JUEVES,
VIERNES Y SÁBADO
SANTOS
Reflexiones
para nuestro tiempo
Amigas y Amigos, Compañeras y Compañeros de
caminos, buenos días.
Con mucho gusto les ofrezco estas
reflexiones para que sigamos a Jesús y a los Pobres
En nuestro compromiso común por el Reino.
Guayaquil, Pedro Pierre. 2022.
I. JUEVES SANTO
NUESTRO SERVICIO
ES EL COMPARTIR
PARA LA FRATERNIDAD
El jueves santo es un día de recogimiento para encontrarnos con Jesús y con
nosotros mismos. Recordamos la última Cena de Jesús con sus apóstoles y
ciertamente más discípulos y discípulas. Ese día, no sólo Jesús inauguró la
primera misa, sino también los grandes signos del servicio que son el lavado de
los pies y el sacerdocio.
Hoy nosotros recordamos este triple acontecimiento que se inscribe en la
tradición judía de la que Jesús era parte viva. Ese día, con la comida de un
cordero, los judíos recordaban la salida de la esclavitud de Egipto que había
ocurrido 12 siglos antes. En esta fiesta nacional de su nacimiento, el pueblo
judío no sólo recordaba su inicio como Pueblo y Nación, sino que renovaban su
compromiso de continuar la hazaña de Moisés y Miriam: libertad, equidad y fe.
Nosotros hacemos memoria de este acontecimiento asumido y renovado por Jesús,
afín de seguir sus huellas, renovar nuestra fe y colaborar en la construcción
de la fraternidad.
A. VEAMOS LO QUE PASÓ AYER CON JESÚS
Jesús hizo de la Cena de la Pascua un signo de liberación, de servicio y de
entrega total, simbolizado por el lavado de los pies y la última Cena. Jesús se
hizo el servidor más sencillo y más eficaz de la realización del proyecto de
Dios. Este compromiso lo condujo hasta la entrega de su propia vida por el
Reino. Compartió la Cena Pascual como signo máximo de su servicio a Dios y a
los demás, añadiendo signos propios para sellar una nueva alianza con Dios. No
sólo los apóstoles, sino la Comunidad cristiana en su conjunto fue la encargada
de continuar este compartir y este servicio: Eso es su sacerdocio, ese es
nuestro sacerdocio cuyo encargo recibimos el día de nuestro bautismo
- Jesús
celebró de la Pascua judía que era memorial de libertad, alianza y equidad
-
“Memorial” significa ‘hacer memoria’, es decir,
recordar y hacer vivas y presentes la libertad, la alianza y la equidad emprendidas
por Moisés.
-
Ese día se recordaba la liberación de la esclavitud de
Egipto, la alianza con Dios en el desierto del Sinaí y el compromiso de vivir
con más equidad para erradicar toda esclavitud.
a) La Cena pascual era el memorial de la
salida de la esclavitud de Egipto: Era su fiesta nacional de independencia y
se decidía fortalecer el proyecto del Pueblo de Dios comenzado por Abraham y
Sara. El Pueblo de Moisés comenzó a vivir en libertad, en equidad y en alianza
con Dios. (Éxodo 3,7-15).
b) En esta Cena
pascual se celebraba de pie, para manifestar la decisión de caminar según el proyecto decidido en
la época de Moisés. Se reunía toda la familia para comer un cordero,
animal doméstico de los hebreos en el desierto y luego en Palestina (Éxodo 12).
- ¿Cuáles
son las novedades aportadas por Jesús?
Los 2 signos
que añadió Jesús fueron el lavado de los pies y el compartir del pan y del
vino, signos de su muerte próxima.
-
El lavado de los pies era el oficio
de los esclavos que limpiaban el polvo de los pies de sus amos.
-
En cuanto a la Cena pascual se recuerda
también el acontecimiento del ‘maná’ en el desierto: esa comida diaria donde
que cada familia recogía según su necesidad, porque “a nadie le faltaba y a
nadie le sobraba” (Éxodo 16,13-21).
