena organización social es el resultado de nuestros
aportes en hechos y palabras. Igual en la Iglesia: el bautismo
nos ha hecho a todos iguales en dignidad, en derechos y deberes. Preguntémonos
si dejamos hablar a los demás y si les imponemos nuestros puntos de vista sin
que puedan decir su palabra…
Después de
escuchar, este camino sinodal es la oportunidad para hablar. El clero ha acaparado
la palabra y la verdad: ha marginado la palabra y la verdad de los
demás bautizados. El papa nos da la oportunidad de hablar, de expresarnos, de
decir nuestra verdad, de ser tomados en cuenta. Escuchémonos, hablemos, demos a
otros la posibilidad de hablar…
CONCLUSIONES
-
Todas y todos somos compañeros de viaje para el gran
proyecto de una Iglesia más fraterna y participativa al servicio del Reino.
-
Aprendamos a escuchar, es decir prestar atención
a la verdad de los demás. Aprendamos a callar, a hacer silencio. La
palabra de los demás tiene gran valor, porque cada uno es parte de la Palabra
de Dios.
-
Conozcamos la verdad que los demás nos quieren revelar
y regalar de parte de Dios, porque Dios nos habla por medio de los demás y
en particular de los más pobres y sencillos.
-
Descubramos lo que está pasando especialmente en
nuestra Iglesia y que se nos ha escapado. Descubramos las causas para
poder acertar en los remedios.
-
Retomemos lo escuchado, lo dicho, lo meditado en
unos momentos de silencio y de encuentro con Dios, y no nos olvidemos de
conversarlo en Comunidad.
Comentario 3: EL
DISCERNIMIENTO COMUNITARIO.
Para el discernimiento, se nos
invita a hacerlo comunitariamente. Esto significa que sólo no podemos estar
totalmente seguros si acertamos en nuestra manera de pensar si nos quedamos
solos, sin dialogar con otros, particularmente en Comunidad. Tenemos que saber
los cristianos que seguimos a Jesús en Comunidad. Eso es la función del
bautismo: Entrar a formar parte de la Comunidad de los que decidimos seguir a
Jesús.
A. EL ARTE DEL
DISCERNIMIENTO
Los cristianos somos quienes
no sólo conocemos a Jesús, sino que lo reconocemos vivo y activo en
medio de nosotros. Nos toca une esfuerzo de discernimiento. Ahora analicemos en
dónde Dios y Jesús se hacen presentes:
-
En la naturaleza, porque es vida y en
constante creación y mejoramiento, porque Dios la habita.
-
En las personas, porque todas y todos
somos ‘imagen y semejanza’ de Dios.
-
En los acontecimientos positivos porque
la fraternidad, el amor, la belleza, la justica, la fe… son signos y
sacramentos de Dios.
-
En la Biblia, porque nos cuenta el relata
del pueblo de Jesús que hizo en su vida y su historia la experiencia de Dios.
-
En las demás religiones, porque nos
revelan las comunicaciones de Dios y sus comunicaciones con Dios.
-
En nuestra propia conciencia, si sabemos
hacer silencio, oración y meditación.
De esta manera nos damos
cuenta de las múltiples revelaciones de Dios. La Comunidad nos ayuda a no
equivocarnos sobre Dios y lo que él nos quiere decir. Discernir, entonces, es
la gran tarea de cada uno de nosotros.
B. LA NECESIDAD DE UN
DISCERNIMIENTO COMUNITARIO
1. Discernir
en Comunidad
Para este
camino sinodal, se nos invita a hacer no sólo un discernimiento personal, sino
también comunitario. La Comunidad es absolutamente indispensable…
Recordemos lo que escribe san Pedro en su 1ª carta: “Sépanlo bien: Ninguna
profecía (o Palabra de Dios) puede ser interpretada por cuenta propia”
(1,20-21)…
La
Comunidad cristiana es la garantía de que, si nos confirma, lo que
pienso es acertado. Todavía es mejor si esta Comunidad está conformada por
pocos miembros y si se reúne de manera regular para profundizar lo que
acontece, lo que pensamos, lo que creemos, lo que hacemos y buscamos. La vida
es relaciones, interdependencia, ayuda mutua… Nos enriquecemos al relacionarnos
de manera profunda, dialogada y creativa. ¡Pobres de quienes viven aislados y
piensan tener toda la verdad sin jamás equivocarse! Su vida es un fracaso
total.
2. Discernimiento
en las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base)
a) El
método de las CEBs: Un método de reunión y de vida
-
Las CEBs nos inspiramos del método de los grupos
cristianos llamados “Acción Católica Obrera”, nacidos en Europa en los años ’30
del siglo pasado, en particular de la JOC (Juventud Obrera Católica).
-
Su método de reunión tenía 3 etapas: 1.
Ver o analizar la realidad descubrir las causas de lo que sucedía. 2. Juzgar o
iluminar a la luz de la Palabra de Dios y de los Documentos eclesiales. 3.
Actuar.
-
Vemos un parecido bastante grande con la
propuesta con la metodología de Jesús con los discípulos de Emaús y la
preparación del Sínodo: 1. Escuchar amistosamente. 2. Discernir
comunitariamente. 3. Decidir consensuadamente.
-
Hay que decir que siguen este mismo método el
mayor documento del Concilio “Alegría y Esperanza” (Gaudium et Spes) y
la mayoría de los Documentos conclusivos de la Conferencias Episcopales Latinoamericanas.
b) La
Asamblea Eclesial de México (nov de 2021) confirmó el carácter sinodal de las
CEBs
La Asamblea Eclesial cita por 3
veces a las CEBs en la lista de desafíos que sacaron los participantes a
este Asamblea:
-
“15. Promover más decididamente las comunidades
eclesiales de base (CEBs) y pequeñas comunidades como una
experiencia de Iglesia sinodal.
Descentralizando la estructura
y acción eclesial-parroquial a través de las Comunidades Eclesiales de
Base …”
-
“18. Identificar y revisar las estructuras
pastorales caducas para la transmisión de la fe, y abrazar la piedad popular
como camino de nuestra
Iglesia.
Incorporando a los miembros de
las Comunidades Eclesiales de Base …”.
Las CEBs tienen una especial
importancia y responsabilidad en este camino sinodal.
C. LAS 3 REFLEXIONES
SINODALES
1. “Discernir
y decidir”
-
Notemos que se nos invita a no quedarnos sólo en
el discernimiento, sino que tenemos que llegar a la toma de decisiones.
-
Recordemos que la meta del discernimiento es el
reconocimiento de la voluntad de Dios. Una vez discernidos los
llamados de Dios, tenemos que decidir y actuar en consecuencia.
-
Por eso tenemos que cumplir con los 3
pasos de este camino sinodal: 1. Escucharnos. 2. Discernir juntos. 3.
Abrir nuevos caminos.
2. Dialogar
-
La escucha se va complementando
con el diálogo. Este consiste en ‘escuchar, hacer preguntas’ y … escuchar las
respuestas…
-
El episodio de cuando Jesús se quedó con los
maestros de la ley en el templo de Jerusalén a los 12 años nos da 3 lecciones
muy importantes (Lucas 2,46): 1. Jesús estaba “sentado en medio
de los maestros de la ley”, porque nadie es más grande que nadie. 2. Tenía una
doble actitud: “escuchándolos y haciéndoles preguntas”. Notemos
que Jesús comienza por escuchar y luego hace preguntas… para aprender de
verdad. 3. Al final del episodio se nos dice que “su madre, por su parte, guardaba
todas estas cosas en su corazón” (Lucas 2,51).
-
Conservemos 4 lecciones para un
enriquecedor diálogo: Escuchar atentamente, preguntar confiadamente, escuchar
respetuosamente la respuesta y ‘conservar estas cosas en nuestro corazón’.
3. Formarse
en la sinodalidad
-
Por supuesto tenemos que leer
informaciones sobre la sinodalidad y muchas y buenas informaciones se está
escribiendo sobre esta temática desde un año, tanto de parte del papa Francisco
como de muchos comentaristas y estudiados.
-
Pero la sinodalidad es una manera de vivir
y actuar… En eso las gentes de la CEBs pueden ser nuestros maestros ya
que forman una Iglesia sinodal, la iglesia de los Pobres. Me parece que esta
preparación colectica que estamos llevando adelante es una buena manera de
practicar la sinodalidad, porque vivimos la “comunión, participación y misión”.
Practiquemos también esta sinodalidad en nuestra familia…
-
Que imitemos a nuestra madre María
que “guardaba todas estas cosas en su corazón”.
D. LOS DESAFÍOS QUE
TENEMOS POR DELANTE
En esta parte, antes de
continuar, para ver las alternativas, o sea, los caminos que hay que abrir,
tenemos que saber cuáles son los principales desafíos que han surgido.
-
Así, el animador y la secretaria retoman tienen
que retomar los resúmenes mensuales para hacer una lista de estos
desafíos y tratar de ponerlos por orden de importancia. También se puede unir
los que tocan la misma temática.
-
Se presentará al grupo dicha lista de desafíos,
preguntando a los participantes si no se ha olvidado de algún desafío más que
habría que añadir a la lista. Al comenzar la reunión se podría limitar el
número de desafíos a 5 principales.
-
Los que se va a hacer en las 2 próximas
reuniones es encontrar alternativas a estos desafíos, sugerir caminos
que ayuden a superarlos y, como dice la 3ª etapa de este camino sinodal,
comenzar a encontrar soluciones para “abrir caminos nuevos” en nuestra Iglesia.
Parece que fuera bueno, al
comienzo de esta reunión, rezar juntos la Oración del Sínodo hecha por
el papa Francisco. ¡Suerte! Hasta aquí el Espíritu Santo les ha acompañado
bastante de cerco y va a continuar de hacerlo para el bien de cada uno, del
grupo y de la Iglesia local.
Comentario 4: DESAFÍOS Y
RESPONSABILIDADES.
A. DESAFÍOS DE LA ASAMBLEA ECLESIAL DE MÉXICO
He aquí los 12 desafíos que
salieron en la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe (nov. de 2021).
Seguramente muchos de estos desafíos coinciden con los nuestros.
Ver la realidad
eclesial y social
1.
Escuchar el clamor de los pobres,
excluidos y descartados.
2.
Reconocer y valorar el protagonismo de
los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad
como agentes de transformación.
Iluminar esta
realidad
3.
Propiciar el encuentro personal con
Jesucristo encarnado en la realidad del continente.
4.
Renovar, a la luz de la Palabra de Dios
y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en
comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y
favorezca la conversión pastoral.
5.
Incrementar la formación en
la sinodalidad para erradicar el clericalismo.
Actuar
individual, colectiva y estructuralmente
a). En lo eclesial
6.
Promover la participación de los laicos en
espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.
7.
Acompañar a las víctimas de
las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y
reparación.
b). En lo social
8.
Promover y defender la dignidad de la vida y
de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.
9.
Impulsar la participación activa de las mujeres en
los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión
eclesial.
10. Reformar
los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo
temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad
y pensamiento social de la Iglesia.
11. Reafirmar
y dar prioridad a una ecología integral en nuestras
comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía.
12. Acompañar
a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa
de la vida, la tierra y las culturas.
B. EXTRACTOS DEL DISCURSO
DEL PAPA SOBRE ‘IGLESIA SINODAL’ (nov.
de 2015)
·
“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios
espera de la Iglesia del tercer milenio.
·
El Pueblo de Dios está constituido por todos los
Bautizados… no puede equivocarse en creer… muestra su consenso universal
en cosas de fe y moral» (Concilio Vaticano II).
·
Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la
escucha, con la conciencia que escuchar «es más que oír». Es una escucha
reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender… para conocer lo
que Él (Espíritu de la verdad) «dice a las Iglesias» (Apocalipsis 2,7).
·
El carácter sinodal… (es) dimensión constitutiva
de la Iglesia… Dice San Juan Crisóstomo, «Iglesia y Sínodo son sinónimos» –
porque la Iglesia no es otra cosa que el «caminar juntos» de la Grey de Dios
por los senderos de la historia que sale al encuentro de a Cristo Señor –
entendemos también que en su interior nadie puede ser «elevado» por encima
de los demás. Al contrario, en la Iglesia es necesario que alguno «se
abaje» para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino.
·
Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y
siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder
es el poder de la cruz… (Mt 20, 25-27).
·
En esta Iglesia (sinodal), como en una pirámide
dada vuelta, la cima se encuentra por debajo de la base (Cfr. Jn 13, 1-15).
·
El Consejo presbiteral, el Colegio de los
Consultores, el Capítulo de los Canónigos y el Consejo pastoral. Solamente en
la medida en la cual estos organismos permanecen conectados con lo
«bajo» y parten de la gente, de los problemas de cada día, puede comenzar a
tomar forma una Iglesia sinodal: tales instrumentos, que algunas veces proceden
con cansancio, deben ser valorizados como ocasión de escucha y de
participación.
·
Nuestra mirada se extiende también a la
humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las
naciones (cfr. Is 11, 12) (para) el redescubrimiento de la dignidad inviolable
de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la
sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo
más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.”