-
La Cena pascual recordaba también la ofrenda de pan y
vino que había hecho el rey y sacerdote de Jerusalén a Abraham y Sara (Génesis
14,18-20). La Carta a los Hebreos nos confirma que Jesús es “sacerdote a la
manera de Melquisedec” (Hebreos 5,6).
a) Entonces con
Jesús, la última Cena se transforma en la primera misa
-
La Cena pascual recordaba la liberación de la
esclavitud de Egipto. Jesús vino para la liberación de todas las esclavitudes,
los vicios y las opresiones sociales.
-
La Cena pascual recordaba la alianza de Dios
con el Pueblo de Abraham. Jesús vino para la alianza de toda la humanidad en
Dios.
-
La Cena pascual recordaba el compromiso del compartir
y de la equidad. Jesús realizó este compartir y equidad con la puesta en
marcha del Reino, como primera responsabilidad de las Iglesias que continuaran
su misión.
b) El signo del pan y del
vino es la gran novedad
-
Jesús se relaciona con
Abraham y Sara cuando el rey y sacerdote de Jerusalén, Melquisedec, les “ofrece
pan y vino en nombre del Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra”.
Jesús viene para un sacerdocio que no sea limitado al pueblo judío, sino más
universal.
-
Jesús da el significado del
pan y del vino que todos comparten: “Tomen: Eso es mi
cuerpo… Esto es mi sangre” (Marcos 12,22-24). Jesús quiso dar a entender a sus
amigos que va a morir de manera violenta. Anticipa su ofrenda en la cruz como
signo de su entrega total al servicio del Reino: ‘El pan representa su cuerpo
entregado y el vino su sangre derramada’.
-
Bien se puede decir que Jesús es el “nuevo Cordero que
quita el pecado del mundo y nos da la paz”, si nosotros entramos en el mismo
camino que él.
c) Va también la
institución del sacerdocio como segunda novedad
-
Jesús terminó el compartir del pan y del vino
diciendo: “Hagan esto en memoria mía” (Lucas 22,19).
-
Jesús deja el encargo de continuar la celebración de
esta nueva cena pascual a sus apóstoles que representan la Comunidad cristiana.
-
La Comunidad cristiana es el nuevo Pueblo sacerdotal
que continuará tanto la tarea de Jesús que es su Reino como la celebración del
sacramento de este Reino, que es la misa o la eucaristía.
-
Todos hemos recibido esta doble misión en el día de
nuestro bautismo: “Tu eres profeta, sacerdote y rey-pastor” al servicio del
Reino y de la Eucaristía.
d) La tercera
novedad es lavado de los pies
-
Jesús asume el gesto de los esclavos al lavar los pies
a sus discípulos, a la sorpresa de todos y el rechazo de Pedro.
-
Jesús justifica su gesto diciendo: “Si yo, siendo el
Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los
pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho
yo” (Juan 13,14-17).
B. PARA CONCLUIR: NOSOTROS CONTINUAMOS LOS COMPROMISOS DE LA ÚLTIMA CENA
Nos toca actualizar la Cena de Jesús mediante 3
compromisos: el compartir, el servicio y el sacerdocio en nuestra entrega de
toda la vida.
- El compromiso del compartir
-
Eso es el compromiso de toda misa: Hacer de la vida y
de la sociedad un gran compartir.
-
Este compartir será individual, familiar, colectivo,
económico y político.
- El compromiso del servicio
-
Conocemos el dicho: “El que no vive para servir, no
sirve para vivir”.
-
El cristiano es primero un servidor: el servidor del
Reino, a imagen de Jesús, es decir, que estamos al servicio de la fraternidad,
de la justicia y de la fe.
- El compromiso sacerdotal
a) Todos somos
sacerdotes, es decir constructores y celebradores de nuestra
relación con Dios (1 Pedro 2,9).
b) Es en
Comunidad que construimos y confirmamos nuestra relación con
Dios. No somos cristianos si no vivimos en Comunidad viva, activa y
comprometida.
c) ¿Cuándo somos
sacerdotes?
-
Los papás son sacerdotes cuando
confían y ofrecen a sus hijos a Dios.
-
Somos sacerdotes cuando nos bendecimos
y bendecimos el pan y la comida.
-
Somos sacerdotes cuando, en Comunidad
nos ofrecemos a Dios como un Pueblo fraternal: ‘Es el mayor culto que podemos
dar a Dios’, nos dice san Pablo (Romanos 12,1).
d) Los sacerdotes
ordenados son los garantes de la triple misión que nos dejó
Jesús en la última Cena:
-
Ser artesanos del compartir para vivir con más
fraternidad y equidad,
-
Ser servidores los unos de los otros para
construir juntos el Reino y
-
Ser sacerdotes que nos ofrecemos como Pueblo
fraterno agradable a Dios.
Les deseo unas lindas celebraciones del jueves santo que pueden hacer, que
tienen que hacer en sus Comunidades.
-
No dejen de compartir la fanesca que recuerda mucho la
última Cena de Jesús.
-
Y si son devotos de la adoración de Jesús en el santísimo,
recuerden que la hostia es presencia de Dios porque es signo del compartir no
solo en el templo sino en la familia, en el trabajo, en la calle, en la
Comunidad y en toda la vida.
¡ FELIZ JUEVES
SANTO A TODAS
Y TODOS !
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Jueves Santo: "Haced esto en memoria mía"
RD -
14.04.2022 Jesús Espeja
"Seguimos celebrando la Cena del
Señor en una sociedad desfigurada por la injusticia y por la pobreza
escandalosa"
Jesús de Nazaret fue un judío piadoso
que se encontró con una religión de autoridad. Propuso un culto en espíritu y
en verdad. Pronto encontró la oposición de los arrogantes instalados
que tramaron eliminarlo
Algunos sin embargo fueron sensibles a
la novedad. Iban a sufrir dura prueba viendo al Maestro condenado por blasfemo
y como rebelde político. Necesitaban que Jesús siguiera con ellos después de su
muerte. Y en ese contexto se celebró la Ultima Cena
"En esa celebración Jesús hizo
otro gesto profético. Se levantó de la mesa, se ciñó una toalla y lavó los pies
a sus discípulos. Cosa inaudita en aquella cultura donde era el discípulo
quien debía lavar los pies al maestro"
"'Os he dado ejemplo para que
vosotros continuéis esa forma de vivir', dijo. Un ideal sin embargo nada fácil
de practicar… La tentación de caer en el ritualismo saltó desde el
principio"
"Un peligro que se hace triste
realidad cuando interpretamos la celebración eucarística solo como un acto de
culto en honor de la divinidad alejada y reducimos la misa a un precepto"
"Ahí está el interrogante que ya
en 1975 lanzaba Pablo VI a los cristianos: '¿Creéis verdaderamente en lo que
anunciáis? ¿Vivís lo que creéis? ¿Predicáis verdaderamente lo que vivís?'"
Francisco: "Un sacerdote mundano
no es otra cosa que un pagano clericalizado"
II. VIERNES SANTO :
ES LA EXPRESIÓN DE
LA
MÁXIMA CRUELDAD POR
LA MÁXIMA SOLIDARIDAD
Hoy toda las Iglesias
cristianas recuerdan la muerte, o mejor dicho el asesinato de Jesús, porque lo
arrestaron como cualquier delincuente, lo juzgaron mañosamente, lo condenaron
mediante manipulación popular, lo torturaron por rebelde y terminaron
crucificándolo por peligroso para el imperio romano y la religión judía.
De hecho Jesús puso en marcha
otra manera de dar culto a Dios y de organizarnos como sociedad, dando
prioridad a los pobres y construyendo con ellos un Reino de igualdad,
compartir, fraternidad, perdón… De alguna manera, sí Jesús era y es un peligro
para el orden, o sea, el desorden establecido a favor de los ricos y poderosos.