C. LAS 2 REFLEXIONES
SINODALES
1. Corresponsables
en la misión
-
Ser ‘corresponsables’ significa sentirnos y ser
efectivamente responsables juntos, todas y todos los bautizados.
-
La misión es la colaboración activa, individual
y colectiva para hacer acontecer el Reino de Dios entre nosotros
y en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad. “El Reino es lo único
absoluto; el resto es relativo”, decía el papa Pablo 6° en 1975 (Carta ‘El
anuncia del Evangelio’, 8).
-
En la misma carta escribió también: “La Iglesia
tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres
humanos, el deber de ayudar a que nazca esta liberación, de dar testimonio de
la misma y hacer que sea total. Todo esto no es extraño a la evangelización”
(30).
-
La misión nos lleva prioritariamente a la
solidaridad con los pobres. Incluye también la promoción de los Derechos
Humanos con la ayuda de la Doctrina Social de la Iglesia, y la defensa de
naturaleza y el cuidado del Medio Ambiente.
2. Autoridad
y participación
-
Deberían 2 actitudes que se complementan,
porque la autoridad eclesial está al servicio del Pueblo de Dios y porque la
participación de los bautizados en todos los espacios y niveles de la Iglesia
es un derecho y un deber.
-
La realidad del ‘clericalismo’
pervierte la expresión de la autoridad que pasa a ser la de un pequeño dictador
que hace y deshace, quita y pone, ordena y castiga… según le da la gana y sin
ningún control.
-
En cuanto a la participación de los
seglares en la vida, decisión y misión de la Iglesia, no siempre se
encuentra gente dispuesta a dar de su tiempo y de sus talentos. Por otra parte,
muchos prefieren su comodidad y tranquilidad, aduciendo que “siempre se ha
hecho asó y nada tiene que cambiar”.
-
"No se queden 'atrincherados' en la
sacristía. Hay un mundo que espera el Evangelio", acaba de decir
el papa Francisco a los seminaristas de Roma.
-
Si la Iglesia somos todas y todos los
bautizados, todos y todas tenemos que vivir en la igualdad y con
las responsabilidades compartidas, sin que nadie sea más que los
demás.
-
También tenemos que considerar que la misión de
las y los cristianos no se limita al ámbito eclesial, sino que incluye el compromiso
social y política, tal como lo escribía el papa Francisco en su Carta
“Todos somos hermanos y hermana”. El Reino se hace presente en la hermandad
universal que se logra mediante la fraternidad sin frontera, la amistad social
y el amor político, todo eso animado por una espiritualidad liberadora.
Comentario 5: “COMUNIÓN,
PARTICIPACIÓN Y MISIÓN”.
A. EL CAMINO SINODAL: Comunión, participación y misión.
Ya hemos cumplido una primera
etapa del camino sinodal. Hemos de haber avanzado; hemos de haber tenido algún
dolor de cabeza; quedan pendientes vario y tal vez muchos desafíos. Lo
importante es que hemos emprendido el camino ‘hacia una Iglesia sinodal’,
porque personalmente y en nuestros grupos hay más comunión, más participación y
más misión.
1. Insistamos
más en lo que nos une que en lo que nos separa
-
El camino sinodal es un camino largo y
pedregoso… Tal vez nos haya dado cuenta que hay mucho que cambiar en nuestra
Iglesia. Por eso el papa Francisco nos invita primero a una conversión
personal, luego colectiva y también estructural.
-
Retomamos el camino que nos abrió el
Concilio Vaticano 2° con sus intuiciones fundamentales: Volver a Jesús
y al Reino, volver a las prácticas de las primeras Comunidades cristianas, ser
una Iglesia pobre al servicio de los pobres, defensora de la vida, abierta a
todo lo bueno que se hace en la sociedad y en las religiones… Pues el Concilio
es la máxima autoridad en la Iglesia.
-
Los cambios actuales nos provocan
a no quedar atrás ni mirando por otro lado. Decía hace poco el papa Francisco:
“Nuestra sociedad está sedienta del Evangelio” … Si no cambiamos, no quedaremos
a la vereda del camino de la historia.
2. Descubramos
experiencias sinodales para actualizarlas en nuestros grupos y parroquias
Citaremos 3 ejemplos recientes latinoamericanos de
sinodalidad en la Iglesia católica que son referencias para entender y
profundizar el camino sinodal impulsado por el papa Francisco.
-
El más
antiguo es el de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) que comenzaron en Brasil por los años ’50 del siglo
pasado con casi 70 años de existencia y experiencia sinodal en todo el
Continente. En Ecuador las CEBs iniciaron al principio de los años ’70 bajo el
impulso de monseñor Leonidas Proaño, entonces obispo de Chimborazo. En 1980,
las CEBs latinoamericanas tenían en Brasil su primer Encuentro continental y en
2004 se nombraba una Articulación continental con sede en México. Hace 2 años,
las CEBs tenían en Guayaquil su XI Encuentro Continental con la presencia de
250 personas de 16 países del sur, centro y norte de las Américas, con la
novedad del Primer Encuentro de CEBs juveniles. Las CEBs son una experiencia
sinodal porque son, como las definieron los obispos latinoamericanos en su
reunión de Medellín, Colombia, en 1968, “el primer y fundamental núcleo
eclesial” de igual importancia que las parroquias, porque retoman las prácticas
y vivencias sinodales de las primeras Comunidades Cristianas.
-
Otro ejemplo
de sinodalidad es el de las Iglesias de la Amazonía, presentes en 9 países distintos. Un Sínodo sobre la
Amazonía les confirmó para tomar alternativas en la liturgia, los ministerios y
las estructuras para anunciar creativamente la Buena Nueva del Reino, con
particular atención, promoción y defensa de los pueblos nativos y de la
naturaleza. El mismo papa Francisco reconoció dicha autonomía para las Iglesias
de estos 9 países amazónicos, confirmación la organización de una Asamblea
Eclesial Amazónica que las ampare.
-
El tercer
ejemplo sinodal se dio en la celebración en México de la Primera Asamblea
Eclesial de América Latina y el Caribe, en octubre del año pasado. Anteriormente se daban
Conferencias Episcopales Latinoamericanas con la presencia exclusiva de obispos
y cardenales. La nueva modalidad de esta Asamblea Eclesial permitió la
participación de 70.000 personas en su preparación y, en su desarrollo, tenía
un centenar de personas presentes y 700 a 800 otras conectadas virtualmente
durante 4 días completos. Había representación y participación de todas y todos
los bautizados en la redacción de los temas tratados.
Este último ejemplo se está repitiendo en las distintas
diócesis católicas del país. Las conclusiones diocesanas serán resumidas en una
Asamblea Eclesial nacional. Y una nueva Asamblea Eclesial Latinoamericana y
Caribeña se sintetizará los resultados continentales. Estos irán luego a Roma
para una Reunión sinodal con el papa Francisco en 2023.
B. GRANDE ES LA CRISIS EN
NUESTRA IGLESIA
1. Todos
nos damos cuenta de la crisis por la que está pasando nuestra Iglesia católica.
-
Tal vez la mayor novedad sea la indiferencia
religiosa que está creciendo en América Latina
-
También preocupa mucho el número constante de
católicos que se integran a las Iglesias evangélicas, en
particular gentes de los sectores populares.
-
Uno de los mayores problemas es que la mayoría
de las parroquias se limitan a repartir sacramentos que poca
incidencia tienen en la vida de las personas y su compromiso social.
-
En nuestra Iglesia católica, el tradicionalismo
es significativo, con un clericalismo pronunciado que no permite la
participación de los seglares.
-
La religiosidad popular, en la
mayoría de los casos, se limita a devociones individualistas y espiritualistas
que no fortalecen la fe ni el compromiso pastoral.
-
En los seminarios, los futuros sacerdotes
no se preparan para ser “sal, luz y fermento” para el crecimiento del Reino
tanto en la Iglesia como en la sociedad.
-
Bien poco son tomados en cuenta en
nuestra Iglesia los pobres, las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los
negros…
2. Para
enfrentar esta crisis de la Iglesia católica ha sido elegido papa en 2013 el
cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, Argentina.
Es
significativo el discurso integral que el cardenal Jorge Bergoglio pronunció en
el conclave, o sea, en la reunión de los cardenales para elegir papa, pocos
momentos antes de que se lo elija papa… Notemos que se refiere a la Carta a
Iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3,14-22).
“En el
Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se
refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar… Pero pienso en las
veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia
autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
Hay dos
imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí o la Iglesia
mundana que vive en sí, de sí, para sí.
Cuando la Iglesia no sale de sí misma para
evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma.
La Iglesia está llamada a salir de sí misma e
ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias
existenciales.
Esto debe dar luz a los posibles cambios y
reformas que haya que hacer para la salvación de las almas.
Pensando en
el próximo Papa: Un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la
adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias
existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de la dulce y
confortadora alegría de la evangelizar”.
3. El
papa Francisco se inspira de las orientaciones de la Iglesia latinoamericana
Recordemos el lema del Sínodo:
“Hacia una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
a) Documento
de Aparecida (2007) … del que el obispo Jorge Bergoglio fue el
secretario principal.
-
Lema: “Discípulos misioneros de
Jesucristo para que el Él nuestros pueblos tengan vida”. Discípulos de
Jesucristo y misionero por el Reino, Reino de vida, justicia y fraternidad.
-
“La Iglesia necesita de una fuerte conmoción
que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y la tibieza, al
margen del sufrimiento de los pobres del continente” (362).
-
Se necesita una gran misión continental,
rompiendo las amarras para “ir en aguas profundas” (Lucas 5,4 - 235).
-
Los seglares deben ser los mayores
protagonistas de esta misión.
-
Las CEBs son confirmadas en su misión
evangelizadora (178).
b) Documento
de Puebla (1979) … centrado en “la evangelización de América
Latina”.
-
Los obispos, por una parte, confirmaron la Opción
preferencial por los pobres (1135), invitándonos a “hacer nuestras las
causas de los pobres” (Mensaje 3) y por otra, insistieron en “el potencial
evangelizador de los pobres” (1147).
-
Los obispos resumieron los desafíos en 2
palabras: “comunión y participación”. Comunión entre todos los
bautizados y participación de todos en todas las actividades eclesiales.
C. LAS 2 REFLEXIONES
SINODALES
1. Celebrar
-
Celebrar es resumirlo todo en la
fraternidad de un pueblo que se ofrece a Dios. Así lo da a entender
Pablo en su carta a los Romanos: “Les ruego, hermanos, por la gran ternura de
Dios, que le ofrezcan su propia persona como un sacrificio vivo y santo, capaz
de agradecerle; este culto conviene a criaturas que tienen juicio… He pasado a
ser sacerdote del Evangelio de Dios para hacer de esas naciones una ofrenda
agradable a Dios” (Romanos 12,1 y 15,16).
-
En la primera frase, Pablo nos da a entender que
todos somos sacerdote cuando nos ofrecemos a Dios como ofrenda
agradable para él. Por eso el Concilio Vaticano 2° confirmó que el sacerdocio
bautismal es el primer sacerdocio, y el sacerdocio ordenado está a su servicio.
-
En la segunda frase, Pablo no da a entender en
que el sacerdocio tiene una dimensión comunitaria: ofrecer a Dios
un pueblo fraternal, u ofrecerse a Dios como pueblo fraterno. Con el paso de
los siglos, desde el emperador Constantino (siglo 4), se reservó este
sacerdocio a ministros ordenados que se fueron separando del reste de los
bautizados.
-
Así nació el clericalismo y nació
la palabra ‘laico’ que es el que no es parte del clero. La definición que dio
el Concilio al conjunto de los bautizados, “Pueblo de Dios”, busca superar esta
división que causa tanto daño a la Iglesia, y volver a dar a todos los
bautizados la misión sacerdotal que les corresponde, afín de superar el
clericalismo, calificado por el papa Francisco de “cáncer de la Iglesia”.
2. Con
las otras confesiones cristianas
-
Este camino sinodal es para todas las
Iglesias cristianas… que se han encerrado en estructuras muy alejadas
del Evangelio y de las primeras Comunidades cristianas, donde todas y todas
podían presidir la “fracción del pan” que llamamos ‘eucaristía’.
-
Lastimosamente la gran mayoría de las Iglesias
evangélicas se han encerrado en una lectura fundamentalista de la
Biblia, un anticatolicismo enfermizo y un apoyo ciego a neoliberalismo. Todo
esto dificulta el diálogo y son bien pocas las ocasiones en que podemos unirnos
en servicios de solidaridad a los que están sufriendo tanta pobreza e
injusticias.
-
Aquí deberíamos profundizar en la cosmovisión
indígenas y sus lindos rituales, como también en las tradiciones
religiosas de los negros y de sus cultos. El Concilio subrayó el
valor de todas las religiones como caminos de salvación porque son frutos de
revelaciones de Dios y de encuentros con él. Nos complementamos porque nadie
puede ser propietario exclusivo… de Dios ni de su Palabra.