Jesús se daba cuenta de todo esto. El poder religioso
judío se unió con el poder militar romano porque veían tambalear sus
privilegios. Jesús aceptó las consecuencias de su opción, porque si huía,
hubiera traicionado la causa de Dios y la de los pobres. Aceptó ser maltratado
y muerto de la misma manera que se lo maltrata y se mata a los pobres. Como era
un líder popular, le aplicaron “la máxima crueldad por la máxima solidaridad”
que manifestaba con el pueblo de los pobres.
A. PRIMERO LO QUE PASÓ AYER CON JESÚS
El mismo Jesús lo había afirmado. ‘No me arrebatan la vida, sino que la
doy’. Se daba cuenta que era la última y más dolorosa prueba de fidelidad a
Dios y de amor a los pobres. Veamos los distintos pasos de lo que llamamos “la
pasión de Jesús”.
1.
Comencemos
los motivos de condenación a muerte de Jesús
̵
En definitiva, Jesús construía una nueva manera
de dar culto a Dios y de organizarnos entre humanos, contraria y contradictoria
con la realidad religiosa y socio-política.
̵
Los motivos de su condenación son 3: Uno es
religioso y 2 son políticos: ‘Quiere destruir el templo’ - ‘Agita a la gente’ -
‘Se rebela contra el emperador’.
̵
Los causales de la muerte de Jesús son personas
y también estructuras de dominación, las unas judías y las otras romanas.
2.
Miremos
lo duro que fue la pasión de Jesús
̵
La pasión de Jesús comenzó por su arresto
violento y de noche.
̵
Luego continuó con un juicio manipulado y arreglado
de antemano donde intervinieron las mayores autoridades del momento.
̵
No faltaron las humillaciones, las burlas, las
torturas, ni el castigo más doloroso de todos: la crucifixión.
̵
Jesús agonizó en la cruz durante 3 horas
acompañado de su madre, de unas 2 mujeres y un solo discípulo.
3.
Entendamos
que la cruz fue el precio a pagar por el Reino
-
Jesús quería una vida digna para todos, es
decir, un modo de vida con las necesidades básicas satisfechas, material y
espiritualmente.
-
Para construir una sociedad de hermanos, Jesús
apostó por los pobres, los únicos capaces de construir el Reino, es decir, una
sociedad distinta, con más justicia, equidad, participación.
-
esús ayudó a los pobres a valorarse, tomar
conciencia de sus capacidades, unir y organizarse, decidirse a entrar en el
proyecto del Reino.
-
Jesús fue fiel a este proyecto porque descubrió
que era la misión que Dios le habóa confiado.
-
Así demostraba que Dios era padre y madre y que
el Reino era de los pobres y de los que nos hacemos pobres con ellos.
-
Jesús no dudó de ese Dios de los pobres y
testimonió de su predilección por ellos.
Jesús asumió la suerte
de los pobres hasta la muerte en la cruz. La solidaridad de Jesús con
los pobres lo llevó a sufrir lo que sufren ellos: el desprecio, la humillación,
la mentira, la injusticia, las torturas y la muerte cruel. Jesús aceptó que la
causa de los pobres pasara por un fracaso momentáneo: su muerte en la cruz.
B. ¿QUÉ LECCIONES PODEMOS SACAR PARA HOY PARA NOSOTROS?
Podemos decir que la historia se repite en muchos lugares. Hoy las
autoridades civiles y religiosas viven cómodas y con grandes privilegios. El
papa Francisco es la honrosa excepción, por eso es tan criticado y tan poco
obedecido.
1.
Reconocemos
que los que trabajamos por el Reino somos marginados y perseguidos, tanto en la
sociedad como en la Iglesia.
a) En la
sociedad…
-
Las personas honestas que resisten a la
corrupción son perseguidas y encarceladas.
-
Los líderes verdaderamente liberadores con su
pueblo son asesinados, como es el caso en Colombia.
-
Los juicios son manipulados, los malos tratos
son corrientes, la tortura siguen como medios actuales de las autoridades
policiales y militares.
-
Y ni hablar de las masacres en las cárceles…
b) También
en nuestra Iglesia hay mucha discriminación
-
El poder clerical sigue dominando y oprimiendo,
lejos de la realidad y de la solidaridad con grandes atropellos a las personas,
los pueblos y la naturaleza.