E. EL PAPA FRANCISCO NOS
DA EL SENTIDO DEL CAMBIO ECLESIAL QUE NECESITAMOS
Notaremos que el papa toma el
ejemplo de Jesús sobre el remiendo a un vestido viejo (Mateo 9,16).
-
“No se trata de “remendar un vestido”,
porque la Iglesia no es simplemente el “vestido” de Cristo, sino su cuerpo que
abarca toda la historia (cf. 1 Co 12,27).
-
Nosotros no estamos llamados a cambiar o
reformar el Cuerpo de Cristo -«Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8)-,
sino que estamos llamados a vestir ese mismo Cuerpo con un vestido nuevo,
para que se manifieste claramente que la Gracia que se posee no viene de
nosotros sino de Dios: porque «llevamos este tesoro en vasijas de barro, para
que quede claro que ese poder tan extraordinario proviene de Dios y no de
nosotros» (2 Co 4,7).
-
La Iglesia es siempre una vasija de barro,
preciosa por lo que contiene y no por lo que a veces muestra de sí misma. Este
es un momento en el que parece evidente que el barro del que estamos modelados
está desportillado, agrietado, roto.
-
Debemos esforzarnos para que nuestra fragilidad
no se convierta en un obstáculo para el anuncio del Evangelio, sino en un lugar
donde se manifieste el gran amor con el que Dios, rico en misericordia,
nos ha amado y nos ama (cf. Efesios 2,4)” (Discurso a Curia vaticana, diciembre de 2021).
D. MAS QUE NUNCA ES EL TIEMPO
DE LA FRATERNIDAD
Recodemos aquí el gran menaje
del papa Francisco en su última Carta encíclica “Todos somos hermanos y
hermanas”. Nos urge construir la ‘hermandad universal’ mediante 3
compromisos: 1. La fraternidad sin frontera, 2. La amistad social
y 3. El amor político, apoyados en una espiritualidad liberadora.
Nuestra tarea es construir esta hermandad en nuestra Iglesia: Así seremos
semillas y signo vivo del Reino para la sociedad, afín de que ella vaya también
por estos caminos.
1. Fraternidad
en la Iglesia, clama el papa Francisco
-
“O somos hermanos o todo se derrumba… No es
tiempo para la indiferencia".
-
“Nos revela cuál es el culto que más agrada a
Dios: hacernos cargo del prójimo”.
-
“Pasar del ‘yo’ ridículo al ‘nosotros’
universal”.
-
“Ser cristiano se parece más a ser pobre que a
celebrar ritos” (Tomás Muro).
2. Fraternidad
en la sociedad
-
Entre nosotros y en nuestro mundo, ¡cuánta
ausencia y destrucción de la fraternidad!
-
¿Qué clase de sociedad estamos heredando a la
generación joven? ¿Qué porvenir feliz les estamos preparando?
-
No podemos ser indiferentes frente a un sistema
social que “hace a los ricos más ricos a costa de los pobres más pobres”
(Puebla 30). ¡Cuánta complicidad con la miseria, la injusticia y la violencia!
-
María nos dice que, con Jesús, “Dios dio un
golpe con todo su poder: Deshizo a los soberbios y sus planos, derribó a los
poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes, colmó de bienes a los
hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lucas 1,51-53). El
Reino es a este precio.
-
Por eso el papa Francisco proclama: "Pido mayor salud democrática y madurez
participativa, tanto para la Iglesia en el camino sinodal emprendido, como para
la sociedad en general".
A N E X O S
CONTENIDO
1. Primer
discurso del papa Francisco sobre la Sinodalidad (2015 - Extractos).
2. Las
10 temáticas propuestas por la secretaría del Sínodo en el Vaticano.
3. Reflexiones
sobre el ‘desafío eclesial y social de la Sinodalidad’, Pedro Pierre.
Anexo 1: PRIMER DISCURSO DEL PAPA
FRANCISCO SOBRE LA SINODALIDAD
(2015 - Extractos).
“Precisamente el camino de la
sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio.
Lo que el Señor nos pide, en
cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra «Sínodo». Caminar juntos –
Laicos, Pastores, Obispo de Roma – es un concepto fácil de expresar con
palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica.
Después de haber reafirmado
que el Pueblo de Dios está constituido por todos los Bautizados llamados
a «formar una casa espiritual y un sacerdocio santo», el Concilio Vaticano II
proclama que «la totalidad de los Fieles, teniendo la unción que viene del
Santo (Cfr. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse en creer, y manifiesta
esta propiedad mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el Pueblo,
cuando desde los Obispos hasta el último de los Fieles laicos muestra su
consenso universal en cosas de fe y moral».
En la Exhortación Apostólica
Evangelii gaudium he subrayado como «el Pueblo de Dios es santo en razón de
esta unción que lo hace infalible in credendo», agregando que «todo Bautizado,
cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de instrucción de su fe,
es un sujeto activo de evangelización y sería inadecuado pensar a un esquema de
evangelización llevado adelante por actores calificados en el cual el resto del
Pueblo fiel sería solamente receptivo de sus acciones». El sensus fidei impide
separar rígidamente entre Ecclesia docens ed Ecclesia dicens, ya que también la
Grey posee un «instinto» propio para discernir los nuevos caminos que el Señor
abre a la Iglesia.
Ha sido esta convicción a
guiarme cuando he deseado que el Pueblo de Dios viniera consultado en la
preparación de la doble cita sinodal sobre la familia. Ciertamente, una consultación
de este tipo en ningún modo podría bastar para escuchar el sensus fidei. Pero,
¿cómo sería posible hablar de la familia sin interpelar las familias,
escuchando sus alegrías y sus esperanzas, sus dolores y sus angustias? Por
medio de las respuestas de los dos cuestionarios enviados a las Iglesia
particulares, hemos tenido la posibilidad de escuchar al menos algunas de ellas
en relación a las cuestiones que tocan muy de cerca y sobre el cual tienen
mucho que decir.
Una Iglesia sinodal es una Iglesia
de la escucha, con la conciencia que escuchar «es más que oír». Es una
escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel,
Colegio Episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en
escucha del Espíritu Santo, el «Espíritu de verdad» (Jn 14,17), para conocer lo
que Él «dice a las Iglesias» (Ap 2,7).
El Sínodo de los Obispos es el
punto de convergencia de este dinamismo de escucha llevado a todos los niveles
de la vida de la Iglesia. El camino sinodal inicia escuchando al Pueblo, que
«también participa en la función profética de Cristo», según un principio
querido en la Iglesia del primer milenio: «Quod omnes tangit ab ómnibus
tractari debet». El camino del Sínodo prosigue escuchando a los Pastores. Por
medio de los Padres sinodales, los Obispos actúan como auténticos custodios,
intérpretes y testimonios de la fe de toda la Iglesia, que debe saber
distinguir atentamente de los flujos muchas veces cambiantes de la opinión
pública. A la vigilia del Sínodo del año pasado afirmaba: «da el Espíritu Santo
para que los Padres sinodales pidan, sobre todo, el don de la escucha: escucha
de Dios, hasta sentir junto con Él el grito del Pueblo, escucha del Pueblo,
hasta respirar la voluntad a la cual Dios nos llama». Además, el camino sinodal
culmina en la escucha del Obispo de Roma, llamado a pronunciarse como «Pastor y
Doctor de todos los cristianos»: no a partir de sus convicciones personales,
sino como testigo supremo de la fides totius Ecclesiae, «garante de la
obediencia y de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al
Evangelio de Cristo y a la tradición de la Iglesia».
El hecho que el Sínodo actué
siempre cum Petro et sub Petro – por lo tanto no sólo cum Petro, sino también
sub Petro – no es una limitación de la libertad, sino una garantía de la
unidad. De hecho el Papa es por voluntad del Señor, «el perpetuo y visible
principio y fundamento de la unidad tanto de Obispos cuanto de la multitud de
los Fieles». A esto se une el concepto de «»jerarchica communio», usado por el
Concilio Vaticano II: Los Obispos están unidos al Obispo de Roma por el vínculo
de la comunión episcopal (cum Petro) y al mismo tiempo están jerárquicamente
sometidos a él como jefe del Colegio (sub Petro).
El carácter sinodal, como dimensión
constitutiva de la Iglesia, nos ofrece el marco interpretativo más adecuado
para comprender el mismo ministerio jerárquico. Si comprendemos que, como dice
San Juan Crisóstomo, «Iglesia y Sínodo son sinónimos» – porque la Iglesia no
es otra cosa que el «caminar juntos» de la Grey de Dios por los senderos de la
historia que sale al encuentro de a Cristo Señor – entendemos también que
en su interior nadie puede ser «elevado» por encima de los demás. Al contrario,
en la Iglesia es necesario que alguno «se abaje» para ponerse al servicio de
los hermanos a lo largo del camino.
Jesús ha constituido la
Iglesia poniendo en su cumbre al Colegio apostólico, en el que el apóstol Pedro
es la «roca» (Cfr. Mt 16, 18), aquel que debe «confirmar» a los hermanos en la
fe (Cfr. Lc 22, 32). Pero en esta Iglesia, como en una pirámide dada vuelta,
la cima se encuentra por debajo de la base. Por esto quienes ejercen la
autoridad se llaman «ministros»: porque, según el significado originario de la
palabra, son los más pequeños de todos. Cada Obispo, sirviendo al Pueblo de
Dios, llega a ser para la porción de la Grey que le ha sido encomendada,
vicarius Christi, vicario de Jesús, quien en la última cena se inclinó para lavar
los pies de los apóstoles (Cfr. Jn 13, 1-15). Y, en un horizonte semejante,
el mismo Sucesor de Pedro es el servus servorum Dei.
¡Jamás lo olvidemos! Para los discípulos de Jesús, ayer,
hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único
poder es el poder de la cruz, según las palabras del Maestro: «Pero Jesús
los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan
sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no
debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor
de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo» (Mt 20,
25-27).
Entre ustedes no será así: en esta expresión alcanzamos
el corazón mismo del misterio de la Iglesia y recibimos la luz necesaria para
comprender el servicio jerárquico.
En una Iglesia sinodal, Sínodo
de los Obispos es sólo la más evidente manifestación de un dinamismo de
comunión que inspira todas las decisiones eclesiales.
El primer nivel de ejercicio
de la sinodalidad se realiza en las Iglesias particulares. Después de haber
citado la noble institución del Sínodo diocesano, en el cual Presbíteros y
Laicos están llamados a colaborar con el Obispo para el bien de toda la
comunidad eclesial, el Código de derecho canónico dedica amplio espacio a
aquellos que usualmente se llaman los «organismos de comunión» de la Iglesia
particular: el Consejo presbiteral, el Colegio de los Consultores, el Capítulo
de los Canónigos y el Consejo pastoral. Solamente en la medida en la cual estos
organismos permanecen conectados con lo «bajo» y parten de la gente, de
los problemas de cada día, puede comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal:
tales instrumentos, que algunas veces proceden con cansancio, deben ser
valorizados como ocasión de escucha y de participación.
El segundo nivel es aquel de
las Provincias y de las Regiones Eclesiásticas, de los Consejos Particulares y,
en modo especial, de las Conferencias Episcopales. Debemos reflexionar para
realizar todavía más, a través de estos organismos, las instancias intermedias
de la colegialidad, quizás integrando y actualizando algunos aspectos del
antiguo orden eclesiástico. El auspicio del Consejo de que tales organismos
puedan contribuir a acrecentar el espíritu de la colegialidad episcopal todavía
no se ha realizado plenamente. En una Iglesia sinodal, como ya afirmé, «no es
oportuno que el Papa sustituya a los Episcopados locales en el discernimiento
de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido,
advierto la necesidad de proceder a una saludable descentralización».
El último nivel es aquel de la
Iglesia universal. Aquí el Sínodo de los Obispos, representando al episcopado
católico, se transforma en expresión de la colegialidad episcopal al interno de
una Iglesia toda sinodal. Eso manifiesta la collegialitas affectiva, la cual
puede volverse en algunas circunstancias «efectiva», que une a los Obispos
entre ellos y con el Papa, en el cuidado por el Pueblo de Dios.
El compromiso de edificar
una Iglesia sinodal – misión a la cual todos estamos llamados, cada uno en
el papel que el Señor le confía – está grávido de implicaciones ecuménicas. Por
esta razón, hablando con una delegación del Patriarcado de Constantinopla, he
reiterado recientemente la convicción de que «el atento examen sobre cómo se
articulan en la vida de la Iglesia el principio de la sinodalidad y el servicio
de quien preside ofrecerá una aportación significativa al progreso de las
relaciones entre nuestras Iglesias».
Estoy convencido de que, en
una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado Petrino recibirá mayor
luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia; sino
dentro de ella como Bautizado entre los Bautizados y dentro del Colegio
episcopal como Obispo entre los Obispos, llamado a la vez, como Sucesor del
apóstol Pedro- a guiar a la Iglesia de Roma, que preside en el amor a todas las
iglesias.