-
Los pobres, las mujeres, los indígenas, los
jóvenes siguen siendo los grandes excluidos en nuestra Iglesia.
-
También se castiga y persigue a quienes
construimos la Iglesia de los pobres, a la manera de Jesús y según las
orientaciones del papa Francisco y de los documentos episcopales
latinoamericanos.
2.
La
cruz sigue siendo el gran signo de contradicción
-
Muchos cristianos prefieren una vida cómoda,
tranquila y cómplice de mucha maldad.
-
Nos damos cuenta que toda vida honesta, fraterna
y solidaria tiene sus numerosas ‘cruces’, por nuestras limitaciones, nuestras
fallas y nuestros pecados. La sociedad nos impone muchas ‘cruces’, o sea,
muchos sufrimientos que se podrían evitar.
-
La cruz es parte del camino cristiano: Jesús nos
lo advirtió. Pero puede ser signo de salvación y liberación cuando se la acepta
como consecuencia de nuestra solidaridad… tanto con los pobres como con Jesús.
3.
Celebremos
el viernes santo con mucha fe y devoción… porque es nuestra historia.
a) Descubrimos
que, al mismo tiempo, Jesús tuvo muchas derrotas y muchos sufrimientos, pero conoció
grandes alegrías, profundas amistades y muchos aunque pequeños éxitos. Su vida
fue acertada.
b) Con
la realización del Vía crucis, recordamos la pasión de Jesús, la pasión nuestra
y la pasión de muchos hermanas y hermanos nuestros.
-
Recordamos nuestra propia pasión en el doble
sentido de la palabra: pasión como sufrimientos y pasión como enamoramiento del
Reino.
-
San Pablo decía: “Completo en mi carne lo que
falta a la pasión de Cristo”. Pues la pasión de Cristo continúa en nosotros y
en nuestro pueblo.
-
Pero, al final del Vía crucis, al venerar la
cruz, depositamos un beso o una flor como signos de amor y esperanza, porque
sabemos que el Vía crucis desemboca en la resurrección.
c) La
meditación de las 7 palabras de Jesús en la cruz
-
La cifra 7 es signo de plenitud.
-
Las 7 últimas palabras de Jesús, de alguna
manera, resumen los grandes momentos de su vida: Son como la conclusión de las
etapas de su vida.
-
Es significativo también el símbolo de las 7
velas en el altar que se apagan una por una después de cada palabra… para
resucitar en el cirio pascual.
d) En
unos lugares se hace el descendimiento del cuerpo de Jesús de la cruz
-
Es una dramatización que nos recuerda la
dignidad y los derechos del cuerpo una vez muerto.
-
El entierro de Jesús es una gran señal del
respeto por el cuerpo de Jesús que lo acompañó hasta el silencio de la tumba.
-
El cuerpo de Jesús es su ‘testamento’, es el
testimonio de su vida.
e) Está
también la costumbre de la visita a las 7 Iglesias… o el recorrer la calle de
las 7 cruces como en Quito.
Bien
podemos relacionar este peregrinaje con las 7 palabras de Jesús en la cruz.
f) Una
última tradición: la del “santo entierro”.
-
Es una tradición nicaragüense que tiene lugar la
noche del viernes santo.
-
Se trata de una procesión nocturna al cementerio
con el cuerpo de Jesús.
-
Se dan algunas estaciones con canto, reflexión y
rezo…
-
… y su
regreso a la capilla de donde salió: ¡Es el único muerto que regresa del
cementerio!
-
‘¡Hay muertos que nunca mueren!’… porque la
muerte no es el final.
4.
Para
terminar, identifiquemos a Jesús con el ‘Siervo sufriente’ anunciado por Isaías (52,13-53-12).
-
En
tiempos de Isaías, el ‘Siervo
sufriente’ era el mismo Pueblo judío desterrado en Babilonia donde, en medio de
muchos sufrimientos, descubrió que tenía una misión universal de dar a conocer
y de hacer acontecer el proyecto de Dios que Jesús llamaría el Reino.