Mientras reitero la necesidad
y la urgencia de pensar a «una conversión del papado», de buen grado repito las
palabras de mi predecesor el Papa Juan Pablo II: «Como Obispo de Roma soy
consciente […], que la comunión plena y visible de todas las Comunidades, en
las que gracias a la fidelidad de Dios habita su Espíritu, es el deseo ardiente
de Cristo. Estoy convencido de tener al respecto una responsabilidad
particular, sobre todo al constatar la aspiración ecuménica de la mayor parte
de las Comunidades cristianas y al escuchar la petición que se me dirige de
encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo
a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva».
Nuestra mirada se extiende
también a la humanidad. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado
entre las naciones (cfr. Is 11, 12) en un mundo que – aun invocando
participación, solidaridad y la transparencia en la administración de la cosa
pública – a menudo entrega el destino de poblaciones enteras en manos
codiciosas de pequeños grupos de poder. Como Iglesia que «camina junto» a los
hombres, partícipe de las dificultades de la historia, cultivamos el sueño que
el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función
de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse
en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del
hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.”
Anexo 2: LOS 10 EJES DE REFLEXIÓN
PARA EL CAMINO SINODAL
Propuestas
formuladas por la secretaría del Sínodo en el Vaticano, en el Documento de Preparación.
“Caminos y sugerencias para que los diversos núcleos de preguntas
inspiren concretamente momentos de oración, formación, reflexión e intercambio.
- LOS COMPAÑEROS DE VIAJE
En la Iglesia y en la sociedad estamos en el mismo camino uno al lado
del otro.
-
En la propia Iglesia local, ¿quiénes son los que
“caminan juntos”?
-
Cuando decimos “nuestra Iglesia”, ¿quiénes
forman parte de ella? ¿quién nos pide caminar juntos?
-
¿Quiénes son los compañeros de viaje,
considerando también los que están fuera del perímetro eclesial?
-
¿Qué personas o grupos son dejados al margen,
expresamente o de hecho?
- ESCUCHAR
La escucha es el primer paso, pero ex*ige tener una mente y un corazón
abiertos, sin prejuicios.
-
¿Hacia quiénes se encuentra “en deuda de
escucha” nuestra Iglesia particular?
-
¿Cómo son escuchados los laicos, en particular
los jóvenes y las mujeres?
-
¿Cómo integramos las aportaciones de consagradas
y consagrados?
-
¿Qué espacio tiene la voz de las minorías, de
los descartados y de los excluidos?
-
¿Logramos identificar prejuicios y estereotipos
que obstaculizan nuestra escucha?
-
¿Cómo escuchamos el contexto social y cultural
en que vivimos?
- TOMAR LA PALABRA
Todos están invitados a hablar con valentía y parresia, es decir
integrando libertad, verdad y caridad.
-
¿Cómo promovemos dentro de la comunidad y de sus
organismos un estilo de comunicación libre y auténtica, sin dobleces y
oportunismos? ¿Y ante la sociedad de la cual formamos parte?
-
¿Cuándo y cómo logramos decir lo que realmente
tenemos en el corazón?
-
¿Cómo funciona la relación con el sistema de los
medios de comunicación (no sólo los medios católicos)?
-
¿Quién habla en nombre de la comunidad cristiana
y cómo es elegido?
- CELEBRAR
“Caminar juntos” sólo es posible sobre
la base de la escucha comunitaria de la Palabra y de la celebración de la
Eucaristía.
-
¿Cómo inspiran y orientan efectivamente nuestro
“caminar juntos” la oración y la celebración litúrgica?
-
¿Cómo inspiran las decisiones más importantes?
-
¿Cómo promovemos la participación activa de
todos los fieles en la liturgia y en el ejercicio de la función de
santificación?
-
¿Qué
espacio se da al ejercicio de los ministerios del lectorado y del
acolitado?
- CORRESPONSABLES EN LA MISIÓN
La sinodalidad está al servicio de la
misión de la Iglesia, en la que todos sus miembros están llamados a participar.
-
Dado que todos somos discípulos misioneros, ¿en
qué modo se convoca a cada bautizado para ser protagonista de la misión?
-
¿Cómo sostiene la comunidad a sus propios
miembros empeñados en un servicio en la sociedad (en el compromiso social y
político, en la investigación científica y en la enseñanza, en la promoción de
la justicia social, en la tutela de los derechos humanos y en el cuidado de la
Casa común, etc.)?
-
¿Cómo los ayuda a vivir estos empeños desde una
perspectiva misionera?
-
¿Cómo se realiza el discernimiento sobre las
opciones que se refieren a la misión y a quién participa en ella?
-
¿Cómo se han integrado y adaptado las diversas
tradiciones en materia de estilo sinodal, que constituyen el patrimonio de
muchas Iglesias, en particular las orientales, en vista de un eficaz testimonio
cristiano?
-
¿Cómo funciona la colaboración en los
territorios donde están presentes diferentes Iglesias sui iuris diversas?
- DIALOGAR EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD
El diálogo es un
camino de perseverancia, que comprende también silencios y sufrimientos, pero
que es capaz de recoger la experiencia de las personas y de los pueblos.
-
¿Cuáles son los lugares y las modalidades de
diálogo dentro de nuestra Iglesia particular?
-
¿Cómo se afrontan las divergencias de visiones,
los conflictos y las dificultades?
-
¿Cómo promovemos la colaboración con las
diócesis vecinas, con y entre las comunidades religiosas presentes en el
territorio, con y entre las asociaciones y movimientos laicales, etc.?
-
¿Qué experiencias de diálogo y de tarea
compartida llevamos adelante con los creyentes de otras religiones y con los
que no creen?
-
¿Cómo dialoga la Iglesia y cómo aprende de otras
instancias de la sociedad: el mundo de la política, de la economía, de la
cultura, de la sociedad civil, de los pobres…?
- CON LAS OTRAS CONFESIONES CRISTIANAS
El diálogo entre los
cristianos de diversas confesiones, unidos por un solo Bautismo, tiene un
puesto particular en el camino sinodal.
-
¿Qué relaciones mantenemos con los hermanos y
las hermanas de las otras confesiones cristianas?
-
¿A qué ámbitos se refieren?
-
¿Qué frutos hemos obtenido de este “caminar
juntos”?
-
¿Cuáles son las dificultades?
- AUTORIDAD Y PARTICIPACIÓN
Una Iglesia sinodal es una Iglesia
participativa y corresponsable.
-
¿Cómo se identifican los objetivos que deben
alcanzarse, el camino para lograrlos y los pasos que hay que dar?
-
¿Cómo se ejerce la autoridad dentro de nuestra
Iglesia particular?
-
¿Cuáles son las modalidades de trabajo en equipo
y de corresponsabilidad?
-
¿Cómo se promueven los ministerios laicales y la
asunción de responsabilidad por parte de los fieles?
-
¿Cómo funcionan los organismos de sinodalidad a
nivel de la Iglesia particular?
-
¿Son una experiencia fecunda?
- DISCERNIR Y DECIDIR
En un estilo sinodal
se decide por discernimiento, sobre la base de un consenso que nace de la común
obediencia al Espíritu.
-
¿Con qué procedimientos y con qué métodos
discernimos juntos y tomamos decisiones?
-
¿Cómo se pueden mejorar?
-
¿Cómo promovemos la participación en las decisiones
dentro de comunidades jerárquicamente estructuradas?
-
¿Cómo articulamos la fase de la consulta con la
fase deliberativa, el proceso de decisión (decision-making) con el momento de
la toma de decisiones (decision-taking)?
-
¿En qué modo y con qué instrumentos promovemos
la transparencia y la responsabilidad (accountability)?
- FORMARSE EN LA SINODALIDAD
La espiritualidad del
caminar juntos está destinada a ser un principio educativo para la formación de
la persona humana y del cristiano, de las familias y de las comunidades.
-
¿Cómo formamos a las personas, en particular
aquellas que tienen funciones de responsabilidad dentro de la comunidad
cristiana, para hacerlas más capaces de “caminar juntos”, escucharse
recíprocamente y dialogar?
-
¿Qué formación ofrecemos para el discernimiento
y para el ejercicio de la autoridad?
-
¿Qué instrumentos nos ayudan a leer las
dinámicas de la cultura en la cual estamos inmersos y el impacto que ellas
tienen sobre nuestro estilo de Iglesia?”
Anexo 3: EL DESAFÍO ECLESIAL Y SOCIAL
DE LA SINODALIDAD, Pedro Pierre.
El papa Francisco está llevando la Iglesia católica a un cambio renovador
y salvador. Su propósito inició hace 7 años, en un discurso de 2015, cuando
afirmó tajantemente: “La sinodalidad es el camino que Dios quiere para la
Iglesia del tercer milenio”. Hace unos meses pidió a todas las diócesis
católicas del planeta poner en marcha este camino sinodal. No se trata de una
reforma más, sino de la decisión de lograr otra manera de ser Iglesia.
Además el papa no limita la sinodalidad sólo al espacio eclesial, sino
que incluye también su impacto en la sociedad. Fundamentalmente, la sinodalidad
es “caminar juntos”, pero en la igualdad y el compartir equitativo de
responsabilidades entre todas y todos. La meta es bastante ambiciosa: Es que,
en la Iglesia católica, la crisis generalizada es grande y en la sociedad
todavía mucho más, con sus desigualdades ya insostenibles, sus guerras
terriblemente mortíferas en muchas partes, su destrucción irreversible de la
naturaleza…
En la Iglesia está “el cáncer del clericalismo” según la expresión del
mismo papa Francisco que produce un autoritarismo dictatorial en las mismas
parroquias, un patriarcado exclusivo contra las mujeres, los jóvenes, los
indígenas… Añadiendo la falta de cambio en las celebraciones litúrgicas y las
normas obsoletas, todo esto provoca una deserción cada vez más importante de
los católicos. El papa Francisco ha decidido emprender el camino sinodal para
regresar al mensaje de Jesús, a su misión por el Reino y a las prácticas de las
primeras Comunidades cristianas.
El clericalismo se
institucionalizó con el emperador romano Constantino en el siglo 4, cuando el
imperio romano asumió el catolicismo como religión obligatoria del imperio. Se
impuso la división antievangélica entre el clero y los laicos, los privilegios
paganos de toda clase para la jerarquía católica, la dimensión sagrada del
ministerio sacerdotal a imagen del sacerdocio del Antigua Testamento superado
por Jesús… que fue laico; el derecho imperial se volvió el derecho ‘canónico’
de la Iglesia católica… Esta situación demoró 16 siglos para comenzar a ser
revertida, con el Concilio Vaticano 2° de la década de los ’60 del siglo
pasado. El papa Francisco ha decidido retomar las grandes intuiciones sinodales
del Concilio, volviendo a confirmar la Iglesia como Pueblo de Dios en el que
todas y todos somos iguales por el mismo bautismo.
Otro ejemplo de
sinodalidad es el de las Iglesias de la Amazonía, presentes en 9 países
distintos. Un Sínodo sobre la Amazonía les confirmó para tomar alternativas en
la liturgia, los ministerios y las estructuras para anunciar creativamente la
Buena Nueva del Reino, con particular atención, promoción y defensa de los
pueblos nativos y de la naturaleza. El mismo papa Francisco reconoció dicha
autonomía para las Iglesias de estos 9 países amazónicos, confirmación la
organización de una Asamblea Eclesial Amazónica que las ampare.
El tercer ejemplo
sinodal se dio en la celebración en México de la Primera Asamblea Eclesial de
América Latina y el Caribe, en octubre del año pasado. Anteriormente se daban
Conferencias Episcopales Latinoamericanas con la presencia exclusiva de obispos
y cardenales. La nueva modalidad de esta Asamblea Eclesial permitió la
participación de 70.000 personas en su preparación y, en su desarrollo, tenía
un centenar de personas presentes y 700 a 800 otras conectadas virtualmente
durante 4 días completos. Había representación y participación de todas y todos
los bautizados en la redacción de los temas tratados.
Este último ejemplo
se está repitiendo en las distintas diócesis católicas del país. Las
conclusiones diocesanas serán resumidas en una Asamblea Eclesial nacional. Y
una nueva Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña se sintetizará los
resultados continentales. Estos irán luego a Roma para una Reunión sinodal con
el papa Francisco en 2023.
Actualmente se están dando los primeros pasos de este camino sinodal
esperanzador. Exige decisión y coherencia tanto de parte del clero-jerarquía
católico como del conjunto de los bautizados. Para lograrlo se precisa una
conversión múltiple: conversión personal para involucrarse responsablemente,
conversión colectiva para encontrar nuevas formas de participación y decisión
consensuadas, conversión eclesial para discernir y sustituir las estructuras
caducas y no conformes al espíritu de Jesús de Nazaret, y finalmente conversión
social para influir en las transformaciones de nuestros pueblos y países. En
definitiva, todas y todos estamos llamados a involucrarnos en una nueva manera
de vivir y organizarnos como creyentes y ciudadanos. ¡Suerte para este camino
sinodal común!
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