-
Luego
se aplicó a Jesús la misión del ‘Siervo sufriente’, para poder entender su muerte y su
resurrección.
-
Hoy
el ‘Siervo sufriente’ es el
Pueblo de los pobres que salva a la Iglesia y la Humanidad.
CONCLUYAMOS:
Se trata de actualizar la pasión de Jesús y de celebrar su presencia solidaria
con nosotros.
1.
Por
una parte, reconocemos la pasión y muerte de Jesús
-
tanto
en nuestros sufrimientos y nuestra muerte por el Reino
-
como en
los sufrimientos y la muerte de tantas hermanas y hermanos nuestros que luchan y sufren por una vida mejor par
ellos mismos y los demás
-
y
también en los sufrimientos y la muerte del Pueblo de los pobres, sufrimientos injustos y muertes “antes de
tiempo”.
2. Por
otra parte, celebramos, en estos sufrimientos, nuestra unión y nuestra
identificación con Jesús.
-
No estamos solos en nuestros sufrimientos,
dolores, padecimientos y, a veces, nuestra muerte, por el Reino.
-
De esta manera hacemos presente a Jesús en su
servicio y su entrega total por una humanidad nueva y reconciliada con Dios
-
Así lo decía San Pablo. 'Completo en mi carne lo
que falta a la pasión de Cristo para su cuerpo que es la Iglesia’.
-
Esta Iglesia somos nosotros, semilla y muestra
indestructible del Reino.
¡ Feliz viernes santo porque
la muerte es el abrazo de la Vida plena
y de Dios con nosotros !
Poema: AL ÁRBOL DE LA CRUZ, Pedro Miguel Lamet
RD -
15.04.2022.
AL ÁRBOL DE LA
CRUZ
De tu dolor, del
tiempo amanecido,
de una palabra
ardiente que encendía;
de las entrañas
puras de María
y del amor hasta
la esencia herido;
desde tu cuerpo
tres veces caído
y la noche oscura
de la sangre mía,
devuelves con tu
cruz a la armonía
este mundo que
nace en tu alarido;
este mundo que
abarcas con tu abrazo
y limpias con tu
muerte de tristeza,
este miedo a vivir
esta pobreza
que florece en tu
árbol cual si fuera
hontanar para
siempre en tu regazo
al colgar de tu
cruz mi primavera.
SÁBADO DE GLORIA
Y DOMINGO DE
RESURRECCIÓN
LA
RESURRECCIÓN ES AHORA
Para el Sábado de Gloria o de
Resurrección, las celebraciones se desarrollan generalmente en la noche. Es el
día en que “el silencio de la tumba aguarda el triunfo de la resurrección”. Hoy
el triunfo de la resurrección está en “bajar de la cruz a todos los
crucificados”.
A. VOLVAMOS PRIMERO A LOS DÍAS SÁBADO Y DOMINGO: AYER CON
JESÚS
Los Evangelio fijan la resurrección al tercer día después de su muerte.
Nos cuentan hechos muy concretos. La resurrección de Jesús es más una
experiencia espiritual, pero no por eso es menos real. Las y los discípulos de
Jesús hicieron la experiencia de Jesús vivo, amigo y compañero de un nuevo
compromiso: Continuar la misión de hacer acontecer el Reino de Dios a la manera
de Jesús.
Veamos lo que nos ayudan a descubrir las celebraciones del Sábado y
Domingo de Resurrección.
a)
El
Sábado de Gloria celebramos la resurrección de Jesús mediante 3 signos: Las
alianzas de Dios, el fuego y el agua.
-
Primero, las Alianzas de Dios, porque la resurrección es el triunfo de la
alianza de Dios a pesar de nuestras infidelidades.
. Podemos elegir una serie de lecturas que nos
recuerdan las distintas alianzas de Dios en el Antiguo Testamento. Jesús
vino para mostrarnos quién era Dios y cómo era su proyecto del Reino.
. Nos reveló que Dios es el Dios del Amor y de
la Alianza a pesar de todos nuestros pesares. Jesús lo demostró por sus
palabras, sus milagros, su vida y su muerte; por eso dijo en la última cena:
‘Esta es la sangre de una alianza nueva y eterna’.
. La historia de la humanidad es la historia de
nuestras infidelidades y arrepentimientos. Por eso se encuentra siempre viva la
alianza de Dios con nosotros, porque en definitiva siempre la buscamos y, de
parte de Dios, siempre está oferta.
-
Segundo, la celebración del fuego, porque la resurrección de Jesús es
el triunfo del amor sobre el pecado. El fuego que purifica y destruye.
. La muerte de Jesús fue el resultado de una
serie de mentiras, odios, envidias, maldad... y otras tantas formas de pecdo.
. La resurrección nos demuestra que Jesús
triunfó por su opción por el amor, la verdad, la fidelidad, la no-violencia, la
dignidad, etc. triunfan de lo que las quiere aplastar.
. Hoy la resurrección de Jesús nos confirma en
nuestra lucha por vivir y testimoniar de estos valores, y no fracasar por
seguir la corriente del mal.
-
Tercero, la celebración del agua, porque la resurrección de Jesús es el
triunfo de la vida sobre la muerte.
. La resurrección nos confirma que Jesús
destruyó la fatalidad de la muerte. Nos demuestra que la muerte no es el fin,
sino el momento del abrazo definitivo de Dios con nosotros, la puerta abierta
sobre la vida plena.
. Nuestra falta de fe, nuestros pecados,
nuestro egoísmo dan a la muerte su aspecto de fracaso y condenación. Una nueva
manera de creer y vivir nos hace percibir la muerte como el triunfo de la vida,
del amor y de la comunión con Dios, gracias a la muerte y resurrección de
Jesús.
En la cruz, Jesús había
entregado su vida y su muerte en las manos de su Padre. Esta entrega hasta lo
máximo se transformó en el triunfo del amor sobre el odio, de la verdad sobre
la mentira, de la vida sobre la muerte: Eso es la resurrección.
Gracias a Jesús vivo, presente y activo
descubrimos que la resurrección de Jesús es también nuestra experiencia
personal. La podemos experimentar en nuestro diario vivir, en nuestra familia,
en los trabajos y las luchas de nuestra comunidad, en la entrega alegre y
decidida de tantos hermanos y hermanas. Así podremos celebrar la resurrección
de Jesús con gusto y multiplicar sus frutos de vida, amor y comunión.
b)
Pasemos
al Domingo de Resurrección que nos recuerda la misión de los discípulos y
nuestra propia misión que es entrar en la dinámica del Reino.
-
Miremos
a Jesús
. Jesús vivió por
el Reino hasta sus últimas consecuencias. Al experimentar a Jesús
resucitado y presente entre ellos, los discípulos se sienten llamado a entrar
en la dinámica de la Pascua.
. El proyecto de
Dios era un proyecto combatido a muerte. Pero ni a los sufrimientos ni a la
muerte había que temer: La fuerza del Reino es mayor que la muerte. Ese es el
camino del Reino, asumiendo las causas de los pobres con todas las
consecuencias que esto conlleva, sabiendo que el final será la resurrección.
. Eso es la Pascua,
nuestra Pascua, que comienza al momento que decidimos seguir a Jesús “¡sin
mirar más atrás!”
-
Pasemos a nuestro compromiso.
La
experiencia de los discípulos de Emaús nos da la clave de toda evangelización
(Lucas 24). Se trata de un acontecimiento en 4 etapas, que son las 4
etapas de toda evangelización.
. Primera etapa: El tiempo de la AMISTAD (v. 13.24), del compañerismo,
de la escucha.
. Segunda etapa: El tiempo de la PALABRA (v.
25-27), de la reflexión, de la profundización.
. Tercera etapa: El tiempo del COMPARTIR (v.
28-32), de sentarse a la mesa, de disfrutar la comida colectiva.
. Cuarta etapa: El tiempo de la CELEBRACIÓN
(v. 33-35), de la Comunidad, del abrazo alegre.
Saquemos una primera conclusión: Ni el mensaje de Jesús ni la dinámica
del Reino murieron con Jesús: Siguen más vivos que nunca
-
La vida tiene sentido: La verdad es más fuerte
que la mentira, la bondad más que la maldad, el bien más que el pecado, la vida
más que la muerte, la alegría más que la tristeza…
-
El Reino tiene vida ‘para largo’. Es esta verdad
que no muere nunca.
B. SAQUEMOS ALGUNOS COMPROMISOS
1.
Definitivamente,
la última palabra la tendrá la resurrección
-
No nos quedemos sólo con el Cristo sufriente:
¿Por qué la procesión del Viernes santo es más concurrida que la Vigilia
pascual? ¡Nos identificamos más con la muerte! No está mal, pero si nos
quedamos allí: todavía no hemos encontrado de Jesús.
-
Lo definitivo es su resurrección, es decir su
presencia viva hay con nosotros.
-
Estamos llamados a vivir, amar, luchar más allá
de nuestros límites y pecados: ¡Elijamos lo imposible! Unamos la fe con la
vida, la acción y la oración, la lucha y la contemplación.
2. “El
Reino es lo único absoluto”: Eso dijo el papa Pablo 6° en 1975… la víspera
de mi llegada a América Latina, para marcarme el camino. Apostemos por lo que
no muere ni termina.
-
El Reino es de los Pobres y de los que
nos hacemos pobres con ellos, es decir, sencillos, conscientes, organizados,
valientes para asumir las causas de los pobres, hasta las últimas
consecuencias.
-
Somos Iglesia de los Pobres, para que toda la
Iglesia lo sea. Esa es la dinámica que el papa Francisco ha puesto en
marcha con la ‘sinodalidad’: una Iglesia de iguales e igualmente responsables,
una Iglesia donde todos estamos sentados en la misma mesa todos con el único
vestido blanco de nuestro bautismo para decirnos lo que no anda bien en nuestra
Iglesia y resolverlo juntos.
-
Somos semilla de una sociedad nueva que se
asemeja a la utopía del Reino. El Reino no pertenece a nadie en exclusiva,
más bien pertenece a todos los que buscamos una vida digna para nosotros y para
los demás, a todas y todos los que luchamos para una sociedad justa, fraterna,
donde todos quepan.
Que esta Semana Santa sea
verdaderamente nuestra Pascua, es decir el paso personal a una vida nueva, la
solidaridad con todos los y las que sufren y mueren injusta o amorosamente, la
celebración creativa de la resurrección de Jesús, y la entrada en una lucha
colectiva por el Reino.
Ayudémonos unos a otros para
que sea verdaderamente así. Eso es nuestra salvación, don de Dios y fruto de
una firme decisión. ‘Vengan los bendecidos por mi Padre y tomen posesión del
Reino que ha sido preparados para ustedes desde el principio del mundo’ (Mateo
25,34).
CONCLUYAMOS CON 3 COMPROMISOS
-
El
compromiso personal de ser, por una parte, hombres nuevos y mujeres dignas,
y, por otra, cristianos al servicio del Reino.
-
El
compromiso eclesial de responder al proyecto de Jesús, es decir, ser la
Iglesia de los Pobres al servicio de la renovación de toda nuestra Iglesia, desde
la Opción por los pobres y sus culturas.
-
El
compromiso social y político de construir una sociedad más conforme a los
valores del Reino, a la manera de Jesús, es decir, desde los pobres, desde la
armonía con la naturaleza y desde la comunión con Dios.
Las fallas
personales, la maldad de los demás y la perversidad del sistema que nos
organiza
no podrán con
nosotras y nosotros,
porque eso es
el Reino preñado de resurrección, es decir, de vida plena, indestructible y
eterna,
y eso desde
ahora.
¡ FELICES PASCUAS
DE RESURRECCIÓN !
AMIGAS Y
AMIGOS, COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS
DE LA
RESURRECCIÓN